— Una princesa ordena... ¡100 dólares! — Tanto Peter como Harley hicieron una mueca al no tener esa cantidad consigo.

— Pero si tu ya eres rica... — Apuntó Peter y la niña negó.

— ¡Mis padres son ricos, yo solo soy su hija! — Alzo la mano esperando el dinero.

Harley rodó los ojos y sacó su billetera estampada con rojo y dorado haciendo referencia a su mecánico favorito, saco un billete de 50 dólares el cual procedió a dárselo a la chiquilla.

— ¿Y tú de dónde sacaste ese dinero? — Gruñó Parker al ver a la niña saltar de felicidad a causa de su enemigo. Harley se encogió de hombros.

— A diferencia de ti, yo hago la tarea de los demás a cambio de dinero no de golpes. — Peter apretó los labios y aguanto las ganas de llenar de telarañas al rubio para dejarlo colgado en la torre más alta en donde nadie lo viera y escuchara sus gritos.

Pero no podía, Harley no sabía que él era Spiderman y por nada en el mundo pensaba decirle. Peter quería ganarle el amor de Stark a Harley sin necesidad de la máscara.

— Basta de miradas de muerte, la princesa tiene una nueva orden... — Ambos chicos se miraron de reojo desafiandose. — Papá no tarda en llegar así que como quieren verlo voy a decidir quién será el primero...

Harley se mordió el labio y Peter lo siguió mirando de reojo queriéndose adelantar a cualquier acción de este.

— No... ¡Tengo una mejor idea! — Morgan tomó ambas manos de los jóvenes y las entrelazó. — Si se separan le diré a papá que borre sus códigos de entrada por todo un mes.

Peter se sonrojo, más por la vergüenza que por el hecho de tener a Harley tomado de la mano, mientras él rubio suspiraba agotado, su experiencia con niñas hacía que las acciones de Morgan no le sorprendieran.

Sin decir ninguna palabra siguieron a la niña hasta la sala en donde estaban Pepper y Tony sentados en el sofá.

— Muy bien... No es el fin del mundo así que... ¿Quiere alguno de ustedes dos explicarme por qué están tomados de la mano? — Pregunto Tony al ver a ambos chicos quienes seguían sin separarse.

— Morgan — Dijeron al mismo tiempo y la niña sonrió.

— Gane 50 dólares...  — Tony alzo una ceja y vio a los chicos, Harley rápidamente apuntó a Peter.

— Creí haberles dicho que no le dieran dinero a menos que estemos presentes, es un peligro hasta con los centavos... — Regaño Pepper y Peter miro a Harley molesto por hecharle la culpa.

Potts se llevó las tazas con café donde antes bebía con Tony para dejar a los chicos hablar.

— Si no se separan en este instante creeré que se aman... Lo cual me perturba un poco ya que nunca se hablan. — Dijo con sarcasmo el hombre de acero.

Harley fue el que alejó su mano y se sentó en el sofá seguido de Peter.

— ¿Cómo está tu familia? — Pregunto Tony al rubio.

— Bien, mi hermana ya tiene novio así que casi no la veo, mi mamá trabaja como siempre y mi papá creo que sigue gastando la lotería que ganó porque sigue sin regresar... — Se encogió de hombros, Peter no solía escuchar a Harley hablar mucho pues normalmente veían a Tony en horarios diferentes, tampoco se había tomado la molestia de hablar bien con el rubio y escuchar lo del padre de este de verdad hizo querer protegerlo por unos segundos. Empatía, claro estaba.

— Perfecto, me alegra verte, puedes quedarte aquí el tiempo que gustes igual que tu Peter, ¿Me saludaste a tu tía? — Peter iba a contestar molesto pero fue interrumpido.

— ¡Vamos por hamburguesas! — Grito Morgan.

— Claro que sí, vamos todos por una hamburguesa con queso, lo que la princesa ordene. — Tony cargo en brazos a la castaña y comenzó a caminar hacia su carro seguido de ambos adolescentes quienes no se hablaban en absoluto.

Para su desgracia tenían que compartir los asientos traseros del carro, pues Morgan se sentó al lado de Tony siendo la copiloto.

Harley suspiro y fue el turno de Peter de apretar sus labios incómodo.