CAPÍTULO 1: LA PROPUESTA
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CAPÍTULO 1: LA PROPUESTA
Blaine llegaba a casa cansado. A pesar de que había tenido sólo una función, su coprotagonista iba a dejar la obra y estaban con los ensayos de la actriz que iba a tomar su papel. Eso implicaba que tenía que ayudarla con algunas secuencias, además de que tenían que conseguir tener química en el escenario. Por eso estaban siendo unas semanas un tanto intensas.
Su único consuelo era llegar a casa y acurrucarse cerca de Sam para descansar. Su mejor amigo y él eran dos personas que no se avergonzaban de mostrar su cariño en público o privado. Eso provocaba que muchos los confundieran con una pareja, pero ellos ya ni se molestaban en corregir a las personas que lo hacían.
No le había importado ni siquiera cuando eso le había supuesto la ruptura con varias de sus parejas. Los celos de Kurt hacia su relación con Blaine habían sido el principal motivo de su ruptura. Desde intentar prohibirle que se vieran, a intentar sabotear su amistad. Sus otros dos novios también habían estado realmente celosos y eso había supuesto un gran problema para ellos, hasta el punto de acabar en ruptura.
En ese momento llevaba más de un año sin tener relación con nadie, pero no le importaba. Su trabajo y sus amigos hacían que su felicidad fuera plena, por mucho que estuviera soltero. No necesitaba nada más en su vida.
Se extrañó al ver a Sam en el sofá. Bueno, eso no era lo raro. Lo que no era común era que parecía nervioso. Normalmente lo esperaba, con la cena ya preparada y una sonrisa. Sin embargo, ese día no era así y, si la falta de olor era un indicativo, no había cocinado tampoco.
–Hola. –Blaine susurró, esperando que no pasara nada malo. Mientras, comenzó a quitarse la ropa de abrigo que había necesitado en ese frío día de enero.
–Hola. ¿Qué tal tu día? –El rubio quiso saber.
–Largo, pero estoy contento. Lucy está cada día mejor y ya empieza a notarse complicidad entre nosotros. –El moreno explicó con una sonrisa. –¿Tú que has hecho?
–He terminado el encargo de publicidad y ya tengo bastante avanzado el capítulo de Blonde Chameleon y Nightbird. Además, me he acercado a la oficina de asuntos sociales. –El más alto comentó, como si fuera lo más normal del mundo.
–¿Para qué? –El actor se sentó junto a su mejor amigo en el sofá.
–He estado pensando... Quiero ser padre. Sé que serlo por mí mismo es difícil, pero sé que estoy en un punto en mi vida que puedo criar un niño. No puedo esperar a encontrar a una mujer adecuada porque empiezo a pensar que no llegará. –El dibujante explicó.
–Sammy... –El más bajo suspiró. Odiaba cuando su mejor amigo se ponía así. Era la mejor persona del mundo y no comprendía que no hubiera una mujer en la tierra que se diera cuenta.
–Lo sé. Sé que crees que merezco amor y que lo encontraré... Si te soy sincero, a veces desearía ser gay porque creo que tú y yo seríamos una gran pareja. –Evans puso su mano en la pierna del otro, para agarrarle el muslo de forma cariñosa.
–Pero no lo eres. –Anderson intentó razonar con él, aunque decidió que lo mejor sería cambiar de tema rápidamente. –¿Qué te han dicho en los servicios sociales?
–Que para adoptar lo mejor es estar casado, que soltero apenas tengo oportunidad. –El rubio hizo un puchero, todavía dolía esa mala noticia.
–¿Has pensado en una madre sustituta? –Blaine preguntó.
–Es muy caro... Aunque tampoco la adopción parece barata. –El más alto respondió.
–Hay una opción... –El dibujante comenzó a explicar.
–¿Cuál?
–Necesitaría tu ayuda... –Los ojos verdes buscaron los avellana.
–Sabes que haría cualquier cosa para ayudarte. –El moreno sonrió, intentando animar al otro a hablar.
–¿Te casarías conmigo? –Evans quiso saber. Notó el momento exacto en el que su amigo comprendió lo que le estaba pidiendo.
–¿Qué? –Si los dos amigos no hubieran estado tan juntos, Sam no habría escuchado esa palabra.
–Sé que suena a locura, pero tienes que escuchar mis argumentos. –El rubio intervino.
–Sammy, sabes que adoro tus locuras, pero casarse es algo muy serio.
–Lo sé, pero quiero que escuches mi plan antes de juzgarlo. ¿Confías en mí? –El más alto preguntó.
–Te confiaría mi vida. –La sinceridad del actor era notable, lo que ayudó al otro a relajarse.
–Al principio pensé en que alguien nos casara inmediatamente, pero sé que antes de la adopción nos hacen entrevistas y nos investigan, por lo que temo que alguien nos descubra. Por eso he pensado que lo mejor será que finjamos una relación primero, luego nos casemos y, por último, nos divorciemos. Si firmamos un acuerdo prematrimonial y nos divorciamos de mutuo acuerdo, todo será rápido y sin problemas.
–¿Vas a salir del armario frente a todos? ¿Y la custodia del niño o niña? –El más bajo quiso saber.
–En principio, soy yo el que quiero adoptar... Pero entiendo que también querrás al niño. O custodia compartida o que pase contigo fines de semana... Suponiendo que vivamos separados después de divorciarnos. No tenemos que cambiar. En cuanto a salir del armario, sé que mis padres y hermanos lo tomarán bien y te adoran. Lo que opinen los demás no me importa. –Evans comentó.
–Me preocupa lo que le pueda afectar al niño y también a nosotros... ¿Qué pasa si conocemos a alguien durante el proceso? –Anderson frunció el ceño. No era que creyese que él iba a tener una relación, pero no quería cerrarse puertas.
–No hay ninguna obligación. Si en algún momento uno de los dos quiere terminar con eso, no habrá problema. –Sam sabía que lo estaba consiguiendo.
–No quiero que nuestra amistad se vea afectada. Eres la persona más importante en mi vida. –Blaine lo miró a los ojos, realmente perdido. El rubio lo comprendía, su relación con sus padres no era buena y su hermano vivía en Los Angeles, por lo que, por mucho que lo intentaban, no eran muy cercanos.
–No me vas a perder... ¡Al contrario! Vamos a formar una familia juntos y eso nos va a unir más. Yo tampoco quiero perderte, no haría nada que nos pueda alejar. –El más alto lo abrazó y sintió esa cálida sensación que siempre sentía cuando lo hacía. Le gustaba pensar que era capaz de proteger a su mejor amigo. O que éste era el que lo protegía a él. Estar el uno para el otro era lo más importante. El resto de personas que no eran su familia habían entrado y salido de sus vidas, pero ellos eran la constante que siempre les alegraba el día.
–¿Realmente quieres hacerlo?
–Claro.
–Está bien. –Anderson aceptó. –Hagámoslo.
En ese caso, lo primero que tenemos que hacer es acostumbrarnos a ser pareja. –Evans explicó. No le dio tiempo a Blaine a comprender lo que hacía. Sam se acercó lentamente para darle un beso.
El moreno sintió unos labios sobre los suyos y, al ser consciente de lo que estaba pasando, se dejó llevar. Su corazón se aceleró y sabía lo que estaba pasando. De adolescente había estado enamorado de su mejor amigo y se había esforzado en olvidar esos sentimientos. Kurt le había ayudado y había conseguido tener una amistad perfecta con el rubio.
Sin embargo, ese beso estaba despertando esos sentimientos y se dio cuenta de una cosa. Había accedido a hacer algo que probablemente le iba a costar más de lo que él pensaba.
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