Capitulo. 2

La sorpresa es evidente en mí rostro mientras miro por la ventana del auto que rentó mi padre.

Si pensaban que Meridia era cualquier cosa están completamente equivocados, las montañas y rodean los alrededores, el sol brilla en la cima del cielo y hace ver el lago que se encuentra a un lado de nosotros simplemente alucinante. Es como una combinación entre Nueva Zelanda y Noruega, es simplemente hermoso.

— Este lugar es bellísimo.— digo mientras dejo que el aire fresco choque contra mí rostro.

— Lo sé, las fotos no le hacen ni el más mínimo de justicia.— dice papá mientras me mira por una fracción de segundos.

— Estoy ansiosa de conocer este lugar.— Daphne cuela su cabeza entre los asientos de mí padre y mío. Mira a papá mientras hace un puchero.— ¿Podrías ir a conocer un poco mientras nos registras en el hotel?

Papá la mira durante unos segundos y rueda los ojos mientras lo piensa durante unos segundo.

— Está bien, pero traten de no alejarse mucho, ya saben el hotel así que vayan allí luego de que recorran todo lo que quieran.

Daphne chilla de alegria mientras deja repetidos besos sobre la mejilla de papá. Papá aparca al frente de una gran plaza, Daphne no necesita muchos segundos para despedirse y salir disparada del auto.

— ¿Seguro que estarás bien sin nosotras?— le pregunto a papá. El me mira y me sonríe antes de dejar un beso en mí mejilla.

— Anda, ve y diviértete.— me responde. Sonrío levemente mientras salgo del auto, me despido de papá con la mano y veo el auto alejarse, dejándome a mí y a mí hermana a en un lugar desconocido.

— ¡Esto es tan emocionante!— dice Daphne mientras mira todo a su al rededor.

La plaza no es muy grande, pero es realmente hermosa, todas las flores que están al rededor se encuentran bien cuidadas y hermosas, la fuente en el centro se ve tan refrescante que dan ganas de saltar a ella. Algunas personas caminan tranquilamente mientras van de la mano o agarrados de brazos, mi mirada ronda por los alrededores, hay algunas panaderías y librerías.

Este lugar me transmite mucha paz.

— Ven, caminemos.— dice Daphne mientras entrelaza su brazo con el mío.

Mi hermana y yo caminamos durante un rato sin un lugar fijo en mente, la brisa es increíblemente fresca a pesar de que pareciera que fuera verano.

Después de un rato Daphne y yo terminamos en una especie de playa, ambas nos quitamos los zapatos para poder caminar mejor por la arena. La playa no se encuentra muy llena pero a pesar de todo hay personas.

— Iré a mojar mis pies al agua ¿Vienes?— mi hermana mejor me mira interrogante.

— No, estoy bien, me quedaré por aquí cerca.— mi hermana asiente luego de escucharme y se aleja tranquilamente hacia el agua.

Aspiro un poco de aire mientras miro todo el lugar, es muy bonito y ya sé que lo he dicho muchas veces, pero es que este lugar es realmente hermoso. Un grupo de personas con cámaras pasan por delante de mí casi corriendo, me muevo a un lado tratando de que no me lleven por delante.

¿Esos son paparazzis?

Una mano rodea mi muñeca, suelto un pequeño grito del susto pero este muere amortiguado por una mano que cubre mi boca. Intento soltarme del agarra de ella persona pero es más fuerte que yo, la persona me arrastra hacia unos arbustos que estaban cerca de mí, me gira para que pueda verlo y mis intentos de gritos se detienen en cuanto veo a un chico rubio delante de mí.

De hecho, son dos rubios, uno más joven que el otro.

Ambos me parecen increíblemente familiares.

— Joder, las extranjeras si que dan pelea.— dice el rubio más pequeño, su acento es levemente diferente al mío por lo que me hace entender que son de aquí.

— ¿Qué te he dicho de el lenguaje?— el chico de más o menos mi edad mira reprochante al más joven.

— ¿Quien demonios son ustedes y qué quieren de mí?— ambos se giran a mirarme, asombrados.

— No sé si ofenderme o aliviarme.— el rubio más joven lleva una mano a su pecho y me analiza de arriba a abajo.

Cuando estoy a punto de replicar un sonido de ramas rompiéndose los alerta a ambos, miramos por donde me han traído y no me sorprende encontrar a Daphne, la cual analiza el lugar antes de reparar en qué nosotros estamos aquí.

Ella piensa decir algo pero sus palabras muerden cuando ve a los dos guapos rubios a mí lado.

— Okay, por lo menos trajiste para ambas.— dice burlona.

Le doy una mirada amenazante, pero la sonrisa en el rostro de Daphne va disminuyendo en cuanto va examinando a los rubios.

— No juegues, Kiara.— frunzo el ceño cuando la veo llevarse una mano a la boca para evitar chillar.

— ¿Qué...

— ¿Recuerdas a la familia real que vimos en esa revista del avión? ¡Ellos son los dos hijos mayores!— Daphne me toma del brazo mientras me detiene al frente de ambos.

Después de la mención de Daphne se me hace más fácil descubrir de donde era que encontraba tanto parecido a alguien.

Como no, el príncipe multiusos está delante de mí.

El rubio mayor - O Landon- carraspea su garganta mientras me estira su mano en forma de saludo, dudo unos segundos en tomarla, pero en cuanto lo hago siento una energía correr por mí cuello y en cuanto miro a los ojos del chico la respiración se atasca en mí garganta.

— Soy el príncipe heredero de Meridia, Landon Fairchild.— deja un ligero beso en mí mano mientras que yo me mantengo idiotizada.

¿Esta es la parte en la que me presento?

— Kiara...— mi voz sale sorprendentemente firme.— Kiara Evans.

Una sonrisa surca los labios de Landon mientras que finalmente suelta mí mano.

• • •

— A ver si entendí.— suelto mientras paso una mano por mí rostro antes de volver a ver a Landon, que parece muy calmado delante de mí mientras que yo estoy a punto de desmayarme con toda esta propuesta tan... Peculiar.— ¿Quieres que fija que estoy en una relación contigo para que así tus padres dejen de molestarte con el tema de que consigas a una pareja y a cambio de mí ayuda me darás dinero?

Landon mira a el rubio más joven -que resulta que se llama Edmun- y ambos asienten lentamente.

— ¿Por quien me han creído que soy? ¡Por supuesto que no! No cuenten conmigo para eso.— la ira crece en mí cuerpo tan rápido como viaja la luz.

— ¡Kiara al menos piénsalo!— Daphne me mira incrédula mientras toma mi brazo.

Nos encontramos en una pequeña cabaña que resulta que estos principitos tenían escondida por el matorral al que me metieron.

— Ese dinero podría servirnos para que papá pueda mejorar la pastelería si es que por desgracia no gana el concurso, podríamos mudarnos, sabes que papá necesita dejar esa casa para superar a...— la miro para que se calle, no necesito que por esta verborrea que acaba de soltar Daphne.— sólo digo qué...

— ¿Al menos me dejan pensarlo?— le digo a ambos chicos con mí tono más neutral.

Ambos se miran entre sí y asienten levemente.

— Iré por algo de beber.— Me dice Daphne.

— Voy contigo.— dice casi de inmediato Edmun.

Cuando ambos se van dejándome sola con el futuro rey de Meridia me doy el tiempo de analizarlo. Ciertamente es mucho más guapo que en la foto que vi, sus ojos son como una laguna azul completamente maravillosa, las líneas de su rostro son marcadas y al mismo tiempo delicadas, su cabello amarillo se encuentra perfectamente peinado hacia atrás, dándole un toque de madurez.

Sí, no lo voy a negar, Landon es guapo.

— Señorita Kiara... ¿Me ha escuchado?— me pregunta Landon, sacándome de mis pensamientos.

Frunzo el ceño mientras lo miro.

— ¿De verdad acabas de hablarme de usted?— pregunto incrédula.

Landon se remueve algo incómodo en su silla mientras me mira y mueve su cabeza de un lado a otro, pensante.

— ¿Que tiene eso de malo?

Miro hacia todos lados tratando de buscar alguna cámara por alguna parte, empezaba a sospechar que esta era alguna clase de broma pesada ¿En serio sería capaz en involucrarme en algo así?

— Okay, príncipe, escúchame con atención.— Landon frunze el ceño cuando me escucha hablar. Soy consiente de que ahora mismo estoy básicamente faltándole el respeto a un futuro rey.— Si quieres que haga esto tendremos que fingir con mis reglas ¿Entiendes? Y antes que todo debes saber que no tengo ni la menor idea sobre etiqueta, nada de nada.

— Eso tiene solución.— dice Landon murándome con atención.

— Bien. Me niego a tener que estar bajo presión por culpa de las cámaras, no quiero estar en el foco de esos acosadores, —lo miro completamente seria.— si vamos a fingir, hay que hacerlo como es, inventaremos la historia juntos para que todo concuerde y si por alguna razón necesito ir contigo a algún baile real o lo que sea, no podrás dejarme sola, nunca ¿Entendido? No estoy siendo exigente ¿O si?

En estos momentos me siento tan impresionada de mí misma ¿De verdad estoy hablándole así a alguien de la realeza?

Landon me mira durante de unos segundos.

— Haré lo que esté en mis manos para que tus peticiones se cumplan.— asiente levemente.— Entonces... ¿Es un sí?

— Es un veremos.— me levanto de mí silla en cuanto Daphne se detiene a mí lado.— me hospedo en el hotel Lukas castel.

Landon se levanta también y se acerca a mí, trago saliva cuando siento mi garganta seca, su altura me intimida brevemente, sus ojos se oscurecen mientras toma mi mano.

— Te buscaré, Kiara.— deja un beso en el dorso de mí mano. Un escalofrío recorre mi cuerpo.

— Nos vemos entonces, Landon.— digo tratando de sonar tan diplomática como él.

Salgo de la pequeña cabaña con Daphne pisándome los talones.

— ¿Piensas que irá a buscarte?—pregunta curiosa.

— No lo sé.

Pero lo que yo no sabía era que la visita de Landon no tardaría en llegar en cuanto mi cara apareciera en todas las revistas de la ciudad. La imagen nos mostraba a Landon y a mí, justo cuando besaba mi mano con el título "¿Esta será nuestra futura reina?"

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top