Cap. 9

Muchas gracias por todos sus comentarios de aliento en el capítulo pasado, me hace muy feliz que este libro siga recibiendo amor aún cuando estuvo en hiatus un buen rato.

Gracias por tantos votos y comentarios, son lo que más me motiva a escribir. 💖

Ocho-Ocho-Ocho-Ocho-Ocho-Ocho-Ocho











-¿Estás bromeando? Se notaba a simple vista que el asesino era él. -comentó Lidia mientras terminaba de pedir un taxi.

-Oh vamos, no podía sospechar de la persona que lo cuidó toda su vida. Parecía dulce.

-Ese es el punto, mi querido, lo amaba tanto que si no era de ella, no sería de nadie.

-Tienes un punto.


Todo había salido perfecto, recogieron las argollas, y luego tuvieron esa cita que habían planeado por semanas. Claro que fue raro salir formalmente con alguien luego de tanto, sin embargo, Lydia era estupenda, podía hablar de los temas favoritos de Jason sin perder el hilo de la conversación, aunque, también reconocía cuando era suficiente, y eso era algo bueno. Aún después de una cena espectacular, quisieron ver ese thriller de misterio que tanto anunciaron por todos lados. El chico amaba ir al cine, e ir acompañado por la persona correcta era aún mejor, claro, había ido con Anthon hace semanas y fue divertido, solo que no tenía esa química como con ella.

Y sobre el joven, cada vez faltaba menos para que diera a luz. No quería pensarlo mucho, aún le gustaba sentirse como una persona libre, sin responsabilidades. Le gustaba esta chica, muchísimo, y tenía que si no funcionará con ella, no lo haría con nadie. Hay que admitirlo, cuando te conviertes en padre, buscar pareja era más complicado, así que no le dijo nada de esa situación en todos los chats y llamadas que tuvieron. Hoy era el día, las cosas se conversaban de frente.


-Lydia, hay algo que quiero decirte.


Ella estaba vigilando la pantalla de su teléfono para saber la cercanía del taxi. Levantó la morada sonriéndole, esperaba que le pidiera una segunda cita, era lo más lógico. Aquella sonrisa se desvaneció cuando vio a su acompañante muy serio.

¿Se había equivocado? ¿La cita no fue tan buena? Quizás ella habló de más, o eligió el atuendo equivocado. Ni siquiera había hablado y ya se montaba mil escenarios tristes en su cabeza.



-Te escucho.



El más alto respiró profundamente. Aquí iba, a soltar la gran bomba (que quizás no lo era tanto y se sugestionaba de más).



-Verás... -comenzó, en su mente se daba pequeños ánimos para no arrepentirse. -hace meses, antes de conocerte, estuve con una persona.



Bien, este empezaba a pintar como uno de los malos finales que la chica se estaba imaginando.



-Solo sería una noche, pero... Se embarazó.



Lydia suspiró pesadamente, para luego observar a su acompañante con detenimiento. Era un chico guapo, en la misma edad que ella, y muy exitoso. A simple vista, parecía un gran partido.



-¿Estás avisándome que estarás con ella o que es exactamente lo que planeas? -Comentó en un tono calmado, sin ser grosera, mas necesitaba una respuesta sería.

-No, no, nunca saldría con él, es...

-¿Él? -La chica se quedó estupefacta, pero al darse cuenta de que su rostro era demasiado obvio para el hombre que se había puesto más tímido. -Lo siento, es solo que Amy me dijo que era un mujeriego y yo creía que... -lado equivocado de la moneda. - ¡No tengo problemas si también te gustan los hombres... O los tercer género, en todo caso!



Genial, lo había gritado y ahora todos los veían con diferentes expresiones. Jason sintió como los colores le subieron a la cara, había pasado mucho desde que se sentía así de avergonzado.



-No me gustan, solo fue algo de una vez. -suspiró un poco mirándola mientras se llevaba la mano a la nuca. -Está viviendo conmigo, ya sabes lo que dicen "juntos pero no revueltos". -soltó una risa nerviosa esperando aligerar el ambiente, sin éxito, la mujer tenía una expresión indecisa en su rostro, probablemente lo último la estaba haciendo dudar aún más de lo que pensó. -Te lo digo porque eres la primera persona que me gusta de verdad en bastante tiempo, quería ser honesto. Las cosas con él son imposibles, solo cumplo con mi responsabilidad como padre, así que... ¿Podemos tener otra cita?


La chica desvió la mirada por un segundo, meditándolo con precisión, fueron unos de los segundos más largos para el varón, su corazón quería ser optimista, de verdad esperaba que ella lo aceptará, que le dijera algo alentador o al menos quisiera una segunda cita. Lidya regresó a él, dando un par de pasos y estirando la mano para acariciar su mejilla, Jason se sorprendió, sin embargo aceptó el gesto, relajándose un poco, pensando que todo iba a estar bien.


-Espero que tú bebé nazca sano, seguro serás un gran padre. -él se equivocó. -Voy a esperar mi transporte en la esquina, está cerca, puedes irte ya. -dijo soltandolo y empezando a caminar en dirección contraria.



Jason abrió los ojos con sorpresa, no entendía del todo lo que estaba pasando, ¿Lo había rechazado? No, en definitiva no dejaría que se fuera así nada más. Dió un par de pasos para alcanzar a su acompañante tomándola de la mano, cosa que parecía incomodarla, y claro que sí, acababa de interrumpir su huída.


-¿Es todo lo que dirás? ¿Qué pasa con nosotros? -La mujer soltó un poco de aire con una sonrisa hecha con una mezcla de incomodidad y nervios.

-Jason, no puede haber un nosotros. Me gustas mucho y creo que eres genial, pero no estoy en disposición de comprometerme a ser madrastra, ni siquiera sé si quiero tener hijos propios. -Explicó, con eso Jason aligeró el agarre, lo cual fue buena idea ya que las personas los veían con preocupación, a los ojos de los demás parecían una pareja discutiendo. Lydia abrió la boca para decir algo, y la cerró rápido ya que no tenía mucho que decir, así que solo se limitó con dos palabras. -Lo siento.



Jason no respondió a eso, se quedaron callados por unos minutos, hasta que finalmente llegó el taxi, como último gesto de caballerosidad de la noche, el más alto le abrió la puerta, gestó que ella agradeció con una sonrisa dulce. Antes de cerrar la puerta, le dijo una última cosa.



-Yo tampoco sé si quiero tener hijos.



Lydia se recargó en el asiento del auto, echando la cabeza hacia atrás. Ahora se sentía mal por llevar a ese seguro hombre a admitir una verdad muy cuestionable. Si fue un último intento por convencerla, era cruel, y manipulador.



-Pues vas a tenerlo. -le recordó. -Y yo no te voy a distraer de esa responsabilidad, ni seré una excusa para que lo dejes a un lado. -ella misma cerró la puerta arrebatandosela a Jason. Vaya que aquel último comentario por parte de él, estuvo de más.



Lydia terminó por despedirse con la mano, gesto correspondido por el chico. Cuando ya no pudo verla, sacó su teléfono, vaya que era tarde, y en todo el día no le escribió a Anthon, sería genial decir que fue a causa de pasar el tiempo con su cita, pero no, no quiso pensar en la situación de su casa más de lo necesario.


Para: Anthon

"Lo siento, voy para allá"


Solo escribió eso antes de ponerse en camino a casa. Fue a su auto y mientras conducía trataba de buscar alguna canción para silenciar sus pensamientos, una persona normal tendría una lista de reproducción infinita en alguna aplicación, Jason por otro lado, claro que tenía una, que era mayormente para la ducha o hacer ejercicio, en el auto prefería oír la radio, se ahorraba la molestia de elegir la canción con la que empezaría. En esta noche en especial, quería callar su mente hasta llegar al apartamento.

Su hermoso y adorado apartamento, que antes veía solo de noches, y ahora se veía obligado a pasar más tiempo allí y no en el trabajo, su empleo soñado dónde podía revisar miles de casos, ganar dinero y salvar el planeta al mismo tiempo; tenía muchísimas carpetas sin ver porque tenía que vigilar a Anthon, por primera vez en más de un año relegaría trabajo, a riesgo de que los mejores casos se fueran con algún recién egresado, la sola idea era terrible a sus ojos, era su bufé, su carrera y no podía perder prestigio por eso, por no estar allí.

Mientras pensaba en todo eso, apretaba los puños y juntaba las cejas con real enfado, ya ni siquiera prestaba atención a la música. Quería gritar.

Lo aguantó por semanas, no lo admitiría, pero algo dentro de él lo estaba volviendo loco. Veía a ese chico en SU casa, con SU perro, ese chico al que debía cuidarle la alimentación y siempre asegurarse de que hiciera ejercicio. Cómo odiaba aquello, tener a una persona que dependiera de él, ya era suficiente con Primer Ministro. Para variar, ahora solo era él, en un par de meses habría otro pequeño ser que le demandaría atención, ya se imaginaba cambiando pañales a toda hora y su amado puesto usurpado.












8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8













Al fin, en casa, de verdad quería una cerveza y se iría a dormir. Pero no era tan fácil.

Luego de una pelea con Anthon, este se había encerrado en el cuarto. Jason lo reconocía, su tono no fue el adecuado, se arrepintió en cuánto dijo aquellas palabras, y ahora no lo quería escuchar. Lo llamó varias veces hasta que se puso de mal humor nuevamente.


-Bien, como gustes. -soltó de mala gana dirigiéndose al refrigerador a tomar la cerveza que deseaba.



No era un alcohólico, en absoluto, tomaba una lata a la semana, ya no era un jovencito que salía cada fin con sus amigos, y era una persona importante, debía cuidarse. Este era su pequeño placer semanal, ni una gota más, ni menos. Se recostó en el sillón disfrutandola, ojalá pudiera hacerlo en su cama, en lugar de allí, hizo una mueca recordando que él mismo cedió su cama porque "él la necesita más". Si, probablemente, además de que había dormido en un auto por semana, claro que él embarazado la necesitaba.

Si... El embarazado. La madre de su hijo.

"Mi hijo" pensó viendo al techo.

Si, cierto que Anthon era la persona que lo convertiría en padre. Ni en sus más locos sueños se imaginó que así sucederían las cosas.

Las palabras de Lydia regresaron a su mente "Ni siquiera sé si quiero tener hijos", ¿Que creía? ¿Que él sí? Una estupidez, en su juventud jamás quiso ser padre, luego de ver a su mejor amigo lidiando con eso: escuela, niños, exámenes, niños enfermos, proyectos, niños otra vez. Claro, Alexis enfrentó todo eso siendo menor de edad, pero la idea de dejar todo por ellos no le convencía.

Solo una vez en toda su vida, quiso formar una familia, y cuando Cristal se fue, eso se esfumó.

Se tomó un último trago, antes de caer dormido.









8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8










Por la mañana lo despertó un olor a pan con mantequilla, algo que abría el apetito a cualquiera. Despertó tallandose los ojos, acostumbrándose de a poco a la luz. Distinguió el trasero de Primer Ministro, moviendo la cola de un lado a otro, como siempre cuando pedía comida. También distinguió la voz de su compañero de piso a lo lejos, conversaba con el perro como si fuera un niño pequeño.


-No, no puedo darte esto, te hará daño. -Vaya, casi se le hizo adorable. -No me mires así, porque sabes que mi corazón no lo soportará. -Mas bien, fue adorable, punto. -Bien, solo un poco, no le digas a tu padre. -Refiriéndose a Jason.

-Muy tarde, escuché todo. -y también tarde para un pequeño trozo de tocino, el senior lo saboreaba con mucho gusto.

-Diablos... Es que es irresistible, perdón. -Jason hizo una media sonrisa, mientras se levantaba para sentarse en la barra de la cocina.

-Lo dejaré pasar si me das mucho más tocino que a él. -el joven se rió ligeramente diciéndole un plato con buena porción de carne, pan y un poco de frijoles, todo tenía muy buena pinta.

-Gracias por hacer el desayuno, te llevaré a cenar fuera esta tarde.

-No, no te preocupes, es una disculpa. Por los problemas que causo.


Bueno, día nuevo, nuevo inicio. Tenían que conversar lo que pasó en la noche. Jas respiró profundamente y miró al chico, si que se notaba nervioso, se mordía el labio con impaciencia preguntándose qué diría el rubio.


-Yo debo disculparme. Me desquité contigo, y no estuvo para nada bien.

-Jason, lo entiendo. Tú tenías una gran vida antes de mí, está bien si sientes que... Te arrastré conmigo.


El tono apagado de Anthon no le gustó para nada, casi sonó nostálgico, como si el chico recordara algo, a su exnovio, probablemente. Ya había pasado por bastante, no quería que esta fuera otra marca en su vida. Sobre todo, no tenía la intención de hacerlo sentir mal nuevamente.


-Yo debí cuidarme, independientemente de si podía embarazarte o no. Si no lo hice debo cumplir mi responsabilidad.


Eso no mejoró ni un poco el ánimo de Anthon, quien solo hizo una media sonrisa y asintió para dar por terminado el tema. Desayunaron juntos con la televisión de fondo, ya no eran las clásicas discusiones de cine a las que estaban acostumbrados, quizás volvería a suceder en unos días.











8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8












La semana en la oficina había ido de lo más normal, para su sorpresa la carga de trabajo no fue muy diferente. Seguramente Mark hacía un buen trabajo llevando su agenda, ese chico tenía un enorme potencial, y después graduarse, un puesto asegurado en el bufé. Últimamente se había tomado algunos respiros incluso ese día, pero no podía negarle nada, no descuidaba nada y tenía muchas responsabilidades y mientras siguiera así, no tendría queja alguna. Además tener la cabeza hasta arriba de trabajo le había ayudado a no pensar en Anthon y en Lidia.

Con el primero las cosas se volvieron robóticas, trabajaba mucho, le dejaba sus comida para el día y se iba. Definitivamente la confidencia que construyeron estaba rota, a este punto creía que era lo correcto, ya no sabía cómo tratar con él.

Seguía revisando unos papeles cuando entró una llamada a su teléfono personal, al contestar no se trataba de otro que el padrino de bodas número uno de la ciudad.


-¿Qué pasa, Brandon?

-Solo llamaba para confirmar tu asistencia a la despedida de soltero de Noah.


Una fiesta solo de hombres, con bebidas y quizás algunas mujeres guapas, justo lo que necesitaba para terminar de relajarse luego de tantos eventos atrasados.


-Seguro, ¿Cuándo?

-Amigo, es hoy, en una hora iremos al centro, y en la noche a un antro, ya te lo había dicho, prometiste anotarlo en tu calendario. -Demonios. -¿Vendrás?

-Si, si, seguro. Solo tengo que avisarle a An... -no podía decir nada, aún no les contaba a sus amigos del chico. Ni que sería padre y definitivamente no lo diría por teléfono. -A mi secretaria que cambie las citas que ya tenía, y te alcanzo en un rato.

-De acuerdo, y recuerda que tú invitas la primera ronda, nos vemos, bro.



Dijo al colgar, bueno, no es como si no invitara seguido. De todas maneras solo faltaban unas cuantas horas para terminar, y que el recordara, no había ningún negocio importante.


-Judy, ven un momento por favor. -dijo mientras apretaba un botón para comunicarse por fuera de la oficina, en un segundo la mujer estaba de pie frente a él. -Voy a retirarme, necesito que pospongas todo.

-Bueno señor, sólo tenía una cita con el médico.

-¿El médico? -Jason se paró en seco dejando el saco a la mitad de sus brazos.

-Si señor, me había dicho que reservará ese espacio una vez al mes.


"Carajo" pensó el hombre con ganas de darse un buen golpe en ese momento. ¿Cómo pudo olvidar la cita médica de Anthon? Era algo crucial, cada mes, cada primer sábado. ¿Y él? ¿Por qué no le recordó? ¿Era algún plan de venganza para probarlo como padre? Solo a un niño se le ocurrirían esos juegos tontos. Lo peor es que la doctora tenía las visitas llenas, no era tan fácil cambiar el control.


-¿Señor?

-No, no la canceles, yo lo resuelvo. Nos vemos el lunes.

-D-De acuerdo señor... Pero antes debo avisarle que su mamá llamó y... -lo que faltaba, su madre.

-No me importa, yo la llamo después.

-Se-seguro...


Bajo por todo el edificio hasta llegar al estacionamiento y finalmente su auto. Soltó un gruñido de molestia ahí dentro mientras golpeaba el volante.

"Piensa, Masner, tú te metiste en esto"

Para cualquiera la respuesta sería simple, vas con la persona que está esperando a tu hijo y listo. Pero para Jason quien sentía que ese niño le estaba robando gran parte de su libertad como adulto soltero, no tomaría la mejor decisión, además culpaba a Anthon por no recordarle esa mañana (aunque es importante señalar que el doncel estaba durmiendo). Se le cruzó la idea de decirle que fuera solo, pero rápido desechó esa idea, no sería tan desgraciado.

Pronto empezó a buscar personas que lo acompañaran en su lugar. Ahí se dió cuenta... Que no tenía tantos amigos como creía.

En su lista estaban:

1. Clientes y personas del trabajo

2. Chicas con las que había ligado

3. Noah

4. Brandon

5. Alexis

6. Dereck (ni en broma le marcaría)

7. Familia

8. Anthon

Repasó con cuidado todos sus contactos y parecía apuntar a qué no saldría de fiesta esa noche. Su mayor esperanza sería Mark, lamentablemente en ese momento el joven pasaba por un día muy atareado, del que se enteraría posteriormente, así que no pudo localizarlo.

Repasando las demás opciones, no le quedó más remedio, solo ansiaba no ser tan reprendido.












8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8












Anthon había desayunado, comida y cenado solo los últimos días, curiosamente, no se había sentido tan solo como creía, además de Primer Ministro, ahora pasaba todo el tiempo posible con Charly, en chat y en llamada normal o de video. Él lo mantenía al corriente de todos los chismes de la escuela, también podían hablar de técnicas de dibujo, por fin, por su deseo de anonimato ya no era tan activo en los grupos de internet, Jason no era un conocedor del arte, así que Charly era su pequeño rayo de luz en un mar de aburrimiento.


-Entonces pensé en usar tonos violetas para las sombras, ¿Tú qué opinas? -Dijo el menor mostrando un hermoso dibujo a la cámara, era solo una persona de espaldas en algún pasillo, aunque el nivel de detalle era magnífico a los ojos de Anthon.

-¡Wow! ¡Te quedó increíble! Tienes que enseñarme esa técnica después.

-Solo si prometes enseñarme como hacer paisajes tan hermosos con latas de pintura. -dijo entre risas. -Me encanta hablar contigo, me distraes del ambiente de mi casa.

-Ufff... Lo mismo digo. Últimamente estoy bastante solo en casa.

-¿El padre de tu bebé no te acompaña? -Anthon hizo una pequeña mueca, lo que hizo que Charly se arrepintiera de esa pregunta. -Lo siento, me escuché chismoso.

-No, no te preocupes, él es mayor que yo así que tiene mucho trabajo. -"Y todo se volvió incómodo"- ¿Y en tu casa como es?


El chico entendió la indirecta para cambiar de tema, aunque tampoco le entusiasmaba hacia donde iba.


-Mis padres decidieron tener una segunda luna de miel, me iré a vivir con un familiar por un tiempo. Al parecer no soy muy responsable como para quedarme solo mientras toman un crucero de seis meses.

-Cielos, un gran viaje.

-Muy largo, y seré un arrimado hasta entonces. -se quejó rodando los ojos.

-Genial, seremos amigos arrimados. -bromeó sacando una fuerte carcajada de su amigo.

-No lo había visto de esa manera.

-Te daré consejos para ser un poco menos... Oh...

-¿Qué? ¿Qué tienes? -preguntó angustiado al ver el repentino cambio de expresión de Anthon.

-Nada, es solo que esta pequeña se mueve mucho, mira.


Sin preguntar si quería ver, Anthon bajó el celular y se alzó la camiseta, mostrando su abultado y redondo vientre, este mostraba algunos bultos momentáneos en ciertas zonas, ese pequeño ser hacía acto de presencia.

Para Charly fue algo verdaderamente impresionante y hermoso a la vez, sus ojos brillaban con ternura al ver cómo ese pequeño se manifestaba en el cuerpo de su amigo, daría cualquier cosa por estar ahí y que le permitiera tocarlo.


-Es muy lindo... -admitió con un poco de sonrojo en sus mejillas.

-¿De verdad lo crees?

-¡Claro que sí! ¿Por qué no lo pensaría?


Sinceramente, Anthon no podía responder a esa pregunta, pues desde que su bebé se hizo presente él era la única persona que se sentía feliz con cada avance en su embarazo.

Su madre siempre le recordaba la vergüenza que le hacía pasar, su padre y hermana solo pasaban de él. A su mejor amiga no la vió tan seguido luego de salirse de la escuela menos cuando se fugó de casa, ¿Su ex? Siempre estaba disgustado por todo, y Jason... Solo se preocupaba por su salud.

La cálida mirada de Charly fue tan reconfortante que casi lo hace llorar. Obvio, las hormonas también tenían que ver con eso.


-¿Anthon?



El mencionado estuvo a punto de responder, sin embargo se vió interrumpido cuando el timbre sonó, probablemente era Jason para llevarlo a su cita. Sin embargo, era raro que tocará el timbre, quizás se había olvidado de sus llaves.


-Disculpa, pero vienen por mí, ¿Nos escribimos después?

-Seguro, dalo por hecho, bye.



Con eso último cortó la llamada, bastante animado. Su amistad con Charly se había vuelto un poco cercana, y su necesidad de compañía le agradecía bastante tener contacto con alguien más que no fuera ese pequeño perro que se la pasaba dormido más de catorce horas al día. Incluso... Era algo lindo, en el sentido atractivo de la palabra, no el tipo de "lindo" de su bebé o de Primer Ministro, era bastante guapo. Quizás si no estuviera embarazado, le pediría salir de forma no amistosa.

Alejó aquellas fantasías de si mente y se dirigió al interfón, para su sorpresa, no estaba Jason allí, sino otro chico lindo, de pelo negro y ojos azul profundo. Era algo familiar.



-¿Si?

-Hola, ehm... ¿Anthon? Soy Alexis, nos conocimos en el parque.


Ya lo recordaba, el supuesto matrimonio arruinado de Jason, o al menos lo fue en su cabeza por un tiempo.


-Perdón, Jason no está, pero te abriré en un segundo y puedes esperarlo.

-No, no hace falta, en realidad... Él me pidió llevarte a tu cita, baja, te llevaré en mi auto.


El de flequillo azul apartó la mano del botón para abrir la puerta. Aquella noticia le decepciono de sobremanera, ahora aparte de no verlo, se perdía del único momento en que se involucraba con el bebé.



-Entiendo... Voy.


No dijo más, bastante decepcionado y con unas contenidas ganas de llorar, Anthon tomó su sudadera, los papeles que ya había preparado y salió mientras se despedía de su perro.









8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8

Para el siguiente cap les doy a elegir:

A) Seguimos con Ale y Anthon

B) Seguimos con Mark

C) Seguimos con Dennis.

Que tengan buena noche 💖







Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top