Como prometí, un poco tarde pero acá está. Un extra de esta historia, mi primer bebé como le llamo.

Espero que lo disfruten. XOXO brocolines.

les invito a seguirme en mi cuenta de Instagram JF_clichewriter.

Para mi suerte, las casualidades no terminaron con la entrada de Boun en la empresa hace seis meses, ahora estaba mi amigo, Tong. Era incómoda la situación, no pude evitar perderme los almuerzos con mis compañeros de trabajo e inventaba excusas para no asistir a las cenas de trabajo a menos que fuera una reunión con alguien externo. Boun parecía saber todo el tiempo cuándo aparecer y me celaba, estaba seguro de que esperaba la oportunidad de decirle algo a P'Tong. Pero esta vez, me tocaba fotografiar a Yatch, así que la parte profesional estaba luchando contra su necesidad de marcar terreno.

Me encerré solo en la oficina para prepararme. Hasta que entró Boun.

- ¿Por qué tienes que fotografiarlo tú? No te corresponde- Dijo buscando mi mirada.

- ¡Seas demente! P'Met tuvo una urgencia con su pequeña asi que tengo que cubrirle. - Respondí igual de enojado. Mis manos estaban apretadas en puños, quería sacar la frustración sexual que tengo contra mi esposo golpeando algo, tal vez a él. Pero no quiero a mi hombre molesto conmigo, bueno Boun siempre está molesto desde la llegada de P'Tong, no entiende que todo es trabajo. Ha estado ocupado también, tanto que no hemos tenido intimidad en semanas. Mi cuerpo está que suplica por ello. Pero viene el bastardo mata el ambiente con sus celos.

-Está bien, lo entiendo. Es solo que estoy nervioso y sé que es por la presencia de tu ese imbécil. Te conozco más de los que tú te conoces, pero no impide que desconfié de sus intenciones. - Cruzó sus brazos en su pecho esperando lucir intimidante. Le funcionó, pero a mi cuerpo le llegó otro mensaje. Vaya tela estirada en sus brazos. Babeé. - ¿Me vas a negar que cada tiempo que bajo la guardia aprovecha para sacar ventaja?

-Sé que no lo tienes facil, yo también estoy frustrado por varias cosas y no me ves despotricando. Tienes que entenderme, a veces yo también tengo mis problemas de celos, pero no voy a echar a perder nuestra relación por eso.

Noté como Boun se relajaba bajando sus brazos. Se acercó poco a poco a mí, puso su mano en mi mejilla y pasó el pulgar, me gustaba tanto su roce que me atreví a cerrar mis ojos por unos segundos.

-No te quedes a solas con el idiota ¿sí? Por favor, Pao. Piensa que él es un hombre acechando a un bombón casado. -Reímos.

-Necesitas satisfacerme antes de exigir o terminaré buscando a alguien mas. -Tomó mi barbilla en un murmuro enojado y me basó bruscamente. Mordió y estiró mis labios. Me abrazó y sentí calidez en su parte baja. Puso sus manos en mi espalda y comenzó a recorrerla.

-No es cierto y lo sabes, ambos lo sabemos. Eres adicto a mí, Pao. Además, aquí tienes a alguien capaz de quitarte toda esa fogosidad que llevas.

Me separé de él hasta poder mirarlo y soltar mi aparente, inocente pregunta. - ¿Quién?

¿Cómo habíamos cambiado de tema tan rápido? No era que me quejase.

Sentí mi respiración detenerse un segundo, comenzó a besarme, tan suave y delicado toque me daba con sus manos que las mías temblaban con deseos de tocarlo. Estaba demandando cariño al cual no me negué una vez más. Pronto su lengua estaba buscando la mía, sus manos bajaban lentamente hasta mis caderas y me atrajo más cerca para sentir su calor y, su entrepierna. Disfrutábamos solo de caricias y de transmitirnos lo que sentíamos por el otro. Mi corazón estaba desbocado, no quería perderse este momento único y tan íntimo entre nosotros. Llevé mis manos a su nuca para demostrarle que tampoco me iba a separar hasta tener suficiente de él. Hice todo por restregarme contra la tela, por pasar su olor a mi ropa, quería estar así para siempre, con sus manos rodeándome con fuerza y su boca besando cada parte que podía.

Después de permitirnos tomar aire, sin soltarnos nos mirábamos en silencio hasta que Boun lo rompió. -Esta noche, tú y yo vamos a vernos, sin importar los compromisos laborales.

Asentí. Nos sentamos en unas sillas bien cerca uno del otro mientras me miraba con su sonrisa cautivadora. Mordió mi labio inferior esperando a que mis palabras salieran. No pasó. -Pao, a las diez bajaras a mi auto y nos iremos juntos a la cabaña. Veremos quién va a encontrar a alguien más. Te voy a enseñar cómo se hacen los bebés.

Mi garganta no soltó más que su nombre en un gemido cuando apretó un glúteo sugerentemente. Como siempre. -Boun...

-Prem ¿puedes darme la oportunidad de conocerte? -interrumpió. Lo miré extrañado.

- ¿Eh? Pe...pero tú ya me conoces.

-Quiero estar contigo, toda la noche y la mañana de todos los días que vivamos. No me voy a saciar con un solo día, pero esta noche, vamos a matar las ganas que llevamos por dentro. - Me quedé en silencio nuevamente, sus repentinas palabras no me hacían fácil responderle. -Primero vayamos a cenar esta noche y ganar fuerzas.

-Todavía tengo trabajo por hacer, luego te digo.

-Está bien. -Gruñó.

-...No te presionaré. Solo recuerda que me gustas exactamente cómo eres. Eres mío y de nadie más. - Dijo saliendo de la oficina luego de besar mi frente y apretar mis glúteos nuevamente. Tenía obsesión con eso.

Esto estaba empeorando, empiezo a perder la cabeza con este hombre hasta en el trabajo. ¿Por qué tiene todo lo que me gusta? Es comprensivo, tiene control sobre sus emociones y me hace no quererlo dejar ir. Pero es demasiado bueno para ser real. Un sonido en la puerta interrumpió mis pensamientos, era hora de volver al trabajo. Tomé mi cámara y fui al estudio.

Continué fotografiando a los modelos de la lista del día, incluso al último, mi ex. Siempre me consideré profesional en esos casos, lo peor era que seguía pensando en Boun. Al terminar la sesión, P'Tong agarró mi brazo.

-Nong Prem ¿tienes fiebre? Estás rojo y distraído. - Sin pensarlo, quité su mano bruscamente. Si supiera que hasta mi cuerpo estaba expectante por mi noche con Boun... estaba caliente y perdiendo mi poco control.

-Estoy bien. - Pero antes de que me diera la vuelta habló.

-Nong Prem ¿Podemos hablar luego? - No dio tiempo a responderle cuando una mano tocó mi espalda. Era un Boun serio del cual reconocía la expresión. Repentinamente me miró con una sonrisa.

-Prem ¿Te falta mucho? -Preguntó acariciando mi espalda baja. Tragué saliva. Excitado.

-Ya terminé por qué.

-Quería saber si podríamos irnos ya a cenar. Tenemos un tema de cama pendiente. -Lo miré y me guiñó descaradamente. Estuvo todo altanero cuando me sonrojé y asentí. No me moví mirando entre ambos hombres con semblante amenazador. Boun alzó una ceja hacia mí y reaccioné.

-Déjame tomar mis cosas. - Prácticamente estaba corriendo, tiré mis cosas dentro de la mochila y colgué la cámara en mi hombro. Cuando volví, él seguía mirando a P'Tong serio. Sonreí al ver su cara molesta, nunca pensé que fuera celoso e incluso posesivo. Era otra faceta que no dejaba de amar de él, no demostraba más que amabilidad con todos, pero me gustaba sentirme único y protegido por esta persona desconocida.

Orgullosamente le dije a P'Tong que no podía ir con él. Salí de la empresa junto a Boun. En cuanto arrancó su auto, dijo algo que me sorprendió, o más bien, no entendí.

-Tengo hambre, vayamos a un restaurante cercano. - Llegamos al lugar y mientras comíamos Boun habló.

- ¿En qué piensas?

-Nada especial, ¿por qué me pediste cenar frente a P'Tong?

-No quiero que vuelva a intentar conquistarte, esa oportunidad es mía desde hace años. Dime tú porqué aceptaste.

-Mmm, no lo pensé mucho. No lo hice por darle celos, solo me emocionó saber que me celabas. - Miré sus ojos y tenía esa mirada que derrite un iceberg o mi corazón que son lo mismo.

- ¿Te emocionaste? - Dijo levantando una ceja con un tono seducción y sonriendo. Tomó mi mano y acarició el dorso de esta. -Te dije que eres el hombre de mi vida, Pao, y no pienso renunciar a ti. No puedes librarte de mí así que no intentes alejarme. Nuestro matrimonio tiene sus caídas, pero estamos juntos para solucionarlo. y debes hacer algo con esa falta de comunicación. ¿Cómo guardas tus deseos por un acostó de primera con tu papi? Eso no se hace.

-Trabajaré en eso. - Dije como devolviéndole la forma coqueta. Nuestras manos se enlazaron sobre la mesa, pero luego de un rato las bajé para pasar a descalzarme un pie y estimular el miembro de mi esposo bajo la mesa. Era un descarado, pervertido público, pero necesitaba restregarme a él hasta olvidar que existo.

-...Tú también eres el amor de mi vida. O mejor dicho, mi vida entera eres tú.- Pasamos el rato conversando y riendo mientras lo obligaba a comer vegetales y pescado fermentado, sé que no le gusta pero aún así los comió y después como venganza pidió postre de chocolate. No me gusta y lo sabe. Pero no era una venganza cuando limpió con su lengua mis comisuras. Reímos y pagamos rápido la cuenta para correr al auto. No creíamos durar hasta llegar a la cabaña. Tal vez un rapidito solucionaría muchas cosas ahora.

Para resolver nuestros problemas diarios solo había una respuesta... tenemos toda una vida juntos para ello.