¿Aún hay esperanza?
–Muy bien, ya llegamos.–Te dijo N/T/M una vez estuvieron fuera de tu escuela, acomodando tu mochila en tu espalda, para luego agacharse a tu altura antes de que comenzaras a caminar hacia la puerta con la cabeza agachada.–¿No le vas a dar un beso de despedida a tu mamá?
–Mi mamá no está aquí.–Le dijiste sin darte vuelta, caminando hacia la puerta de la escuela.
Tu maestra te recibió con una sonrisa como siempre acariciando tú cabeza mientras entrabas, y luego levantó la vista hacia tu mamá que se quedó en la acera observando, para luego meter ambas manos en sus bolsillos y comenzar a caminar lejos de la escuela.
La maestra soltó un suspiro y entró en el salón de clases.
Tu maestra había comenzado a notar cambios en ti. Obviamente ella estaba al tanto de la situación por la que estabas pasando, y entendía lo difícil era, por eso mismo no te estaba exigiendo un gran rendimiento en la escuela.
Sin embargo había notado que tus calificaciones estaban por el suelo de malas, tu ánimo no era el mismo, ya no sonreías, no hablabas con tus amigos, no dibujabas ni hacías las cosas que te gustaban antes. Es como si fueras un pequeño fantasma en el salón de clases tratando de pasar desapercibido.
(.....)
–¡Muy bien niños! ¡Pueden salir!–Dijo la maestra con una sonrisa una vez sonó el timbre, y todos los alumnos salieron corriendo y celebrando al patio de la escuela para el receso.
Como siempre eras la única que se quedó en el salón sentada en tu lugar jugando con las tres pulseras en tu muñeca hechas por los chicos para ti.
La maestra soltó un suspiro y se acercó a ti con una pequeña sonrisa.
–¿Por qué no vas a jugar con tus amigos?–Te preguntó con suavidad, tomando una silla para frente a ti del otro lado de la mesa.
–No quiero jugar...–Murmuraste sin levantar la vista.
–¿Qué hay de tu merienda? ¿No tienes hambre?
–No me gusta.
–¿Puedo ver qué trajiste?–Te preguntó con suavidad.
Te volteaste para sacar una pequeña bolsa de tu mochila, y tú maestra sacó las cosas de adentro.
Venía un sándwich con mermelada, unas cuantas frutas y verduras, una botella de jugo de (el que menos te gusta), y un paquete de golosinas en forma de oso.
–¿Enserio ya no te gusta? Esto es lo que siempre traes, pequeña.–Te dijo algo confundida viendo que era exactamente lo mismo que siempre llevabas. O al menos desde su perspectiva.
–Mi papás no lo hacían así.
–¿Y cómo lo hacían tus papás?–Te preguntó con una sonrisa.
Tu maestra había notado que siempre hacías dibujos para tu mamá, pero también otros tres con la misma persona pero en ropas distintas. Sin embargo nunca tuvo razones para alarmarse de que algo te pudiera estar pasando.
Tu le contaste acerca de tus papás, pero ella jamás dijo nada y mantuvo el secreto. Ni si quiera cuando veía a Marc por la escuela tocaba el tema.
–Mi papá Steven corta los bordes del pan y le queso, no mermelada porque no me gusta, y las frutas tienes formas distintas, muchas veces de luna. Mi papá Marc compra pequeños jugos en caja en lugar de hacerlo él mismo en una botella, y siempre son de (tu sabor favorito) no de (el que menos te gusta). Y mi papá Jake siempre me manda un chocolate o algún caramelo a escondidas para que mi papá Steven no se enoje, nunca el paquete entero.–Le dijiste hablando más lento y desanimada, lo cual era poco normal en ti, viendo hacia tus manos donde tenías las pulseras.
–Entiendo...–Dijo ella con voz suave.–Pero aún así deberías comer aunque sea un poco, ¿no lo crees?
–No tengo hambre.
–¿Quieres hablar de lo que te está pasando, mi niña?–Te preguntó dejando tu merienda a un lado para tomar tus manos en las suyas y acariciarlas.
–Extraño a mis papás y a mi mamá... y hace poco por fin pude conocer a mi abuelo y quería pasar más tiempo con él... pero esa mujer con las otras dos no me dejaron y me alejaron de ellos...–Le dijiste con voz temblorosa y pequeñas lágrimas corriendo por tus mejillas.
–¿Qué otras dos mujeres, linda?–Te preguntó con suavidad.
–Creo que el apellido de la otra mujer que ayudó a N/T/M a alejarme de mis papás es Danvers...
–Así como... ¿como Denise Danvers?–Te preguntó tragando saliva de su boca nerviosa.
–¡Si! ¡Ella! Y la otra mujer que dijo que mis papás eran peligrosos creo que era Cassidy o algo así...–Le dijiste levantando la vista por primera vez para verla.
–Ya veo...
–¡Maestra señorita Michelle Danvers! ¿T/N puede salir con nosotros a jugar?–Preguntó una niña acercándose hacia ustedes algo agitada después de estar corriendo, con otros cinco niños y niñas esperando en la puerta.
–¿Te gustaría ir a jugar con tus amigos, T/N?–Te preguntó la maestra con una sonrisa.
–¡Vamos T/N! ¡Podemos jugar a lo que tu quieras!
–¡Sí! ¡Ven con nosotros!–Dijeron los otros niños desde la puerta.
–Okey...–Dijiste levantándote de tu asiento y tomando la mano de tu amiga, para luego correr detrás de ella.
Una vez se fueron, la maestra soltó un suspiro levantándose de su asiento para caminar hacia su escritorio y tomar su teléfono.
Sonó un par de veces, hasta que alguien contestó del otro lado de la línea.
–¿Señor Spector? Hola, soy Michelle Danvers, la maestra de T/N... si, si, tranquilo ella está bien... e-entiendo que ya no puedo discutir estos asuntos con usted pero hay algo importante que debo decirle. ¿Le molesta si nos vemos hoy...? Claro, perfecto. Nos vemos ahí.–Habló ella antes de colgar.
(.....)
Una vez las clases terminaron, tu maestra tomó sus cosas y se dirigió al café donde acordó verse con Marc.
Cuando llegó, él estaba sentado en una mesa moviendo su pierna nervioso y jugando con sus manos.
–Es un gusto verlo, Señor Spector.–Dijo ella estrechando su mano, para luego sentarse frente a él.
–Lo mismo digo... a-aunque no entiendo para qué estoy aquí. Yo ya no soy el tutor legal de T/N... cualquier cosa que suceda con ella debería hablarlo con N/T/M...–Le dijo él algo triste.
–Lo sé, y entiendo eso. Pero es justamente de algo referente al tema de su custodia.–Le dijo ella dejando su bolsa a un lado.
Marc frunció el ceño y justo cuando iba a hablar, un camarero se acercó para ofrecerle algo a Michelle.
Tu maestra ordenó una taza de café, y luego dirigió su atención a Marc.
–¿A qué se refiere con eso? ¿Le pasó algo a mi hij— a-a T/N?
–Siendo sincera T/N no está bien, sus calificaciones han bajado muchísimo, casi no come cuando está en la escuela y ya no dibuja o juega con sus amigos. Pero eso no es exactamente lo que vengo a decirle.–Le dijo ella algo nerviosa cuando el camarero dejó su taza frente a ella.
–¿Entonces?
–Señor Spector yo... Denise Danvers, la abogada de la madre biológica de T/N es mi esposa.–Le dijo ella viéndole a los ojos.
–Qué verga.–Dijo Jake entre sorprendido y confundido desde el espacio mental.
–¿D-disculpe?
–Denise es mi esposa. Hace un par de semanas atrás mientras transcurría el juicio llevó a alguien a casa tarde por la noche. Supongo que ella creía que yo estaba dormida y no me di cuenta hasta ahora de eso después de hablar con su hija. Denise llevó a la psiquiatra que los evaluó a ustedes y a T/N.
–¿Nosotros? ¿Cómo es que...?
–T/N me pidió que guardara el secreto.–Le dijo ella con una sonrisa bebiendo de su café.–Mi punto es que esa noche cuando Denise llevó a la Doctora Cassidy Taylor, las escuché hablar acerca del juicio. Así que bajé un poco las escaleras para asomarme y vi a mi esposa entregarle dinero. Eso fue la noche anterior al juicio.
–¿O-osea que está diciendo que la Doctora recibió dinero de la abogada para que nos quitaran la custodia de T/N?
–Así es. Denise tiene un largo historial de victorias en juicios, y por lo que un día me dijo, el abogado Murdock tenía todas las pruebas necesarias para ganar, y ella no quería eso.–Le explicó ella algo afligida.
–Oh dios...–Dijo pasando sus manos por su rostro.
–Lo lamento mucho, Señor Spector. Sé que debí haber hablado antes, pero realmente no me había dado cuenta de que todo estaba conectado hasta que hablé con T/N hoy en la escuela.
–¿Y-y usted podría hablar de esto con mi abogado? Tal vez aún tenemos esperanzas para recuperar a T/N.–Le dijo él ya comenzando a emocionarse, pero tratando de no hacerse muchas ilusiones.
–Por supuesto, Señor Spector. Incluso si me necesitan en la corte estoy dispuesta a ir. Denise es mi esposa, pero no puedo permitir que aleje a una niña de siete años de sus padres solo para mantener su reputación intachable.
Tal vez sería bueno que otra doctora pueda hacer una evaluación. Últimamente T/N ha estado viendo a la psicóloga de la escuela, ella es una gran amiga mía y por lo que me ha dicho, T/N lo único que quiere es estar con ustedes y jamás ha dicho nada acerca de que le hayan hecho daño.–Le explicó con una pequeña sonrisa.
–¡Eso es genial! ¿Le molestaría mañana volver a vernos aquí a ésta hora con mi abogado? De verdad necesito ocupar hasta los últimos recursos que hayan para que T/N vuelva a nuestro lado.
–No tengo problema alguno, Señor Spector. Solo preferiría que Denise no se entere nada de esto. Por lo menos no hasta estar seguros de que puede funcionar.
–Por supuesto, no hay problema. Gracias, gracias, gracias...–Le dijo él emocionado, ambos poniéndose de pie para abrazarla.
–No se preocupe, mientras tanto intentaré cuidar de T/N en la escuela lo más que pueda.–Le dijo ella con una sonrisa dejando ambas manos en sus hombros.
–¿Podría mañana entregarle esto?–Le preguntó él dándole un sobre con algo más pesado dentro, aparte de un papel doblado.–Lo traje porque quería pedirle ese favor, si no es molestia...
–Claro que no es molestia. Mañana cuando la vea le diré que ustedes le envían esto.–Le dijo con una sonrisa metiendo el sobre en su bolsa, antes de despedirse y salir del lugar.
Marc se volvió a sentar en su lugar y sacó su teléfono rápidamente para llamar a Matt.
–¿E-entonces aún hay esperanzas de que nuestra hija vuelva con nosotros?
–Pues parece ser que si...–Dijo Jake soltando una pequeña risa emocionado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top