Capítulo 3

Discleimer: Los personajes no me pertenecen son propiedad de la Mangaka Rumiko Takahashi yo solo los uso para crear esta historia sin absolutamente ningún fin de lucro más que el de entretener… Queda prohibida su publicación en cualquier otra plataforma sin mi consentimiento. De hacer caso omiso y ser víctima de plagio se tomaran las medidas correspondientes.

UNA REALIDAD DIFÍCIL

CAPITULO 3

Miraba a Sango acomodar las flores delicadamente con una sonrisa calida en el rostro, ciertamente se veía muy amable pero no entendía nada…

- ¡Muy bien! –Entro Miroku rápidamente- Toma Kagome… Inuyasha te envía ramen y sushi – me entrego una caja y dos envases.

- Pero no tengo hambre –lo miraba extrañada- Le dije que no necesitaba nada…

- Tienes que comer Kagome –volteo Sango con el ceño fruncido- Recuerda a tu hijo.

- Oh… Cierto –dijo Miroku alegremente, sentándose en un sillón frente a la camilla- ¡Bebe a bordo!

- No te molesta… -me preguntaba Sango seriamente- ¿…Que lo sepamos?

- No, está bien – sonreí tristemente y toqué mi vientre -Algún día se notará.

- Así es –sonrió Miroku- Pero debés alimentarte… así qué… adelanté.

- Aliméntate –dijo la chica sentándose en el sillón con Miroku y tomando el control remoto del televisor de la habitación.

- Gracias –susurre y comencé a comer.

- Kagome… -me llamó Miroku sonriente- ¿Qué es niño o niña?

- ¡Oh si! ¿Cuánto tiempo de gestación tienes? –dijo Sango también rápidamente, topándome con preguntas que no tenían respuesta.

- Pues… No lo sé –les sonreí y tome un bocado.

- ¿Por qué? –Dijo Sango confundida- Tu obstetra no te ha dicho nada… extraño.

- Cierto –confirmó el chico- Al menos deberías saber el tiempo de embarazo… ¿No, Sanguito?

- Si –le dijo Sango y volteó a verme- Kagome… ¿no has ido a consulta?

- Ummm… bueno… etooo –no tenía idea que responder- La verdad es qué no… mi situación… pues…

- Tranquila –me dijo Sango sonriente- Eres muy suertuda… estás en el lugar perfecto.

- ¡Cierto! –alzo la voz Miroku- ¡Conseguiste los perfectos amigos!

- ¿Qué? –no entendía.

- Bueno en éste hospital trabajan la madre y el hermano de Inuyasha –explicaba Miroku- Naturalmente como es família, tiene descuento…

- Y… -agrego Sango levantando el dedo índice- La señora Izayoi es obstetra… le diremos a Inuyasha que te lleve con ella.

- ¿Izayoi? –Pregunte- No muchachos está bien… ya he molestado a Inuyasha suficiente…

Alguien sin darnos cuenta había estado escuchando toda la conversación, recostado del marco de la puerta con los brazos cruzados sobre si…

- Izayoi es mi madre… Y no molestas Kagome, para mí es un placer ayudarte –dijo Inuyasha desde su lugar con una sonrisa de lado.

Cuando lo mire algo en mi despertó. Esos ojos color ámbar con su brillo inexplicable, ese cabello alborotado casi plata, ésa sonrisa tan blanca y hermosa… ¡Oh Kami. Acaba de rebelarse que Inuyasha es muy guapo y atractivo! Me estaba ayudando, sin querer recibir nada a cambio, esto categóricamente era lo mejor, como dijo Miroku ahora si sería una chica muy suertuda, con los mejores amigos que había podido encontrar, porque desde ahora los consideraría los mejores…

Inuyasha era tan amable…

- Que suerte tiene Kikyo –susurre en voz baja.

¡CONTINUARÁ!

NO PLAGIO Y NO ADAPTACIONES ESTÁ HISTORIA ES DE MI TOTAL AUTORÍA.

Siento los horrores ortográficos pero como ya les conté estoy elaborando la historia mediante celular y no puedo editar correctamente, se me van dedazos, cuando tenga pc será más grato leer para ustedes, pues mejorare.

Es corto lo sé, pero estoy actualizando diario.

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