Dos de la mañana y yo seguía sin poder pegar ojo.

Contar ovejas, tomar leche caliente, meditaciones, lectura, e incluso uno de esos vídeos de asmr. Había intentado de todo, pero cuando uno tiene mucho en lo que pensar el sueño se complica.

Bryce era el claro culpable, sin embargo era ella la única persona capaz de calmarme; la chica que tocaba mi puerta.

—¿Puedo dormir hoy contigo? —dijo en un susurro —Hay una gotera en el techo de mi habitación que no me deja dormir.

Willow esperó a mi asentimiento para entrar a la habitación, ya con el pijama puesto y el pelo recogido en un moño desaliñado.

Me hice a un lado de la cama para dejarle hueco y la observé en silencio mientras se tumbaba, tratando de descifrarla.

Ella tras coger postura se cubrió con las sábanas hasta el cuello y fijó su mirada en el techo.

—No has olvidado a Bryce, ¿Cierto?

Primero me miró extrañada por la pregunta. Después pareció darse cuenta de que no podía seguir tragándose todo lo que sentía y con tono pausado comenzó a hablar.

—Quiero, pero... ¿Como voy a olvidarlo si no deja de entrar y salir de mi vida?

Parecía molesta, dolida, a punto de romperse. Pero recordemos que es Willow Lewis y ella siempre va a mostrarse fuerte ante los demás.

No buscaba compasión, por lo que solo me quedaba el intentar ayudarla con lo poco que sabía acerca de psicología.

—Ni en un día se quiere ni en dos se olvida. Recuerdo haberlo leído en un libro. A lo que quiero llegar con esto es... —suspiré, sin entender por que de pronto me sentía tan torpe al hablar —Date tiempo, Willow —concluí tratando de no sonar nervioso.

—Pienso que no es cuestión de tiempo... Hay capítulos que jamás cerré, capítulos de los que huí. Creo que debo encargarme de eso para quedar en paz con mi antigua yo.

—Entonces no tienes de qué preocuparte. Bryce no tiene intención de desaparecer, ya encontrarás la ocasión de hablar con el y cerrar ese capítulo.

—¿Y por qué me asusta tanto?

Su voz se había quebrado, sus ojos estaban comenzando a aguarse.

Me hubiera gustado poder responder a todas sus preguntas, ayudarla a aclararse. Pero si todavía no terminaba de entender mis emociones, ¿Como podía comenzar a entender las suyas?

—Ojalá yo fuera la mitad de valiente que tú —contesté en su lugar, envolviéndola entre mis brazos para transmitirle con mi cercanía lo que con las palabras no fui capaz.

Nos quedamos en silencio durante horas. Ella lloraba, se deshacía de todas las lágrimas reprimidas y las dejaba chocar contra la ahora humeda tela de mi pijama.

Yo la observaba a ella. Me sentía impotente por no poder liberarla de su dolor.

Entonces, cuando estaba a punto de quedarse dormida, pronuncia:

—Te quiero, Wynn —sollozó apegando su mejilla a mi pecho.

Y a pesar de haber sido dichas con amor, sus palabras causaron dolor en mí.

Porque yo no quería que se refiera a mí con ese tipo de amor.

Porque yo sí estaba enamorado de Willow Lewis.

💋💋💋

Ya lo sabíamos todos perooo ¿Que os parece?

Aquí va una pregunta y piensa bien antes de contestar porque de tu respuesta depende que podamos ser amigas:

¿Bryce en el 1er libro o Wynn en el 2o?

¿Él, de veras? 🥱🥱

Pues agárrate porque ahora vienen los baches.

Posdata: siento este micro capítulo posiblemente más corto que el órgano reproductor de tu ex 🫶🏼