Una Oportunidad de Renacer

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Una Oportunidad de Renacer

Hermione salió de salón de Defensa sin dar tiempo a Malfoy de que se repusiera, no le tenía miedo, pero lo que menos quería es tener que lidiar con otro escándalo, bastante tenía ya con los rumores que corrían  por los pasillos por ser abandonada y sustituida tan rápidamente por Ron.

Afortunadamente la castaña tenía una hora libre por lo que fue a refugiarse a su santuario personal, la biblioteca.

Escogió un libro al azar de una de las muchas estanterías, solo buscaba mantener su mente entretenida. Intentaba escapar al menos unos momentos de su tormento, pero era tan difícil borrar de su mente las imágenes que llegaban una a una. Los pocos besos que compartió con el pelirrojo, las tímidas caricias y las palabras de amor. Eso le creó un nudo en la garganta y una lágrima traicionera surco su mejilla, levanto el libro para que nadie lo notara, pero que caso tenia si estaba prácticamente solo el lugar.

Vencida por los recuerdos se dejo llevar y de golpe todo aquello lleno sus sentidos, al revivir cada instante que ahora le causaba un infinito dolor. Sonrió débilmente con nostalgia por el primer recuerdo que inundo su mente, se vio a si misma abriendo la puerta del vagón del tren que compartían  Harry y Ron el primer año que se dirigían a Howard para preguntar por el sapo de Neville. Esa fue la primera vez que vio al pelirrojo con la nariz manchada y tratando de cambiar el color de su rata y desde entonces descubrió que ese chico despistado seria alguien especial para ella. Cuanto le dolió escuchar a Ron hablando de lo antipática que era, pero todo se le olvido cuando Harry y el la salvaron del Trol.  

Así lentamente su mente se vio sumida en un mar de recuerdos, la imagen del pelirrojo se adueñaba de sus pensamientos, veía su imagen sonriente cuando ganaban un partido, como se rostro se tornaba rojo cuando se avergonzaba, como fruncía el seño cuando estaba enojado, su manera de comer, la manera suplicante en que la miraba para pedirle ayuda, y al final de todo, el ultimo recuerdo que hubiera deseado tener, cuando al abrir la puerta del vagón vio a su novio en los brazos de otra.

Hubiera llorado en ese momento de no ser porque alguien la saco de sus pensamientos de manera brusca, la levantaron de la silla donde estaba sentada y la arrinconaron en uno de los pasillos de las estanterías más apartadas.

-Es la segunda vez que me abofeteas Granger y me las vas a pagar. -El rubio la sostenía firmemente apretándola contra su cuerpo lastimando sus brazos por el agarre.

La castaña reacciono por fin en ese momento, pero lejos de sentir miedo la furia se apodero de sus sentidos, era la tremenda decepción que sentía en ese instante lo que la trastorno.

-Suéltame. -Le dijo simplemente mientras lo miraba con odio a los ojos. Malfoy se rio por la manera amenazante en que pronuncio aquella palabra, a pesar de que la tenía en sus manos.

-No es tan fácil impura, tienes que pagar tu insolencia. -Le dijo con burla mientras repegaba más su cuerpo contra el de la chica.

Hermione sintió hervir su sangre, cegada por la furia. ¿Que intentaba el rubio besarla de nuevo? Utilizarla y después votarla y burlarse de ella como lo hizo Ron. Ya era suficiente, nunca más dejaría que nadie se burlara nuevamente de ella.

-¡No más! -Exclamo la castaña y golpe con su rodilla las partes nobles del rubio, haciendo que se doblara por el dolor. Hermione aprovecho que estaba sofocado por el dolor y rápidamente saco su varita y lo apunto. -No te voy a permitir que me amenaces. -Le contesto firmemente. -Ni me voy a disculpar porque tú me provocaste, te aconsejo que no te metas conmigo de nuevo Malfoy, sin valoras en algo tu integridad. Porque ya no me tocare el corazón para darte tu merecido.

La castaña salió de entre las estanterías con la cabeza erguida llena de orgullo, no se dejaría ganar. Dejo a Malfoy bufando del coraje, aun no podía recuperarse por el golpe que le dio Hermione, como se atrevía esa impura a golpearlo y encima a amenazarlo de esa manera. Pronto muy pronto la haría pagar, de eso estaba seguro.

En el resto de las clases Hermione no se escondió mas, ni se alejo de los lugares que acostumbraba a pesar de estar cerca de Ron y Lavender. Ya no está dispuesta a dejarse humillar por nadie.

Harry se sorprendió por la nueva actitud de su amiga, pero de algún modo lo reconforto verla un poco más tranquila, aunque la manera en que se mostraba indiferente ante las muestras de cariño del pelirrojo con Lavender le parecía algo sumamente raro.

No era que Hermione hubiera dejado de amar a Ron de la noche a la mañana o que no sufriera por verlo en los brazos de otra, pero no estaba dispuesta a demostrarlo, ya bastante tenía con que le hubieran roto el corazón, como para que la compadezcan ya estaba cansada de ser la misma mujer tonta de siempre.

A la hora de la cena en el gran comedor, Lavender intento soltar su veneno en vista de que la castaña se encontraba aparentemente bien quería hacerla sufrir más, para que viera que ella había logrado fácilmente sustituirla.

-Mione, lamento muchísimo que el amor entre mi Ro-Ro y yo  te afecte tanto. -El comentario de Lavender hizo palidecer a Ron al momento y Harry frunció el ceño enojado y dispuesto a contestarle a Brown, pero Hermione le tomo la mano para calmarlo.

-No te preocupes Lavender esas cosas pasan. -Le contesto de manera tranquila y con una sonrisa. -Es lógico que Ronald se cansara de mí y buscara cosas más…. Como decirlo… ¿Fáciles? -Termino de contestar sin perder la sonrisa y continúo comiendo.

Furiosa Lavender le contesto. -¿Me estás diciendo fácil?

-Si tengo que explicártelo Brown aparte de todo eres un poquito  lenta. -Le contesto con la misma tranquilidad como si hablara del clima. La otra chica estaba furiosa y miraba a Ron buscando su apoyo, pero el chico estaba mudo por la manera en que se expresaba la castaña y aun no se veía pálido y sorprendido.

-¿Hermione? -fue lo único que pudo decir el pelirrojo después de unos minutos.

-¿Ocurre algo Ron? -Pregunto la castaña y miro directamente a los ojos del pelirrojo que no pudo decir nada mas agacho la mirada avergonzado y con el rostro del mismo color que su cabello.

-Lo que pasa es que estas celosa Granger de que Ron me prefiera a mi antes que a ti. -Le soltó con saña la chica

-¿Celosa? ... ¿De ti? No lo creo querida, además de lo hueca, fácil y boba eres bastante lenta. No te  envidio nada. Porque déjame decirte, yo puedo ser un ratón de biblioteca, una matada, una sabelotodo, una insípida  come libros, pero yo tengo clase y principios, además a mí se me puede quitar lo insípido, pero a ti lo corriente ni volviendo a nacer. -El tono de voz de la castaña fue seguro y tranquilo, nunca elevo la voz, en todo momento guardo la compostura, cualquiera que hubiera visto de lejos esa escena hubieran creído que  estaban teniendo una amena conversación.

Lavender se levanto furiosa de la mesa, lo que hizo sobresaltar a muchos que estaba ajenos a la discusión. Pero nunca se atrevería a enfrentar a Hermione, sabía que ella era mucha mejor bruja. Solo se mantuvo de pie con los dientes apretados y su mirada destilaba un profundo odio hacia la castaña que se mantenía completamente indiferente y tranquila mientras seguía comiendo y sonreía como si nada ocurriera.

-Siéntate. -Le dijo Ron tratando de calmarla, y tomándola del brazo la hizo sentar. No quería armar un espectáculo.

-Hermione… Por favor…. -Le dijo Ron

-Por favor  ¿Qué? -Dijo la castaña y sus ojos caramelo enfrentaron con decisión los ojos azules del pelirrojo, pero aquella mirada que tanto amaba tampoco la doblego. -Todo lo que he dicho es cierto Ronald, reconozco que no soy tan bonita, tan coqueta  o divertida como Lavender, pero tampoco soy tan hueca, tan superficial y tan ligera como ella. -Le explico con lentitud -Hiciste tu elección y está bien, solo tu correrás con las consecuencias de esa decisión,  pero no esperes que permita que tu noviecita trate de insultarme, para eso le falta más cerebro y clase. Si me disculpan me retiro, que pasen una buena noche. -Dijo la chica despidiéndose de Harry y Ginny con un beso en la mejilla y con una enorme sonrisa.

Harry escucho hablar a Hermione con aquella soltura y seguridad que lo sorprendía, jamás del tiempo que tenia de conocer a la castaña se  había atrevido a enfrentar de esa manera a nadie, era cierto que poseía un espíritu indomable y tenia respuestas inteligentes que podían dejar sin palabras a cualquiera, pero jamás contestaba las agresiones verbales contra su persona, con palabras tan duras e irreverentes. Por otra parte Ginny estaba que no cavia de gusto por la cara que tenia Lavender y Ron, estaban pagando un poco del daño que le habían causado a Hermione.

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La castaña atravesaba la puerta de la sala común de los premios anuales, pero apenas hubo cruzado el umbral de la puerta una mano la sujeto con fuerza y la azoto contra una de las paredes, instintivamente saco su varita, frente a ella estaba Malfoy apuntándola también con su varita de manera amenazante.

-Ya te esperaba inmunda, me vas a pagarlo que me hiciste. -dijo con odio el rubio

-Sinceramente Malfoy ya me estoy cansando de esto. -contesto fastidiada la castaña.

-Te arrepentirás por meterte conmigo. -Le amenazo el rubio mientras daba un paso hacia la chica.

-Sabes que no te tengo miedo. -Contesto con firmeza la chica, en verdad ya estaba cansada de ese juego. -¿Qué quieres Malfoy?

-Venganza -Afirmo el rubio con odio.

-Muy bien. -Contesto la chica y bajando su varita la metió en su túnica ante el desconcierto del rubio. Camino  decidida y tomando la mano del chico hizo que pusiera su varita en la garganta. - ¿Quieres vengarte? Hazlo y líbrate por fin de mí.

-¿Te estás burlando? -Pregunto confundido el chico.

-No bromeo ¿Quieres hacerme pagar? ¿Quieres venganza? ¡Pues solo hazlo! no me pienso defender. Pero antes de que lo hagas solo necesito decirte algunas cosas…

-¿Qué? -Pregunto desconfiado el chico por la actitud de la castaña, acaso se estaba rindiendo ante él.

-Te perdono. -Dijo simplemente la chica.

-¿Perdonarme? De qué demonios hablas Granger, estás loca.

-Te perdono por todos tus insultos por llamarme sangre sucia e impura, por todas tus burlas y  humillaciones; por todas las veces que descargaste en mí tus frustraciones, por hechizarme y hacer crecer mis dientes, por las veces que me heriste y me hiciste menos. Te perdono porque simplemente ya me canse de cargar con tanto resentimiento, sé que no buscas mi perdón, sé que no lo necesitas y no me importa. Aun así te perdono aunque no lo merezcas. ¿Quieres lastimarme?… Hazlo no me voy a defender, pero ya déjate de juegos… Me odias… me aborreces…. por soy una hija de muggles… ¿Ese es tu problema?… pues desquítate por todo lo que supuestamente te he hecho, es tu oportunidad de vengarte… -Le dijo sosteniendo con firmeza la varita en la mano de Malfoy y clavándola en su garganta hasta el punto que perforo la piel y escurrió una gota de sangre.

Malfoy retrocedió un paso, la castaña hablaba en serio ella no se defendería y aun así ya no sentía la necesidad de descargar su rabia con ella por la bofetada y el golpe que le propino. Estaba confundido porque no la lastimaba, porque no se ensañaba con ella, porque no podía si tantas veces había deseado poder hacerle daño.

El rubio bajo su varita y vio con los ojos muy abiertos como otra gota de sangre escurría por el cuello de la chica.

Hermione no se movía de su lugar, permanecía de pie frente al rubio que se veía confundido y contrariado. Las pequeñas gotitas de sangre mancharon el cuello de su camisa.

La castaña se acerco otra vez al rubio y lo abofeteo de nuevo, y aun así Malfoy no reacciono. Hermione estaba frente al chico sin moverse, sin temer a su respuesta y después de unos minutos hablo de manera pausada tratando de hacerlo reaccionar. -Ya  me canse de esto Malfoy, de que justifiques todo tu odio y resentimiento en mí y los que te rodean. Tienes todo para ser feliz y te aferras a las cosas equivocadas, despierta, abre los ojos y aprovechas esta oportunidad, porque puede ser la última y si sigues así te arrepentirás de desperdiciar tu vida de manera tan estúpida.

Malfoy seguía estático, congelado solo abrió mas los ojos cuando la castaña pronuncio la última frase, sus palabras le habían hecho recordar a la desconocida que le ayudo. Pero cuando logro reponerse un poco del shock, la castaña ya no estaba ahí.

Hermione entro a su habitación y conjuro algunos hechizos para que no la molestaran, hasta ese momento se había mostrado firme, inquebrantable, segura y decidida, pero en cuanto estuvo segura que nadie la escuchaba se dejo caer a la cama abatida, temblando y llorando desesperadamente.

Tuvo miedo, mucho temor a que Malfoy la lastimara, pero estaba ya cansada de tener miedo, de cargar sola con tantos resentimientos del pasado en su contra. Sentía su corazón adolorido y profundamente lastimado por Ron, pero ya estaba cansada de tanto dolor, harta de que la compadecieran, fastidiada de ser débil. En ese momento lo que mas anhelaba es ser como el ave fénix, para poder renacer de las escasas cenizas que quedaban de ella. Y eso haría…

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