Mr. Knight

Inifinitypprotector
Advertencia: bullying, amenazas, alusión a alcohol y tal vez drogas(? Depende del punto de vista de cada uno).

Desde lo que había ocurrido con lo de Layla y el cómo habías reaccionado ante las noticias, eso dejó pensando a Steven de que tal vez no les estabas diciendo todo.

Así que un día después de la escuela cuando te fue a recoger, te llevó al parque a por un helado.

Steven estaba sentado frente a ti en la mesa mientras cada uno comía su propio helado.

Princesa... ¿Puedo hacerte una pregunta?–Dijo captando tu atención.

–Sip.–Respondiste mientras llevabas la pequeña cuchara con helado a tu boca.

Bueno primero, tu sabes que puedes confiar en nosotros para cualquier cosa, ¿verdad? Que nosotros siempre te vamos a ayudar y apoyar en todo...

–Sip.

Okey, entonces... ¿está todo bien en la escuela? ¿Pasa algo? Últimamente te he notado algo triste, y yo solo quiero ayudarte.–Te dijo con una pequeña sonrisa.

–No pasa nada, papá Steven...–Le dijiste algo nerviosa apartando la mirada de él.

Steven soltó un suspiro y se levantó para sentarse a tu lado en la mesa del parque.

¿Estás segura de eso? ¿Nadie te ha dicho nada ni te han molestado?

Bajaste la mirada al pequeño vaso de cartón con helado en tu regazo y te quedaste en silencio.

T/N, princesa... ¿qué es lo que te han dicho?–Te preguntó con suavidad tomando tú helado y el suyo para dejarlos en la mesa y voltearse hacia ti, acariciando tus manos en las suyas.

–Hay unos niños más grandes que supieron de lo que pasó con esa mujer y a veces me dicen cosas...–Murmuraste sin levantar la vista hacia él.

¿Qué verga? Quiero nombres.

Jake deja que Steven le saque más información.

¿Qué es lo que te dicen?

–Se burlan de mi porque dicen que soy adoptada, que ustedes ni mi mamá jamás me van a querer tanto como si tuvieran un bebé que de verdad sea suyo, y también dijeron que esa otra mujer me abandonó porque ni si quiera por ser su hija de sangre quería tenerme a su lado. Dijeron que nadie me querría porque era una pésima hija y etcétera...–Le dijiste en voz baja y hablando lentamente.

Ya está. ¿Quiénes son los cabrones y por qué le andan diciendo esas mamadas a mi mini dama?

¿Por qué no nos dijiste antes?–Te preguntó con suavidad levantando tu rostro por la barbilla para que le vieras a la cara.

–Es que no pensé que era importante porque ellos dijeron que no les iba a importar. Y me dijeron que si hablaba con la maestra me iban a golpear...–Le dijiste en voz baja, secando una lágrima que se te había escapado.

Steven inhaló profundamente tratando de contener la rabia que estaba sintiendo, ignorando los gritos de Jake en el espacio mental y las palabras de Marc.

–Perdón papá...

¿Y perdón por qué? Tu no hiciste nada malo, princesa. Y no te preocupes por esos niños, ¿okey? Yo me voy a encargar de que no vuelvan a decirte ni hacerte nada nunca más.–Te dijo tomándote en sus brazos para sentarte en su regazo y abrazarte.–¿De acuerdo?

–Okey...–Respondiste abrazándolo de vuelta.

MÁS TARDE ESA NOCHE...

De verdad le agradezco mucho, Señora Olivia. La mamá de T/N se encuentra de viaje y no sabía en quién más confiar.–Le dijo Steven a la mujer mayor que estaba con él en su departamento.

–Oh no te preocupes, hijo. Su hija es maravillosa y muy tranquila.–Le dijo ella mientras tú estabas en el baño terminando de vestirte después de la ducha.

De todas formas muchísimas gracias, ¿y podría por favor asegurarse de que haga su tarea de matemáticas?

–Por supuesto, yo puedo ayudarla, cuando era más joven solía hacer clases de matemáticas en una escuela.–Le dijo ella con una sonrisa mientras salías del baño.

–¿Papá ya te vas?–Le preguntaste acercándote a él.

Así es, pero no te preocupes que vuelvo más tarde. No hagas mucho desastre, ¿okey?–Te dijo con una sonrisa agachándose para darte un abrazo.

–¡Okey! Nos vemos.–Le diste un beso en la mejilla y luego Steven se puso de pie.

Hasta luego.–Se despidió saliendo por la puerta.

Una vez fuera, la sonrisa se borró de su rostro y una expresión seria y molesta tomó lugar en su cara mientras caminaba hacia el elevador.

¿Y ahora pa' dónde vas?–Le preguntó desde el espejo.

¿Steven qué tienes en mente?

Tengo asuntos que atender.

¿A las ocho de la noche?

Steven no respondió y bajó del elevador para salir a la fría noche de Londres, viendo a Khonshu en lo alto de un edificio que asintió con la cabeza antes de desaparecer.

(.....)

–La niña es una tonta, se cree la gran cosa pero en realidad es solo una mocosa más.–Rió uno de los chicos bebiendo de su botella de cerveza.

–Se nota que es una mimada que siempre consigue lo que quiere.–Dijo otro llevando un cigarro a su boca, estando sentado en unas escaleras que daban hacia una casa en un segundo piso.

–Y no vieron la cara que puso cuando le dijimos que la íbamos a golpear.–Rió otro haciendo que todo el grupo de en total cinco adolescentes riera.

Mientras reían, el primero que habló vio hacia el fondo del callejón junto a las escaleras una figura alta con una calavera y sujetando un gran bastón en su mano, caminando hacia él.

–C-chicos... ¡CHICOS AHÍ!–Gritó asustado caminando hacia atrás al ver a la figura casi encima de él, haciendo que se tropezara y cayera al suelo tratando de retroceder.

–¿Y a ti qué te pasa?–Le preguntó una de las chicas que estaba sentada en los escalones, riéndose de él.

–¡A-a-ahí! ¡¿Qué acaso no lo vieron?!

El que estaba fumando frunció el ceño y se volteó hacia la calle detrás del chico, donde vio a Khonshu acercándose a ellos.

–¡¿QUÉ MIERDA ES ESO?!–Gritó dejando caer el cigarro al suelo.

Todos se voltearon y vieron la gran figura, y dieron un gran salto al escuchar una voz detrás.

Es una pena que jóvenes como ustedes que deberían proteger a los menores decidan que molestarlos es una buena idea.–Dijo Mr. Knight con su traje puesto, llevando su chaqueta colgando del brazos, las mangas de su camisa dobladas y arreglando su guante bajando las escaleras.

–¡T-t-tu eres... e-eres...!

¿Mr. Knight? ¿El hombre de blanco?–Rió burlón bajando los escalones y pisando el cigarro, haciendo que los chicos retrocedieran, pero Khonshu les hizo caer a todos al suelo con una ráfaga de viento y se posicionó junto a la escalera donde Mr. Knight había llegado al último peldaño.– me llegó a enterar de que alguno de ustedes volvió a molestar, amenazar o asustar a algún niño o niña, una advertencia no va a ser lo único que van a recibir por parte mía. ¿Entendido?

Ninguno podía decir una sola palabra del miedo, todos temblando y viendo entre Mr. Knight y el dios.

¡Les hicieron una pregunta!–Les dijo golpeando su gran bastón en el suelo.

–¡S-SI! ¡Entendido!–Exclamó uno, temblando visiblemente.

Perfecto, ¿ven que las cosas se pueden arreglar por las buenas?

vuelven a molestar a la niña de la que hablaban, vendré por ustedes.

–N-nunca nos volveremos a acercar a la niña... l-lo prometemos...

alguien más le hace algo, ustedes van a protegerla a ella, o cualquier otro niño, o sino, ya saben lo que les va a pasar.–Dijo sacando sus pequeños bastones desde detrás de su traje para mostrárselos.–Ahora fuera de aquí.

Los chicos estaban en el suelo aún sin poder moverse del miedo, y Khonshu soltó una ráfaga de viento e hizo como si avanzaría hacia ellos, provocando que todos se levantaran asustados y corrieran lejos del callejón.

Mr. Knight rió ligeramente y guardó sus bastones, acomodando su camisa y luego volvió a ponerse la chaqueta.

A la chinga... mírate nada más, pendejo británico... quien diría que eras una fiera salvaje lista para atacar.

No conocía éste lado de ti, Steven. Aunque me alegra que asustaras a esos mocosos.–Dijo Marc impresionado al ver a Steven de esa forma.

Muy bien pendejo. Una mamá leona siempre debe proteger a sus cachorros. 'Tá bien que hayas sacado las garras.

Steven solo rió ligeramente rodando los ojos debajo de la máscara y luego salió del callejón haciendo desaparecer su traje para caminar de vuelta al departamento.

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