Capítulo único


Chanyeol probablemente podría tener todo lo que alguien en la adolescencia podría desear: buenas notas, dinero, una posición social envidiable y una buena apariencia. Tenía todo pero de alguna forma no se sentía bien con nada, muchas veces llegaba a sentirse miserable y vacio, había hecho un sinfín de cosas para evitar sentirse de esa manera.

Cosas de las que, a veces, no se sentía orgulloso a decir verdad.

Pero los últimos años todo le era aburrido, vacio y sin sentido...

¿En algún momento realmente disfruto algo de lo que hacía con sinceridad? Viendo atrás en su corta vida realmente creía que no, si bien sus logros lo emocionaban perdían sentido y emoción en poco tiempo.

Pensar en el futuro tampoco le causaba emoción, lo abrumaba hasta el punto de desear desaparecer o dormir para siempre.

Sus padres juraban que su futuro sería maravilloso, lleno de logros y éxito, pero se sentía más patético de lo que era. Creía más en su hermana mayor que de vez en cuando le decía que era un perdedor en medio de sus peleas sin sentido, de hecho esa palabra iba más con él.

La mayoría del tiempo se sentía patético y perdedor.

¿Por qué se sentía tan fuera de sí? Según él había muchas posibilidades.

¿Una infancia ausente de padres con una necesidad de atención palpable?

Podría ser, se había esforzado toda su infancia y adolescencia en cumplir las expectativas que su familia tenía, aun lo hacía de hecho, teniendo buenas notas, destacándose en varios campos como la música, el arte, las ciencias y los deportes, buscando desesperadamente palabras de aliento y felicitaciones que terminaban con un frio: "Es tu deber". Aplastando su inocente anhelo a una edad temprana, con el tiempo lo había entendido, aunque aun albergaba una vaga esperanza de ser reconocido por su esfuerzo en algún momento y recibir aquello que tanto deseaba.

Cosa que aún estando en la preparatoria no había ocurrido, ni una sola vez, quizá esa era la razón por la cual se metía en problemas de vez en cuando, actuando de manera prepotente y altiva, muy distinto a su usual yo, sinceramente a veces ni el mismo se reconocía, es más, ¿alguna vez realmente se conoció a sí mismo?

Creía que no, muchas veces se ha encontrado preguntándose sobre el mismo sin muchas respuestas.

Como la vez que se metió en una gran pelea por algo sin sentido dentro de la preparatoria, pelea que llevo a una llamada de atención para él y una citación para sus padres, situación que termino en una gran suma de dinero para la institución y para los padres del chico al que golpeó. Sinceramente quería dar una disculpa, pero al ver el actuar de su familia paso de largo ante la idea lo cual influía en su conciencia muchas veces, más por la reputación que se creó a su alrededor en la preparatoria debido a que había repetido aquel incidente un par de veces más. Reputación la cual creía que era su arma de doble filo pues habían empezado a circular diversos rumores sobre él, logrando que la atención que tenía antes por ser el heredero de una empresa importante se vaya lo cual agradecía pero eso también lo hacía sentirse más solo de lo que se sentía cuando se la pasaba saliendo con esas personas, su único amigo Sehun se había ido a estudiar al extranjero y las pocas llamadas virtuales no lograban distraerlo de su miserable realidad.

¿O tal vez era por la falta de pasión en su vida?

Todas las clases, competencias y hobbies que había adquirido a lo largo de su corta vida hasta el momento habían sido por sugerencia y planes de sus padres.

Realmente no tenía nada que lo apasionara, todo lo que hacía lo hacía para quedar bien frente a sus padres, los adultos y las expectativas que surgían a su alrededor siendo el hijo de un importante empresario y su gran sentido de competitividad habían hecho que olvidara disfrutar todo lo que hacía y de su día a día.

Solo se dejaba guiar por la corriente que lo arrastraba hacia su futuro prometido, bajo la premisa de que si se esforzaba y seguía lo concejos que le daban llegaría a la felicidad, como un robot programado.

¿O simplemente era la adolescencia?

A veces pensaba que simplemente era eso, sus problemas parecían tan mínimos e insignificantes a comparación de los adultos que conocía, siempre que intentaba hablar de cómo se sentía con alguien de su familia terminaba dándose cuenta que sus problemas realmente eran nada, solo tenía que seguir viviendo como hasta ahora y en algún momento todo cobraría sentido, al menos eso era lo que decía su hermana.

Ni hablar de sus padres que lo terminaban viendo como si una segunda cabeza saliera de su cuello, cambiando completamente la conversación, siempre hablando sobre su futuro como heredero de la empresa Park.

Para ser un adolescente en sus últimos años de preparatoria sentía que su vida se convertía cada vez más en un gris-azulado, deprimente como el cielo antes de que llegue la tormenta, entonces en un abrir y cerrar de ojos se convertía totalmente en un aburrido blanco y negro, como el cielo de una noche monocromática sin ápices de luz.

Quizá su vida nunca tuvo color y recién empezaba a darse cuenta.

Chanyeol solía sentirse desesperadamente vacio, carente de interés a actividades y relaciones a menudo. Le faltaba energía y le costaba identificar sus propias emociones, intentaba adivinarlas, probablemente tristeza pensaba inconscientemente por las noches en las cuales la luna y las estrellas eran tragadas por las nubes dejándolo solo con aquel cielo monocromático que era tan similar a él.

Se encontraba en esa burbuja oscura de soledad 24 horas al día, los 7 días de la semana, no recordaba desde cuándo.

Era todo contrario a las personas de su alrededor, siendo felices, riendo a carcajadas con los demás, ¿Por qué no podía ser de esa forma?

Chanyeol sabía que sentirse de esa forma no era su culpa, el no decidía sentirse vacio y solo, simplemente se sentía así, la rutina era su única compañía que aseguraba sacarlo de ese estado aunque era todo un desafío seguirla.

¿Era alguien disfuncional?

¿Le faltaba algo?

¿Qué?

¿Podía arreglarse cuando encuentre lo que le faltaba?

¿Mejoraría su vivir?

¿Algún día encontraría respuesta a esas incógnitas?

Realmente esperaba que las cosas sean como lo decían sus padres, solo tenía que seguir la línea que seguían todos: terminar la preparatoria, entrar a una buena universidad, graduarse, empezar a trabajar, conocer a la persona que elijan sus padres para su matrimonio arreglado, enamorarse de esa persona de ser posible, casarse y tener hijos.

Casi siempre era lo mismo, lamentar despertar, resignarse, encender el modo automático de vida, desayunar, ir a clases, estudiar y terminar todos los deberes.

Un bucle sin emociones, a veces deseaba tener el valor de acabar todo, llevaba tiempo pensándolo. Entonces, dentro de su rutina deprimente había buenos días, días donde todo iba bien y se dejaba llevar por la esperanza de que en algún punto llegaría la felicidad a su puerta, como todos decían. Despertaba inesperadamente emocionado, con energía y ganas de cumplir con todo por voluntad propia y no por obligación.

Aprovechaba esos días para visitar a sus padres, llevar flores a su madre y hermana, una forma de disculpa silenciosa por evitarlas, para luego ir por una cena familiar antes de volver a los dormitorios de la preparatoria, y finalizar el día jugando en línea con Sehun esperando que los días siguientes se mantengan de esa forma esperando mas días en los que cielo se mantenga despejado como ese.

Fue entonces que en medio de sus crisis existenciales, si así podía llamar a sus lamentos adolescentes disfrazados de incógnitas, que apareció Baekhyun.

Llegó luego de las vacaciones de medio año de forma inesperada, como alumno transferido. Al principio no le prestó atención y a una semana de su llegada ya tenía una vaga idea acerca de él, Baekhyun era otra persona del montón, una molesta persona del montón, todo sonrisas y buenas intenciones.

Muy molesto.

Su fatídica unión inicio a pocos días después de su llegada, sin aviso e inesperado. Fue una tarde de un día normal, no era malo ni bueno, el cielo estaba despejado y no había señales de cambio alguno.

Llegaba de unas clases extra cuando lo vio en su habitación, se encontraba desempacando tranquilamente sin darse cuenta de su presencia, se veía relajado mientras tarareaba una melodía que no lograba reconocer, distinto al Baekhyun bullicioso y molesto que conocía de vista.

Tan pronto cerró la puerta, el sonido hizo que se encontraran mirándose fijamente a los ojos.

La habitación quedo en completo silencio que se apoderó del lugar, el tiempo parecía haberse detenido, creando un silencio muy incomodo y bastante prolongado para su gusto,

Fueron quizá, menos de 10 segundos pero se le hizo una eternidad, se sentía extraño quizá por los cambios que vendrían los siguientes días con un compañero de habitación o quizá era idea suya.

— Parece que seremos compañeros de habitación.

No sabía que decir, ¿Bienvenido?, ¿un gusto?

No se sentía listo para lidiar con alguien casualmente, mucho menos para lidiar con alguien como Baekhyun todos los días.

—...— al no recibir respuesta alguna Baekhyun continuo— te estaba esperando, ya sabes, para saber cuál es tu cama iba a suponerlo pero al ver que ambas estaban ocupadas...— mencionó calmadamente mientras señalaba la pila de ropa en una cama y la pila de papeles y libros en la otra, haciéndolo suspirar.

— Cierto, cierto, lo siento ahora levanto todos los libros— dijo dirigiéndose a recoger los libros y papeles, tendría que buscar otro lugar donde dejarlos— Puedes usar esta cama, solo la usaba para poner libros y algunos objetos.

— Gracias, ehm... pensaba si podíamos...

— Es tarde así que voy a dormir, no ocupe todos los muebles así que están libres. Hablemos mañana sobre lo que quieras hablar. — alzo la primera ropa que encontró y entro al baño para poder cambiarse.

No quería tener una conversación larga, realmente no quería formar algún tipo de relación mas allá de una formal. Tenía muchos pendientes que planeaba realizar esa noche pero nada que no solucionara despertando temprano y yendo a la biblioteca del lugar.

No estaba contento con aquella situación pero seguramente se iría pronto, como sus demás compañeros de habitación. Ninguno aguantaba, no sabía exactamente el porqué, no hacía nada en particular más que evitarlos, quizá su aura o actitud era lo suficiente pesada y pesimista para hacer que los demás solicitaran un cambio de dormitorio a los pocos días.

Esperaba que este también sea el caso, que equivocado estaba.

Luego de una larga semana de intentos fallidos de Baekhyun por iniciar conversación y el sin fin de excusas por evitarlo, finalmente se rindió.

Estaba cansado de evitarlo, dormir en la biblioteca 24 horas no era una buena idea aunque era el único lugar en el que podía pasar la noche y hacer sus pendientes, además dormir sentado por más de 3 días le estaba cobrando factura.

Si antes se sentía como la mierda, ahora se sentía como deshechos de alcantarilla. No tenía más remedio que llevar la convivencia por la paz, ya tenía una idea de cómo llevar la conversación si es que se presentaba, aunque dudaba que después de todo Byun quiera formar alguna conversación con él.

Ese día llegó especialmente temprano, esta vez sería él quien este antes que su compañero. Intentaría actuar con naturalidad, esperando que no haya roces que hagan la convivencia imposible.

Tomo una ducha y cambio a una ropa más cómoda mientras esperaba la llegada de su compañero.

¿Tendría que pedir disculpas por evitarlo? ¿Fue muy obvio?

Esperaba que no, eso haría todo mas incomodo de lo que ya era.

Realmente odiaba sobre pensar las cosas, pensar demasiado hacia que se sienta estancado en un bucle. Bucle que terminaba siempre en el mismo lugar deprimente mirando el techo, sin ganas de nada justo como en ese momento.

Tan pronto se sentó, la puerta se abrió dejando ver a un Baekhyun sonriente despidiéndose de algunos compañeros, probablemente compañeros de curso que también conocía pero no recordaba.

— Hola...—saludó tan pronto sus ojos se encontraron, esperaba verse natural aunque sentía que todo era forzado.

— Oh, hola, llegaste temprano...— se adentro a la habitación, dejando su materiales en el piso cerca de su cama.

—Algo así...

Realmente no sabía cómo mas continuar la conversación, creía que eran los minutos más incómodos de su corta vida. Quizá era el momento de volver a casa de su familia, definitivamente seria menos incomodo que seguir en esa habitación.

— Esto es muy incomodo, ¿verdad?—soltó sin previo aviso mientras se lanzaba boca abajo a su cama que se encontraba frente suyo, aquel acto hizo que volviera a recostarse mirando el techo soltando un pequeño suspiro para luego voltear a ver a Baekhyun— Somos compañeros de habitación y estamos en el mismo salón, pero casi no nos dirigimos palabra, es natural que sea incomodo supongo.

— Es verdad, supongo que seremos compañeros de habitación de ahora en adelante.

Tan pronto lo dijo chocaron miradas, y sintió un clic inmediato de tranquilidad, quizá la convivencia con Byun no sería tan mala.

— Es un poco tarde para ello pero, ¿deberíamos poner reglas de convivencia?

— Cierto, sería lo mejor.

Contrario a lo esperado, luego de superar la fase incomoda, la conversación fluyo como agua. Basto solo esa noche para ser mas cercanos.

Ambos terminaron descubriendo que tenían los mismos pasatiempos y gustos, pero más importante se llevaban bien... Era cómodo estar juntos.

Era increíble como Chanyeol había pasado de evitarlo, para no hablar con nadie, a pasar casi todo su tiempo libre con el castaño.

Él más bajo era como el cielo, de los más hermosos que ha visto Chanyeol, siempre un atardecer cálido, de colores monocromáticos al rojo; rojo como la pasión, el amor y las fresas, con un poco de celeste y nubes suaves como el algodón de azúcar. Un atardecer que solo con observarlo te hacía sentir mejor.

Distinto a él, que era más como un eterno día apagado y aburrido, desesperado por terminar y ser otro al alba siguiente.

Pasando tiempo juntos descubrió que Baekhyun a veces, también era un cielo teñido de azules tristes y nubes grises que amenazaban una tormenta, "a veces" que quizás, eran casi siempre.

Con el tiempo descubrió que al igual que él, Baekhyun era hijo de un importante empresario aunque no era el heredero también vivía bajo la sombra de su hermano y las expectativas impuestas por sus padres.

Sin darse cuenta ambos habían llegado a la vida del otro, como un rayo de sol luego de una noche bastante oscura de manera natural. Desde entonces su cielo se mantuvo despejado, los días se volvieron más llevaderos, era increíble cómo podía existir otra persona que comprendiera tan bien su sentir, y no solo eso, sino que además tuvieran tanto en común, eran como almas gemelas, ambos se complementaban.

Al inicio Chanyeol tenía la idea de que el castaño era justo como él, pero aquella idea cambio rápidamente, si bien eran similares pero tenían una gran diferencia, Baekhyun parecía hacer más por salir del hoyo donde se encontraban y cambiar, aunque sin saber cómo, contrario a él que solo esperaba que el cambio viniera solo.

Entonces sin darse cuenta ambos empezaron a formar un futuro deseado y a descubrir sus sueños gracias al otro.

A Baekhyun le gustaba cantar, tarareaba todo el tiempo. El más alto lo llenaba de halagos siempre que lo encontraba cantando, burlándose de él en cada oportunidad.

— ¡Debe haber sido un caos en el cielo! Porque el ángel más adorable se escapó y está aquí cantando. —soltaba tan pronto llegaba a su habitación compartida.

— Calla Yeol, siempre dices lo mismo, es molesto.

— Solo digo la verdad, cantas muy bien, seguramente los ángeles cantan de la misma forma.

Chanyeol descubrió que disfrutaba tocar instrumentos, solía acompañar a Baekhyun con la guitarra mientras cantaba una canción que había oído en el centro comercial y se le habia pegado porque sí.

A veces solían bromear con formar una banda, Baekhyun sería el vocalista principal mientras que Chanyeol podría ser el guitarrista, recientemente habia comprado una guitarra eléctrica, o quizá sería el baterista, incluso el pianista, Baekhyun solía decirle que era alguien muy talentoso musicalmente.

La amistad entre los dos poco a poco iba volviéndose en algo más, no sabían que o más bien no querían admitirlo.

De un momento para el otro las noches de películas y risas, pasaron a besos tímidos, caricias y la habitación se convirtió en un universo donde solo existían ellos dos. No habia nada formal pero para ambos aquella relación ambigua y sin nombre lo era todo.

Los días pasaron de esa forma y entonces se encontraban en el último año de preparatoria, su pequeña burbuja de felicidad se reventó tan pronto como sus padres empezaron a presionarlos, después de todo se acercaba el CSAT en Corea, ambos tenían que sobresalir, entrar a una buena universidad y si todo salía bien en un futuro ser socios de negocios.

A este punto Chanyeol no querían aquel destino pero no se atrevía a decir nada, ni a dar el siguiente paso con Baekhyun, tenía miedo, miedo de perderse más de lo perdido que estaba antes.

Después de todo los amantes se olvidan con el tiempo, lo habia visto mucho, los amigos no. Estaba bien ser amigos, eso pensaba, entonces habia llegado San Valentín, aquel seria el día que habia marcado un antes y después para su relación, y quizá su futuro.

Baekhyun habia estado raro todo el día, generalmente hablaba mucho y tarareaba, ese día en especial habia dejado de hacerlo. Se preguntaba si habia hecho algo mal, o quizá habia pasado algo con sus padres, como solía pasar algunas veces que se comportaba de esa forma.

No quería asumir nada así que lo dejo ser, tarde o temprano se lo diría, como lo hacían siempre.

—Oye— Baekhyun rompió el silencio sin aviso, mientras lo miraba fijamente y se recostaba a su lado, lo que lo hizo voltear en su dirección— a partir de mañana estaré algo ocupado, ya sabes el examen, la universidad y esas cosas...

—Oh está bien, creo que yo también estaré algo ocupado.

— También quería decirte algo...— prosiguió mientras sacaba un pequeño paquete con un moño de su bolsillo para mostrárselo— Oh, mierda... Está un poco aplastado pero bueno ¡Feliz san Valentín!

— Oh, no traje nada...

— Si con este chocolate digo que te quiero ¿abandonarías todo conmigo?—interrumpió a Chanyeol rápidamente— No necesito una respuesta ahora esperare lo necesario, mientras puedes actuar como si nada hubiera pasado, sé que es algo difícil pero no quiero que todo quede en bromas, no quiero arrepentirme de nada. — concluyo rápidamente para irse rápidamente a su cama y taparse con las frazadas por completo.

Al día siguiente no habia rastro de Baekhyun mas que una nota: "Piénsalo, aunque está bien si no quieres" escrita pulcramente detrás de un folleto arrugado de audiciones para un banda indie de una universidad que estaba buscando integrantes.

Era una decisión difícil, Baekhyun siempre lo sorprendía, estaba seguro que le costó decidir declarase, aquella nota arrugada y llena de tachones era prueba de ello, daba miedo no lo negaría, ¿podría vivir sin la ayuda de sus padres?

Él definitivamente no tendría el valor de Baekhyun para declararse, pensaba que así estaría todo bien. Pero no, era obvio que no, no se imaginaba un futuro sin Baekhyun cantando a su alrededor.

Los días pasaban y cada vez quedaba menos tiempo, Baekhyun lo evitaba, lo entendía, y eso a veces lo hacía retroceder en su decisión, esperaba no darse por vencido llegado el día que habia estado preparando.

Finalmente pasaron 4 semanas, era un 14 de marzo por la tarde, con un atardecer tranquilo y teñido de tonos rojizos. Justo como el cielo que le recordaba a Baekhyun.

Baekhyun se habia declarado en San Valentín, y Chanyeol quiso de darle la respuesta el Día Blanco, se encontraba parado frente al instituto que Baekhyun habia mencionado, con un ramo de 99 rosas rosa, «Te amaré durante toda mi vida, para siempre» decía el letrero que vio desde fuera de la florería, frase que lo llevo a comprarlo sin pensarlo.

Era muy joven para decirlo a la ligera, lo sabía, pero también sabía que era cierto.

Era el sentimiento en el que más confianza tenía en toda su vida. Con Baekhyun habia vivido momentos que son demasiado preciosos para dejarlos pasar, no quería desperdiciarlos dejándolos ir como sin nada. No quería volver a la miserable vida que tenía antes de conocerlo.

Tan pronto levanto la mirada lo vio, Baekhyun se encontraba saliendo del instituto con su uniforme de preparatoria, se veía radiante como siempre lo era rodeado de un montón de personas que seguramente como él fueron asombrados con su luz.

— Baekhyun— gritó agitando las rosas para llamar su atención para llamar su atención quien rápidamente corrió hacia él intentando llevárselo.

— ¿Chanyeol? ¿Qué haces aquí?

— Vine a darte una respuesta y unas rosas— dijo calmadamente dándole una de sus mejores sonrisas. —Voy a abandonar todo contigo, hagamos la audición, sé que cuando nuestros padres se enteren probablemente intenten desheredarnos o separarnos enviándonos a una universidad en el exterior, pero ya tengo todo planeado. —Dijo sacando una tarjeta de banco— Pase una buena cantidad de dinero a este bebé, mis padres no podrán cortarlo como las otras y tiene dinero suficiente para vivir decentemente al menos un tiempo.

Baekhyun se encontraba sin palabras, realmente no esperaba aquella respuesta. Estaba seguro que seguiría con su aburrida vida al punto que el único remedio para librarse de ella seria morir en vida siguiendo el modelo de sus padres.

— ¿Sorprendido? Yo también lo estoy sabes pero todo es posible gracias a que te conocí. Antes de ti no veía luz en el túnel pero creo que puedo mandar a la mierda todo si estoy contigo. Ya sabes, esa mierda que siempre repites "No quiero arrepentirme de nada"— susurraron juntos. — Eso mismo, ¿entonces la propuesta aun sigue en pie?—finalizo ofreciendo su mano.

— Si lo está, y no se valen arrepentimientos. Aunque te arrepientas no pienso dejarte huir.

— Yo tampoco pienso dejare ir, desde que decidí dejar toda mi herencia y futuro brillante por ti estas obligado a cantarme todas las mañanas por el resto de tu existencia. Así seamos músicos fracasados viviendo bajo un puente. Y bueno deberíamos irnos preparando para la audición...

Se venia un futuro incierto pero juntos cualquier cosa se veía posible, estaban seguros que lo que sea que se propongan lo lograrían ante todo pronostico podrían superarlo.  No había duda.


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