Capitulo 03: Nostalgia
Después de un descanso que tuve que tomarme por cuestiones de salud tanto física como mental, estoy de regreso. Espero que lo disfruten ☺️
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Un fuerte golpe se escucha del otro lado lo que llama la atención de aquél hombre, quien no duda en acercarse a la puerta.
—¿Y si no quiero? — se cruza de brazos —¿Qué harás?
—No se puede, ya hay un contrato firmado — señala el italiano con toda la calma de la que disponía —, no tienes más alternativas. Llora... Pataleta como siempre... Haz lo que quieras.
—¡Aaaaahhhh! ¡te odio! —grita y levanta su mano nuevamente, quería volver a golpear a quien alguna vez había considerado su primer amor —¡Estoy harto de ti! ¡Desaparece de mi vista! ¡Muérete! ¡Ya maldito! ¡Yaaaaa!
—Pero cómo... ¿Afrodita qué estás haciendo? — pregunta Albafica al entrar.
—¡Papá! ¡Despídelo! ¡Te lo exijo!— lo señala con el dedo.
Dedicándole una mirada de completo desagrado aparta a Afrodita de un manotazo y se da la vuelta para mirar a la persona que acaba de llegar—¡Oh! Lo siento…esto… — se encoge de hombros —¡Ah! mejor regreso en un rato — se disculpa y va a la salida.
Se soba la sien— está bien...
—¡Hazme caso! ¡Papá! ¡No lo necesito!
Cierra la puerta con fuerza—no me levantes la voz y deja de hacer berrinches.
—Esto no es un berrinche, yo de verdad deseo trabajar junto a Saga, pero el idiota de Death no hizo nada y ahora…— se sienta y cruza sus brazos —, todo lo hace de adrede. Quiere volverme loco.
—Te dije anoche que si te parecía lo correcto lo despidieras y Afrodita, a diferencia de ti yo creo que Angelo lo esta haciendo bien, de hecho no estarías aquí si no fuera por sus influencias.
—Jajaja ¿Influencias? ¿Acostarse con las ejecutivas? Uy qué gran esfuerzo — comenta con molestia —.Ya me imagino lo difícil que ha de ser su trabajo.
El mayor niega con la cabeza — no puedo hablar de algo que no sé y… Parece que la sola idea te desagrada ¿Estoy pensando mal hijo?
Lo voltea a mirar con una expresión sería —para nada, yo no tengo mal gusto… no soy como tú.
—¡No seas grosero! — su expresión cambia—. Tu actitud cada vez está peor, así no te guste voy a buscarte un terapeuta.
—Que tontería — tuerce los ojos —.Yo estoy bien, en cambio… — se soba la sien. De verdad odiaba que su fama y su carrera estuviera en las manos de Death, no podía con el hecho de que a pesar de todo siempre cumplía con los desafíos, con sus caprichos sin mostrarse cansado, Death y esa maldita sonrisa, quería acabarlo a golpes. A pesar de todo lo que había logrado estaba seguro de que jamás reconocería su talento, mientras los demás lo aplaudían y felicitaban, él estaba allí cerca atormentarlo y tratándolo como un objeto —, no sé cuánto puedo soportarlo.
—Ay Afrodita si están tan seguro, ya sabes que hacer — niega con la cabeza —. Te lo juro intento comprenderte, pero contigo cada vez es más difícil hablar...
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—¡Que maldito! — se toca la mejilla — Auch! — mira la sangre —.Bien, necesito respirar — se limpia rápidamente la sangre y se dirige a la salida en dónde toma un cigarro y lo enciende.
Siempre trataba de divertirse y sacar el mayor provecho a las situaciones, pero ya comenzaba a cansarse, desconocía cada vez más a Afrodita, era como si aquel niño que tanto le gustaba hubiera desaparecido por completo, es que sentía que ni su físico era el mismo, eso lo decepcionada— eres una basura… una mentira…—. Por años esperó una oportunidad, que Afrofita lo viera como su igual y pudieran estar juntos, pero nunca sucedió y más porque el día que vio la tan esperada oportunidad, este lo trató de la peor forma. Recordándole que no era nadie, que ni siquiera sus padres habían deseado que existiera.
No le gustaba quejarse y evitaba pensar en cosas del pasado. Su abuelo lo había salvado de ser abortado teniendo que sacrificar más de la mitad de su patrimonio, mientras que su padre solo buscaba la manera de estar junto al hombre que siempre había amado. Era más que claro nunca fue un hijo deseado, aunque jamás le había reclamado nada a Manigoldo, en lugar de eso consideraba que era un buen padre, con errores como cualquiera y si puede ser que la relación no fuera la mejor, pero si él estaba allí y tenía una carrera y un trabajo, era gracias a Sage y a Manigoldo. Su mayor deseo era demostrarles que el valía, que su existencia tenía un motivo.
Su lado más vulnerable solo lo habían conocido Afrodita y Shura, a quienes consideraba sus mejores amigos en el pasado, cuando era un niño miedoso y lleno de complejos. Por eso le dolía tanto que Afrodita no midiera sus palabras y lo humillara. Era como si hubiera olvidado que cuándo Manigoldo y Albafica decidieron regresar y se fueron a vivir juntos, ambos comenzaron a pasar más tiempo juntos, volviéndose muy cercanos y unidos, al punto que aquella noches cuánto las pesadillas sobre su madre, el abandono que sufrió y todo lo que ese evento le producía, Afrodita siempre aparecía y lo ayuda a tranquilizarse
— Maldito… ¡te odio!— pensando en aquel amargo recuerdo se lleva el cigarro a la boca.
—Y… ¿Cuánto más voy a tener que esperar?— la pregunta la hace el hombre que viene caminando y se detiene a un lado suyo—, pensé que tenías afán.
Dirige su mirada a la persona que habla —.si, pero como siempre Afrodita hizo un escándalo y tuve que cancelar la cita — comenta encogiéndose de hombros.
—¿Eh? ¿Sabias que tienes marcada una mano en tu mejilla derecha? — la señala con su dedo.
Tuerce los ojos y sonríe— son gajes del oficio Shura, ya sabes… — ríe —. Tratando con una diva o lo que sea esa persona, cualquier cosa puede pasar.
Niega con la cabeza —. No sé cómo puedes ver algo así tan normal, ¿Eres masoquista?
La risa se hace más escandalosa —no es eso — vuelve a fumar.
—No sé porque continúas con esto, cada pelea es peor.
—¿Por qué no lo haría? Ese imbécil me necesita — sonríe cínicamente —.Sin mi no es nada.
—Bien, voy a seguir tu consejo y no opinaré al respecto — se encoge de hombros—, aunque eres mi amigo. Los dos de hecho y no es agradable verlos así.
Pone su mano sobre su mejilla golpeada — es una tontería…
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Termina de alistarse, solo tenía una clase ese día y luego debía ir a trabajar. Su estado anímico no estaba ayudando en nada, una vez más el dolor y resentimiento hacia la persona que desde que tenía uso de razón había sido su todo, aparecía para desestabilizarlo.
Sin poder evitarlo se acerca a la mesa que está junto a la cama y toma aquel portarretrato que no se atrevía a eliminar. La foto allí significa tanto o eso creía, los rostros de ambos, el lugar, lo que se habían prometido en ese momento.
—¿Por qué no pudiste cumplirlo? ¿Acaso fui solo yo quien lo sintió como un compromiso? — susurra y cierra sus ojos —¿Cómo pudiste cambiar tanto Camus? ¿Cómo lograste olvidarme? —aprieta el puño— ¿Por qué nunca me enseñaste? — una pequeña sonrisa aparece —. Te empeñaste y me animaste tanto para que estudiará… me ayudaste con aquellas asignaturas y temas que no entendía… logré buenas calificaciones… mis trabajos eran los mejores, gracias a ti… incluso me enseñaste un poco de francés… ¡ja! Querías que cuando fuera al lugar donde naciste pudiera decir más de dos palabras en francés… Todo eso, para que apareciera ese imbécil y tú corrieras tras él como si fuera lo mas importante en tu vida…
Desde la perspectiva de Milo, Camus había cambiado por completo al lograr la beca, aunque no lo creyó en un principio e intento darle su espacio para que se adaptara a su nueva vida. Pero la relación pareció venirse abajo, a pesar de vivir en el mismo lugar casi no se veían, además de que comenzó a ser frecuentando por ese amigo, que nunca le agradó. Los celos y la desconfianza se hicieron presentes en el griego, mientras que Camus trataba a Milo como si fuera un conocido nada más y faltaba a las citas, incluso había olvidado su aniversario de novios.
La rabia y el desespero hicieron que Milo actuará de manera precipitada, no solo le bastó con hacerle un escándalo allí en la casa, lo que hizo que Camus decidiera mudarse, sino que lo esperó a las afuera de la universidad para discutir. Los reclamos, reproches e insultos hicieron que la pareja de novios terminara yéndose a los golpes y acabado definitivamente con cualquier tipo de relación que existiera.
—Ni vales la pena… ninguna de estas lágrimas lo valen… así como tú me olvidaste, yo haré lo mismo. Te lo juro Camus, ¡te voy a olvidar!— con decisión abre la gaveta y guarda el portaretrato, para luego escribirle a Aioria y recordarle la salida que tendrían.
******
Mira nuevamente el reloj y apaga el cigarrillo — si no me necesitan entonces iré a ocuparme de un asunto importante.
—¿Eh? — frunce el ceño—, ¿En qué andas Shura?
Niega repetidamente con la cabeza — nada… pero necesito ver a mi padre y asegurarme de que todo se haya solucionado en el señor Sísifo y él.
—¡Uy que compromiso! — ríe.
—No me molestes y como máximo en una hora estoy de regreso, ¿Bien?
—¡Ah! Eso no depende de mí — se encoge de hombros— mi padre… Albafica ha de estar teniendo una reunión muy importante.
—Ay Death, tú nunca te tomas nada en serio, creo que tu padre incluso te lo ha dicho. Que evites llamarlo así.
—¿Qué tiene de malo llamar a las personas por lo que son?— pregunta con rabia.
—Esta bien, estaré de regreso en una hora — pone una mano sobre su hombro —, creo que tendremos que hablar de bastantes cosas Death, a ambos nos hace falta salir y beber un poco.
—Ojalá lo cumplas — dice mientras lo ve irse.
—Claro que si y deja de fumar, vas a terminar ese paquete enseguida — se despide y rápidamente va al auto— , tengo el tiempo justo…— abre la puerta y revisa aquellas publicaciones que había hecho Aioria en las últimas horas —. Encontrarte no parece difícil cuando publicas lo que harás y la hora… — toma aire y sacude su cabeza.
......
—Si, mi hermano es descuidado y siento que solo puedo estar junto a él — comenta mientras Shura se recuesta en sus piernas —. Es que él no entiende nada y no creo que esté bien que juzguemos a nuestros padres — enreda sus dedos en su pelo —Tal vez tengo complejo de hermano mayor — ríe—, desde pequeño siento que mi deber es cuidarlo y servirle de guía, por lo mismo… quiere hacerse cargo de más cosas de la casa, en ese caso que sea él quien pague todo, por lo menos los próximos 3 meses. Confío en Aioria.
El español lo escucha y cierra sus ojos —,hablas demasiado de Aioria… — susurra entrecerrado sus ojos —.Espero conocerlo pronto y que nos llevemos bien.
—Lo siento, pero estoy seguro de que será así — acaricia su mejilla —Y por si lo dudas o llegas a pensar mal. Tú sigues siendo el primero en mi vida — con una sonrisa se acerca al rostro de su pareja y lo besa.
—El comentario sobraba…— lo rodea con sus brazos y ríe.
.....
Dirige sus ojos al GPS — supongo que será por aquí…— se detiene y mira a su alrededor —.Por tus palabras, por tus mentiras, por todo el daño que hiciste y que desafortunadamente no puedo hacer nada en contra de ti, por lo bien que me conoces… —aprieta sus puños frustrado —.Entonces que sea Aioria quien lo pague… —Shura parecía que había perdido la razón, estaba demasiado herido y molesto y sentía que debía sacar todo aquello que no lo dejaba en paz —venganza…— desde el día en que su compromiso y matrimonio quedó cancelado algo en él cambio en absoluto.
—¡Hey! ¡Aioria! — el gritó lo saca de sus pensamientos y lo hace mirar hacia donde escucha la voz.
Un joven sonriente aparece y sin dudarlo va hacia la chica que lo había llamado mientras mueve sus manos. Los verdes ojos del español se encargan de detallarlo por completo —como eres de esperarse… ¡Ugh!— sus labios se curvan —. La venganza no parece tan mala… si lo vemos así —sus ojos detallaban su físico, sus gestos y movimientos —, así que Aioria… es momento de conocer a la familia— se baja del auto y se detiene cerca, por lo que se notaba el castaño hablaba muy entusiasmo con la chica que parecía no notar su entorno, así que se pone su lentes de sol y le da la espalda.
—Milo dijo que debíamos salir, así que ya sabes… — le guiña el ojo —, como una cita doble y es la perfecta ocasión para…— las palabras dejas de salir de su boca al sentir su cuerpo chocar con fuerza —¡Ah!
—¡Aioria!
—¿Ah?— se gira rápidamente y levanta los lentes para mirarlo con aparente indiferencia.
El griego abre sus ojos —¡Oh! Yo… yo lo siento esto… yo…— sus ojos se fijan en los del español— disculpe estaba distraído y… y no me di cuenta de…
El inexpresivo rostro de Shura cambia ligeramente al tenerlo tan cerca —, no cabe duda …— susurra —eres tan… ¡Pfff!
—¿Cómo?
Se acomoda los lentes —, debes tener más cuidado y ver por dónde caminas — habla y pone su mano sobre el hombro del griego—, esto puede ser peligroso — le advierte antes de soltarlo y caminar en dirección contraria.
La mirada de Aioria parece perdida mientras que sus mejillas se tornan ligeramente rojas —pero que diablos… ¿Cómo dice eso?
—¿Te encuentras bien?— Marin pregunta al tiempo que lo toma del mentón.
—Si... Estoy perfectamente— intenta sonreír y retarle importancia —, vamos ya.
—Y cuando menos lo piensas aparece esa persona que es capaz de cambiarte la vida por completo… no tienes porque buscarla…puede ser en cualquier lugar, pero lo que llegas a sentir es diferente a todo lo demás, nada se asemeja… —las palabras que alguna vez le mencionó Aioros llegan a su cabeza, el griego gira su cabeza para ver a lo lejos al español.
******
Hubiera preferido no tener que viajar y que su esposo regresará solo, pero aunque fuera difícil para él, se trataba de Deuteros y Shaka, las dos personas que más amaba, no podía darles la espalda y continuar huyendo. Mientras esperaban en la sala de abordaje, no puede evitar mirar las grandes ventanas. Hacía 13 años habían decidido establecerse en la India ante la desesperada situación, su vida estaba tranquila, sus traumas y temores habían desaparecido poco a poco, además de haber logrado recuperar su visión por completo.
No sé consideraba una persona temerosa ni mucho menos cobarde, de hecho y usando su religión había decidido olvidarse de ese terrible pasado, el problema era que desde que Shaka le había manifestado sus deseos de regresar a Grecia, los recuerdos de ese evento aparecían en cualquier momento del día atormentándolo.
—¿Asmita me estás escuchando? — acerca con cuidado su mano al rostro del rubio.
—¿Qué sucede? — lo voltea a mirar.
—Tu celular estaba sonando — suspira —.Parece un mensaje.
—¿Eh? — toma su celular y lo mira — ¡Oh! Es Shaka… — sonríe —, después de que llamara para avisar que había llegado bien, no había vuelto a decir nada, pero parece que está terminando de organizar todo… dice que más tarde llamará.
Se soba la sien —supongo que eso está bien…— se levanta — te traeré algo de comer — dice mientras hace una llamada.
—Ay Deuteros… ¿Qué voy a hacer contigo?— no le agradaba para nada como se estaba tornando la relación entre padre e hijo. Siempre se llevaron muy bien, aunque Shaka no era capaz de demostrar sentimientos, se le notaba el cariño y el respeto que le tenía a sus padres —, debíamos decirle… Shaka ya no es un niño y seguro entenderá el porque de todo.
.....
Su rostro estaba estampado contra el duro pavimento, ya no le quedaban fuerzas para luchar.
—¡Ja! Esto no se va a quedar así Asmita… — lo agarra con fuerza del pelo y lo hace levantar la cara. Su nariz estaba rota y sangraba, lo mismo que sus pómulos —, aprovecharé está oportunidad para que entiendas la situación.
—¡Suéltame! — exclama con la poca fuerza que le quedaba.
—Me temo que eso no se va a poder…— aquel hombre que apenas y se distingue entre las sombras sonríe y comienza a caminar arrastrando al hindú por el suelo.
—¡Por favor! — intenta soltarse —.Si deseas que vaya contigo a alguna parte... Yo lo haré…¡Ah! No tienes por qué hacer esto.
—¿Y tú crees que te voy a creer? —se detiene y lo jala con fuerza levantándolo y acercando su rostro al de él —, no confío en las palabras de alguien como tú…
Entreabre sus ojos —Aspros… ¿Qué quiere de mi? ¿Qué debo hacer? ¡Dime!
—Ya veremos— reanuda su camino hasta el auto sin soltar al rubio quien trataba de seguirle el paso aunque le costaba —, es hora de que hablemos sin que nadie intervenga — lo sube al auto y lo empuja.
......
Las lágrimas se acumulan en sus ojos, no creía que hubiera terminado en el centro de un disputa entre hermanos y que él fuera uno de los motivos por el que ambos griegos llegarán a despreciarse de una manera exagerada. De hecho Deuteros había tenido lo necesario para denunciarlo y hacer que desapareciera de su vida para siempre, pero sus sobrinos en ese entonces eran muy jóvenes para tener que enfrentar esa situación de ese tipo.
......
—Todo… ¿qué más vas a arrebatarme? — mira a su hermano con desprecio—, no te conozco… odio tanto que seas mi hermano… tú eras mi sombra, ese era tu lugar ¡maldita sea!— lanza un nuevo golpe —anda llevártelos o has que me los quiten y luego sonríe y se muy feliz, así como te gusta.
—No Aspros… — niega con la cabeza —yo no haría tal cosa… ¡Yo no soy como tú maldito!
......
—¿Asmita? — lo abraza al encontrarlo llorando— ¿otra vez?
—Lo siento… te prometí que ya no pensaría más en ello— mientras lo abraza lo mira y solloza con fuerza.
—No, yo te lo juro… no permitiré que nadie te vuelva a hacer daño — asegura y besa su frente—, no seré descuidado como esa vez.
—No tú no…
Lo silencia con un beso — eres lo más importante en mi vida... Te amo
Sus palabras logran calmarlo, además de hacer que sus labios se curven levemente — yo también...
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La reunión que acababa de terminar había sido bastante agotadora, tenía que ocuparse de otros asuntos lo sabía, pero ahora quería descansar. Al estar en su oficina se suelta la corbata y frunciendo el ceño va directo a sentarse.
Su respiración comienza a hacerse más pesada mientras que inconscientemente ponía una de las manos en su pecho — ¡mierda! — exclama al sentir la sensación que venía experimentando desde hacía un momento en el auto, no había desaparecido. Aprieta su mano — la… la medicina… — toma un poco de aire y como puede empieza a buscar en las gavetas —es-estoy seguro que las había dejado aquí… ¡Maldita sea! — cae estrepitosamente al suelo —. Otra vez esto… ¡no!— intenta levantarse para tomar su celular —no… no Degel no… — ante lo inminente, cambia el contacto con el que se iba a comunicar — imbécil contesta… — aprieta sus ojos — Manigoldo… maldito desgraciado… de-deja el trabajo que seguramente no e-estas haciendo… — se deja caer al piso perdiendo sus fuerzas —ne-necesito que… que vengas d-de inmediatamente… ¡ya ahora!— cierra los ojos —No… Degel no puede saberlo… n-no digas nada y ven tú… está pasando esto o-otra vez...
Continuará...
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Nos leemos pronto con esta o algunas de las actualizaciones que estaré haciendo 😁❤️
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