9. Toc toc
—Por última vez, no pienso mantener ningún tipo de relación con Wynn que no sea la amistosa, ¿Más tranquilo?
—Sospecho que la respuesta correcta es sí. Ahora corre, tu Romeo te espera —dijo sin mucho ánimo.
Salí del coche asegurándome de cerrar con un fuerte portazo. Era mi manera de decirle que haría lo que me saliera de la pipa del coño porque él no tenía poder alguno sobre mí.
Caminé hacia la puerta del bloque y llamé al 3E.
—¿Sí? —preguntó una voz al otro lado del porterillo.
—Soy Willow.
En lugar perder más tiempo hablando, Wynn abrió la puerta de entrada.
Volteé a echar un último vistazo a Bryce, quién desde su asiento en el coche parecía no querer perder detalle de mi culo. Al volver a verme la cara, hizo un gesto de dedo con el que claramente me pedía que diera media vuelta. Puse los ojos en blanco y entré al edificio.
Subí una infinidad de escalones hasta llegar a su puerta.
—¡Toc toc!
—¿Quién es?
—Una rubia peligrosa —dije recordando una broma del pasado —Abre la puerta de una vez, Wynn.
Obedeció y me recibió con un efusivo y largo abrazo en el que me vi forzada a arrugar la nariz.
—Apestas a hierba —dije al separarme.
—Debe de ser la ropa, juro que no estoy puesto —levantó las manos con más palmas abiertas por encima su cabeza.
—Está bien, te declaro inocente.
Los dos reímos y nos contemplamos a los ojos con nostalgia.
—Te he echado de menos —admití.
—Y yo. ¿Donde has estado metida todo este tiempo?
—Un poco por aquí y por allí, ya sabes, movidas sin importancia. ¿Y tú qué? ¿Qué te has estado metiendo todo este tiempo?
Wynn volvió a reír.
—Muy ingeniosa, Lewis, muy ingeniosa. Pero estos meses me he tomado un descanso. Creo que estoy a punto de dejarlo definitivamente, ¿Sabes? Está vez de verdad.
Examiné sus ojos en busca de la mentira. Pero no había nada más que pura verdad y buena intención.
—Me alegro mucho, de verdad. Y siento meterte en todo esto... Yo...
—No pasa nada. Te debo una infinidad de favores y me parece un buen día para comenzar a devolvértelos. ¡Uy qué maleducado! ¡No te he invitado a pasar!
Era mi turno de reír.
—No puedo, lo siento. Bryce me espera abajo.
Wynn hizo una mueca de horror, a lo que yo asentí consternada.
—Recuerda lo que hablamos, ¿Sí? ¡Y ponte guapo! —exclamé ya alejándome por el pasillo.
—¡Yo ya soy guapo! —escuché que refunfuñaba.
Y no me cabía duda, Wynn era un espécimen raro, diría que en peligro de extinción. Era ese chico rubio de serie americana que se pasaba todo el día de juerga, esnifando sustancias alucinógenas e inyectándose vete a saber qué. Después, cuando lo conocías a fondo, resultaba ser la persona más bonita sobre la faz de la tierra. Era atento, cariñoso, fiel y sincero. La única persona que, a pesar de los rumores, no me dió la espalda en ningún momento. Y me alegró mucho enterarme de que intentaría dejar la droga, esta vez en serio. Wynn solo se merecía lo mejor.
Retrocedí sobre mis huellas de vuelta al coche, donde Bryce me esperaba sosteniendo un cronómetro.
—Nueve minutos cuarenta y dos segundos, Willow. Eso no fue lo que acordamos —me echó en cara una vez ocupé el lugar del copiloto —al menos dime qué el orgasmo ha valido la pena, si no no lo soportaría.
—Por dios, que dramático. No hemos hecho nada. En nueve minutos no da tiempo.
Entonces noté mi error.
Bryce ensanchó su sonrisa de perversión y entrecerró los ojos insinuante.
—Bonita manera de admitir que no me has superado.
—Yo no he dicho eso —me defendí.
—Pero lo has pensado —adivinó orgulloso —Sabes que conmigo de esos nueve minutos te habrían sobrado cinco, y que si quisieras segundo asalto te lo hubiera concedido encantado.
Creo que mojé las bragas un poquito tras imaginar la escena descrita por el moreno.
Tocaba hacerme la dura.
—Ese es tu problema —lo encaré con firmeza —Buscas lo efímero, el instante, y luego desapareces. Yo aprecio más el saber tomar las cosas con calma y sin cometer errores. En la paciencia es donde se esconde el verdadero amor. Claro que tú esos conceptos los desconoces.
Mis palabras solo fueron el detonante, Bryce era quién guardaba la bomba.
—¿Cuando dejarás de reprocharme todos mis errores Willow? ¡Ya hace tres putos años de aquello! —estalló con fiereza en su mirada —Estás dolida, y solo ves el mal que yo te causé, pero te recuerdo que tú también tuviste tu parte de culpa.
—¡Ohh, discúlpame por no perdonar una infidelidad! ¡Que desconsiderada! —alcé la voz con evidente sarcasmo.
—¡Genial, enfádate conmigo! ¡Cómo si no fuera suficiente castigo verte día tras día y saber que ya no te tengo!
Adiós, Willow sensata y racional. ¡Hola, Willow hormonal e impulsiva!
A la décima de pronunciar la última palabra yo ya me había abalanzado sobre él.
Llevé mis manos a su cuello y pegué nuestros labios con fuerza. Bryce no tardó en profundizar el beso, pero ambos sabíamos que no era ni el momento ni el lugar para llevarlo un paso más lejos, por lo que tras unos segundos intercambiando fluidos salivales, volvimos a poner distancia entre nosotros.
Creí haber conocido la incomodidad de un silencio, pero la siguiente hora y media de trayecto en coche me indico lo contrario.
Fue un viaje largo en el que ninguno sabía cómo iniciar conversación. Nuestros cuerpos en tensión, yo ni siquiera sabía que hacer con las manos. De pronto el coche se me hizo pequeño, diminuto, como si no hubiera espacio suficiente para el oxígeno.
Cuando creí que iba a asfixiarme, el coche se detuvo.
Volvíamos a estar frente a su casa.
Los dos salimos del vehículo sin decir nada.
Caminamos hacia la puerta sin decir nada.
Entramos a la casa sin decir nada.
Y nos sentamos en él sofá del salón... ¿Sin hacer qué? Sin decir nada.
Aún faltaba poco más de una hora para que comenzaran a llegar los invitados, ¿Qué se suponía que debíamos de hacer mientras tanto?
Lo que debíamos, no sé, pero lo que no debíamos... Eso era sin duda lo que más disfrutábamos.
Seguí a Bryce en una carrera hasta su habitación, donde nos sobró toda la ropa.
Allí pudimos acabar lo que en el coche empezamos.
Sin sentimientos, sin dramas, sin ataduras... Solo placer.
💋💋💋
Helou?
Las #DNASD querrán echárseme al cuello ahora mismo.
Prometo dar detalles cuando la situación lo requiera, ahora mismo la relación de los personajes me parece bastante vacía, por lo que narrar sexo por narrarlo se me hace algo aburrido.
Pero calma, ya llegarán los sentimientos cuando tengan que llegar.
Mientras tanto, ¿Que os ha parecido Wynn?
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