En frente de lo que parecía ser un castillo blanco que se conformaban por una estructura de 5 torres, siendo la del centro la más grande y que sujetaba las otras 4 que parecían estar colgando, se formó un portal y de esta salió Aqua cargando a Eri con la gabardina negra.

Aqua: "Ven y Terra no están, y no se cuando vuelvan, me gustaría saber su opinión", dijo para si misma adentrandose en el castillo.

Aqua estuvo caminando hasta llegar a una habitación que era de la chica, la habitación era sencilla, tenía una cama de sábanas azules y un mueble a su lado, la chica se adentro y recostó a Eri en la cama tapandola con la sabana para que estuviera más cómoda.

Aqua: "¿Qué debería hacer?", preguntó seria mientras acariciaba la cabeza de la pequeña. "Tal vez primero debería demostrar que no hay nada que temer y que puede confiar en mi cuando despierte, ya pensaré en lo que debería de hacer después", se dijo así misma intentando animarse.

La chica tomo una pose pensativa para darse una idea de que hacer con la niña.

Aqua: "(La niña se nota que sufrió mucho, por lo que mostrar que la protegeré es una opción, pero como lo haré)", pensó analizando la situación mientras veía por la ventana.

La mirada de la chica peliazul se posó en cierto lugar, que aunque no se lograba ver bien por la distancia, Aqua sabía lo que había ahí, era una tumba para su maestro, estaba conformada por la llave espada de este y tres colgantes de estrellas de colores verde, azul y naranja.

Aqua: "(Tal vez, no tenga que ser complejo, un regalo puede ser suficiente)", pensó viendo ahora al mueble a lado de la cama.

La chica se acercó al mueble y abrió un cajón, en este había algunos objetos, como partes metálicas y algunos cristales de diferentes colores, la chica tomó algunos de los que había en el cajón y se sentó en la cama en una parte en donde no despertara a la niña.

El tiempo pasaba, Aqua estaba haciendo lo suyo mientras que Eri descansaba, el atardecer ya se veía en el horizonte, la chica había terminado lo que quería hacer, era un amuleto en forma de estrella, pero este era color rojo.

Aqua: "Terminado", dijo viendo el amuleto con una sonrisa para luego dirigir su mirada a la ventana. "¿Ya atardecio?, no me di cuenta", preguntó sorprendida despertando a la niña. "Te desperté, perdón", dijo ligeramente arrepentida.

Eri se veía desorientada apenas despertar, pero su mirada se volvió confusa viendo a la chica enfrente de ella.

Eri: "No fue un sueño", dijo entre una mezcla de sorpresa, miedo, preocupación y un poco de alegría.

Aqua: "¿Te encuentras bien?", preguntó amable acercándose a la niña.

Eri: "U-usted, es la señorita que me llevó", dijo recordando lo que paso.

Aqua: "Si, creo que olvidé presentarme, mi nombre es Aqua", dijo con una sonrisa cálida.

Eri: "Señorita Aqua", dijo viendo a la chica.

Aqua: "Así es, dime, ¿te sientes bien?", preguntó ligeramente preocupada.

Eri: "Y-yo...no lo sé", dijo confundida.

La niña tenía un revoltijo de pensamientos, tenía miedo de que la chica enfrente de ella saliera lastimada por su culpa, estaba sorprendida al recordar como es que alguien sobrevivió a aquella persona estando enojada, estaba confundida no sabía dónde estaba ni que hacía ahí, estaba algo feliz alguien por fin la había salvado y alejado de aquel lugar en donde estaba, estaba preocupada algo le decía que debía alejarse de Aqua cuanto antes.

Aqua veía a la niña, tenía una mirada perdida en la nada, se veía confundida, la chica no la quería presionar con esa pregunta.

Aqua: "Dime, ¿tienes hambre?", preguntó con una sonrisa llamando la atención de la niña.

Eri: "Y-yo un p-poco", dijo nerviosa.

Aqua: "Acompáñame, te daré algo de comer", dijo levantándose indicandole que le siguiera.

La niña se levantó sin más, pero por la gabardina que tenía puesta se tropezó con ella y casi cae al suelo, pero Aqua la sujeto antes de que cayera.

Aqua: "¿Estas bien?", preguntó preocupada.

Eri: "E-estoy bien, gracias", dijo mientras era puesta en el suelo por la chica.

Aqua: "Caminar con eso te será difícil, y no tengo ropa para ti", dijo pensando en que hacer. "Ya se, quedate quieta unos momentos", dijo mientras de un cajón sacó algo de hilo y una aguja.

Eri hizo caso y se quedó quieta, mientras que la chica acomodaba un poco la gabardina y usaba el hilo junto a la aguja para que la ropa fuera más adecuada para la niña.

Aqua: "Listo", dijo con una sonrisa.

Eri: "G-gracias señorita", dijo con nervios.

Aqua: "Ahora vamos", dijo tomando con delicadeza la mano de la niña.

La muchacha fue caminando un rato seguida de la niña hasta llegar a lo que parecía ser la cocina, con un estilo bastante fino, la chica se acercó a lo que parecía ser un refrigerador, esta estuvo buscando algo.

Aqua: "(Veamos que tenemos aquí, mmm)", dijo revisando hasta que noto algo. "(Pay, tal vez no debería ir darle a esta hora algo con tanta azúcar, pero tal vez darle una pequeña alegría no este mal)", pensó con una sonrisa.

Aqua sacó el postre y lo puso a calentar en un horno, mientras estaba en eso la chica ayudó a la niña a lavarse las manos en el fregadero de la cocina, para posteriormente acomodarla en una mesa en medio de la cocina, Eri tenía puesta una mirada sorprendida en aquella chica.

Eri: "(E-es amable)", pensó sorprendida viendo como la chica se acerca a la comida.

Aqua: "Espero que te guste, es Pay de manzana", dijo poniendo una rebanada enfrente de ella.

Eri: "Muchas gracias", dijo sorprendida.

Aqua: "Tengo algo que hacer ahora mismo, si necesitas algo solo grita mi nombre y vendré enseguida, ¿ok pequeña?", preguntó gentilmente.

Eri: "Ok", dijo de manera simple.

Aqua salió de la cocina dejando a la niña viendo aquella rebanada de Pay, con un cubierto que le había dejado Aqua tomó un pedazo de este, al probarlo sus ojos denotaron un pequeño brillo.

Aqua no se alejo mucho, estaba básicamente fuera de la cocina, quería darle algo de espacio a la niña para que no se sintiera presionada de algún modo por ella, pero también quería hacer algo más.

Aqua: "Por favor respondan", dijo mientras usaba un celular que mostraba en la pantalla un teléfono moviéndose para poner una carita triste. "Diablos, ¿qué debería hacer?", se preguntó preocupada.

Cualquier excusa que podía usar para pensar en la decisión que le dio el maestro Yen Sid, no sabía que hacer, quería saber que opinaban sus amigos más cercanos respecto a ello, pero no respondían, así que está decisión era únicamente de ella.

Aqua: "Que mi corazón sirva de guía", dijo viendo el colgante que le hizo a la niña

En ese momento Aqua pensó en su viaje, aunque su objetivo había sido detener a los Nescientes, recordó los buenos momentos de ese viaje, conocer a personas como Cenicienta, Jaq, el príncipe Felipe, Kairi, Sora, Riku, Mickey, el Experimento 626, Hércules, Zack, los siete enanitos, Peter Pan y los niños perdidos.

El corazón y los recuerdos de Aqua le parecía haber dado seguridad, pues tenía una mirada decidida en su rostro, ya tenía su resolución.

La chica regresó a la cocina y vio a Eri quien se había acabado la rebanada de Pay y tenía algunas migajas en la cara.

Aqua: "Veo que te gusto el Pay", dijo con una ligera risa.

Eri: "S-si, gracias señorita", dijo nerviosa haciendo una mueca rara, casi pareciendo que intentaba sonreír.

Aqua se vio confundida ante eso, pero no quiso darle tanta importancia de momento.

Aqua: "Eri hay algo que quisiera decirte", dijo sentándose a un lado de la niña.

Eri se vio confundida, pero estaba atenta a lo que le diría la peliazul.

Aqua: "Eres una niña especial, como yo, tienes algo especial, pero que ahora está dormido, pensé en esto y quiero ayudarte a que lo despiertes", dijo con una sonrisa amable.

Eri: "Algo especial...", dijo sorprendido y un poco decaída siendo notado por Aqua.

Aqua: "Eso especial, es algo que yo también tengo", dijo extendiendo su mano invocando su llave espada. "Si logras despertar ese poder, el poder de portar una de estas, seríamos igual de especiales", dijo con una sonrisa intentando animar a la niña quien levantó la mirada con sorpresa. "Así que déjame ayudarte a despertar ese poder dormido", dijo con una sonrisa gentil.

Eri: "Y-yo, lo intentaré", dijo aceptando la propuesta de la chica.

Aqua: "Ahora cierra los ojos", pidió a lo que la niña hizo caso, Aqua tomó el amuleto que hizo y lo ató a una pequeña cadena que hizo, la puso alrededor del cuello de la niña. "Ahora ábrelos", dijo amablemente.

Eri: "Esto es", preguntó confundida viendo el collar que tenía.

Aqua: "Es un Siempre Juntos, es un pequeño regalo de mi parte, mientras lo tengas, piensa que estaré a tu lado apoyándote", dijo con una actitud animada.

La niña se veía sorprendida, y sus ojos se pusieron llorosos, comenzando a llorar.

Aqua: "(Maldición lo arruine)", pensó sorprendida y preocupada. "N-no llores, lo siento, no quise hacerte sentir mal, lo siento", dijo agitando sus manos preocupada sin saber que hacer.

Eri: "N-no es eso", dijo tratando de aguantar las lágrimas. "U-usted ha sido muy a-amable y está calidez n-nunca la había sentido", dijo intentando detener las lágrimas.

Aqua se sorprendió por ello y como si de un impulso se tratara abrazo a la pequeña niña acariciando su cabeza, Eri se vio sorprendida y aceptó el abrazo comenzando a llorar a mares.

El ocaso ya había pasado junto con el llanto de la niña, la noche se hizo presente, Aqua estaba cargando a Eri en dirección a la habitación de la chica, quien se acomodo para dormir junto a la niña.

Aqua: "Eri, mañana empezaré a ayudarte, así que hoy descansemos ¿vale?", dijo con una sonrisa.

Eri: "Ok", dijo tranquila.

Aqua: "Buenas noches pequeña", dijo con una voz amable.

Eri: "Buenas noches señorita Aqua", dijo cerrando poco a poco sus ojos.

Aqua decidió abrazar a la niña para darle seguridad, pasado unos pocos minutos la chica cerró los ojos cayendo dormida.

El amanecer había llegado, Aqua se levantó tallaba los ojos con su brazo, volteo a su lado encontrándose con la pequeña Eri quien dormía tranquilamente, ver tan tranquila a la niña le sacó una sonrisa a la chica,esta se levantó y se encontró con una caja enfrente de su cama con una nota.

Aqua: "¿Esto que es?", preguntó confundida tomando la nota.

“Yen Sid me informó de la pequeña, hice esta ropa para ella, tienen la misma característica que la gabardina que te di previamente, aunque no salgas de viaje espero que te sirva, suerte la nueva portadora cariño

Atte: Hada Madrina"

Aqua: "Ya veo, muchas gracias", dijo con una sonrisa abriendo la caja.

Eri se estaba levantando lentamente y se dando un ligero bostezo mientras lo hacía.

Aqua: "Buenos días Eri", dijo con una sonrisa.

Eri: "B-Buenos días señorita Aqua", dijo nerviosa.

Aqua: "No seas tan formal pequeña, solo dime Aqua", dijo dulcemente.

Eri: "E-entendido Aqua, ¿qué es eso?", preguntó confundida viendo la caja.

Aqua: "Es ropa para ti, ¿te la quieres probar?", preguntó con una sonrisa a lo que la niña asintió.

El conjunto era sencillo, era una playera blanca acompañado de unos pantalones negros, tenía una sudadera roja con botones y detalles amarillos además de un gorro que tenía orejas de gato en este.

Aqua: "Te ves muy linda", dijo con una sonrisa.

Eri: "G-gracias", contestó con un ligero sonrojo.

Aqua: "Ahora, Eri, iremos a algunos lugares para ayudarte a despertar, ¿estás lista?", preguntó con una sonrisa.

Eri: "Si", dijo con serenidad.

Aqua: "Bien, acompañame", dijo tomando la mano de la niña.

Las dos chicas fueron caminando hasta lo que parecía ser el patio del castillo, Aqua solto un momento la mano de Eri y repitió el proceso que ya había hecho antes, ponerse su armadura, crear un portal y transformas su arma en vehículo, la niña está vez vio esto no con miedo, si no con sorpresa, para ella era increíble ver eso sin algo que la agitara.

Aqua: "Ven Eri", pidió apuntó de subir al deslizador.

La niña acató y se acercó a la chica, esta se subió junto a Eri sujetada.

Aqua: "Sujetate bien Eri, vamos a partir", dijo comenzando a acelerar.

Eri: "Entendido", dijo sujetándose fuertemente a la chica.

Aqua: "(Que mi corazón sirva de guía)", pensó para avanzar en ese portal que se cerró en cuanto pasó.

Continuará...