🥀 Capitulo 12.
Otra costumbre de Mile Romsaithong era comer demasiado, incluso bocadillos que normalmente no pedía muy a menudo; pero claro que solamente hacia esto ya cuando se le pasaba su etapa de celo. Duraba así alrededor de dos o tres días, pero no era algo que a Apo le molestara.
Hubo un tiempo en el que Mile se había sometido a dietas extremas con tal de cuidar su figura frente a las cámaras. Apo recuerda haber llorado mucho y pelearse con el alfa para que se alimentara bien, pero no quería entender. Después de un tiempo había llegado uno de los celos de Mile, donde incluso su lobo había salido a relucirse a la luz del omega.
Recordaba haber visto su parte animal llorar con él y hacer entrar en razón a su tonta parte humana, lo cual había logrado. Desde entonces Mile pedía caramelos y chucherías siempre después de sus etapas de celo.
Y ahí estaban ahora, con Apo comprando en una tienda de por ahí cerca comprando miles de aperitivos y botanas para el mayor.
Su celo ya había pasado hace apenas dos días, así que se había enfocado completamente en mimar al alfa.
Sonrió yendo hacia la caja registradora par que le cobraran todo. Dejó todas las cosas una por una del carrito, hizo bolita la pequeña lista que le había dado Love antes de salir ya que ya no la necesitaba.
-¿Sería todo?-. Pregunto al que había percibido como alfa detrás de la caja.
-Si por favor...- Sonrió amablemente hacia el contrario.
Le cobró y tomo con mucha fuerza sus seis bolsas llenas de todo lo que Mile quería.
-Hey, déjame ayudarte-. Sintió como le
quitaban las bolsas de uno de sus brazos.
La conocida voz de cierto alfa le llamo su atención al igual que su aroma. -Puedo solo-. Pero Jeff ya le había
quitado las bolsas de las manos.
-Estoy siendo amable, no molestes-. Rodo los ojos y se limitó a caminar. Estaba de muy buen ánimo como para arruinar. - ¿Vas a llevarle botanas a todos los de la grabación?-. Preguntó mirando tantas cosas en las bolsas de plástico blancas.
-Solo dos bolsas son para el personal, lo demás son de Mile y Love-. Aunque lo de la omega no fueran más que dos cosas.
-¿Y porque te manda solo?- Apo lo miro curioso. -Son demasiadas cosas para que un omega tan delicado como tú a cargar todo esto
-Hey, yo puedo cargar mis bolsas-. Se detuvo para ponerse de pie frente a Jeff
El alfa suspiro rendido al haber hecho enojar al pelirrosa.
-Lo siento, no quería que sonara así-.
Apo miro a sus espaldas dándose cuenta que ya estaban frente al lugar de grabación, el cual sería nada y más y nada menos que un edificio con escenografía montada de un despacho jurídico. Tenía un poco de tiempo para hablar con el
-Habla Jeff-. El alfa miro al piso rendido al ser descubierto.
-Hice algo muy malo-. ¿Y porque lo buscaría a él? -Necesito el consejo de alguien, pero no soy muy querido entre las personas que me conocen
-A mí tampoco me agradas-. El alfa hizo un puchero al escucharlo.
-Lo sé, pero necesito un consejo, o tal vez dos-. Al omega le dio pena verlo tan decaído y sin nadie a quien recurrir, así que se la pensó dos veces antes de mandarlo a freír espárragos.
Pero bueno que va, era un joven alfa en apuro y sin amigos.
-Está bien, vamos a dejar las bolsas-. Jeff asintió y lo siguió hacia adentro del edificio con calma.
Todos los miraban con curiosidad y asombro. Era muy popular en la industria lo mal que se llevaban ambos, por eso era muy extraño verlos entrar tranquilamente al mismo elevador.
-Me siento una celebridad aquí-. Apo se rio de su estúpida broma, pero le entendía al captar tanto las miradas de todos.
Cuando las puertas del elevador se abrieron en el piso indicado, un alfa castaño con el rostro preocupado les recibió enseguida.
-Apo -. Su mirada viajo hacia la otra
persona junto a su mejor amigo. - Jeff
-Buenos días P'Mile-. Apo rodo los
ojos y ambos salieron del elevador.
No dijo nada y se puso en camino hacia el camerino de Mile para dejar ahí las bolsas. Los dos alfas lo seguían de cerca aun sin entender bien las cosas.
El lobo de Mile se correteaba la cola en su interior, una de sus maneras en las que se mostraba nervioso y hacia cualquier estupidez. Sabia la rivalidad de ambos, incluso él tenía sus problemas con Satur
Los tres entraron al camerino aun confundidos, también confundiendo al personal ahí dentro.
-Buen día a todos-. Los presentes saludaron al omega de igual forma con una sonrisa. - Esto es para ustedes-. Les entrego las bolsas escuchando los agradecimientos. -Listo, esto es tuyo, también están ahí las cosas de Love para que le avises por favor-. Le señalo el resto de las bolsas en el sofá rojo que había ahí. -Vamos Jeff-. Se acercó al alfa para sacarlo ahí y conversar.
-¿A dónde vas?- Mile lo tomo del antebrazo para detenerlo.
Quería que Apo lo viera actuar tan profesional como un abogado de verdad y comer botanas juntos en sus pequeños descansos.
-Necesitamos hablar de algo, pero volveré en diez minutos, más te vale no acabarte todo para entonces-. Asintió no muy convencido viéndolo salir de ahí con el otro alfa.
Lo miro alejarse rápidamente con Jeff detrás.
-Oh llego la comida-. Sintió a la omega pasarse sin permiso a su camerino, pero no le tomo importancia. -Mile
-¿Si?-. La miro sin mucha importancia tomar los dulces de la bolsa.
-Quería saber si podías acompañarme más tarde a prácticas las escenas del parque-. Tomo asintió frente a ella también tomando un paquete de frituras.
-¿No puedes sola?-.
-Es solo que ya sabes, es mi primer trabajo después de un tiempo y me siento un poco aterrada aun por la cámara-. Se encogió un poco en su lugar sobando un poco su antebrazo para mostrarse más cohibida.
Mile la miro atentamente sin expresión alguna por unos segundos. Veía a Love realmente asustada, y la entendía, después de todo todos los medios repudiaron su carrera hasta el cansancio.
-Está bien, pero solo esta vez-. La chica festejo en bajito mostrándose tierna ante Mile
Romsaithong sonrió hacia la castaña. No quería llevarse bien con ella, pero no quería ser grosero.
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-¿Me repites lo que me acabas de decir?-. Jeff rodo los ojos y miro de mala manera a Apo
-Ya te lo he dicho cinco veces-. Tomo aire y le grito. ¡Me gusta Barcode!-.
Pero Apo seguía en blanco.
¿Acaso uno de sus mayores rivales se acababa de enamorar de uno de sus mejores amigos?
-Dios mío Satur-. Cubrió su boca con ambas manos y lo miro fijamente con los ojos muy abiertos. -¿Barcode lo sabe?-.
-Obvio que no-.
-¿Alguien más lo sabe?-.
-Te digo que no, nadie más quiere hablar conmigo-. Respondió cabizbajo.
Apo no quería sentir pena por el pobre muchacho, pero es que no podía evitarlo al ver su carita toda deprimida y confundida.
-Necesito que me ayudes con eso, por favor-. Lo miro aun con sus ojos de cachorro. -O al menos que puedas escucharme cuando necesite hablar-. Apo se mordió el labio dudoso. No podía necesitarlo.
-Solo puedo hacer dos cosas-. Jeff levanto la mirada esperanzado y brillante. -Puedo darte algunos consejos, no algo muy específico-. Asintió luciendo emocionado. - Y solo puedes llamarme en ocasiones donde en serio te esté muriendo o de emoción o de tristeza-. Sonrió levemente hacia el menor cuando este le miro con una enorme sonrisa.
Nunca había visto esa sonrisa en Satur
Le pasó su número de celular y se retiró hacia su propio estudio de grabación.
Tenía el presentimiento que sería una semana muy ajetreada.
Imagínense a un Jeff con ojitos de cachorro jajaja, muero 🌺💖
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