Cap. 15
Hello gente, una enorme disculpa por los atrasos, junio es un mes algo ocupado para mí, pero saben que esto comprometida con esta historia, espero les guste el cap aunque sea bastante sencillo 💖
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JASON
—Es que no sé cómo definirlo. —Dije echando la espalda al respaldo del sofá.
—Tranquilo Jason, no tienes que forzarlo, solo di las cosas como salgan.
No sonaba tan difícil, solo era hablar y ya, pero poner las emociones que me provoca Anthon en palabras era muy difícil.
Cómo prometí, agendé una cita con mi antiguo psicólogo, pero ya que su especialidad son las relaciones de pareja, me derivó con alguien con conocimiento en la identidad de genero y orientación sexual.
El doctor Tremblay es mayor que yo, por unos cinco años, usa ropa formal pero sin corbata o chaleco, es un estilo más casual. Creo fue fácil hablar con él lo de Cristal y lo de mi adicción al trabajo, pero con lo de Anthon...
—Es que... No lo sé, es un poco raro, es la madre de mi bebé.
—Bueno, tuvo que atraerte para poder ser la madre de tu bebé. —Si, eso era claro.
—Me recordó a mi esposa.
Esperé el interrogatorio, porque era ridículo a simple vista. Anthon es un chico, Cris una mujer, él mide un metro con sesenta y ella uno con setenta y dos, ella era rubia dorado y él se teñía su castaño claro de negro oscuro (ya no puede por Serpi), él es uva y ella durazno.
El interrogatorio no llegó, asumí que debía seguir hablando.
—Estaba cómodo con él, y había cosas... Su forma de hablar tan directa, como se reía de mis bromas... Fue diferente a mis aventuras de una noche.
—Suena a una cita divertida. —Me sonrió con sinceridad.
Le iba a corregir diciendo que no fue una cita, hasta que recordé que estuve en ese lugar por horas hablando con Anthon, mientras que con las chicas no pasaba más de una hora para ir al punto. No fue solo unos tragos y ya.
—La tuve sin darme cuenta. —Suspiré. —No es que se parecieran físicamente o algo como eso, solo... Tal vez la actitud, la forma en que coqueteaba, fue una de las cosas que más me gustaba de Cris. Y ahora... La forma en que es tan directo para decir las cosas, no puedo evitar pensar que es sexy. —No puedo creer que me dé calor en las mejillas por decir algo tan simple.
—Parece que te gustan las personas con carácter, eso no tiene nada de malo. —recargué mi cabeza en el asiento, podía ver el techo. —¿Te sientes raro por la palabra "personas"?
—Quizás. Se que no hay edad para definir la orientación sexual, pero estaba muy seguro de la mía.
Yo no era virgen cuando llegué con Cristal, tuve un par de novias de secundaria y una de preparatoria antes de cambiarme en el último año. Aunque tampoco es como si tuviera un "tipo" definido, ninguna de ellas se parecía ni por error, solo era divertido y lindo estar con ellas.
—¿Has oído hablar de la escala de Kinsey, Jason? —Negué. —Bueno, puede estar un poco desactualizada actualmente, pero en su tiempo fue novedosa, Alfred Kinsey fue un sexólogo bastante importante. —Impresionante, no sabía quien era.
Sacó un diagrama, estaba dividido en siete, cada división tenía una pareja dibujada, solo que la mitad eran hetero y las otras gay, además de la dos a la seis estaban les atravesaba y a diagonal formando dos triangulos, uno de ellos pintaba algunas partes de las parejas como un arcoiris.
—¿Es una especie de termómetro gay? —Intenté bromear, funcionó para sacarle una carcajada a Tremblay, pero no a mí.
—Yo usaría algo menos despectivo, pero si quieres puedes llamarlo así. —Me pasó el diagrama. —Él proponía que la sexualidad humana era fluida, como te decía, con la aparición de los virmus y el reconocimiento de la expresiones de género no fluidas, puede que esto esté algo desactualizado, aunque puede ser un comienzo para tratar de entenderte.
Bueno, no perdía nada con intentarlo, respiré un poco antes de leerlo.
El nivel uno era "Exclusivamente heterosexual", lugar que supongo ya no ocupo. El dos era "predominante heterosexual con ligeras incidencias homosexuales", pensé que tal vez Anthon era mi incidencia. El nivel tres seguía siendo "Predominante heterosexual" solo que con "fuerte atracción homosexual", no creía que eso me describiera. El cuarto lugar era bisexual, y del quinto al séptimo eran los primeros tres a la inversa con las orientaciones. Se sentía un poco incorrecto encasillar a toda la humanidad en siete espacios.
—Podemos intentar hacer un test, si te causa mucha curiosidad. Solo recuerda que no necesitas una etiqueta para vivir, ni para relacionarte con alguien que simplemente te guste.
Esas palabras se sentían como un pequeño alivio, así que asentí y empezaron las preguntas.
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Aparentemente quedé en el nivel tres, tengo tendencias homosexuales muy marcadas. La verdad me sentí sorprendido, creí que quedaría en el dos como máximo.
Fue un poco raro, las preguntas eran algo confusas, no sé en qué momento admirar la belleza estética de los hombres se vuelve un punto positivo para el test, digo, a casi todos nos atrae Henry Cavill, ¿No?
Y supongo que todos hemos tenido curiosidad por besar a alguien del mismo sexo, digo, desde antes de Anthon me lo llegué a preguntar en un par de ocasiones, nunca me atreví.
Al final el test estuvo algo defectuoso, pero no voy a mentir, tuve algo de alivio al saber que por lo menos estaba encaminado a saber lo que me gusta. Aun no estoy seguro si lo que siento por Anthon es ese tipo de "gustar" o de "atracción", claro me siento raro cuando Carlos está tan cerca de él... pero es porque me importa mucho, al igual que Serpi, así que solo queda seguir mejorando la relación.
Y para eso llegó la hora de que lo presente frente a todos. Lo voy a acompañar a ver a su familia, y luego se lo diré al resto de mis amigos. Cuando mamá y papá vengan a buscar a Carlos, también les diré de él.
No puedo llegar en cuatro meses y decirles que comparto la custodia de una niña con alguien que no conocen. Por más divertida que sea la idea de ver sus caras.
Estoy en el auto de regreso a casa cuando mi teléfono suena, lo tengo conectado con Bluetooth a la radio así que contesto.
—¿Que pasó, Noah?
—Solo llamaba para confirmar que estarás allí el sábado.
—¿Si voy a estar allí para verte caminar hasta al altar aunque claramente confirmé mi asistencia hace un mes? Claro que sí, amigo.
Lo oí suspirar de alivio, empecé a preocuparme por el hecho de que mis amigos tuvieran que preguntarme si voy a ir a sus eventos importantes. Digo, si cancelé un par de salidas en el último año, pero es su boda, eso no me lo perdería por nada.
—Gracias, Jas, voy a necesitarte a ti y a Brandon, o creo que enloqueceré. —Nervios de boda, era muy obvio.
—Mientras no te rapes como Marshall en How I Met Your Mother. —Bromeé un poco, él adoraba esa serie. Funcionó porque escuché una pequeña carcajada.
—O mientras no rompa mi corbata, o pierda las reliquias familiares de mi esposa..
—¡Oye! Si encontré los gemelos. —Por un momento creí que él abuelo de Cristal la enviudaría antes de la ceremonia. —Y tenía corbata de repuesto.
—Aún así, wey, pudo ser un desastre.
—Y no lo fue. —No pude evitar sonreír un poco. —Todo irá bien, amigo. La amas y ella a ti, si confías en eso, nada saldrá tan mal como para arruinarles su boda.
—La amo demasiado... —No tuve que decirle que lo sabía. —Gracias por escucharme.
—Para eso estoy.
Y caí en cuenta, de lo mucho que aprecié el que me llamara para contarme todo. Por otro lado, yo no he sido sincero con ellos, solo faltan tres meses para que Serpi esté aquí, y solo dos personas cercanas lo saben. Hay diferencia entre ser reservado y ocultar cosas. No quiero seguir ocultandome de la gente que quiero.
—Y también... Tengo que contarles algo a ti y a Brandon, antes de tu boda.
—Vaya, ¿Al fin nos contarás que pasó con la dama de honor de mi prometida? —Tragué grueso.
—Si... En parte se trata de eso.
—Supongo, que puedes quedarte conmigo y Brandon en el hotel el viernes, sirve que me ayudas a prepararme también.
—Te daré mis sabios consejos para un matrimonio exitoso. —Ambos reímos, sin embargo era cierto, de los tres, soy el único que estuvo casado.
—Muero por oírlos, debo irme, Amy regresó de trabajar.
—Ve con ella, nos vemos el viernes.
—Hasta el viernes. —Y colgó.
Respiré con tranquilidad mientras seguía manejando a casa, medité un poco sobre la conversación. Hace mucho que no pensaba en mi boda con Cris, todo parecía tan lejano, me acababa de graduar, ella también, teníamos un departamento muy pequeño, solo para nosotros y Primer Ministro.
Queríamos una boda sencilla, pero mis padres y el abuelo de mi novia insistieron en financiar gran parte del evento, nos permitió algunos lujos. Fue hermoso, al aire libre, en un jardín, sin mal clima, y con la mujer más hermosa del mundo. Solo un tonto como yo podría arruinar un día tan perfecto. Pero Alexis impidió que lo hiciera, le robó la corbata a su esposo para darmela a mí, Dereck no pudo reclamar nada.
Cristal fue feliz, fuimos felices.
No solo ese día, tuvimos bastantes días buenos, antes y después del cáncer, quería darle todo.
Pero no le dí lo que ella más quería.
Fue por miedo, y porque creí que ya habría tiempo.
Por eso hasta la fecha me pregunto si fue un acto egoísta el casarme con ella. Yo no quería hijos, y aún así, la ilusioné diciendo que por ella podría intentarlo, luego retrasaba la conversación al respecto.
Si hubiera aceptado antes, quizás la tendría aquí conmigo, un estudio de sangre antes, un ultrasonido, cualquier cosa que nos hubiera llevado al ginecólogo para un examen más exhaustivo que las simples visitas de rutina pudo haberla salvado.
Por mucho tiempo me negué en pensar en eso, hasta que Anthon volvió a aparecer con Serpi.
No es justo que yo sea padre mientras ella perdió su oportunidad por esperar a que estuviera listo. Aunque intenté compensarla y hacerla feliz hasta que ella se fue, nunca cumplí su mayor sueño.
Y eso nunca me lo perdonaré.
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ANTHON
—Y este es Jason, el padre de la bebé, me dió un hogar y comida por el tiempo que me escapé de casa, bien, en realidad solo fue el último mes y medio, viví un mes en el auto antes de eso y comía lo que podía, ¡Pero ya tengo una dieta sana! Si, es mayor que yo... ¡Pero es un abogado importante! ¿Eh? ¿Que tal? ¡Elegí bueno genes! —Terminé el diálogo, Charlie tenía los ojos muy abiertos y la boca recta. —¿Demasiado?
—Ahm... —Musitó desde el sofá mientras Primer Ministro se bajó y se escondió en su casita de tela. Hasta él me abandona. —Creo que lo estás pensando mucho, ¿No crees que es más fácil si primero dices "hola" y luego esperas su reacción?
Di un gruñido de frustración antes de echarme a su lado. Lo estaba planeando y ensayando porque conozco a mis padres, suele ser mejor darles la mayor cantidad de detalles e información para reducir preguntas incomodas.
—No sabes cómo son, en especial mi mamá, mi único punto a favor es que al menos el padre tiene título. —Respire antes de pensar en todo lo demás, un desastre.
—Bueno, es verdad, la alcaldesa jamás se apareció por la escuela. —Me encogí de hombros.
—Muy ocupada para exposiciones de arte, papá se encargaba de las firmas del boletas, o cualquier otro subordinando con una hoja de responsiva. —Mejor dicho, estos últimos hacían todo. —Todo lo que hago es un desastre o de poco valor.
—Claro que no, bobito, aún solo en la calle pusiste un pequeño negocio, fue muy inteligente. —Arqueé una ceja.
—Si te refieres a cuando vendí dibujos de aerosol en un parque, lo considero de mis puntos más bajos e irresponsables. —Tengo suerte de que según la doctora Serpi está bien. —Mis padres pensarán lo mismo, seguro están furiosos.
—No lo creo. —protestó. —Si yo tuviera un hijo embarazado y desaparecido, creo que dnloquecería de miedo.
—Es porque en este escenario ficticio no eres el hijo de la alcaldesa. —Suspiré.
Es lógico que mi partida les causa más miedo a como afecta su imagen como familia perfecta a qué algo me pase, si no estuviera seguro de ello, hubiera vuelto a casa en cuanto Richie me dejó, no quería volver solo para que me digan las muchas malas decisiones que tomé. Incluso, si me busca porque le importo, no le hubiera pedido a la policía solo espiar a Richie, hubiera visto mi cara en redes o noticias locales y esas cosas. No quiere que esto afecte las reelecciones.
—Aunque lo fuera, nada me importaría más que tener a mi hijo sano y salvo. —Lo volteé a ver y le dí una pequeña sonrisa.
—Serías un gran padre.
—Espero serlo algún día. —Me devolvió la sonrisa.
Me hubiera gustado ser más amigo de Charlie cuando estudiábamos juntos, no ahora que mi vida es tan caótica, aprecio el apoyo y que aún me trata como un chico más, sin embargo no lo soy, y nunca volveré a serlo. Hubiera sido divertido salir con él y Sof.
—Oye Anthi, quiero preguntarte algo. —Me acomodé para indicar que lo escucho. —A ti... ¿Te gusta mi hermano?
Realmente no me sorprendió la pregunta, es imposible que alguien no se lo cuestione tomando el tiempo que vivimos juntos y la bebé que me está apretando el hígado. Espero acostumbrarme a explicar está extraña relación algún día.
Sin embargo no me pidió explicarla, me hizo otro tipo de pregunta, y yo sabía bien la respuesta, aunque no era lo mejor.
—Si, me gusta. —Acaricié mi pancita en parte para calmar la ansiedad que estaba por acumularse y también esperando que se moviera de mi hígado. —Pero no quiero arruinarlo.
—Si, los escuché hablando el otro día. —Abrí un poco los ojos y sentí calor en las mejillas, no lo miré. —No quise hacerlo, solo regresé de la tienda y los oí.
—Entiendo... —Suspiré. —Yo... Ya tomé muchas malas decisiones este año, no quiero que arruinar mi amistad con tu hermano sea otra de ellas. Además, no soy su tipo, se aburriría de mí en cuanto pase la novedad. —"Como siempre pasa" pensé, y no lo dije.
—No creo que seas una novedad. Eres el tipo de persona con la que suele salir. —Lo miré confundido y Charly rodó los ojos. —Si, aunque seas un hombre, Anthi.
—No te entiendo...
—Mira, tuvo unas cuantas novias antes de conocer a Cristal, las chicas no se parecían en físico pero era personas agradables, que decían lo que pensaban y muy decididas
—¿Crees que esas son características mías?
—Estoy bastante seguro.
Me mordí el labio, no sabía muy bien que hacer con esa información, yo mismo no me considero como alguien "agradable", y aunque digo lo que pienso... No siempre me sale bien, ni hablar de mis decisiones.
—Eso... Da igual, soy su primer chico, solo soy especial por eso.
—Ah si, también se fija en personas con baja autoestima. —Lo miré con el ceño fruncido. —Oye, no lo tomes a mal, eres su tipo, quizás primera experiencia homo, sin embargo mi hermano no se fija tanto en el cuerpo como cree.
—Considerando que apenas le hablas, no sé hasta donde tomar en cuenta lo que me dices. —Soltó una carcajada mucho más ruidosa antes de pasarse las manos a la nuca.
—No necesito hablar, lo he observado por años, y lo que te dijo es verdad, le gustas.
Mi corazón dió un pequeño brinco que traté de calmar. Tuve un pequeño pensamiento de ilusión, sin embargo eso no podía ser, solo éramos co-padres, es lo más correcto.
—Te agradezco lo que dices Carlos pero... Ya lo hablé con él, seremos los padres de la bebé y ya, esa relación... Es la más segura de todas.
Carlos se levantó y se estiró un poco antes de voltear a verme.
—Si tú lo dices, Anthi, sin embargo, yo mantendría esa puerta sin seguro, en cualquier momento se puede cambiar de opinión. —Caminó a la cocina. —¿Te gustaría pollo a la plancha para la cena?
—Si... Creo que sí.
Se metió allí y empezó a hablarme de otras cosas, pero mi cabeza se había ido a otro lado.
Jason... ¿Podría llegar interés en mí más allá de la curiosidad? No quise tomarmelo tan en serio ya que sin importar lo que Carlos diga, su relación no es nada cercana para que él pueda estar tan seguro de los gustos de su hermano.
Y aún así... Mi corazón se sentía acelerado.
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Jason llegó a casa para la cena, y apenas pude mirarlo, no quería ser grosero, pero sentía que si lo hacía diría alguna estupidez o adivinaría todo con solo ver mi cara. De algún modo, logré superarlo. Hasta que el hijo de puta de Charles dijo que había olvidado comprar unos materiales para la escuela y salió a comprarlos, dudo que encuentre un lugar abierto a esta hora, más le vale que no sea una trampa para dejarnos solos a ambos.
Porque si lo era, resultó muy bien, nos tocó guardar la comida sobrante y limpiar la cocina junto al comedor.
—Es igual a mi madre, ella parecía haber explotado la cocina luego de usarla. —Dijo con un tono de desagrado.
No quise ser mal educado, así que le seguí la conversación.
—Debes admitir que el desastre vale la pena, cocina muy bien.
—Si, creo que lo hace... —Tomó una buena torre de platos y la puso en la alacena más alta, de verdad ocupo un banquito en este lugar. —Admito que... Tenerlo aquí no es tan malo como creí.
—Me gusta que esté aquí. —Me volteó a ver con una mirada rara. —¿Que? Es de mi edad y le.gusta el arte, es divertido.
—Si... Eso creo. —Su tono me parecía extraño, lo dejé pasar. —Se que soy... Duro con él, por eso me alejé cuando cumplí la mayoría de edad. No quería causarle más daño cuando atravesara la adolescencia. —Se cruzó de brazos apoyándose contra la pared. —Pero igual lo quiero.
—No creo que sea a mí a quien debas decirselo.
—Si, lo sé... —Suspiró pesadamente. —Me gustaría que sea muy feliz.
—Seguro lo será. —Seguí secando los platos
—Que encuentre a alguien que ame.
—Aja... —creo que uno no se limpió bien, lo froté con el trapito.
—Podría salir con quién quiera.
—Si, tiene libertad para escoger. —Creo que ya salió... No, aún faltaba, decidí raspar con mi uña.
—Como su padre, es decir, mi padre adoptivo, el empezó a salir con ella aunque ya me tenía a mí, incluso si se enamora de un padre soltero...
El vaso se rompió.
Solo se me resbaló de las manos y se desintegró en el suelo. Oí a Jason alarmarse acercándose a mí y revisar que estuviera bien, pude ver cómo se acercaba y tomaba mis manos asegurándose que todo estaba bien, aunque su voz apenas llegaba a mis oídos.
Me pidió que me quedara allí, creo. Volvió con una escoba y empezó a barrer los restos por el piso de la cocina.
Siguió hablando mientras lo hacía, y yo solo pensaba en la mención de su padre adoptivo y específicamente en él hablando de lo mucho que quiere que su hermano sea feliz con alguien, incluso una madre soltera. Cómo yo.
Exploté.
—¡¿Estás loco, imbécil?! —Vi como saltaba y un pequeño par de fragmentos de vidrio caía del recogedor. —¡No quiero salir con tu hermano!
—Pe-perdón... —Dijo para luego recoger lo que se ls cayó y vaciarlo en la basura. —Pero ambos son de la edad... Les gusta la pintura y son...
—¿Gays? —Jason asintió un poco inseguro, me froté la sien. —entiendo que tú cerebrito hetero te haga pensar que por ver a dos chicos gays convivir, estos en automático querrán ser pareja. Pero noticia de última hora: No-es-así.
Jas se pasó la mano por su cabello avergonzado, ignoré lo atractivo que me parecía ese gesto para seguir ofendido.
—Si, lo siento... Es solo que pasan tanto tiempo juntos...
—Porque somos amigos, Jason. Y si, no te voy a negar que me parece muy... Atractivo. —Casi creí ver un destello de algo parecido a celos en su mirada, lo dejé pasar. —Sin embargo, tengo una bebé de la que ocuparme, no hay... Espacio para el romance en mi vida ni ahora, y dudo mucho que después. —Jason me miró desorientado.
—¿Que? ¿Por qué? Tienes solo diecinueve.
—Y un bebé en camino.
Él me veía como si siguiera sin entender, me crucé de brazos, no quería darle una explicación a lo obvio. Pero supongo que tendré que darla.
—Ya te lo dije, Serpi es lo más importante, y mi elección en chicos... No ha sido la mejor, ella es todo lo que necesito. —Tenía que convencerme de eso.
—No porque tengas un bebé tienes que cerrarte a la posibilidad de tener algo. —Di un resoplido.
—Es fácil para ti decirlo, eres el padre, nadie te juzgaría por rehacer tu vida. A parte eres atractivo. —Rayos, se me salió eso. Miré un poco a Jason, parecía un poco descolocado por lo que dije. —No te hagas el sorprendido, lo eres y yo... Mírame, soy un desastre.
Mis cabello se ve descuidado, se asoman mis raíces castañas por no darle al menos un poco de cuidado al tinte, además he subido de peso, lo cual sé que es por mi bien pero es un poco difícil cuando veo mis fotos antiguas con mi rostro delgado al igual que el resto de mí. Adoro ver el proceso de mi pancita creciendo, sin embargo, la idea de no volver a verme como antes da algo de miedo.
Jason se acercó a mí, y se agachó un poco, me puse un poco nervioso, no estoy acostumbrado a verlo tan de cerca estando ambos de pie.
—Yo te veo perfecto.
Y ese comentario me mató, realmente no dijo gran cosa solo que... Sus ojos eran tan dulces.
Dioses, quiero besarlo. Claramente no lo haré, aunque quiero.
—Gracias. —sentía que se me subía el color al rostro. Mejor volvía al tema inicial. —No creo que Carlos tenga interés en mí. —o no me hubiera preguntado mis sentimientos por Jas. —Y aunque lo tuviera ahora tengo algo más importante en lo que pensar.
Tal vez fue mi imaginación, pero podría jurar que ví algo de alivio.
—De acuerdo, aunque, cualquier persona que salga contigo tendrá mucha suerte.
—Gracias por decirlo.
Y entonces, se acercó a mí, puso su pulgar en mi mejilla, la idea de apartar su mano me cruzó por la mente y luego... No pude, quería sentirlo, no lo voy a besar pero... No hay nada de malo en sentirlo un poco ¿No? Tal vez...
—Tenías un poco de jabón en la mejilla. —La magia se fue y me sentí estúpido.
—Ah, gracias. —Me giré maldiciendome internamente y dejando el trapo junto a la llave del agua.
—Mañana iremos con tus padres, ¿Quieres que te levante temprano?
—S-si... Te lo agradezco.
Siguió diciéndo algo más, solo que ya no lo escuchaba.
Dioses Esto se complica, ya no sé si son las hormonas, agradecimiento o genuinamente me gusta Jason... Pero permaneceré firme a mi decisión, por más difícil que se esté volviendo.
Por eso, en la visita de mañana, veré si puedo volver con mis padres.
Es hora de poner distancia entre Jason y yo.
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