capitulo 27:"Algo Nuevo Esta Pasando"(T2)


[segunda temporada]

{POV: Autora}

La mañana siguiente transcurrió de una manera algo pesada, al menos para Amber quien se encontraba pensativa y evitando un poco a su hermana, cosa que hizo que quienes lo notaron se extrañarán.

Esa misma mañana habían terminado la vía de regreso al reino de Enchanthia, lo cual les facilito el tomar un barco de regreso.

Sofía seguía en los asientos de atrás mientras conversaba animadamente con Cedric mirando a través de la ventana.

Entre ellos se encontraba la pequeña Freddy quien estaba muy feliz comiendo un pequeño muffin como parte del desayuno que les habían dado a todos.

Amber estaba con su abuela conversando pero algunas veces miraba hacia atrás para mirar a su hermana mientras sostenía a su pequeña prima para que pudiera mirar hacia afuera en la parte donde se encontraban bajo el agua.

Miro a su padre quien estaba algo tenso por alguna razón, el volver al castillo le generaba esa sensación Como si no quisiera enfrentarse a algo que ocurriría cuando volvieran.

Ahora estaría feliz planeando las cosas para su matrimonio, y como comentaba su abuela hablando de las distintas bodas de la familia, entre ellas la propia suya, la de su tía(que de milagro no se arruinó por la criatura de esa vez) la de su verdadera madre y la de su madre adoptiva.

Se sentía rara cuando le hablaban de su mamá, todos en el castillo después de la tragedia decidieron que lo mejor era no torturar la mente de los príncipes contándoles sobre su madre, seguro se sentirían culpables.

Cuando preguntaban los ancianos que pensaba de su madre respondía que adoraba con su corazón lo excelente persona y figura materna que era Miranda y que no podría haber pedido mejor mamá para ella y James.

Pero al ver la expresión de los ancianos o de algún gran conde que conoció a su mamá, simplemente decían un "oh..." Y dejaban hasta ahí el asunto incómodo.

Algunos no estaban de acuerdo con que Roland se hubiera vuelto a casar con una...simple zapatera.

Inclusive algunos en el reino su primer matrimonio arreglado fue un error, el que desposara por un absurdo favor a una joven que sin riquezas ni tierras y un título sin peso en ese entonces no le aportaría nada al reino y ni siquiera sería por amor el matrimonio, pero ella los callo a todos demostrando ser una muy buena reina.

Muchos afirmaron después de la tragedia que Elea hubiera sido una muy buena madre por lo mucho que se emocionó y celebro cuando se enteró que por fin estaba embarazada y cuando se dio cuenta días después del parto que eran dos.

Los regalos no se hicieron esperar y la celebración, fue realmente una pena lo que sucedió después.

Amber estaba consciente de todo, cuando creció y se centro en saber más del pasado del reino como deber de ser la siguiente al mando se enteró por todo eso, fue un golpe algo duro saber que ni recordaba el nombre de la que debió ser quien la criará a ella y su hermano.

En el fondo quizás le hubiera gustado conocerla, sus gustos o su voz, sabía lo mucho que le dolía su falta a su padre, el mero hecho de que nadie hablara sobre ella o algún retrato no existiera era más que prueba suficiente, la mirada que a veces él le daba era como si reviviera el pasado y lo relacionaba con lo mucho que le decían que se parecía a ella.

Divagaba demasiado en sus pensamientos, en lo que menos quería pensar ahora era en el como tendría que hablar con Sofía, pero planeaba algo de ante mano.

En cambio James se había sentado solo en los asientos al frente de los de Sofía y Cedric, mirando como compartían el tiempo.

A veces el tren se movía algo brusco por lo que Cedric ayudaba a Sofía a sostener a la pequeña Frederica, y ella solo le sonreía de vuelta mientras que la callada pero inquieta niña daba pequeños saltos en las piernas de Sofía mirando a la ventana.

A la pequeña le agradó mucho Cedric desde la última vez que lo vio y conoció.

El tiempo pasaba tranquilo sin mucho alboroto, salieron muy temprano y era un largo recorrido, pero al menos la nueva innovación de la máquina a vapor era realmente algo nuevo y bueno para todos los reinos.

Algunos se estaban durmiendo y entre ellos la pequeña castaña claro, que bostezaba mientras se apoyaba en el hombro de Sofía y dibujaba algo en una libreta, estaba dibujando se a los tres, estaba casi terminando y el único que miraba que estaba haciendo era Cedric ya que Sofía se había quedado dormida, al igual que James quien estaba roncando.

El lápiz se deslizó sobre la hoja dejando un línea fuera del dibujo cuando la pequeña cabeceo hacía adelante y se estaba cayendo dejando caer también la libreta en el proceso.

Cedric al instante la tomo de los hombros y la apoyo en Sofía, se quitó su bata y se las puso encima para arroparlas mientras él tomaba la libreta, mirando detenidamente el dibujo casi terminado miro el de Sofía y recordó el retrato enorme que había de ella en una de las paredes del castillo.

Le gustaría volver a viajar de esa manera con ella.

Acariciando un poco la hoja por eso, se vio interrumpido ante una voz.

-¿Cedric?- era Amber quien al ver que todos estaban dormidos se levantó y camino hasta donde esté estaba, necesitaba respuestas y Sofía no podría dárselas o al menos ella no tendría aún el valor para preguntarle

Por lo que optó por el otro lado de la situación.

Así que aprovecho que Morfeo arrullara a todos en el tren, y si tendría que despertar a Cedric lo haría, aunque no sabía dónde estaba metido Baileywick, no tenía idea de dónde podría estar el mayordomo pero no le importaba.

-¿Necesita algo princesa Amber?- pregunto curioso mirándola con la misma expresión con la que miraba a todos una algo desinteresada pero dispuesto, dejando de lado también la libreta.

Ella tenía las manos cruzadas a la altura de su pecho mirándolo algo seria.

-Necesito hablar contigo sobre algo, es importante- y sin esperar respuesta tomo el hechicero de su brazo y cambiaron de vagón, estaba vacío para su suerte.

Él estaba algo confundido, pero de todas maneras no dijo nada esperando la respuesta que tuviera la princesa Amber al respecto.

- ¿Y bien princesa Amber? ¿Necesita algo de mi magia o?-

-Necesitamos hablar de Sofía.

Esa simple oración hizo que la actitud distante y respetuosa de Cedric se fuera para dejarlo paralizado mirándola fijamente, la mirada de ella estaba sería cosa que le indicaba que estaba enojada, conocía esa expresión demasiado bien.

Siempre se la daba cuando en sus primeros cumpleaños el truco de magia que Roland había pedido para los mellizos fallaba y James corría detrás de lo que fuera que realmente resultó y ella lo miraba mal y con sus pequeños brazos cruzados, a pesar de apenas haberse convertido en el reemplazo de su padre, así, después de unos tres más de la misma manera optaron por que animará otra persona las fiestas de los príncipes, y por ende desde hacía un tiempo evitaba estar en las celebraciones de ese calibre incluso algunos de Sofía, o al menos el último al que no asistió fue cuando casi todo se echo a perder, pero aún así ella lo disfruto mucho.

-Y-yo... V-vera princesa- titubeó nervioso intentando explicarse pero ella lo interrumpió.

-No necesito escuchar tus excusas Cedric, ya lo sé todo- dijo aún con brazos cruzados mirando a otro lado con aires ofendida, como si hubieran hecho la mejor fiesta del te del mundo y ella no hubiera sido invitada.

- Oh por las barbas de Merlín - se escuchó decir a Cedric con derrota bajando los brazos y la cabeza.

-¿Por qué Sofía no me lo dijo? Ahg, mejor dicho ¿Desde cuándo?- pregunto aún mirándolo frío.

A decir verdad era muy diferente a la reacción del otro hermano, a pesar de ser mellizos en actitud no se parecían

-Desde...¿ayer?-menciono algo nervioso y confundido.

Una cosa era James quien, en algunas cosas era demasiado discreto ya que toda la familia sabía que estaba en su diversión e ideas divertidas y lo serio lo dejaba de lado, otra cosa era Amber quien conocía la cierta maña de desenvolverse de los problemas o lo que le molestaba apuntando a los demás, aunque Sofía le dijo hacía un tiempo que ella había cambiado eso.

Así que no sabría que esperarse de ella ahora, y eso lo tenía demasiado asustado

-Ya veo... Así que lo que escuche fue cierto- suspiro cansada- Por favor N-no le digas a Sofía que ya lo sé, Quiero que ella misma sea la que me lo cuente...espero y lo haga- se veía cansada y ahora que la miraba bien se veía como si hubiera llorado el día anterior.

-Se lo puedo asegurar princesa Amber, si es lo que usted quiere.

-pero dime Cedric... ¿Cómo fue que James y Mitny lo sabían? ¿Tu se los contaste?- pregunto ahora su cara parecía triste.

-La verdad...ni yo mismo lo sé, solo aparecieron con la idea de querer "ayudarme" simplemente poniéndonos  en situaciones que pudiéramos compartir los dos.

-Ya veo...ja... Creo que deberías sentirte afortunado, Sofía es...alguien maravillosa, ella realmente vale la pena, así que te pido que la cuides mucho y espero que seas capaz de querer la como ella me imagino que te quiere a ti, así que Cedric el grande, te confío una de las cosas más importantes en mi vida, y como futura monarca...les doy mi apoyo para que tú y Sofía sean felices, ten por seguro que "ayudaré" en lo que sea necesario- menciono por fin sonriendo con nostalgia, debía ser algo que se tenía que celebrar en grande, pero por lo visto ellos querían ocultarlo de momento, entonces ella también los ayudaría en eso, de todas maneras ya estaba acostumbrada a encubrir a Sofía

Le extendió la mano como si de un pacto se tratase, Cedric miro su mano y la estrecho con algo de inseguridad, de pronto fue jalado un poco cerca de la cara de ella.

-Si ella llega a sufrir por ti, ten por seguro que pondré cartas en el asunto "cuñado" -dijo resaltando la última palabra volviendo lo a mirar con seriedad, solo Cedric asintió, no se sentía cómodo hablando con alguien como Amber quien su relación no era tan cercana- Así que bienvenido a la familia, nos vemos luego- lo soltó para encaminarse a su asiento no sin antes dirigirse a un pequeño carrito con comida y tomar una galleta.

Cedric se acomodo su chaleco y cabello para volver a dirigirse a su asiento pero se desvío al notar un pequeño anillo en uno de los asientos vacíos del vagón.

Al tomarlo y ver la inscripción dentro se encontró con un idioma que no reconocía, optó por dejarlo ahí.

Lo que ninguno de los dos sabía era que alguien los había escuchado, que cuando sintió que alguien entraba en el vagón, dejó caer lo que tenía en manos y se oculto detrás de unos asientos, y escucho la conversación de los dos.

Cuando se fueron el mayordomo estaba pensativo, así que eso era una novedad entre los príncipes, sus ojos no se veía simplemente el brillo del reflejo de sus lentes mientras pensaba "eso le traerá problemas a Roland"

Cuando Cedric llegó al asiento vio a Sofía quien tenía una mirada perdida abrazando a Freddy y a su bata, sus ojos estaban empapados y parecía confundida y aterrada.

Al verla así Cedric se acercó rápido y sin importar si alguien estuviera despierto, tomo su rostro he hizo que lo mirara.

-¿Estás bien Sofía? ¿Paso algo?- miraba preocupado

-¿C-cedric? ¿Ah?- miro a su alrededor volviendo en si, intento limpiarse sus lágrimas con la mano en la que sostenía la bata- S-si solo fue una pesadilla.

Últimamente pesadillas sin contexto o explicación aparecían para aterrar sus horas de sueño pero eso no le importaba mucho lo atribuía al estrés que tenía que cargar diario respecto a su trabajo, al menos agradecía que las islas estuvieran tranquilas y el Eternireino también.

Eso le recordó a su amuleto...y que por mero capricho personal lo había ignorado y dejado pasar.

¿Aún estaría a tiempo? Tendría que encargarse de eso más tarde....

Al llegar por fin al castillo, después de un largo viaje, se despidieron pero no sin antes decir que vendrían para ayudar a la recién comprometida a preparar su boda.

Pero al llegar a la sala del trono, Cedric estaba por dirigirse a su torre y todo el mundo a dispersarse.

Cuando un trabajador del castillo se acercó lo suficientemente rápido a Roland con un pergamino doblado y una cara de suma preocupación.

-¡¡Su majestad!!- se veía sudoroso - !!!volvió a suceder en su ausencia, las personas del pueblo siguen aterradas y piden su presencia!!!

-¡¿Que?! - dijo Roland apurando el paso y tomando el pergamino- ¡No puede ser!

-¿Que ocurre cariño?- pregunto Miranda.

-¿Pueblo?- pregunto James confundido.

-¿Aterrados?- pregunto Amber preocupada.

Todos estaban algo conmocionados.

Sofía se quedó callada, y Cedric miro su dirección si sabía a qué se estaba refiriendo.

-El comisario Miles está por llegar en unas hora mas señor- decía nervioso mirando a su costado.

Su amuleto en ese instante brillo de color azul, así que lo relaciono rápido con la biblioteca

Sin importarle más Sofía salió corriendo alarmando a todos, corría como sus piernas se lo permitían levantando su vestido, al llegar a su habitación rápidamente escucho pasos apurados detrás de ella, pero no le importo, volviéndose pequeña se abrió el paso en el pasillo con el cual llegaba a la biblioteca.

Al estar entre los pasillos ocultos se encaminó rápido convirtiéndose en sirena, el pequeño bote tardaba un poco al dar el recorrido.

Llegó rápido y en cuanto estaba allí un libro de color verde salió volando de uno de los estantes y se metió en lo que parecía ser un portal.

Y así el narrador comenzó a narrar le una nueva historia que tendría que resolver.

En el pequeño y acogedor pueblo de Winghorse, se haya el bosque prohibido, nadie entre ni nadie sale, es lo que se menciona entre los pueblerinos de la ciudad costera, se cuenta la leyenda de un sagrado árbol en el centro del bosque al que todos respetan, pero las ramas del árbol central empezaron a llevarse a las jóvenes del pueblo por como las criaturas comunicaron "pago de cuentas"

El rey lleno de quejas envío a sus mejores hombres al trabajo pero estos tampoco regresaron, una valiente chica quiere afrontar lo pero no puede sola, además de querer ayudar a su familia rota pero puede que eso le cueste caro y tampoco salga del bosque.

Entendiendo cuál era el problema se martillo mentalmente por no haber llegado antes, seguramente ya se habían llevado a alguien más.

Tomando aire volvió al salón donde sorpresivamente el comisionado ya estaba en la sala del trono con una extraña esfera entre manos y la estaban esperando a ella.

-¿Sofia por qué te fuiste así?- pregunto Roland preocupado.

-Esto tiene que ver con el pueblo Winghorse ¿no es así? Me ofrezco para ir ayudar- dijo decidida haciendo que todos los presentes digiera un ¿¡Que!?

-¿Cómo?- pregunto Roland pero fue interrumpido

-Me encomendaron la misión de solucionar lo que sea que está ocurriendo-

-¿Que? ¿Quien? Sofía no voy a permitir que vayas para allá las cosas se están complicando y es muy peligroso.

-¿Qué está ocurriendo papi?- pregunto Amber algo preocupada

- Papá esto de verdad es importante y tengo que ir es mi debe-

-No Sofía ya te dije que no y no lo discutiré contigo- alzó su voz con total seriedad haciendo que el ambiente se pusiera demasiado tenso - Así que ahora te voy a pedir que te quedes en el castillo y en tu habitación.

-Pe-pero-

-Es una orden-

Poniendo sus manos en su espalda le dio una mirada al mayordomo a cargo y este se acercó a Sofía con la intención de escoltarla a su habitación.

Sofía solo miraba anonadada a su padre y con notoria decepción.

Se quedó callada, no tenía más que decir, y la actitud de Roland asustó a todos los presentes al ser una faceta que antes no habían visto en él.

Siempre que se molestaba por algo simplemente daba un regaño tranquilo y sin recurrir a alzar la voz o demostrar el cuánto lo afectaba, pero esta vez era diferente seguro no podía ya con todo lo que tenía que estar lidiando y no quería más.

Se sentó en su trono en silencio y nadie quiso cuestionar nada, pero si sabían que totalmente les desagrado.

Todo el mundo se fue a hacer ya sea o sus deberes o simplemente a sus habitaciones.

Cedric conocía a Sofía y sabía que nada la detendría con sus objetivos, ya lo había intentado en el viaje a Estela, dónde por más que se lo pidiera salió corriendo a la primera oportunidad.

Pero una cosa era él y otra su propio padre, que aunque cuando sucedió la situación con Vor ella lo "desobedeció" pero realmente lo convenció de que cambiará de idea.

Se sentía mal por ella, planeaba darle una pequeña visita más tarde para hablar le.

***

Con total molestia se dirigió a su habitación ahora vacía.

Estaba preocupada por lo que sabía y que su padre se comportará así con ella no le dejo un buen sabor de boca.

Al llegar a su cuarto entro en silencio seguida también en silencio por Baileywick.

-Princesa...yo- intento hablar pero las palabras no le salían de la boca, quería mucho a Sofía pero las decisiones de Roland estaban por delante y se sentía mal por ello.

La contraria solo se volteo con una expresión de impotencia y triste.

Él se le acercó de imprevisto y le dio un abrazo, lo cual sorprendió mucho a la castaña, no recordaba que él fuera de ese tipo de tratos con ella.

Él la abrazo con fuerza, como si fuera una disculpa a algo que ella no sabía, y se quedó quieta, solo se separó sin decir nada y salió de su cuarto.

Ella tampoco le pidió explicación y lo dejo así.

Se sentó en su cama y suspiro con pesadez no necesitaba nada de esto ahora.

Tenía muchas cosas en mente que procesar, su ahora relación con Cedric, y sus problemas con su trabajo.

Tal vez necesitaba un descanso de todo.

Podríamos decir que estaba castigada, ¿tendría que pasar tiempo con Amber?, Ella estaba pasando por algo importante y conociendo la sabía que quería que estuviera ahí con ella para apoyarla.

No tenía el porque de abrumar la con más cosas que no le correspondía...

Se recostó mirando el techo, y sin pensar nada se paró para su tocador con espejo y sacando de una de sus cajones una libreta, y sentándose empezó a escribir algo en ella.

***

Aquel trabajo que tanto quería y tenía tan orgulloso de si mismo por él.

Ahora se encontraba en uno de los pasillos que ya había recorrido tanto en todos esos años, pensativo.

En sus manos llevaba el anillo que le encomendaron cuidar pero se sentía enfermo de tener que llevarlo en sus manos.

Aquella gema brillaba mucho, pero más brillaba su sentimiento de culpa que apretaba en sus adentros.

¿No eran los únicos que estaban ocultando cosas, eh? Se decía a si mismo.

Recordaba cuando al joven Roland le habían dicho que tenía que casarse después del viaje que realizó su hermana mayor por aventuras.

Realmente fue una manera de escaparse de sus responsabilidades, y dejarla sin la oportunidad de despedirse del primer Roland, no podía con la culpa de verlo a los ojos y saber que le había fallado, era algo con lo que toda la familia sabía que cargaba.

Roland se enojo alegando que él ya quería a alguien, pero su padre se lo imploro en esos últimos momentos a lo que no pudo negarse y olvidándose de lo que fuera a quien tuviera en mente conoció a Elea.

La joven era callada al principio y bastante apagada en cuanto llego al castillo, y a quien más apegada era, era a él.

Siempre estaba dispuesto en ayudarla en lo que necesitara, siempre dispuesto a escucharla, la verdad Roland al principio la evitaba un poco, pero después de algunas platicas lo hizo ver qué no era fácil para ella tampoco, ya que había perdido a su familia hace poco.

Guardándose el anillo en un pañuelo y luego en su bolsillo, seguía caminando sin un rumbo fijo, se cuestionaba si debía de hacerle saber a Roland la nueva información que sabía y tenía en cuenta que eso complicaría mucho las cosas que su rey estaba planeando aunque fuera en contra de su propia autoridad como monarca.

Suspiro en silencio preocupado, y pensó en Cedric, ¿Quién lo diría?

Aún recordaba ese día y en como el pequeño se había alejado de todos, tomando una actitud amargada y nerviosa, pero sobre todo egoísta.

Cómo era que alguien como Sofía, una chica sonriente, alegre y tan especial podría a verse enamorado de alguien como él.

Quizás para Cedric ella también significaba mucho.

No lo conocía mucho ya que no eran muy cercanos, pero si algo tuvo que hacer para que alguien como ella se fijara en él, tendría que respetarlo.

Y por esa misma razón estaba ahora yéndose más por la opción de no decirle nada al rey.

Se dirigió a la sala del trono en dónde estaba el rey hablando con el comisionado Miles que sorpresivamente había llegado antes de lo pensado por un objeto mágico.

En silencio se paró a su costado, estaban hablando de ese problema, del pueblo que el monarca quería olvidar de su existencia, a pesar de que es una de las entradas de las cosas de comercio y más desarrollados del reino.

Temía que los demonios del pasado lo alcanzarán, y si Sofía necesitaba ir allá, él sabía que Roland tenía en cuenta de que no sería capaz de detenerla si ese fuera el caso.

De una u otra forma, quería disculparse y al abrazarla era una manera de hacerlo, capaz y el rumor se haya extendido a reinos externos a lo que ahora se afrontaban y seguro todos pensaban en lo mismo.

"Ella no se lo merecía"

Tarde que temprano ella se daría cuenta, y esperaba de que se lo tomara de la mejor forma.

Se dio cuenta de una mancha una especie de lunar en su cuello que no le tomo importancia, ya que se desvaneció en cuanto la vio.

Le pareció raro pero tenía otras cosas en dónde tener la mente puesta.

El pasado puede ser tan doloroso y algunos no deseaban mirar atrás, pero siempre habrán momentos en los que el pasado te encuentre y puede que te ataque o sea una gran sorpresa, todo depende de las personas de tu pasado o tus decisiones, o las decisiones de alguien más, y puede que a todos los este alcanzando de alguna manera que puede ser muy sorpresiva

***

Tenía la mente puesta en su prometida, aquella chica azabache con la que bailo hace un par de meses, ya hace mucho que sucedió.

No lo hizo notar pero ella le había llamado la atención de como demostró ser de tan valeroso corazón.

(Nota autora: la verdad no toque mucho a esta pareja pero quería y aún quiero darles su vista ya que no se los había dado y siento que se lo merecen)

Y en cuanto sus visitas se Volvieron algo frecuente se acercó a ella dispuesto a hablarle.

Lo que más caracterizaba a un caballero era su valentía, y después de un par de carreras de obstáculos en los que fue vencido quedó impresionado.

Y sin esperar mucho no podía sacarse de la cabeza la sonrisa cansada que le daba al finalizar esas carreras y el brillo de sus curiosos ojos.

Le encantaba reírse de cualquier tontería con ella, tenía su mismo humor y era muy atenta con él cuando no se encontraba con su hermana.

Y así comenzaron a verse ambos de una manera especial, él se sentía como si hubiera Sido algo tipo del destino y quería ponerse serio al fin con algo.

Y que ella fuera su novia a escondidas no era algo tan serio al nivel de la realeza pero quería tomar esa responsabilidad, de tener una esposa era otra.

El estar así de alejados de mientras tampoco ayudaba pero era temporal

Se sentía tan enamorado que no le importo la amenaza de muerte que ella le había dado, pero ante la desesperación del padre de la chica no le importo.

La actitud extraña que había tomado ella últimamente le intentaba decir algo como si le ocultara algo importante, pero ella le decía que se centrará en su hermana y en ayudarla con sus planes alocados.

A tres meses de coronarse, no se veía a el como un rey como hace varios años atrás, pero estaba dispuesto a cualquier cosa por ella.

No sabía cómo ayudar a Sofía con el problema con su papá, nadie le cuestiono como era que funcionaba su trabajo, pero ella siempre lo cumplía, quizás podría hablar con alguien... Seguro ella sabría que hacer.

Tenía que hablar también con Amber, no le gustaba ocultar le cosas y se imaginaba que no le sería fácil a Sofía conociendo a Amber.

Pero no tomo en cuenta que ahora su hermana estaba frente a él con una mirada que mataría a cualquiera, estaba muy, muy enojada.

Está se acercó a paso rápido a él con esa expresión y como con el hechicero se lo llevó del brazo sin decir palabra.

***

Se metió en su taller sin pensar mucho en cualquier cosa

Solo tenía a su Sofía en la mente, realmente quería ir a verla, y darle ánimos, hablar de cualquier cosa o preguntarle sobre su mal sueño, se veía cansada.

El intervalo de tiempo que hubo entre las dos fiestas le hizo ver una cara de Roland que jamás pensó ver en él, sabía que era serio y que tomaba decisiones con la cabeza fría, pero eso parecía totalmente lo contrario.

Intento disimular, si alguien notaba algún cambio en su actitud llegarían las preguntas y con ello dolorosas respuestas, respuestas que lo carcomía ahora, su mayor preocupación se había ido para darle paso a una aún más grande y que podría causarle pesadillas que le quebraría el corazón en segundos.

Esa idea ... Esa maldita idea, ahora entendía lo que le quiso decir Roland el día anterior con lo de cuidarla... Se le revolvía el estómago de pensar que le estaba pidiendo su silencio de una manera sutil, por más que él lo callara eso no evitaría que la verdad la tendrá que saber la de ojos azules.

Suspiro cansado, ahora tendría que idear alguna idea con eso, sabía lo que sacrificaba y los contras de ir en contra de una verdad tan cruel que envenenaba su alma de a poco.

Pero sabía también que Sofía no sería feliz con la decisión que tomo su propio padre, no quería verla llorando en un día que se supondría que debería ser feliz para ella, imaginar la vestida de esa forma para otra persona ,no... Eso no debería ser así...¡JAMÁS!

Quería golpearlo en la cara, a pesar de que ahora fuera su suegro y ni él mismo lo sabía, Que curioso...que su amigo de infancia, quien compartía la misma presión de crecer bajo una sombra de quienes eran sus padres ahora era la misma persona a la que tendría que llamar de esa manera.

No lo planeo, nadie realmente, solo las cosas se dieron por si solas, así es en el amor no puedes planear nada ni darle tiempos ella solo llega cuando menos te los esperas.

Curioso y raro, fue que a su mente llegará el recuerdo de aquella mujer, rubia, ojos castaños, sus pestañas era inclusive del color del sol.

Se sentía tan humillado y centrado en sus estudios que jamás se dio en la tarea de conocerla, solo sabía que pasaba mucho tiempo con ese molesto mayordomo o al menos eso era lo que quería recordar de ella.

La anterior reina tampoco hubiera Sido que lo buscará mucho, apenas y recordaba como fue su embarazo y cuando se enfermo, cuando ella murió el cargo paso a él.

Solo recordaba a lo que a su parecer era su molesta risa de alguien de la realeza que quizás también lo subestimaba sin siquiera conocerlo.

Pero recordó la primera vez y única que la vio tan...humana por así decirlo.

Se encontraba escondida sola en un rincón cerca de la que era la torre de su padre, estaba llevando recipientes recién llegados como una de sus tareas, ella recién había llegado.

La vio escondida entre sus rodillas mientras lloraba desconsolada, solo le dio un vistazo y siguió de vista gorda, después de mirarla un par de segundos y cuestionarse si debía hacer algo.

Obligada a casarse... ¿Eso era la que la tenía así aquella vez o era el hecho de haber Sido arrebatada de su familia por problemas políticos?

No soportaría verla a ella llorando de dicha manera y que alguien más la pasé de largo solo por qué no es su asunto el llanto de "una niña caprichosa".

Se sintió algo culpable, pero intento borrarlo de su mente.

Y prefirió sentarse en la dulce sonrisa de su amada, no se dejaría amargar su alegría, e inconscientemente, comenzó a tararear la canción que bailaron juntos el día anterior mientras organizaba algo y tan distraído estaba que ni se dio cuenta de dos cosas.

Una, lo estaba haciendo mal, y dos que estaba siendo observado por su padre desde el cuadro

Digamos que Woodin a pesar de todo conocía bien a Cedric, y sabía que algo le había pasado.

Y sabía por quien estaba sonriendo de dicha manera, quería regañarlo pero verlo así de feliz, hace mucho que no lo veía tan contento y se culpaba por las actitudes que asumió con su hijo más pequeño en el pasado.

Sabia que la princesa era alguien que realmente podría cuidarlo y darle un cariño tan especial sin importar que, y no podía desear nadie más perfecto para querer a su hijo.

Su querida esposa ya estaba fantaseando con todo, incluso sin que se les confirmara algo ya planeaba invitar a la joven a pasar una tarde en padro mago e intentar que las cosas entre ambos "avanzarán" (lo que no sabían...ya habían avanzado demasiado)

Suspiro y se separó del cuadro y se dirigió a la cocina donde su esposa estaba cocinando algo incluido con su magia, y le sonrió feliz.

***

Paso un día desde el castigo de Sofía, y Roland para poder vigilar la mando a guardias al pie de su puerta y escoltas a dónde fuera a pesar de estar dentro del castillo.

No había podido ver a Cedric durante el resto del día, y ella seguía totalmente aburrida en su cama, y claramente preocupada.

Fue cuando Amber entro azotando puertas ignorando a los guardias que por más que intentaron no pudieron detenerla.

Se veía tan confiada.

Y claro, había charlado toda la tarde anterior con su hermano mellizo, se enteró de cosas, se enojo, se alegro y volvió su confianza en ella.

Se disculpo por insultar la marca de James, y lo felicito.

Hace mucho que no hablaban entre los dos.

Tenía de nuevo la confianza para hablar con Sofía, inclusive de preguntarle para que se diera el tema y demostrar lo que tan buena hermana podría ser.

-¡Sofia! ¿Cómo has estado? Te extrañamos mucho en la cena y el desayuno, papá si que está raro- menciono mirándola y tomándole las manos.

-¡¿A-AMBER?!- pregunto con evidente asombró- ¿Qué haces aquí?

-¿No puedo visitar a mi querida hermanita? Obvio que me preocupo por ti Sofía, ven vamos tengo una sorpresa para ti- dijo arrastrándola fuera del cuarto.

Cuando empezaron a movilizarse, los guardias la miraron preocupados y sorprendidos, iban a decirle algo cuando la rubia se volteo y los miro mal y amenazadoramente.

Estos entendieron el mensaje y decidieron seguirlas pero a una distancia considerable.

Entraron a un cuarto y Amber le había tapado la cara a Sofía con sus manos.

-No mires....¡Taran!- dijo destapando la, dejándola totalmente sorprendida.

Frente a ella estaban sus amigas tanto del pueblo como del castillo.

-¡Sofía!- gritaron todas emocionadas al verla y se acercaron a a abrazarla.

-¿Chicas? ¿Qué hacen aquí?- pregunto muy feliz de poder verlas.

-Bueno, como Amber está por casarse, era obvio que vendríamos a ayudar a planificar- decía una Hildegart con un abanico y una sonrisa amplia en su rostro.

-Bueno realmente quería darte este momento de descanso ya que estarás en el castillo más de lo previsto, pero quería principalmente que la pasarás con ellas al menos por hoy, de todas maneras aún falta mucho.

-¿Qué? ¿Cómo que aún falta mucho?, ¿Sabes lo mucho que tenemos que planear? ¡Se nos irá el tiempo en un dos por tres! - dijo una Hildegart algo...ofendida.

-Mientras nosotras iremos a ver ... Discutiremos el tipo de servilletas que habrán, ya Baileywick nos dejó el catálogo en la mesa que nos espera en el jardín, así que Sofía pasará un rato con Ruby, Jade, Lucinda y Vivian, mientras que Hildy y Clío iremos al jardín.

- Por mi está bien- menciono una joven Clío con uno de sus amados sombreros.

-Esta bien, pero espero que las muestras sean suaves- dijo saliendo de la habitación con la ensombrerada y la rubia.

Las demás se quedaron calladas hasta que las puertas se cerraron y corrieron dónde Sofía para abrazarla con fuerza y suma alegría.

-Sofia, no sabes cuánto te extrañamos- menciono una Jade a la cual casi se le caen sus lentes y con su mismo corte Bob de siempre.

-Si que te perdiste por bastante tiempo princesa- menciono una Lucinda a la cual su cabello llegaba casi a sus rodillas.

-¡Te extrañamos mucho Sofía!- dijo sin importar alzando la voz Ruby quien ya no tenía sus coletas con sus moños, si no un peinado algo diferente.

-¡Sofía!- salto una Crackle entusiasta a la cara de la joven feliz de verla, ya que la dragona no quiso volver al castillo al saber lo de su querido Clover, pero estaba feliz de poder ver a su amiga.

-ups, una disculpa Sofía ,es un gusto verte de nuevo- dijo una Vivian con un cabello completamente largo.

-¡Las extrañe mucho chicas! Me hace muy feliz verlas de nuevo.

-Si, aquí estamos, ¿sabes?, Desde que nos enteramos que la princesa Amber se casaba y nos solicitó en el castillo sabíamos que era para verte... Aunque no entiendo el por qué tantos guardias.

Mención Lucinda mirando a la puerta donde seguramente estaban custodiando.

-Oh eso...¿Y si mejor vamos a mi habitación? - menciono algo incómoda no quería comentar nada de eso.

Todas fueron y precisamente, dos guardias cuidaban el pasillo y viendo que la joven a la que principalmente cuidaban estaban rodeándola y no podían hostigar la, caminaron algo alejados viendo como conversaban entre ellas animadamente.

Entraron a la habitación y todas miraron mal (excepto Sofía) a los guardias que querían entrar con ellas y no simplemente limitarse a quedarse en la puerta.

No querían que la princesa pudiera escabullirse bajo la fachada de una reunión de amigas en las que ellas pudieran cubrirla.

Pero ante las amenazas de las jóvenes no tuvieron otra opción más que seguir con la vigilancia desde afuera.

Al entrar en la habitación cada una se sentó ya sea en en suelo, cama, O en la ventana.

-¿Y como han estado?- pregunto la joven castaña cerrando la puerta de su habitación ya que entró de última.

-Pues, he seguido dándole clases de música mágica a varios chicos en Zumaria.-menciono Vivian sentada en un pequeño sillón mientras abrazaba a su mascota y sonreía tímidamente.

-Yo ahora ayudo en la tienda mágica que tenemos en mi familia, la idea de que Dunwiddie necesitaba una fue excelente

- Soy la capitana del equipo oficial de Deslumbol de los patos, pueda que incluso termine siendo la próxima en dirigir a los Halcones- decía Jade sentada en la cama de la princesa al lado de Ruby

- Soy la maravilla mayor de las pequeñas del pueblo, como mi mamá ¡Ah! Y también estoy organizando La próxima carrera de carricoches de este año - decía Ruby con su siempre e imborrable entusiasmo

-Todo suena fantástico, me alegro mucho de que las cosas están yendo tan de maravilla- menciono feliz mientras se acercaba a otro asiento que tenía.

-¿Y tú Sofía?- menciono la pelinegra curiosa con su armoniosa voz.

-¡Si! ¿Qué hay de ti Sofía?- pregunto Ruby.

-Oh bueno yo..., Pues lo de siempre ya saben, estar de aquí allá ayudando a las personas en el Eternireino - dijo algo cansada con una sonrisa.

Todas concordaron en sonreírle la verdad era que la vida de Sofía no había cambiado mucho desde el último suceso importante donde casi pierde a su reino entero.

-Oigan hablando entre otras cosas..., ¿Ya nos dirás qué te traes con el hijo del herrero Ruby? - menciono con una sonrisa pícara Lucinda mirando y apuntando a la morena, la cual en respuesta abrió los ojos mientras era observada por todas las del cuarto.

-¿Que? ¿Cómo?- pregunto Sofía sorprendida.

-Si, Ruby últimamente se ríe con él, y el otro día los vimos juntos en el bosque tomando flores - menciono una Jade también con una sonrisa burlona mirándola.

-¡N-no no es lo que piensan!- menciono apenada tomando un cojín y cubriéndose la cara- O bueno quizás.

Al mencionar eso tanto Jade, como Lucinda y Sofía hicieron la típica sirena al escuchar sus palabras emocionadas.

-¿Cómo se llama?- pregunto Sofía con una enorme sonrisa

-¡¡Sabia que no fue una ilusión lo que vi ese día en mi escoba!!

-¿Cuando se casan?- pregunto Jade moviendo la del hombro

- pfft JAJAJAJAJAJA- se reía Vivian con total nerviosismo al no saber que estaba ocurriendo.

- Ya chicas por favor....- menciono destapando un poco su cara, en la cual casi no se notaba su sonrojo pero se sabía que estaba más rojo que cualquier vino.

-Bueno, bueno ya paramos- menciono Lucinda con su tono travieso de siempre-

- Respondiendo a Sofía, su nombre es Adam... Y no es como si aún planeamos casarnos, pero solo puedo decirles que lo quiero mucho y él es como un príncipe- se tiró hacia atrás en el colchón ajeno con una sonrisa sincera en su cara.

-Awwww - mencionaron todas ante la ternura de sus palabras.

-¿Y ustedes?- menciono bajando de su nube mirando las ahora contenta.

-¿Nosotras que?- pregunto Jade.

-Que si tienen a alguien especial, ya saben, me hicieron decirlo ahora ustedes lo dicen también.

Aquellas palabras puso nerviosas a algunas de la chicas pero prontamente la cara de todas se volvió una de ilusión recordando a quien quisiera que tuvieran en mente.

-Bueno, pues yo...no tengo a nadie la verdad- menciono una Lucinda totalmente con una actitud relajada y tranquila.

-Au, eso mínimo es mentira- menciono Ruby mirándola aburrida.

-Pues...podríamos decir que...De-Desmond, he pasado últimamente tiempo con él, ya que las semillas de flores musicales que me trae las probamos juntos- menciono una Vivian roja mientras jugaba con sus manos.

-Momento... ¿Desmond? O wow- dijo Sofia impresionada, ¿De cuánto se había perdido?

-Awwww eso es lindo- menciono Lucinda

-A tu Jade, ¿sigues encantada con el hermano de Sofía?- pregunto Ruby riéndose de la cara sería que le dio su amiga de infancia.

-Eso no es gracioso Ruby- menciono Jade quien siempre se ofende fácil- No, ya no me llama la atención el príncipe James, la verdad estoy como Lucinda sin nadie en mente.

-Menos mal, por qué James ya tiene a alguien- menciono Sofía también divertida del puchero que hacía la de lentes.

-Oh, ¿De verdad?- pregunto Vivian.

-Bueno era de esperarse, ¿Y tú Sofía? ¿Tienes a alguien especial?- pregunto Jade, ahora todas la miraban mientras Crackle corría por toda la habitación hasta que se topo debajo de la cama el viejo cojín de Clover y se acostó en el con una evidente tristeza.

-Ehhh yo...- la cara de la joven se volvió roja mirando las con sus azules ojos.

Todas miraban expectantes a una respuesta hasta que la puerta fue tocada y abierta por alguien.

-Sofia, perdón por no venir antes a visitarte querida- era Cedric con una bandeja entre manos con dos tasas, una tetera y un pastel pequeño, se quedó callado al ver a las jóvenes quienes lo miraban, dándole inmediatamente pena y poniéndose de color rojo- Que-querida princesa Sofia, así que pensé en traerle una merienda de parte de Baileywick- menciono nervioso intentando arreglar lo que había dicho pero las chicas lo miraban algunas sorprendidas pero risueñas.

-Es un gusto verte Cedric- dijo Sofia quien se acercó a mirarlo totalmente sonriente y feliz de al fin poder verlo, quería abrazarlo pero ahí estaban sus amigas por lo cual era un problema - Me alegra mucho que hayas venido a verme - seguía con su sonrisa y mirándolo fijamente mientras ella tomaba la bandeja en sus manos y le sonreía con total sinceridad.

Él le devolvió la sonrisa y la miraba de la misma forma, dejo que tomara la bandeja en sus manos e hizo una reverencia.

-Al ver qué faltan tasas y que son más personas de las que Baileywick pensó, iré a decirle que traiga más, nos vemos después princesa- menciono feliz despidiéndose y salió de la habitación, había entrado gracias a la misma mentira de que era algo enviado por el mayordomo, pero se sentía feliz de ver qué no estaba sola y estaba con sus amigas, podría verla después.

Sofía se quedó mirando unos cuantos segundos la puerta ya cerrada y con una sonrisa boba en la cara, disimular si iba a ser difícil.

-oh,oh, ¿Qué fue eso?- menciono una Jade con una sonrisa enorme en su cara.

-¿Algo que nos quieras comentar Sofí?- dijo una Ruby con una mirada sugestiva al ver que se había volteado con una cara que reflejaba "oh... Me descubrieron"

- Sabía que te gustaba la magia, pero no tanto- menciono una Lucinda reída desde su asiento.

-¿Era Cedric verdad? - menciono Vivan emocionada, era obvio que recordaba al que alguna vez fue su maestro sustituto y le dio la confianza de hacer magia y quien intento ayudarles en un proyecto de ciencia alguna vez.

-Yo- yo- estaba tartamudeando no sabía que decir, la pobre estaba congelada con la bandeja en las manos y la cara roja.

-¿Tus hermanos lo saben?

-James... A Amber aún no le cuento.

-¡Entonces si hay algo!- gritaron al uniso la morena y la de lentes.

-¿Qué? ¿Por qué no?- pregunto Vivian.

-Ahora está ocupada, además...no creo que le guste que sea él.- menciono dejando la bandeja de lado y una mirada apagada, quería demasiado a Amber pero su opinión al respecto podría dolerle mucho

-oh vamos Sofía, ella es tu hermana, ella debe apoyarte en todo sin importar que, apuesto a que realmente no le importaría, si es que ya no lo sabe- dijo Lucinda parándose y tomándola por los hombros- por otra parte espero y estén muy felices juntos

Esas palabras la hicieron pensar... ¿Amber ya lo sabría?, Tenía que hablar con ella si o si, y cuánto antes mejor, quizás con su ayuda las cosas podrían ser más fáciles, y si eran los últimos momentos en que Amber estaría en el castillo, quería aprovecharlos.

Apreciar a todas las personas, era como la tripulación de un bote, si alguien no puede juntarse con otro para atar bien las cuerdas el barco naufraga, o eso era lo que le había enseñado su padre hace mucho tiempo, no recordaba mucho su cara, pero estaba segura de que siempre tuvo razón, él fue quien siempre le dio ese tipo de bases, pero ahora que se había ido su madre era quien se encargó de eso, y su nuevo padre también.

Baileywick entro en la habitación tomando la bandeja diciendo que lo mejor sería que las demás se reunieran por fin con Amber y las otras dos princesas ya que así todas podrían merendar juntas.

Baileywick no le cuestiono a Cedric nada, supo lo que intento hacer pero no le dio mucha importancia, solo esperaba que su voto de silencio ayudará en algo.

Fue así como todas se fueron contentas hablando entre si y siendo perseguidas a distancia por el par de guardias.

Llegando se encontraron con unas tres jóvenes quienes miraban las muchas muestras frente a ellas y discutiendo el color o demás.

Se saludaron y empezaron cada una con un catálogo a mirar cada hoja con pedazos de tela bajo las indicaciones de Amber de la idea de servilletas que quería, y buscaba cada una, una parecida.

Al final Lucinda hartada y al ver la cara de aburrimiento de sus amigas, tomo su varita y con un conjuro junto todas las muestras referentes y las junto en una sola haciendo que Hildegart casi llorara de lo perfectas que eran

Y así se pasó el día decidiendo cosas pequeñas por el estilo

***

La sirvienta caminaba a paso rápido por los pasillos del castillo con un sobre en sus manos cerrada con cera y el sello de Enchanthia, estaba nerviosa, ya que había Sido enviada con urgencia.

Entrando en una habitación, vio a su futura monarca, sentada en un sillón vestida con ropa cómoda mientras descansaba tomando té y leyendo tranquilamente, mientras que su mejor amiga y dama de compañía estaba a su lado parado, dónde también estaba la chicha de cabello crema, Chaidmind y Coco, solo en el reino habían quedado tres de las siete hechiceras, las demás se fueron a recorrer el nuevo Eternireino que nunca tuvieron la oportunidad de explorar.

Últimamente la princesa de cabello negro ya no estaba tan imperativa como antes, ya ni visitaba el armario real, si no que pasaba sus tardes sentada, casi y que no la dejaban ir a la fiesta en el imperio de cristal, pero siguió insistiendo.

Su condición no le permitía hacer por el momento muchas cosas, y como se encontraba ahora era la prueba de eso.

-Su majestad, una carta de su marido, dice que es urgente- le extendió el sobre y está dejo el libro de lado y tomo el sobre abriéndolo.

-Gracias, puedes retirarte- dijo leyendo el contenido de esta, la letra de su amado no tenía la mejor caligrafía pero por la rapidez en que se veían escritas las palabras le decía que estaba preocupado, notificando la de todo.

Cada palabra la ponía sería, ¿así que se atrevió a hacer eso?

La misma amenaza de varios reinos, llegó lastimosamente a Enchanthia, y no le dejo más opción al rey que hacer eso... Le daba asco, y por eso es que ya no se llevaba tan bien con su suegro, lo evito durante toda la fiesta de hace dos días y lo vio completamente disperso, le encantaba ser ahora un problema más para él, y ver cómo le complicaba las cosas.

No estaba de acuerdo con lo que se enteró por parte de Cedric, casi perdía la esperanza pero ahora todo estaba bien, según le contó su querido James en aquella carta y que necesitaba de su ayuda.

-Y bien princesa Mitny, ¿Qué va hacer?-

-No les he notificado ni a Vega ni a Orión mi ausencia no se tardarán en enviar a Crista a preguntar por mi, cuando ese momento llegué, le pediré un pequeño favor- menciono seria doblando la carta y tomando más de su preciado té.

Y esa misma tarde llego la hada a ver qué todo estuviera bien, llevándose una sorpresa de lo que le decían, simplemente suspiro resignada y se alegro por ella.

Pero su semblante cambio cuando le pidió el favor de ayudarla con Sofía, el sentido de protectora de Crista se activo y sin esperar más emprendió vuelo a Enchanthia enojada

Tardo un día en llegar, la princesa Sofia había estado ayudando a su hermana y pasando tiempo juntas, en una ocasión se apartaron del resto y le contó todo, de como se sentía, que había ocurrido con su vida y la respuesta de Amber no fue más que alegrarse por ella y abrazarla fuertemente mientras la felicitaba y la molestaba diciéndole las idea de una boda doble.

Fue cuando sin que Sofía se enterará llegó el hada morena a la sala del trono donde el rey se estaba masajeando el puente entre sus cejas cansado, tantas peticiones y cartas de las personas de ese pueblo, lo malo no podían evacuar el pueblo.

El hada con paso firme paso el doble de guardias que custodiaban el castillo y lo miro sería.

-Oh eres la amiga de Sofía, ¿ Que se te ofrece protectora?- estaba cansado y que ella estuviera ahí significaba más problemas, no tenía intenciones de darle una cálida bienvenida.

Y mirándola sería abrió la boca

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capitulo nuevo, bueno mis queridos lectores ya somos 5k de lectura muchas gracias.

de lo que se viene solo les puedo decir, se revelaran secretos, nuevos y antiguos enemigos aparecerán, echaremos mas vistazos al pasado y "revivirán" personas que se creían muertas

voten, comenten y sigan leyendo.

palabras: 7938

fecha:24/09/2021/

hora: 1:20 a.m. (si gente así me trasnocho por actualizarles T-T)

ATTE: Sunflower 🌻🦝




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