Milo había llegado, se encontraba afuera de la prisión de Cabo Sunion. Sintió su corazón destruirse ante lo que mostraba sus ojos, había llegado tarde, muy tarde pues Kanon no se encontraba allí. Kanon no le esperaba con una mirada triste. Kanon no le esperaba con una sonrisa leve. Kanon no le esperaba con una expresión llena de esperanzas. Kanon le esperaba. Kanon no estaba.

Se alejo unos pasos del lugar, pero en un momento sus piernas ya no pudieron soportar el peso de su cuerpo, se sentía débil, se sentía triste, se sentía sin Kanon. Cayó al suelo de rodillas mientras las lágrimas escapaban de sus ojos pensando en que probablemente Kanon había muerto. Pensando en que.....

Esto es mi culpa.....

-Ahora que te veo más de cerca, me doy cuenta que solo eres un niño-Milo se giro al escuchar aquella vos a sus espaldas, su rostro se descompuso en emoción al ver a Kanon, al ver a Kanon en libertad.

-¡Kanon! ¡Estas libre! ¡¿Pero cómo?!-dijo un emocionado Milo mientras se ponía de pie y acercaba al mayor quien mantenía una expresión seria en su rostro. Milo se dio cuenta de aquella expresión y triste pregunto-Kanon ¿Qué pasa?-

-me voy-fue la respuesta de Kanon, Milo recordó la discusión que habían tenido tiempo atrás y pensó que seguramente Kanon seguía molesto con él.

-lo que paso..... em..... discúlpame-dijo Milo sintiendo que su corazón se oprimía al ver que Kanon se mantenía en silencio-oye, no tienes que irte..... no se por que razón te pusiste de aquella manera ¿Dije algo que te molestara? ¿Fue por el beso?-

Kanon se mantenía en silencio mientras su cabello cubría sus ojos, sentía una angustia en su corazón, se sentía realmente triste, muy triste.

-Milo..... yo..... me voy para siempre-

Fue en ese momento donde Milo sintió como el mundo se le venía abajo. Milo sintió un golpe fuerte en su nuca, y calló al suelo inconsciente. Kanon vio a Milo con sus ojos cubiertos en lágrimas cristalinas.

-yo..... quería venir a este lugar una última vez..... eso es todo-

Kanon dejo que las lágrimas escaparan de sus ojos, se dio media vuelta y se marcho de allí, dejando a Milo inconsciente y perdido en sus recuerdos, recuerdos que había compartido junto a Kanon.