21. De cómo guardar un secreto

Encontrar un trabajo fue más difícil de lo que pensé, luego de horas investigando encontré una empresa que solicitaba un diseñador gráfico.

Por otra parte mi vida seguía igual, últimamente sucedía como si yo fuera un observador. Estaba desconectado del mundo y no entendía por qué. Solo pensaba en una cosa. Más bien en una persona pues desde aquella noche...

Y era algo que yo no quería aceptar, mejor dicho no debía.

Star sonreía. Le había contado acerca del trabajo y no podía parar de darme las gracias.

―No es nada―volví a decir.
―Gracias―continuo.

La acompañe a la empresa dónde debía asistir para la entrevista.

Me sentía impaciente y nervioso incluso más que ella, pero cuando vi que bajaba del ascensor con una enorme sonrisa mi cuerpo sintió nervios, unos nervios que no me dejaban actuar con normalidad. Mi corazón palpitó. ¿Era posible qué...?

Imposible.

Negué con la cabeza y me fijé en lo que decía.

―Lo logré, creí iba a ser más difícil pero no...

Su voz disminuyo, pasando a un segundo plano, sus ojos brillaban de la emoción mantenía esa sonrisa resplandeciente en su rostro...
―Haris, ¿me oyes?

Desperté de mi trance para escuchar lo que salía de su boca.

―¿Quieres ir a comer un helado o algo así?―propusó.

Asentí volviendo a la realidad.

Entramos a un lugar que estaba decorado con múltiples colores, era bastante alegre.

―Entonces, ¿has logrado recordar algo?

―Recuerdo muchas cosas acerca de mitología, la verdad no entiendo por qué.

―Tal vez estudiabas historia, no sé o se te apasiona ese tema.

Me encogí de hombros e hice una mueca. Saboreé mi helado de frutos rojos, al aparecer mi favorito pues no dejaba de sentirme en el paraíso.

―Pareciera que nunca hubieras probado un helado.

―De hecho, es como si fuera la primera vez.

―¿En serio?―dijo con la boca llena.

Asentí dejándome envolver por la multitud de sabores.

―Dices que no recuerdas el sabor de ningún helado.

―Probablemente―confieso.

―Tengo una idea.

Conocía esa expresión en su rostro, ella era alguien que lograba mostrarse tal cómo era por lo que no me era difícil saber que la idea en mente era algo alocado.

―Voy a hacer que pruebes cada uno de los sabores de helado existentes en Nueva York.

Enarqué mis cejas.

―Es como una degustación, cada día vamos por un sabor de helado diferente, ¿qué te parece?

―Descabellado.

―Por favor, solo un helado en el día no hará daño.

Quise refutarlo pero lo más seguro es que ella también deseara hacer esa alocada idea.

―Trato.

Movió su cabeza afirmativamente y seguimos comiendo.

Semanas después

El tiempo corría, o eso era lo que yo creía pues los días terminaban con rapidez.

Star yo seguíamos haciendo el pacto del helado, y estaba totalmente seguro de que este había sido el causante de mi subida de peso, no obstante esto se volvía irrelevante pues podía pasar mi tiempo libre con ella.

Las charlas con ella eran triviales, y las risas no faltaban, aún había vacíos en mi mente por lo que no comprendía todo lo que me decía.

Con la amnesia mi vida se había convertido en ser espectador de una película que partió desde el momento en que desperté y cuyo fin aún era incierto.

Mis recuerdos olvidados ya no eran relevantes, quitándole importancia solo basaba mi vida en disfrutar de experiencias desconocida para mí, una de ellas: el amor.

Gracias a las películas que había visto con Star había comprendido que el amor podía llegar en cualquier momento y destrozar tu vida cuando quisiera, ahora mismo yo podría ser el testigo viviente de un amor no correspondido.

Porqué sí. Yo estaba enamorado.

De una simple atracción mis sentimientos habían evolucionado más de lo que quería.

No lo había admitido en voz alta, aún no. Era una terrible idea pues aunque lo evitará si lo decía este terminaría volviendo una realidad, imposible o posible seguía siendo una realidad que afectaba a muchos.

En mi mente era solo una ilusión, era mi imaginación y mi subconsciente reaccionando ante un evento llamado amor. Nada más que eso, nada real.

En mis noches de reflexión observando las constelaciones recordaba la cena, aquella cena en la que tal vez yo ya sospechaba que era lo que ocurría, en ese mi instante no quise verlo. ¿Por qué habría de hacerlo?

Era un error.

Evitando mezclar mis sentimientos con mis acciones mis días transcurrían de la mejor forma posible.

Ahora trabajaba en la cafetería dónde lo hacía Star, ganaba dinero y me ayudaba a pensar cuál sería mi siguiente paso.

Ocasionalmente ella aparecía con sus compañeros de trabajo, o clientes y siempre la observaba desde la distancia. A veces olvidaba respirar, miraba hacia otro lado y todo volvía a la normalidad, por lo menos por unos minutos.

Ese no era el único momento en que la veía, por eso debía ser alguien que no era, fingir.

Además de ir a comer helado, yo asistía en las noches a ver cómo tocaba con la banda, ya no lo hacía tan seguido pero cómo Gary la invitaba a cantar a pedido del público ella iba.

Kiev, el barman, se había vuelto mi amigo. Con él desahogaba mi penas y me entendía a la perfección.

Fue la primera persona a la que le conté.

La segunda persona fue mi tía porque aunque quisiera ocultarlo ella se había dado cuenta.

La lista terminaba allí.

Me había planteado decírselo a Kara, pero no deseaba ver su reacción, además me temía que ella ya lo supiera solo que guardaba muy bien lo secretos.

Nadie más era testigo de lo que atormentaba mi pobre corazón, y es que aún ni comprendía como me había enamorado de ella.

Amor a primera vista, había dicho mi tía.

Ella es muy transparente, sé muestra cómo realmente lo es. Cualquiera lo haría, dijo Kiev bastante convencido.

¿Por qué me he enamorado de ella?

Mi respuesta siempre era la misma, quizá llevaba conmigo este sentimiento mucho antes de mi pérdida de memoria, eso explicaría el vínculo tan grande que había creado con ella.

Después de pensarlo llegué a la conclusión de que mi pasado se relacionaba con ella, y debía volver a recuperarlo, de cualquier forma.

Estaba obsesionado con el tema en muchos sentidos, este nublaba mi vista y comenzaba a afectar mi presente. No dejaba de pensar en eso.

Cuando pasaron tres semanas a raíz de mi pérdida de memoria decidí buscar a Eris y Apolo por mar, tierra y cielo.

Si mi pasado estaba relacionado con ella, quería saberlo.

Necesitaba saber el porqué real de mis sentimientos.

Estaba enamorado de Star.

Y ya no podía evitarlo. 



Hola! Espero no me odien por el rumbo qué va a tomar la historia, y mejor prepárense porque van a haber muchas sorpresas.

En fin díganme si les gusto, si no les gusto, que le hace falta a la historia, desean algo en especial para el final.

Bueno, Bye.

PD: El final viene pronto.

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