Cap. 17
Antes de llegar a la casa de mis padres tenía un plan de como iba a abordar todo, el órdenes exacto en que le contaría lo que pasó con Richi, como me terminó, como conocí a Jason, la razón por la que ahora vivo con él. Todo eso estaba perfectamente previsto. Sin embargo cuando mamá abrió la puerta y en lugar de recibir gritos y reclamos lo que obtuve fue un abrazo, mi mente colapso. Me sentí pequeño, es decir, soy pequeño si hablamos de la estatura de hombres promedio en este país, pero se siente más como volver a ser un niño, como si estuviera perdido y por fin volví a casa. Supongo que en parte si lo estaba.
Ahora estoy solo con ella y mi papá, Jason salió a petición de papá, pensé que esperaría en el pasillo, pero oí la puerta de entrada cerrarse. La verdad, lo quería aquí, no me sentía preparado para enfrentarme solo a ellos. Pero era necesario, no puedo depender de él por siempre.
—Hijo. —Me llamó papá, con tono dulce. —Primero, quiero decirte, lo feliz que estoy de tenerte de vuelta.
Escuchar eso me relajó en un veinte porciento, el cariño que sentí en la entrada no había desaparecido, era real y seguía aquí, aún me quieren, no los perdí.
—Los extrañé, mucho. —Se me quebró un poco la voz, lo ignoré y seguí adelante. —Lo siento, nunca debí escapar, o al menos... hablarles así.
Ambos se miraron, mamá estaba de brazos cruzados, tratando de mantener su postura firme con papá. Sin embargo, él dió un pequeño movimiento de cabeza en mi dirección, mamá suspiró y bajó ambas manos.
—Si... No debiste hacerlo—no me miró al decir eso. —Entiendes que estoy decepcionada. —No fue una pregunta.
—Si. —Respondí apenas.
—No bastó solo con un embarazo y huir, resulta que el chico no siquiera era el padre. —Se frotó la sien mientras yo trataba de calmar mis nervios.
No vengo a justificarme, ni a pelear. Me merezco cualquier cosa que ella me diga.
—Y ese señor, es mayor que tu hermana.
—Ambos somos mayores de edad. —Me tapé la boca en cuanto dije eso, ¿Que pasó con no justificar?
—Hijo, ni siquiera has acabado la preparatoria. —Señaló papá.
Yo no fuí quien estipuló que se iniciara la primaria a los 7 y no a los seis como era en sus tiempos.
—Mamá y tú se llevan ocho años, ¿Que son dos más entre él y yo?
—Espera, ¿Entonces si hay algo más entre ustedes? —Mi corazón se detuvo.
—¡¿Qué?! ¡No! O sea... ¡No, claro que no!
—¡Te pusiste rojo!
—¡Yo...! —Sin saber cómo continuar eso, si un gruñido y me puse de pie de forma brusca.
Mierda, primero Charly diciéndome cosas sobre su hermano, luego Jason emparejandome con ese mismo y ahora mi papá... ¡Mierda! ¡¿Por qué todos quieren emparejarme ahora?! ¡Es...!
Cuando siento a mi bebita acelerarse, prefiero volver al sillón.
"Okey, Anthon, cálmate, si no Serpi se va a estresar más y luego te dará patadas en el riñón, no quieres patadas en el riñón ¿Verdad? Bien, eso es, respira" Entonces respiro hasta que Serpi deja de moverse de manera tan brusca.
—¿Estás bien? —No me dí cuenta cuando ambos cambiaron de sillón a mis lados.
Mamá posó un brazo en mi espalda, y me miraba con unos ojos cargados de preocupación. Hasta ese momento entendí algo que dolió mucho.
Ella me quiere.
Es trabajolica, no nos llevamos bien siempre, a veces puede decirme cosas equivocadas. Esa es mi mamá.
Pero de verdad, le importo, más de lo que creí. Porque la forma en que me mira solo por un pequeño dolor que ya paso, me hace pensar en como estuvo este par de meses sin saber nada de mí. De solo pensar en que me pase algo remotamente parecido con Serpi... Me llena de terror.
—Se asustó un poco. —Agaché un poco la vista, hasta mi pancita y la froté con cariño. Hice muchas cosas mal este año, y puse a esta pequeña en riesgo, ya no más. Estar aquí fue el comienzo para enmendar todo, es hora de continuar.
—¿Llamamos a Arte? ¿Aún te duele? —Papá también estaba preocupado, lo que agregó una capa extra de culpa a todo esto.
—No, no, les prometo que no es nada de que preocuparse.
No se veían tan convencidos. Rodeé los ojos, tomé una de las manos de ambos y las puse en mi vientre. Fue sorpresivo para ellos, sin embargo, en cuanto mi bebita empezó a moverse energéticamente, sus caras se iluminaron y luego entré en conciencia de algo, a parte de la doctora, Charly y Jason, nadie más ha tocado a Serpi desde que se hizo notar. Ni siquiera Richie antes de que se enterara de la verdad.
Me di cuenta de lo mucho que me gustaba sentir esto, se que hay otras personas embarazadas que no les gusta que les toquen, sin embargo, a mí me hace feliz, porque significa que mi bebita será amada por más personas además de su mamá.
—¿Lo ven? Está feliz.
—Es fuerte... —suavizó papá.
—Si, y está muy sana, gracias... Gracias a qué su papá me apoyó. —Retomé. —Jas es un buen hombre, mamá. —Ella regresó la vista a mí, tenía su completa atención. —Pero todo esto empezó porque me obsesioné con alguien, no permitiré que algo así pase de nuevo. Así que... No, no hay nada entre Jason y yo.
Mamá me dirigió una media sonrisa, pasó su mano de mi estómago a mi mejilla, la sensación fue nostálgica, y muy cálida.
—¿Que pasó con Richie?
La pregunta me destrozó.
Porque aunque ya no lo amo, el quererlo dejó cicatrices que aún no sanan.
—Solo... No quería perderlo.
Eso último si me hizo llorar, mamá y papá me miraron muy preocupados, antes de sus suposiciones, preferí soltarlo todo.
Nunca les conté a mis padres la historia de mi primera vez, hasta donde ellos sabían, fuí virgen hasta conocer a Richie, jamás les hablé de Ryan. Ni de los otros chicos con los que estuve solo para que me terminarán por no ser "lo suficientemente hombre o mujer".
Es aterrador explicar todo esto, porque siguen siendo mamá y papá, sin embargo también es muy liberador, sentirse escuchado por las personas que más te aman, sin ningún juicio.
Al final de la explicación ambos me rodearon con sus brazos, recordándome una vez más que ya no tenía que cargar con eso solo.
—Mi amor, yo... No me dí cuenta. —Creo que nunca quiero salir de aquí, de sus brazos. —Si hubiera sabido que te pasó todo eso...
—Estabas ocupada, mamá. —Me adelanté antes de que dijera algo más. —No niego que quizá es parte del problema, pero yo soy responsable de mis propias decisiones. Hablare con Richie, volveré a la escuela, trabajaré cuando nazca mi bebé. No... no volveré a hacer algo que ponga en riesgo tu puesto, así que... ¿Puedo volver a casa?
—Claro que sí... —Afirmó acariciando mi cabello recién cortado, adoré la sensación. —No es necesario que trabajes, te seguiremos apoyando, sin embargo, aún hay que poner unas cuantas reglas.
—Estoy de acuerdo.
—Ehm... amor. —Papá se dirigió a mamá. —Claro que Anthon tiene que volver a casa, pero tenemos el viaje, ¿Recuerdas?
—¿Viaje?
—Rayos, sí. —Mamá dió un bufido, y dejó el abrazo para buscar algo en su teléfono, traté de ignorar la sensación de abandono. —Quizás Arte pueda quedarse.
—Claris, es doctora, no tiene tiempo.
—Justo por eso debería...
—¿Pueden decirme de que viaje hablan? —Me hice escuchar.
Cómo siempre, cuando se trata de trabajo, las cabezas de ambos se programan como si fueran robots.
—Oh si, verás, tu madre tiene que ir a la capital para arreglar unos asuntos con el gobernador, pero tardará un par de meses.
—Entiendo... No hay problema, puedo quedarme aquí, están las empleadas domésticas.
—Solo de día, ¿Y sí pasa algo de noche? Tienes seis meses, cariño, no podemos dejarte aquí.
—Solo son dos meses.
—El tercer trimestre es el más difícil, pasé dos embarazos, sé de lo que hablo.
No podía contradecirla, en especial porque en la mañana tuve una crisis porque mi ropa no me quedaba.
Mamá y papá seguían buscando opciones. No fue muy difícil pensar en una alternativa para mí. El problema fue aceptarlo.
No sé... Si pueda seguir ignorando la forma en que Jason me hace sentir si continúa portandose como hoy. Me hice la promesa de que pondría distancia, por nuestra bebé. Y ayer estuve a punto de besarlo. Es peligroso.
Pero... No quiero quedarme en ningún otro lugar si no puedo aquí.
—Creo... Que tengo la solución.
8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8
No estuvieron convencidos cuando se los dije, ya que aún no lo conocían bien, no como yo. Las reglas fueron hacer videollamadas cada tres días, y también mantener los mensajes constantes. No me pareció demasiado.
Cuando salí de casa, me abrazaron otra vez, me dijeron lo mucho que me amaban, y supe que estaba regresando al lugar correcto.
Ahora que el tema de mis padres estaba en zona segura, solo tenía que buscar a Richie y disculparme sinceramente con él. Y eso ya de por sí me estresaba sin la repentina propuesta que me hizo Jason.
Al llegar a casa, discutí el asunto con Carlos mientras Jas se fue a la oficina. Ya era tarde, se había tomado el día pero parece que hubo una emergencia o algo así.
Luego de recibir halagos de mi amigo por mi nuevo corte (que no me hicieron sonrojar tanto como los de su hermano) elegimos la cena de esta noche. A Serpi se le antojó una pizza de sarten.
—¿En serio te pregunto si querías ir a la boda? —Preguntó Charly entre risas, y yo solo aplasté la masa con más fuerza.
—No tengo idea de porque, digo, no tiene sentido, no conozco a nadie, ninguna de las ropas que compramos es exactamente "formal", ¡y seré más joven que todos allí!
—No lo sé, seguro hay una mesa de niños. —Le dirigí una mirada asesina y él solo sonrió como un estúpido de cara bonita. —Quiere presentarte a sus amigos, ¿Cuál es el problema?
—Justo ese, ¿Por qué en una boda? Si quisiera presentarme pudo invitarlos aquí, o llevarnos a un café.
O mandarme a una cita obstétrica con ellos, es lo que hizo con su último amigo.
—Anthi, si te molesta tanto no hubieras dicho que sí.
Fue como si una flecha me atravesara.
—E-es que... —aplasté la masa con mi mano sentí como toda se filtraba entre mis dedos. —Pues... yo...
—Te gustó la invitación, ¿No? —Otra flecha, esta vez con un gran letrero de "atrapado" se me enterró en la espalda. —Que tiernos, son como un par de niños experimentando el amor por primera vez.
—Callate, no es gracioso.
Acepté la invitación casi de inmediato, y cuando me explicó que era porque su amigo le pidió tener a alguien más "permanente" para las fotos, mi emoción no se calmó. Jason me quería en su vida, mi lado objetivo insistía a que solo era por todo lo que experimentamos en el día, mientras mi corazón solo quiere brincar de felicidad.
Hoy fue un día muy emocionante. Con la visita a mis padres, las compras... lo de la mañana.
"Como el padre de la adorable cosita que llevas, es mi deber recordarte lo hermoso que eres".
Mierda, me gusta mucho. Y es malo. Muy malo.
—Ant, pareces una cereza. —Me arrojó un poco de la harina de la mesa en la cara. —Mejor.
—¡Oye!
—Justo eso hago, —Le miré enojado mientras me limpiaba la cara. —y parece que solo pones excusas para huir de mi adorable hermano.
—No son excusas, son hechos, Charles, no puedo salir con nadie, mucho menos con Jason.
—Creo que solo tienes miedo de abrirte otra vez.
Detuve lo que estaba haciendo, y lo miré con seriedad, sonreía como un estúpido, como si lo que hubiera dicho fuera poca cosa. Cuando se percató de la forma en que lo observaba, detuvo lo que estaba haciendo.
No podría estar más furioso.
—Si, me da miedo. —Admití, porque no era algo que me avergüence, ya no. —Tú no entiendes como es ser alguien como yo.
«Toda la escuela estuve con chicos que solo tenían curiosidad por mi cuerpo, me usaron como un maldito queer-test, apenas y me veían como persona. Cuando solo era yo, podía soportarlo, pero ya no, Carlos. Si elijo esto, si me abro con él, si decido intentarlo y al final... Y al final me deja, no solo voy a perder otro corazón. Voy a quitarle a mi niña a su padre. No puedo permitir eso.
El semblante de Carlos no tenía ni una gota de lastima, solo mucha preocupación. No quiero seguir hablando, no quiero tener que explicar esto nunca más, no quiero lastimar a mi nena. No quiero enamorarme de Jason y cometer una estupidez de nuevo.
El gigante que tengo por amigo se agachó y me envolvió entre sus brazos. Hoy he recibido bastantes abrazos, nunca sobran. Estaba un poco sorprendido, pero no me impidió corresponderle mientras trataba de calmarme. Funcionaba, solo que no tan rápido.
Y me di cuenta de que preferiría estar siendo consolado por su hermano.
Ojalá me hubiera gustado Charly, mi yo de antes lo habría besado, en parte porque es lo más similar que tendré de Jason, y por otra para poner a prueba al otro, para tener una prueba del tipo de cariño que siente por mí y ver si puedo aplicar el "un clavo saca otro clavo". Pero no quiero eso ahora, no quiero hacerle daño a Charly, y no quiero darle otra razón para alejarse de Jason.
En un mundo perfecto me hubiera enamorado de este magnífico cocinero en lugar de Richie, o de Ryan, o de cualquier otro de esos idiotas. Y más importante, no tendría que ponerme nervioso con cada sonrisa de Jason, o roce, o acción.
¿Y sí no nos hubiéramos acostado? ¿Si solo me hubiera conformado con hablarle e intercambiar números? ¿Se hubiera interesado en mí igual? ¿Me gustaría tanto como me gusta ahora?
Sin embargo, tampoco sería un mundo perfecto, porque no tendría a esta hermosa pequeña que empezó a tener hipo dentro de mí.
Charles también lo siente, así que se separa y se ríe mientras toca mi abdomen.
Quiero que él sea feliz, que logre su meta de ser un gran chef, que arregle su relación con Jason. Y que alguien lo ame como es debido, se lo merece.
Y yo solo quiero ser feliz con mi bebita. No más.
Finalmente nos separamos cuando sentimos que algo, o mejor dicho alguien, reclamaba espacio, eso hizo reír a ambos
—No sé si tiene hipo, o me reclama por hacer llorar a su mamá. —Dice poniendo las manos a los lados de mi pancita, sintiendo el pequeño brinco.
—No estoy llorando.
—Si, es cierto. Disculpame, por decir cosas sin pensar, no debí ser tan desconsiderado. —Alcé un poco las comisuras de mis labios mientras negaba, espero tener algo similar a una sonrisa en mi boca.
—Ya déjalo, solo... No le digas esto a Jason. Ni lo de mis ex ni... Todo lo demás. —Charly soltó una carcajada suave.
—No le diré.
Y por fin, volvimos a lo de antes, la pizza, acomodamos la masa en el sartén, junto a todos los demás ingredientes, y yo estaba dispuesto a olvidar los últimos minutos cuando nos sentamos a esperar a que estuviera lista. El aspirante a cocinero no me lo permitiría.
—No se lo diré si vas a esa boda y bailas una canción con él.
Giré tan rápido que por poco me tuerzo el cuello. Ese idiota cambió a una sonrisa malévola, suavicizada pocos segundos después.
—Está bien reconocer el pasado, Anthon, pero eso no determina el futuro. —me mordí el labio. —Jason no abandonará a esa bebita por ningún motivo, y aunque las cosas no funcionen, estoy completamente seguro de que no serás un experimento para él.
La alarma que puso para la pizza sonó, se disculpó antes de levantarse.
Quise creerle, y quizás una parte de mí lo hacía. Jason no ha sido ni de lejos el chico perfecto, no es el tipo de persona con la que me imaginé formar una familia, la verdad me gustan más los chicos con afinidad artística, como yo. Pero... Es agradable, me gustan nuestras charlas, cuando estoy con él no siento como si lo estuviera hartando, y viceversa, adoro su amor por la naturaleza y su lado nerd, no me importa que me hay hecho ver ocho temporadas de una serie que acabó hace años, es divertido e interesante hablar con él. También... Me gusta la arruga entre sus cejas que se forma cuando algo lo molesta, o cuando está leyendo sus documentos del trabajo con un semblante serio, la forma en que se apasiona por su trabajo... Y como ha tratado a Serpi últimamente.
Tal vez... Solo tal vez... Pueda abrirme un poco, solo un poco.
Charly volvió con un aroma delicioso y nuestra creación italiana en una charola.
—Un baile, será todo.
—Perfecto, —exclamó poniendo la pizza frente a mí, se me hizo agua a la boca. —Mi hermano se quedará con el padrino y el novio mañana, así que te llevaré de compras.
—¿De compras?
—Es de etiqueta, dijiste que no compraron para esto, no te preocupes, conozco a alguien que nos puede ayudar.
La sola idea de volver a esa ropa ñoña y afeminada era desagradable. Pero... Ir con Charly... Podría ser divertido, era un poco emocionante.
Quizá, solo quizá, esto podría salir bien.
Aún así, mantuve los pies en la tierra.
8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8—8
JASON
—
Entonces lo invité a la boda. —Recargué mi frente contra el volante, esperando que magicamente me absorbiera a otra dimensión o regresará en el tiempo.
—Y asumo que dijo que no. —Respondí con un gruñido en negativa. —Oh, mierda, ¿Entonces dijo sí? —Di otro en forma afirmativa. —Wow, ¿Felicidades?
—No sé si sea algo para celebrar, Ale. —Alcé un poco la vista, aún no agarraba el valor para salir del estacionamiento del bufete. —No sé que me pasa.
—Creo que sí lo sabes. —Casi puse escucharlo beber un sorbo de su copa de vino semanal. —Te gusta tenerlo cerca.
Y lo odié por tener razón. Solo ha estado en mi casa por unos tres meses, no sé en qué momento se sintió agradable verlo al llegar a casa, o despertar y tenerlo allí, con su cabello despeinado y sus ojos somnolientos. Incluso me gusta verlo comer, cuando algo le gusta mucho sus ojos brillan, y es adorable, ahora sin ese flequillo, podré apreciarlo mejor, me emociono al pensar en eso.
—Me vuelve loco.
Y solo lo admití, con una persona muy importante para mí, alguien que no era mi psicólogo, que me conoce hace tiempo, y a quien adoro. ¿Me moría de nervios por su reacción? Absolutamente, por un momento me visualicé escuchando una lista de razones por las que esto era mala idea, muchos reproches diciéndome que hablara con mi psicólogo primero, y varios recordándome la diferencia de edad.
Pero ninguna de esas palabras era de Alexis, eran mías.
En su lugar, él dijo algo que me recordó porque era mi mejor amigo.
—Ya lo estabas, tarado. —Y dios, como reí.
Amaba a Ale, mucho. No como un hermano, tampoco como un hombre. Pero definitivamente lo amaba.
—Alexis.
—Jason.
—Me gusta un chico.
—Okey.
—Y no de gustar como, “oh, es un sujeto agradable, me gusta”, si no como gustar de gustar, ¿Entiendes?
—Si, si, de la forma en que quieres besarlo en lugares donde nunca has besado a un hombre. —Me reí, porque era cierto.
—Así que... No soy heterosexual. —Decirlo fue raro, no difícil.
—Que bien. Yo tampoco.
—No sé si soy bi, o pansexual. —Eso fue un poco más difícil, y si se sintió raro.
—No necesitas definirlo, siempre te he querido sin importar con cuántas has estado, y vaya que tienes una gran lista. —Solo di un suspiro en respuesta, la verdad, ya no estaba tan orgulloso de ese historial. —Bien, tal vez sea cliché, pero por si acaso lo voy a decir, esto no cambia quien eres, Jas, sigues siendo la misma persona, solo descubriste otra fase de ti.
—Lo sé... —Aun así, escuchar esa afirmación de otra persona me provocó un pequeño nudo en la garganta.
—Ahora, dejando eso a parte, solo tendrás una oportunidad con él. No debo decirte todo lo que arriesgas, ¿Cierto?.
No, no debía.
Estaba arriesgando mi amistad con Anthon, que no tenía mucho de volverse sólida; también la poca relación con Carlos, él tampoco me perdonará si lo lastimo; incluso podría perder el apoyo que recibe el Bufete de la alcaldía.
Y lo más importante, podría perder a Serpi, a mí niña a la tardé en reconocer más de lo que me enorgullece. La persona más amada para el chico que me gusta, y la mía también.
Si hacía esto, no había vuelta atrás.
No hay una segunda oportunidad.
Así que tomé una decisión.
⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸·⁸
Una disculpa por la tardanza pero hey! Primera actualización del año!
Estuve algo ocupada porque inicié curso para la universidad, así que mis fines de semana ya no están tan libres como antes, aún así, trataré de actualizar mínimo una vez al mes ambas historias.
También estén al pendientes de SSUA, puedeeeee que haya algo sobre este muy pronto 😘
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top