Capítulo 41: Una promesa para siempre (T2)
Aquellos pasos finos que revoloteaban por los pasillos, rebozando una malévola alegría.
-¡Puedes creerlo Prisma!- dijo la pelirroja a la castaña quien la miraba confundida- ¡En tan solo una semana el amuleto de Avalor será mío!- con salamandra en hombro giraba de aquí por allá con su vestido estilo gótico.
-¿Y que va a hacer con él de todas formas?- pregunto crédula y arrogante la Cristalmaster, después de todo esa baratija de piedra no se comparaba con su propia magia.
-¿Qué que hare con él?- la miro algo soberbia y después se ensancho su sonrisa- ¡Hare lo que más me gusta! Tendré todo tipo de poderes y con ellos podre hacer mas mal a todo aquel que ose interponerse en mi camino- soltó un chillido agudo mientras corría en dirección a la gran sala donde estaba su hermano mayor.
Prisma solo la siguió algo aburrida, quería poder usar su Terra Crystal de una forma mas libre, pero aquellos hermanos la tenían con correa al cuello, cuanto anhelaba ir a las islas místicas y una vez mas tomar el control y desechar de una vez por todas a su queridita hermana mayor Azurine, pero no podría hacerlo hasta que ellos ejecutaran su plan de conquista y venganza en contra de esa princesa de cabello castaño y ojos azules.
Lo único que tenía que agradecerle a esa princesa era haberla liberado del control de Vor, esa bruja la había engañado y utilizado, le prometió grandeza y poder, y solo tomo su cuerpo para hacer sus propios planes, a ella ¿Qué le importaba Enchanthia? ni siquiera sabía que el reino existía hasta que llego al Eternireino buscando escapar de los guardianes.
Ya frente a la imponente puerta, Candidiana la abrió sin decoro, tal como si fuera una total estrella entrando a un cuarto lleno de sus fans. A mitad de la sala estaba frente a su trono el joven enmascarado hablando con uno de sus seguidores raros encapuchados.
Este se le notaba una voz nerviosa al ver como lo miraba Nicomedes de una forma para nada feliz, la mayoría del tiempo el serio temple del joven lo hacia ver a menudo enfadado, pero ahora si que estaba enojado.
-Son las últimas n-noticias en la capital su majestad, todo el mundo habla de que la princesa Amber será coronada reina antes o durante su boda- el seguidor estaba reverenciado en el suelo dandole esa inesperada noticia a su líder.
-Eso no era lo que estaba planeado- dijo enojado con una mano en la cara, se giro para no ver al de capucha negra y con un solo gesto de su mano hizo entender al sujeto de que se fuera, si no le iba a ir mal; este solo se paró apresurado y se reverencio en silencio para desaparecer casi como una sombra.
-¿Qué ocurre hermanito?- preguntó la egocéntrica princesa junto con Prisma.
-Solo que nuestros planes van a cambiar un poco, pero no te preocupes no es nada, de todas formas cuando retorne Vor dentro de poco, nada será un problema- se giro hacia su consentida hermana y le puso una mano en su cabeza haciendo un poco de presión- ten paciencia falta muy poco para que tengas tu amuleto-
-Aún no esta lista- de imprevisto Grimtrix con un libro en mano entro en la sala del trono sorprendiendo al resto, se suponía que estaba ocupado- Esa niña consentida aún no puede contener a Vor-
-¿A qué te refieres tío?- Nicomedes estaba intrigado respecto a esta nueva información, eso era desalentador para el plan que tenían.
-Si no nos equivocamos con la teoría de que dentro de la princesa reside un fragmento de Vor, ella aún no puede dejar salir ese fragmento, necesita mas tiempo, necesita cosecharlo mas, necesita perder toda esperanza, toda... luz que tenga para que Vor pueda resurgir- el hombre camino a paso lento con su gran báculo y el libro explicando el "pequeño" inconveniente que tenían- La audiencia que tenías con ella la próxima semana no se puede dar-
-¡¿QUE?!- se acerco rápido Candidiana empezándole a gritar a su tío que no era justo y que el amuleto debía ser de ella.
Mientras Nicomedes se enojaba con cada segundo que pasaba, su propia voluntad no tenía nada que ver con Vor, si no, con la dulce y perfecta Sofía, pero desde que teorizaron que Vor aun podía estar con vida dentro de la princesa, ese se había vuelto su objetivo, el traerla de vuelta. Se dieron cuenta que la gran voluntad de la princesa habría sido lo que derroto a Vor aquella vez, pero fue por el incompetente recipiente que resulto ser la maestra de cristales y su rata cambia formas, en cambio, Sofía era perfecta, el poseer una joya mágica durante tanto tiempo la hacía mas maleable a este campo y el poseer con ella un fragmento tras tanto la hacía la anfitriona perfecta.
Nicomedes no quería quedarse sin su propia recompensa, así que para cuando su plan se concretara, buscaría la forma de darle un cuerpo propio a Vor y dejar a Sofía como antes, para él mismo, su perfecta y esposa de ensueño sería suya, solamente suya y de nadie mas, no habría poder humano ni de la magia que se la quitara de su lado, y ella sería su emperatriz, su todo y no habría nada que le faltara jamás.
-Nicomedes, sobre tu audiencia asegúrate de que sea solo con el rey Roland, no queremos ningún contra tiempo- le hablo Grimtirx de forma seria, a penas y se dio cuenta de que su hermana menor lloraba en un rincón como si tuviera 4 años siendo consolada por la rata de Prisma- Mientras, me voy a contactar con una vieja amiga - y sin mas se retiro de la misma forma que llego.
-Sácala de aquí, no quiero ver como llora por un berrinche-
-Si s-señor- respondió nerviosa y lo veía irse con pasos firmes que resonaban con su propio enojo.
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A medida que caminaban Sofía estaba muy inquieta, pues la visión que vio no era demasiado grata para ella, ¿Cómo sentirse tranquila después de eso? Según lo que advirtieron Andre y su padre, las lagunas mostraban la verdad como una forma de cautivar a sus presas... así que eso ¿era una visión de su futuro? y si era así ¿Cómo evitarlo?
-Sofía, ¿estas bien?- escuchó a su costado y volteo a mirar a Cedric quien aún preocupado la miraba con angustia.
-Si... es solo que no me gusto lo que vi cuando me desmaye- se abrazó a si misma mirando al suelo pero sin dejar de caminar.
-¿Te mostraron una visión?- algo intrigado la miro.
-Mas bien una pesadilla...no se porque tengo el sentimiento de que algo horrible va a pasar Cedric, y eso me asusta mucho- lo miro asustada buscando consuelo en su novio.
-...- Cedric guardo silencio, puesto que el sabía que las cosas podían ponerse feas a futuro, pues que estallara una guerra no era la definición de bonito mas acorde, la desgracia, la violencia y el derramamiento de sangre inocente estaban a la vuelta de la esquina, si la visión que le mostraron esas criaturas a Sofía se cumplía no les esperaban cosas buenas, de todas formas, ¿Qué le habían mostrado en sí?
Antes de poder responderle cualquier cosa y tranquilizar a su princesa, el sonido de algo cayendo les llamo la atención de inmediato. Descendía de un salto André con algo entre sus manos. Era Nym con ave y todo que habían caído estrepitosamente por algo.
-¡No pueden estar aquí!- una voz les hablo desde las alturas- Ya me avisaron sobre ustedes- De lo alto una pequeña hada les hablaba con voz autoritaria mientras los amenazaba con un mini arco- Tienen prohibido el paso humanos, vuelvan por donde vinieron- Sin cambiar su temple descendió aún amenazadoramente.
-Ya me harte de todos ustedes, no hacen mas que atrasarnos- Cedric simplemente quería poder terminar con esa misión para poder regresar al castillo y platicar de mejor forma con Sofía, notaba ya a la joven tan tensa que le dolía no poder hacer mas, y claro su poca paciencia con las cosas también era otro motivo para su actitud-Según TÚ ¿porqué no podemos pasar?-
-¡Son peligrosos! en especial ¡tú!- le respondió la pequeña pelirroja aún en guardia con su arco
-Y ¿Quién eres para decirnos que hacer?- ambos se alzaban la voz acercándose mas mientras que el resto miraba algo pasmados desde atrás
-¡¿Disculpa?!- se le notaba completamente ofendida al punto en que bajo su arma enojada evitando acercarse más.
-¡Señorita Spark Cricketgarden!- le dijo Nym desde su pequeña ave al costado de Cedric, ¿Cuánto llevaba ahí?
-¡Novato!- se giro la hada al duendecillo - ¿eras tu el del ave? sabes que debes informar quien viene y quien no, sabes las reglas niño- le regaño el hada de forma severa.
-Disculpen la intromisión pero, ¿Quién es ella?- llego Sofía a la escena con su mano en el hombro del hechicero para que se calmara y este solo miraba de mala forma a la pequeña forma de vida flotante.
-Ella es Spark, la guardiana de las criaturas aladas y-
-Se metieron en mi territorio, si pasan por aquí pueden dañar a mis criaturas-
-Pero solo vinimos a hablar con el gran padre, no venimos por tus cosas- se metió André también a la conversación.
-Niña ahora no voy a lidiar también contigo, no confió en ustedes porque tienen a un mago entre ustedes- señalo con algo de desprecio a Cedric quien no espero para contestar, cuanto odiaba a las criaturas que se creían superiores a él por que sí.
-¿Y yo para que querría algo tuyo? ¡además soy un hechicero de alto rango no un mago!- Sofía tuvo que sostenerlo un poco para que no se abalanzara contra el diminuto ser.
-Todos los brujos son iguales, son egoístas, avaros, entrometidos, malvados, ruines, miserables, infames, perversos- A Nym también le toco intervenir para que Spark no se fuera contra Cedric por una clara rivalidad entre ambos.
Un silbido en el aire causo silencio inmediato entre la discusión, Josep se paró delante de la pequeña guardiana quien lo miraba desconfiada.
-Josep Harrison- dijo Spark mirando seriamente al marinero
-Señorita Spark, vienen conmigo, son mi hija y su amigo- mientras se retiraban a charlar mas tranquilamente Sofía llevo a Cedric a una rocas para que se sentaran e intentaran hablar un poco.
-Te ves tierno cuando te enfadas- le dijo con una sonrisa al hechicero quien pensaba en silencio.
-Tu siempre te ves adorable- le respondió acariciando suavemente la mejilla a Sofía y esta lo miro con cariño mientras tomaba la mano de él aún en su rostro, el azabache la miro con desdén, si quería seguir adelante con esta relación, debía hacer las cosas bien, aunque sabía que no era el ni el lugar ni el momento, pero si no lo hacía ahora, ¿cuando? le tomó ambas manos con fuerza y la miro a los ojos con una mirada que ella jamás había visto en él- Sofía... debo hablar contigo de algo muy importante.
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No tardaron demasiado en llegar a Enchanthia dada la rapidez con la que los caballos alados de Estela volaban, caballos mas grandes y fuertes a como normalmente se veían.
La emoción y el miedo eran sensaciones que se esparcían como enfermedad dentro de los pechos de los jóvenes esposos, cada latido era un segundo mas de incertidumbre, pues tantas preguntas y tan pocas respuestas volverían loco a cualquiera, Mitny no hacía mas que sostener con gran fuerza la mano de James, estaba muy asustada.
El cochero bajo y con real distinción abrió la puerta del carruaje dejando salir a James quien ayudo a bajar con cuidado a la azabache y la alvina bajo de última con igual ayuda del príncipe.
-¡Principe James!- Baileywick quien había divisado la aeronave se acerco apresuradamente a abrazar al rubio mostaza con gran alegría- No sabe cuanto me alegra verlo, las cosas se pusieron realmente mal por aquí, me alegro mucho de verlos a usted y a su majestad la...- Su asombro puso mudas sus palabras al ver a la joven en un claro estado gestante avanzado, mirando inmediatamente a James que solo volteo la mirada nervioso y avergonzado- Umm deben estar cansados, ya movemos sus cosas, deben presentarse con la reina Amber - con un simple par de chasquidos aparecieron miembros de la servidumbre que empezaron a desmontar los grandes baúles con cosas dentro sin hacer muchas preguntas y solo cumpliendo con su deber.
-¿Re-eina Amber?- pregunto James sin recibir respuesta alguna.
En un claro silencio caminaron por pocos pasillos, Mitny intentaba no cansarse por caminar tanto, al varios notarlo, algunos sirvientes se acercaron para ofrecerle cosas para que se sintiera cómoda, ella rechazándolo amablemente.
Llegaron sin demora alguna a la sala del trono, donde Amber sentada en el que era su trono de color amarillo suave, aún no iba a ocupar el de su padre, pero como toda una reina estaba rodeada de súbditos que le informaban con largos pergaminos las condiciones del reino y demás.
-Su majestad el principe James ha regresado en compañía de su prometida la princesa Mitny- anuncio Baileywick con clase haciendo una reverencia frente a su futura monarca.
Amber casi salta de su silla al ver a su gemelo entrar por la gran puerta, apresuradamente empezó a bajar las escaleras levantando su vestido amarillo mientras la seguían el sequito de personas necesitadas de su atención.
-¿Donde demonios estabas? por la corona, estaba tan preocupada por ti- le tomo el rostro con ambas manos en un claro enfado, volteando a mirar a la azabache que solo la saludo apenada con la mano, Amber cambio su cara a una que no podría describir, simplemente su mandíbula casi cae al suelo, sus ojos se ensancharon enormemente y se puso pálida como papel- ¡James! - volteo hacia su hermano quien para evitar su enfado empezó a excusarse- ¡Debes darme una explicación de esto!-
-Tu también debes darme explicaciones, que es eso de ¿reina Amber?- la miro serio a lo que la rubia simplemente se quedo en silencio
-Mientras tu te ibas sin dar explicaciones yo puse en orden las cosas aquí-
-¿Y tu compromiso?- pregunto James
-Es mas importante Sofía ahora, además no esta cancelado aún, solo soluciono unas cosas y podre-
-Veo que se nos adelantaron querida- llegó Dinamo a abrazar a Amber y darle la mano a james a manera de saludo y besar la de Mitny con la misma intención de saludarlos.
-¡Dinamonic!- la joven tenía la cara vuelta un lio entre rojos y pálidos.
-Hablaremos después sobre estas cosas, ¿no ves que tu cuñada necesita un asiento urgente? por cierto, felicidades, espero y su hijo nazca con la mejor salud- como si hubiera venido a poner el orden en el sitio Amber miro apenada a Mitny quien con algo de incomodidad apenas y podía mantenerse de pie.
-Lamento tanto esta escena, ya te conseguimos una silla de inmedia-
-¡Oh Dios mío!- La voz de Miranda entrando con una bandeja y dejándola caer resonó en el amplio salón, como sus pasos apresurados hacía los recién llegados, abrazando con fuerza a James y riendo emocionada dando saltitos- ¿Como es posible? - para después irse con Mitny y tomarla de las manos y sonreírle ampliamente- ¿En que momento? ¡Estoy tan feliz por ustedes! ¡Amber!- se giro a su hija quien aún no sabía que hacer- ¡Por fin tendremos un bebé en el castillo!-
Con emoción Miranda empezó a charlar vivazmente con la próxima madre y su nuera, queriendo saber todos los detalles, al menos de toda esta tormenta tenía que nacer una pequeña luz de esperanza, en cambio los demás sirvientes se dispersaron rápidamente cada uno a sus labores.
Amber y James quienes iban atrás caminaban juntos algo incomodos.
-Destituí a papá, fue una votación unánime, pero a pesar de eso no podre romper el compromiso- soltó Amber preocupada sin mirar a su hermano quien la miro con angustia ante esa desfavorable noticia .
-¿Q..-
~🌻~
-¡¿Que?!- la cara de Sofía decía todo, el baile que se ejecutaba dentro suyo era los giros mas violentos entre tristeza, ira, confusión, miedo y decepción, no comprendía lo que le acababa de decir el hechicero, o mas bien, no quería creerlo- No... pero ¿porqué?- le miro con dolor a Cedric mientras intentaba contener el montón de emociones que le causaba enterarse que había sido comprometida a la fuerza.
-Sofía cálmate por favor, yo-
-¿Tu lo sabías?- pregunto con cierto dolor mientras se paraba algo desesperada llamando la atención del resto que charlaban entre sí- ¿Desde cuando?... ¿Desde cuando lo sabías?-
-Después del primer baile de pretendiente de Amber- respondió apenado poniéndose de pie cerca de ella, Sofía estaba bastante alterada.
-¿Por qué no- sin dejarla terminar Cedric la tomo con un poco de firmeza por los hombros para que le mirara.
-¡Por qué no quería perderte!- la miro con tanta pena en sus avellanados ojos que atónita la joven le contemplo con igual angustia- Te conozco Sofía, y se que en ese momento hubieras accedido sin pensarlo mucho solo con tal de evitar la muerte de muchas personas, si me quedaba de brazos cruzados te iban a alejar de mí, y me perdería de la maravillosa oportunidad de ser alguien importante para ti, tenerte cerca mío, perdería a mi única amiga en el mundo y al amor de mi vida- le seguía sosteniendo pero a cada palabra que salía de él era otra lagrima que ella derramaba.
Sofía no se contuvo mas y lloro, se sintió traicionada por su propio padre, se sentía angustiada, asustada, ya que la visión que vio podría cumplirse, cosa que la hizo aferrarse a Cedric y este le correspondió el abrazo, casi la perdía hace unos momentos atrás en el lago, pero no lo haría, no dejaría que la alejaran de él, por nada del mundo.
-No puede ser que el rey haya hecho eso- enojado Josep se acerco al par para ver que estaba ocurriendo escuchando la conversación de ambos jóvenes, Sofía se calmo un poco al ver al marinero y este se ofreció a darle un abrazo el cual ella recibió- No te preocupes Sofía, somos una familia ahora, vamos a solucionar todo esto te lo prometo, como mi preciada hija, te prometo que no tendrás de que preocuparte- le acaricio la cara a lo que Sofía asintió con gran actitud volviendo a recomponerse pero aún así con un gran dolor en el pecho.
-Bueno, al parecer tienen asuntos mas importantes que estar aquí... pueden pasar con la única condición de que voy acompañarlos- dijo la hada pelirroja por fin guardando su arco- No hay nada mas noble que el amor, Josep Harrison, eres el padre de una princesa muy fuerte - dijo empezando a guiar el camino.
Josep puso su mano sobre la espalda de Sofía para empezarla a guiar por aquel peñasco de adelante, era algo estrecho y debían pasar con cuidado.
-Veras que como tu papá no voy a dejarte nunca más sola- dijo Josep con una gran sonrisa.
-¡Ya!- se escucho gritar detrás de ellos, era André que acababa de estallar en cólera- ¡Primero te apareces como si nada, como si importaras mucho, te entrometes en lo que no te incumbe, te metes como un asqueroso parasito a mi familia y ahora me quitas a mi papá con tus asuntos que a nadie le importan y de niña mimada!- André le grito con total furia en dirección a Sofía mientras pisoteaba violentamente el suelo.
-Oye niña cálmate- menciono Spark asustada en su hombro empezando a ver como el suelo cerca de ella empezaba a agrietarse, cosa que Cedric al estar cerca también noto.
-¡JAMÁS SERAS MI HERMANA! ¡TE ODI- Justo cuando Cedric se había lanzado a tomarla, el suelo debajo de ellos se desprendió de forma abrupta haciendo que la niña, el hechicero y hada cayeran al vacío hacia un montón de arboles a muchos pies de altura.
-¡¡Cedric!!- Fue lo último que escucho el azabache antes de caer por aquel precipicio y todo se tornara de un color oscuro, no sin antes ver por unos cuantos instantes la expresión de su amada, terror en sus hermosos ojos y lagrimas mientras corría desesperada en alcanzarlo...
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El arrullo del aire era mas que placentero, la simple y fresca brisa característica de la primavera le bailaba en los cabellos mientras estos se enredaban entre sí, se sentía tan tranquilo, tan en paz.
Una dulce melodía rompió el aire, un dulce tarareo que le cantaba mientras una suave y cálida mano le acariciaba, ambas cosas pertenecientes a una hermosa dama que conocía bien, abrió de a poco los ojos fastidiándole la luz de forma inmediata.
-¿Ya te despertaste dormilón?- una dulce voz se rio suavemente aún acariciándole
Se dio cuenta que estaba acostado en el suelo, mientras que a su lado una dulce dama con alegre sonrisa, pero que de rara forma no podía identificar quien era, pero extrañamente familiar, debajo de un frondoso árbol al parecer estaban descansando ambos, ella le sonreía y sonreía, sin saber mucho el porqué, él le devolvió la sonrisa incorporándose.
-Vamos, nos esperan en casa- escuchar decir esas palabras de ella, le removió algo dentro de él, una gran alegría se expandió dejándose guiar por la hermosa chica castaña de vestido de tul, la brisa le removía su amplia cabellera de manera juguetona al igual que las miles de flores que se expandían infinitamente en todo ese campo sin saber si tenía un inicio o un fin.
Tomados de las manos llegaron a una aunque simple pero gran casa de campo en medio de prácticamente la nada, ella abrió la puerta entrando a un lugar que se sentía familiar, como si fuera un hogar para él, una casa que apreciaba demasiado, un lugar al cual pertenecer.
Los distintos pasitos y ruidos provenientes de la casa le llamaron la atención. No sabía cuantos eran, ni sus nombres, edades o como se veían exactamente al estar algo borrosas sus caras, pero sentía la infinita alegría de ver a esos niños corriendo hacia ellos con mucha felicidad, todos rogando por un poco de su atención mientras la dulce madre a su lado los saludaba uno por uno con un beso en las rosadas e infantiles mejillas.
-Papá hoy me aprendí tres hechizos diferentes- alego uno de ellos con mucho orgullo- yo ya me se siete- en cambio otro para llamar mas su atención alardeo de otro logro intentando opacar al que intuía era otro de sus hijos.
-Ya vayan a la mesa, no molesten a su padre niños- ambos junto con el resto salieron corriendo en alguna dirección de la cómoda casa- hoy hice de cenar lo que mas te gusta- le dijo mientras lentamente se alejaba en dirección donde se había ido el resto.
Él sin saber porque la tomo suavemente de la mano atrayéndola hacía si mismo mientras la abrazaba por la cintura, sintiendo tan natural esta cercanía entre ambos y la dicha que le daba tenerla cerca.
-Gracias- le dijo, ella solo hizo un gesto de confusión divertida hacia él- En serio, gracias por hacerme tan feliz, te amo tanto So..-
Los murmullos y el bullicio a su alrededor lo despertaron de golpe, o simplemente debía ser el balde de agua que le lanzaron encima lo que lo despertó, se sintió extraño volver a la realidad y darse cuenta de que ya no había ni esposa, casa o hijos por ningún lado, mirando extrañado a todas partes como si le faltara algo.
Estaba rodeado por personas que no llego a identificar de momento.
-Hasta que por fin despiertas brujo- la irritante voz del hada lo hizo volver en si sabiendo que se trataba de la odiosa protectora de antes, mirándola mal de reojo.
-Gracias a Merlín que despertó amo Cedric- una mujer de cabello negro se abalanzo encima de él dandole un gran abrazo, Cedric al no saber quien era la retiro rápidamente.
-¿Quien es usted?- analizándola mejor , la dama tenía una cabellera enorme, ojos dorados y habían demasiados ratones rodeándola expectantes de algo
-Disculpe me amo Cedric, soy yo Winix- respondió con gran alegría de verlo y saber que estaba bien.
-¡¿Que?! Eso no es posible, Winix es un cuervo no un humano- se levanto rápidamente confundido preguntándose si no se había golpeado la cabeza con la caída o si no estaba muerto.
-Debe creerme amo, pero no es el momento de hablar sobre eso, debemos hablar sobre que debemos hacer-
-Antes que nada agradécele a quien te salvo la vida zopenco- dijo Spark señalando a la tercera persona que se encontraba junto a ellos al momento en el que Cedric despertó.
-¿A quien llamas zopenco hada sin chispa?- respondió enojada la aparente Winix
-¿Como me llamaste?- y así empezó una discusión entre ambas mujeres
-No es necesario señorita Spark yo solo- La pobre chica sin saber que decir estaba nerviosa, Cedric giro a mirar al rededor encontrándose a sí mismo en una especie de aldea de criaturas semiacuáticas, estaba parado encima de un tapete tejido de un material parecido al bambú , la joven criatura delante de él tenía piel escamosa y manos palmeadas así como llevaba entre ellas un jarrón, seguramente el mismo con el que lo despertaron tirándole agua.
-Gracias- respondió llamando de nuevo la atención del resto- solo tengo una pregunta ¿Dónde esta la niña? A...André-
-Esta por allá, desde que llegamos a estado callada- Abrieron un poco el paso y a lo lejos se veía el cabello negro de la niña moverse suavemente mientras metía sus pies al rio que pasaba.
-Amo Cedric, demuéstrele a esta hada gorda de lo que es capaz, ¡Lo insulto!- se quejo la de ojos dorados señalando a Spark.
-¡¿GORDA?!- le grito en respuesta enojada, pero Cedric paso de ambas caminando entre ellas y acercándose y quedándose en el costado de André quien sollozaba en silencio mirando su reflejo en el agua.
-Vete no quiero hablar con nadie- se quejo girándose sin querer mirarlo y cubriendo su cara con su antebrazo.
-...-Cedric solamente sin decirle mas se alejo de nuevo hasta donde las dos mujeres humana y hada estaban por empezar a pelear físicamente- ustedes dos ya basta, disculpa, ¿Qué tan lejos estamos del gran árbol? y por cierto, tu nombre- respondió de forma sería dirigiéndole la palabra a la tímida joven.
-S-soy Noa señor, el gran árbol no esta muy lejos, pero lo mejor será que se queden a pasar la noche, esta a punto de anochecer y podría ser peligroso, las tribus de criaturas nocturnas salen a cazar y nada asegura su supervivencia- explico la undina- Pueden pasar la noche en mi nido si gustan, justo como lo estaba haciendo la señorita- señalo a Winix quien asintió.
-Pues creo que no tenemos mas opción brujo, tu y tu espantapájaros no sobrevivirían a criaturas mágicas, además, André esta muy cansada, necesita un descanso, mientras ire a hablar con el líder del clan undino, Niña guíalos por favor- y sin mas la pequeña mujer se fue volando a toda prisa.
-Po-por favor acompáñenme- dijo nerviosa mientras sostenía de mejor forma aquel jarrón de barro.
Cedric siguió en silencio pensativo a Noa y detrás la azabache y André, pasaban entre los habitantes extraños, pero a ellos no les importaba mucho la presencia de extraños, Cedric miraba muy curioso todo lo que su mente reconocía como objetos mágicos de gran valor, casi como si de un niño en una dulcería se tratase, pero claro ahora debía enfocarse en reencontrarse con su novia y su ... ¿suegro?, era algo raro para él decirle de esta forma pero suponía que era lo normal a fin de cuentas.
Realmente esperaba llegar a un nido, no a una pequeña choza tejida como las demás cosas presentes en esta aldea, el piso tenía las mismas alfombras tejidas, algunas canastas llenas de cosas, al por fin entrar la joven desenrollo un tapete y saco una especie de almohada y una manta hecha de un material raro.
-Aquí puede descansar la señorita, mas tarde los llamaremos para que cenen con nosotros- y algo apenada se volvió a retirar.
-Son bastante tímidos, desde que llegue se comportan así- Dijo Winix mirando como no había casi nadie alrededor de ellos.
-Es por que les tienen miedo- dijo André quien se acomodaba en la cama improvisada.
-¿Qué? ¿en serio?- se giro Winix con gran sorpresa.
-Claro, son hechiceros, la mayoría de los ingredientes que utilizan en sus hechizos son cosas arrebatadas de otro ser vivo o de la naturaleza, son muy pocos los que logran grandes hechizos sin esas cosas, y déjenme decirles que ninguno de los dos es capaz de aquello- sin mas les dio la espalda y se silencio, no sabían si ya estaba dormida o que, pero lo mejor era dejarla sola de momento.
Cedric se sentó en un rincón de la choza quitándose el moño amarillo que llevaba y su chaleco de color magenta, que se encontraban mojados.
-Déjeme ayudarle con eso amo- Se acerco la azabache con intención de auxiliarlo, pero el solo puso una mano alzada deteniéndola.
-Deja de llamarme así, es raro, no soy tu amo y tu no eres Winix, Winix es un cuervo- rio incrédulo volviendo a lo que hacía de extender la poca ropa que podía quitarse al haber señoritas presentes.
-¡Claro que soy yo! mire se lo comprobare- se levanto y el hechicero solo la miro sin mucha emoción- se que su dulce favorito son los confites, que es el gran hechicero de Enchanthia, dice que su color favorito es el negro cuando realmente es el morado pero le apena decirlo, tiene un cuadro conector de sus padres en su taller, esconde la llave de este en el pie de una gárgola, bastante obvio si me lo pregunta, y que esta enamorado de la princesa Sofía, de quien conserva celosamente un mini retrato de ella bajo su almohada- termino con una gran sonrisa y respirando de forma rápida- Si no fuera yo, no sabría todas esas cosas-
Cedric casi boquiabierto la miro durante unos segundos, aún no le creía, podría estar frente a una trampa o a una loca que lo acosaba desde hace mucho.
-Lo conozco tan bien que aún no me cree, ¿verdad?- Cedric se mantenía con la misma expresión reflexiva viéndole en silencio- bien, se que se preguntara el porque y todo eso. Mi nombre completo es Winix Esorin, hija del gran mago del fuego fauto, hija menor de cuatro y embrujada hace mucho bajo un hechizo que me convirtió en un cuervo, termine sirviéndole a un hechicero poderoso que me encomendó una misión, buscar a los hechiceros y magos mas poderosos de todo el Eternireino a cambio de volver a ser humana, pero uno de ellos se negó, me ató a un zarzal mágico y así lo conocí a usted, el hechicero mas poderoso de todos- Sonrió ampliamente esperando por fin convencer al de cabello bicolor sobre su identidad y sus intenciones.
-¿Me esas diciendo que llegaste a mi solo por coincidencia y no por que sea uno de los mejores?- alzo una ceja sin creerle todavía- y de paso me adulas, si que eres Winix- respondió resoplando fuertemente, estaba exhausto, llevaba horas caminando sin parar, los pies le dolían al igual que todo el cuerpo -Si eras humana todo este tiempo, ¿porqué no decirlo o porque ahora dejar de ser un cuervo?-
-El bosque, sabía que algo no andaba bien desde que llegamos, así que salí a investigar por mi cuenta, pero al momento de sobrevolar tuve que parar, este lugar... absorbe magia como un gran agujero negro, volví a mi forma normal, y después termine infiltrándome en el bosque y llegue aquí después de caerme por un barranco- respondió con facilidad y sin mucha explicación mientras sostenía a sus ratones - tenía miedo de que llegara a odiarme o verme como una traicionera por no contarle, lo admiro mucho de verdad am- Cedric- apenada se sentó junto a él.
-Después de tanto tiempo pudiste irte- observo sin mirarle directamente- estas conmigo hace ya casi cinco años- le miro con algo de seriedad.
-Pase tanto tiempo siendo un cuervo que me acostumbre a ser su ayudante, me hacía feliz, además encontré a quien mi maestro esperaba a quien debía de encontrar, la leyenda, el elegido, el rey de los hechiceros- con la cabeza en las rodillas lo miro sencilla, sin nada que ocultar.
-¿Yo?- pregunto con algo de gracia- eso es imposible-
-Difiero de eso señor, lo he visto hacer hechizos tan maravillosos y la naturalidad con los que lo logra que es imposible no verlo como eso, además, se que posee los sellos de Merlín- tomo suavemente la mano de Cedric y le retiro su guante sin dedos dejando ver una marca en su piel, casi como un tatuaje encima del dorsal de su mano.
-Son solo de esos símbolos con los que nacen o obtienen algunos hechiceros, son parecidos a las runas, no tienen nada de especial- se excuso rápido para quitarle su guante e intentar ponérselo de nuevo.
-Usted sabe que no es así, ¿Cuándo admitirá que es un gran hechicero realmente?-
Cedric se quedó callado, siempre alardeaba sobre quien era, pero a la hora de la verdad, tantos años en los que lo consideraron prácticamente nada habían dañado su pobre autoestima, ahora que todos realmente lo adulaban y habían personas que genuinamente pensaban que era grandioso dolía... dolía no poder sentirse de la forma en la que siempre quiso, esas marcas en su piel, solo le recordaban lo tonto que era, jamás se las enseño a su padre, por miedo a ser de nuevo maltratado por sus grandes expectativas y no llegar a ser alguien, así que con el tiempo se convenció de que no eran nada especial... él no era especial.
De pronto conoció a Sofía, una niña que irradiaba luz por si misma y que con su carisma y buen corazón lo cambiaron por completo, ahora que ya era una adulta seguía siendo esa hermosa persona, una persona que quería junto a él por el resto de su vida, sonaba egoísta pero era lo que él quería, a veces deseaba el haberla conocido cuando era mas joven, que hubieran tenido la misma edad o ser contemporáneos, seguramente su infancia hubiera sido muy distinta, mas feliz, solo porque ella hubiera estado allí, con esa linda sonrisa y esos rulos castaños brincando con cada paso que daba, su el de infante seguramente a los dos minutos de conocerla se hubiera enamorado de ella de inmediato, pero en cambio a el, le toco enamorarse de la versión adulta, jamás hubiera visto de otra forma a aquella niña que se autodenomino su amiga, porque para él era eso, una niña, pero al crecer vio en la hermosa jovencita que se iba haciendo y el como ella se iba acercando a él cada vez mas lo dejo muy vulnerable, el que ella realmente se interesara en él era una gran sorpresa, apenas caía en cuenta cuanto la echaba de menos en esos momentos.
-Señor... ¿recuerda que le dije que tenía un maestro?- llamó su atención la azabache- la razón por la cual el me envió a buscar a los mejores magos e hechiceros del mundo fue para crear a la hermandad de la chispa, una hermandad de hechiceros que estuvieran a favor de la justicia y la bondad, de proteger al mundo y ser mas que un simple miembro de la corte real o alguien que venda pócimas en un local cualquiera, era el sueño de mi maestro, y poco a poco lo fuimos logrando juntos, y los nuevos reclutas a su vez traían mas y mas miembros, somos una organización que creció mucho en poco tiempo, por eso me preparó para encontrar a nuestro rey, nuestro líder supremo, era mi última misión como Winix la cuervo y por fin puedo decir que es usted y no solo eso, deseo que sea usted, por favor amo Cedric, dígame que vendrá conmigo cuando salgamos de aquí, lo volveremos el hechicero mas poderoso sobre la tierra, incluso mas que el propio Merlín, será el rey que siempre quiso ser-le tomo de ambas manos suplicante mirándolo.
-Yo... ¡No puedo!- se giro bruscamente y soltándole las manos y levantándose algo molesto- no puedo irme, no puedo dejar a Sofía así como así, mucho menos cuando tiene que afrontar su compromiso y una posible guerra, no soy capaz de dejarla sola....-
-Señor si somos realistas no haría nada quedándose o yéndose, aún no tiene el poder para poder hacer algo, pero si se une a nosotros podremos darle el poder que necesita, entrenarlo y hacer de usted la persona que merece la princesa Sofía- se levanto y se acerco un poco para tomarle el hombro.
Cedric se giró para mirarla seriamente, ¿realmente podría ser eso una realidad? ¿El un rey
? y no cualquiera, el rey de los hechiceros y magos, un título que nunca podría darse por si mismo, quería ser alguien que pudiera merecer a su linda doncella, darle esa vida que se merecía, poder hacerla feliz con solo él y lo que pudiera ofrecerle... pero simplemente no podía irse, ¿Cuánto tiempo sería? ¿Podría impedir y anular el compromiso siendo un rey? ¿Qué pensaría Sofía? ¿Había algo que podría hacer para hacerle entender que volvería? Cedric pensó eso detenidamente, necesitaba de algo así, una promesa que fuera lo bastante fuerte y permanente como para no romperla y que ella supiera que el estaría ahí a pesar de no estar presente.
-Esta bien - Se giro de forma seria hacia Winix- pero primero necesito pedirle a Sofía que se case conmigo- sonrió victorioso y con gran valentía mientras Winix celebraba alegremente dando saltos.
Las cosas se están poniendo bastante tensas, y era momento de hacer una promesa para siempre.
¡HOLA! DIOS ESTOY TAN EMOCIONADA DE HABER LLEGADO POR FIN HASTA AQUI!!!
no podía esperar la verdad, iba hacer el capítulo mas largo pero, es mejor dejarlos con el suspenso 😈
¿Quién se esperaba que Winix fuera humana?
¿Cedric le pedirá matrimonio a Sofía?
¿Que planean nuestra familia de villanos?
¿Que son los sellos de Merlín y que es exactamente ser el rey de los hechiceros?
¿Cedric rey?
¿Que pasó con Sofía, Josep y Nym?
Rolland y Miranda abuelos.
Todo esto y mas en el próximo capitulo. Los quiero mucho gracias por todo su apoyo y toda la espera que me dan, en serio el tener esta historia y tener que dárselas a ustedes son una de mis mas grandes motivaciones en el mundo entero.
Estuve bastante ocupada por mi escuela, tuve ciertos problemas personales que no me dejaron en paz y mas el estrés de tener que ir a estudiar y ver a las personas que me lastimaron duele mucho, pero el escribir me despejo y me alegraba durante ratos, que aunque cortos, me hacían muy feliz, espero de todo corazón que se encuentren de maravilla y un pequeño consejo, no le den tanta trascendencia a las personas que los rodean, la mayoría siempre decepcionan, den lo que les dan los demás, todo el amor que dieron y desperdiciaron se les devolverá, no es justo que tan lindos sentimientos se tiren por personas que no valen la pena y solo te quieren ver caer y ser inferior, sean felices sin depender de otras personas sin importancia, porque los únicos que deben de importar eres tu y solo tu, siempre ponte a ti mismo ante los demás, no importa si es egoísta, siempre debes ser una prioridad, los quiero ✨💖
ya saben, voten, comenten y sigan leyendo, se despide Sunflower.
Pista del próximo capítulo: Evonix Twin/ amor prohibido
palabras: 6573 (aprécienlo ಥ_ಥ)
fecha: 03/05/23
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