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Damian se movia con incomodidad en la silla especial en donde habia sido atado sin piedad alguna.

Estaba harto, hubiera preferido estar sentado en las piernas de su padre a estar atrapado en esa pequeña cárcel especial donde lo habian puesto, con la estupida excusa de ser menor de edad.

— Padre.— llamo al mayor que estaba a su lado. Al parecer l mayor estaba absorto en sus pensaientos que no noto la insistencia de su hijo.

— Pa— de nuevo hablo, pero esta vez en un chillido insistente.

No habían ni pasado diez minutos de aquel incidente de la comida y ya habían conseguido que el pequeño demonio se ponga sensible por cualquier cosa.

—¡Papi!— chillo mientras jalaba de la camisa de su papá. Bruce solo suspiro derrotado, Damián sonaba adorable cuando lo llamaba de esa forma. Tal vez un martirio para el mayor, pero para Damián era un logro el haber encontrado un punto débil en su padre.

Bruce sacó con cuidado al pequeño y lo sentó en sus piernas.

Tim que ignoraba la conversación de padre e hijo, no pudo evitar asombrarse por la forma tan cariñosa que llamó Damián a Bruce.

Por ahora solo logró tranquilizar un poco al menor. El cual miraba entretenido la ventana, viendo el campo y los árboles a través de la ventanilla.

Aun falta para que este viaje acabe... Pero no empezaron tan mal, ¿verdad?

Bruce se asustó al ver como Damian pegaba su cara a la ventana con entusiasmo. Dick bajo un poco la velocidad. Estaban pasando por una granja; se podía ver las vacas y otro animales que caminaban por los campos verdes.

— ¡Papá, mira!— bruce emitió un leve sonido para hacerle entender a Damián que lo escuchaba y observaba lo que con tanto afán señalaba.—¿Podemos tener una vaca?— el menor miro a su papi con ilusión esperando una afirmación como respuesta.

si todos los millonario están dispuestos en pagar cientos de dólares en un avión, ¿Por qué no en una vaca?

Bruce volvió a ver a los animales que paseaban sobre el pasto . ¿Una vaca en la mansión?

— No creo que...— iba darle una Charla al pequeño sobre la responsabilidad de tener un animal más grande que su hija en la mansión. Pero su monólogo fue interrumpido.

— ¡Porfa!, me eh portado bien.— replicó.

— Ya me lo imagino al lado de ese animal. Parecerás pulga enano— bufó Jasón.

— No se de que te quejas si tu me debes un gato. 

— Lo hablaremos luego.— sentenció el patriarca. Dando por finalizado el tema.

Damian miro con tristeza a su padre. De verdad quería una vaca. 

Se despegó de la ventanilla y volvió a sentarse en las piernas del adulto, dejando caer su cabecita en el pecho del hombre, empezando a mover su manitas en busca de entretenerse del viaje aburrido.

Bruce se sintió mal por ver a su pequeño triste, pero por lo menos ahora sabia que darle en su cumpleaños.

Una hora después llegaron al lugar elegido. Un hermoso bosque donde podían acampar y relajarse un poco.

Al llegar la noche empezaron a contar historias de terror. Comieron malvaviscos, manteniéndose cerca de la fogata para entrar en calor.
Todos rieron y trataron de pasarla bien. Y más para que el menor esté feliz, en pocas horas volvería a la normalidad. Cosa que alteraba a la mayoría dela familia.

Todo el viaje fue una escusa para salir con el menor. Y así tal vez darle algo de infancia, más de la que tuvo estos últimos meses.

Cuando todos se encontraban dormidos, Bruce salió a caminar por el bosque, con un Damian bastante adormilado en brazos.

Paro en seco su caminar al llegar a un árbol bastante peculiar. Viendo como una sombra femenina se acercaba.

— Hola querido, tanto tiempo.— sonrío la mujer. Sin prestar mucha atención al pequeño bultito que el caballero dela noche cargaba en brazos.

— Talía.

Un gemido salió de los labios del menor, al parecer la voces estaban molestando su sueño. Talía notó al niño que llevaba, quitándole importancia al murciélago.

— Cuál es el propósito de esto.— pregunto con descaro. No le agradó para nada la noticia de que su hijo había vuelto a la dulce edad de cuatro años.

— Fue un accidente. No hay ningún propósito en esto. Solo busco que Damian sea feliz.— respondió con simpleza.

— Claro. Te refieres que Damián solo puede revivir atención si es un niño pequeño e indefenso.— ladró la heredera de los Alghul.

— No es así.

— No creas que eh perdido de vista a mi hijo. Se que has pasado más tiempo ahora que es un simple niño sin capacidad para defenderse como se debe. Es decepcionante.

— Decepcionante es que metas la fuerza bruta en esto. Esta más que claro que al ser tan pequeño necesita más atención.— soltó un gruñido leve mientras apretaba un poco al menor.

— El Damian de 10 años también la necesitaba. — bajo su tono al ver como su hijo se removía con fastidio.— Si te lo entregue, fue para que estuviera a salvo de Rhas y de todo mal que quiera atacar la liga. — declaró no muy segura si sus palabras convencieron al hombre.— De todas formas no se para que me has citado aquí. No tengo nada que brindar si es ayuda lo que querías.

Estaba apunto de marcharse, pero se detuvo al escuchar una vocecita infantil llamarla.

—Mamá...— Damián había despertado de los brazos de Morfeo. Quedando sorprendido de ver a su mamá frente a él.

Bruce no dijo nada, solo puso a Damián en el suelo y tomó su mano.

Talía volteo a ver al pequeño que la miraba con curiosidad y algo de recelo.

— Damian.— pronuncio con calma y delicadeza en su voz. Dándole la iniciativa que Bruce necesitaba para soltar la mano de su hijo.

Damian miro con duda a su padre, esperando que el le diera alguna pista para que pudiera acercarse a la mujer.

—Qué.. Que haces aquí?— pregunto no muy seguro de lo que pasaba.

— Tu padre me dijo tu situación.— la mujer se hincó para poder estar del porte del niño. — Por un momento no lo creí.

Damian miraba el rostro de la mujer. Habían pasado meses desde la última vez que la vio. Miro con cuidado cada detalle de su cara para tratar de guardarlos y jamás olvidar el rostro de su madre. Noto como la mujer sonreía. Y se acerco a ella con temor, pero esa misma sonrisa le dio la seguridad de correr y abrazarla, y tratar de ocultarse en los brazos protectores de su madre

— Te extrañe...— dijo entre sollozos. Castigan doce mentalmente por llorar frente a la heredera de los Al Ghul.

Thalía se mantuvo en silencio. Sobando con cuidado la espaldita de su hijo.

Haciendo que el pequeño entendiera porque le gustaba que su papi hiciera ese trato para calmarlo. Su madre siempre lo usaba para consolarlo cuando era más pequeño, hasta el punto d olvidarlo.

La mañana siguiente todo parecía ser un mal sueño. Pero su padre l había asegurado de que no era así. Haciendo que su día fuera más "soportable" que el resto.

Aún así, se mantenía atento. Mirando a todos lados cada ves que escuchaba el mínimo ruido o murmullo. Dick fue el primero en notar lo alterado que estaba el niño, decidió ignorarlo. Al igual que los demás optaron por lo mismo, era mejor mantenerlo entretenido que hablar del tema.

— ¿Cómo esta el niño más lindo del mundo?— Preguntó con voz aniñada tratando de cargar al menor que lo miraba con molestia.

Damian inflo sus mejillas ahogando un grito de desesperación. Bruce que miraba la escena sabia de la frustración del pequeño al ser tratado de esa manera tan infantil y molesta. De por sí le molestaba ser ayudado en cosas tan mundanas, pero que le hablen de una forma ridícula ya era la gota que derramaba el vaso.

—¡No me hables así Grayson!— grito el niño buscando cualquier cosa a su alcance para tirarle al mayor.

— Dejen de pelear ¿Acaso no les basta el haber echo asustar a Tim?— reprocho acomodándose en el pasto.

—Pero si ese fuiste tú — reclamo Dick.

— ¿Y?, te pregunté si no te bastaba no quien lo hizo.— sonrió con picardía acompañada de arrogancia. Haciendo que el par rodará los ojos con fastidio, Jason podía ser molesto cuando se lo proponía.

Tim que se mantuvo lejos de todo, se dirigió hacia ellos con almohadas en mano, apuntando a sus tres objetivos claves.

—¡Que yo sea el favorito no significa que me dejen hacer todo el trabajo!— comenzó a tirarles las almohadas al trío que se la pasaba hablando mientras el guardaba todo lo del campamento junto a Bruce.

Damián que no tuvo tiempo de reaccionar recibió un ligero golpe en la cabeza. Pero eso no fue lo que le molestó, si no que Tim aceptara que el era el favorito. Sentía su estomago revolverse en tan solo recordad esa frase que lo martirizaba.

Cuando todos subieron al carro, los
Robins quedaron dormidos, exceptuando al menor de ellos que había sido privilegiado de ir de copiloto junto a su baba.

En toda la hora que había transcurrido el pequeño se mantuvo en silencio, mirando de ves en cuando a su papi, pensando si era verdad que Tim era el favorito, y si así lo era, ¿en qué lugar se encontraba el?, puede que sea su sangre, pero todos sus hermanos poseían actitudes que el no tenia, en especial Tim, si el joven se lo proponía podría arrebatarle el manto de robín, pero no lo a hecho, a pesar de ser un pequeño incapaz de luchar en las calles de Ghotam.

—¿Pasa algo Damian?— el pequeño sintió un poco de molestia al ser llamado así, tal ves no lo acepte, pero le gustaba cuando do su papi lo llamaba por apodos o diminutivos, lo hacían sentir especial.

Solamente negó con la cabeza ante la pregunta del mayor.

— ¿Estás seguro?— el silencio reino de nuevo. Preocupando a Bruce, el patriarca pensó que su actitud fuera debido por la visita inesperada de Talía, pero no pareciera que fuera lo que martirizará a su pequeño.

—No— murmuró el menor.

Bruce suspiro, haciendo una sonrisa pequeña dedicándosela a su hijo, pero apenas volteo a verlo para revolver sus cabellos negros noto que el niño estaba aguantando las ganas de llorar mientras apretaba su camisa con fuerza.

—Es solo que— su vocecita estaba entrecortada y algo ahogada por el nudo que sentía en su garganta.— Drake dijo...‐que‐e el-l era el fa-favorito.— respiro con fuerza al sentir que las lágrimas empezaban a rodar por sus mejillas rojizas. Su pequeña gargantita ardía, le costaba pronunciar aquellas palabras, y aunque quisiera decir mas, fue lo único que pudo pronunciar.

Bruce quedó sorprendido con la respuesta de su peque, no pensó que eso le molestara, sabía del miedo de Damian del poder ser remplazado, pero jamás creyó que algo así lo moleste, o que si quiera Tim lo diría.

—Yo no tengo favoritos Damian— pronuncio con seguridad.

— Deberías.— respondió el menor

—Claro que no. No tengo que tener un favorito. A todos los considero mi familia, mis hijos, eso no cambiara, Dami— sonrió con calma, pocas veces el menor se mostraba tan celoso por algo tan poco importante.— No deberías pensar en eso. Sabes perfectamente que eres consentido de la casa.— con tono juguetón trato de despejar esos malos pensamientos que rodeaban en la cabecita del oji verde.

—Deberías dormir. Mañana será un día pesado.—ordeno con calma.

— ¿Más que este?.

— El día no fue tan malo...


¡Holas!

y perdoooooooon por desaparecer. 

Estaba en semana de exámenes. Y me alegro a ver salido  victoriosa de esa batallada.

si  notan algo extraño en el capitulo, no tengan miedo en comentar. Este es un borrador que tiene un tiempo guardado y apenas lo eh arreglado para ponerme al día con mis actualizaciones.

si mas que decir. Nos vemos el Lunes. Los amo.



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