Un Sueño

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Un Sueño

Hermione había pasado parte de la tarde libre con sus amigos en la sala común de  Gryffindor haciendo sus deberes juntos, Ron seguía un poco triste, pero lo ayudaba mucho que la castaña estuviera con ellos como en los viejos tiempos, platicando y explicando una y otra vez lo que no entendía, Harry sentado en medio de los dos se sentía un poco incomodo pero al fin feliz porque estaban haciendo el esfuerzo de estar mejor.

Amber también había pasado parte de su tiempo con los demás Slytherin, había hecho amistad con Zabini, Nott y Parkinson, por lo que era común verlos en grupo platicar en los jardines.

Después de algunas horas Hermione se despidió de sus amigos, tenía ganas de caminar un rato antes de la cena, por lo que fue a la orilla del lago y se sentó en el mismo árbol donde la noche anterior había hablado con Malfoy. Comenzó a escuchar voces acercándose, al parecer alguien discutía, se levanto cautelosa para ver que ocurría.

Era el mismo muchacho moreno de ojos verdes que había atacado junto con sus amigos a Malfoy en el Callejón Diagonal, ya después del sobresalto se había acordado muy bien quién era ese muchacho, estaba en Ravenclaw en séptimo año,  se llamaba Tom, su padre murió en la batalla el año anterior, por eso estaba tan enojado con Malfoy, lo seguía viendo como un mortifago, y lo hacía responsable de alguna manera de la muerte de su padre.

Pero no iba solo, otra vez estaba acompañado por tres de sus amigos y su hermano un año menor que él, al parecer todos compartían el mismo odio declarado contra Malfoy.

Los cinco muchachos comenzaban a rodear a Malfoy que trataba de tranquilizarlos y que aun no sacaba su varita, al parecer se estaba negando a pelear.

Hermione se acerco para intentar calmar las cosas.

-¿Qué ocurre? -Pregunto haciendo que las miradas se clavaran en ella.

-Nada que le importe Prefecta Granger. -Le contesto con sarcasmo Tom.

-Sabes que ya no soy prefecta, pero también sabes que se pueden buscar problemas por estar en pleitos.

-No necesito tu ayuda Granger. -Le interrumpió Draco, ofendido porque lo defendiera la castaña.

-No solo lo hago por ti  Malfoy. No creo que a ellos les interese buscarse problemas por estar inmiscuidos en pleitos y mucho más cuanto son cinco contra uno. Eso no va con los inteligentes Ravenclaw o los nobles Hufflepuff. -Dijo al reconocer a  otros dos chicos que pertenecían a esa casa.

-Ese no es tu problema Granger, es entre Malfoy y nosotros. -Replico Tom

-Lo correcto sería que dijeras que el problema es entre tú y el. A menos que seas tan débil  como para que necesites el apoyo de tus amigos. -Se escucho una vocecilla soñadora a las espaldas de los chicos, era Luna quien se acercaba y se ponía a un lado de Hermione y Draco.

Eso provoco que Tom apretara los dientes enojado, aun mantenía su varita en alto apuntado a Malfoy con ella de manera retadora, esperaba que el rubio sacara la suya, para tener un motivo para atacarlo.

-No sé qué problema tienes conmigo, no te he hecho nada. -Le dijo Malfoy manteniendo su mirada altiva.

-Por culpa de los tuyos mi padre murió. -Soltó con desprecio. -No mereces estar aquí, ensucias con tu presencia la memoria de todos los que murieron a manos de los mortífagos.

-Lamento tu perdida, pero no fue mi culpa la muerte de tu padre, ya no soy mortifago. -Dijo seguro el rubio

A esas alturas los cinco chicos apuntaban no solo a Malfoy, también a Luna y a Hermione que a pesar de las amenazas se mantenían firmes, ellas si levantaban sus varitas, Draco seguía sin hacerlo para no darles motivos de atacar. En ese momento se acercaba corriendo Marcus y se ponía a un lado de Luna sacando también su varita.

Los amigos de Tom ya nos se mostraban seguros, sabían que eran buenos oponentes, que Granger era excepcional y formaba parte del trió de oro y que si por suerte lograran vencerla o algo llegaba a pasarle tendrían que darle cuentas a Potter y a Weasley, por lo que temerosos decidieron bajar sus varitas, menos Tom, que seguía con la mirada encendida, clavada en Malfoy, lo odiaba, detestaba lo que representaba.

Draco seguía firme sin sacar su varita, miraba fijamente a Tom. -No estoy orgulloso de lo que fui, me arrepiento de muchas cosas de mi pasado, pero jamás he matado a nadie, no soy un asesino, pero si quieres vengarte conmigo, aquí estoy ya no tengo miedo, igual merezco pagar por mis actos.

-Tom sé lo que debe dolerte haber perdido a tu padre, yo lo conocía era muy valiente, yo también luche a su lado en la batalla, al igual que luna, tu  y muchos más. A él no le gustaría que buscaran venganza y menos de esta manera, y  contra alguien que también fue víctima de las circunstancias. -Dijo Hermione mientras bajaba su varita, luna hizo lo mismo, Marcus aun dudaba porque Luna se acercaba confiada a Tom.

-Vamos Tom te acompaño a nuestra sala común. -Le dijo luna y lo tomo su brazo tirando de él como si fueran entrañables amigos. -Baja tu varita ser tonto y vengativo no nos caracteriza a los  Ravenclaw. -Dijo con su voz soñadora luna, haciendo sonreír un poco a Tom y bajo su varita. Juntos se alejaban de regreso al castillo seguidos de hermano y los amigos del Tom.

-Esa niña está loca -dijo  al fin Marcus. -Como se atreve a irse con el después de decirle tonto y vengativo.

Hermione se encogió de hombros -Así es Luna, pero no te preocupes Tom no es malo y Luna se sabe defender muy bien

-Pero se ve muy frágil.

Hermione sonrió -Ella es sorprendente. -hizo una pausa y continuo. -Y tu Malfoy fuiste muy valiente, te felicito. -Dijo  apretó ligeramente su hombro y el chico la miro sorprendido. -Nos vemos después. -dijo levantando su mano en señal de despedida y se encamino de regreso al castillo al lado de Marcus que seguía preguntando cómo era posible que esa pequeña rubia fuera Luna, la misma chica que peleo también en la guerra.

Luna ya estaba en la sala común con Tom, su hermano y uno de sus amigos, los otros dos pertenecía a otra casa.

-Se que extrañas mucho a tu padre Tom.

-Tú que puedes saber. -Dijo indignado el muchacho a la rubia que lo miraba de una manera que lo hacía sentir incomodo.

-Cuando mi mama murió yo era muy chica, no me acuerdo mucho de ella y aun así la extraño aunque parezca tonto extrañar a alguien que conocí tan poco, pero era mi madre. Tienes razón no sé cómo te sientas, yo solo puedo imaginar cuanto te duele pero posiblemente estoy muy lejos de saberlo en realidad. -Dijo con voz pausada, de ensoñación, con aquella pasmosidad exasperante que ponía los pelos de punta.

Tom la veía con los ojos rojos, conteniendo sus lágrimas no deseaba llorar menos delante de la Lunática y su hermano, agradecía que sus amigos se hubieran retirado, pero aun así se negaba a llorar, no quería mostrar debilidad, debía ser fuerte.

El día que ataco a Malfoy en el callejón sintió un gran odio, un profundo resentimiento en su contra. ¿Cómo podía caminar tan tranquilo? Cuando el se sentía tan mal, cuando veía llorar a su madre a escondidas, cuando sabía que no volvería a ver a su padre y platicar con él. ¿Por qué demonios, entonces Malfoy seguía respirando cuando no lo merecía? La rabia se apodero del sus sentidos, por lo que lo siguió lleno de odio e ira.

No estaba seguro de lo que hubiera pasado, si aquella mujer no hubiera intervenido, tampoco reconoció quien era, pero sabía que era mujer por su voz y si tamaño. Quizás lo mejor fue que interviniera, ahora que lo pensaba se hubiera manchado las manos de sangre por vengara, porque no estaba seguro si se hubiera detenido con solo torturarlo un poco.

-Hermione tiene razón, Malfoy solo fue víctima de las circunstancias. ¿Qué hubieras hecho tú? ¿No te hubieras aliado con ellos para salvar la vida de tus padres? ¿Qué serias capaz de hacer para salvar a tu familia? Quizás por muy atroz o abominable que suene, serias capaz no solo de dar tu vida, si no hacer todo lo que te pidieran con tal de mantener a salvo a tus seres queridos. -Dijo Luna con su vocecilla. -Tom tu hermano te necesita, no arruines tu vida por un muerto que ya descansa en paz y que lucho por lograr una vida mejor para ustedes, cuando hay vivos que te necesitan más, has que tu padre donde quiera que se encuentre se sienta orgullo del hombre que eres.

Tom no se puedo contener más, comenzó a llorar  y abrazo con fuerza a su hermano quien también lloraba al recordar a su padre y por las palabras de Luna. Ella salió de la sala dejándolos solos, necesitaban el consuelo mutuo, tal vez algún día pueda doler un poco menos la ausencia de su padre.

Luna caminaba tranquilamente por un de los pasillos, cuando se encontró  con Hermione y Marcus que la buscaban.

En cuanto la vieron Hermione respiro más tranquila y Marcus miraba a la rubia interrogante. -Ya ves te dije que Luna estaría bien. -Confirmo la castaña a su amigo

-¿Estás bien? -Pregunto aun desconfiado Marcus.

-Porque  no lo estaría. -Dijo sin comprender la rubia que lo veía con sus enormes ojos azules

-Porque te fuiste con ese chico como si no hubiera pasado nada, como si segundos antes no te hubiera amenazado con su varita. -Dijo exasperado

-Pues no paso nada, Tom solo estaba confundido. -Dijo con una tranquilidad desquiciante y se alzo de hombros indiferente.

Hermione sonrió al ver al Marcus tan desesperado por la actitud de Luna. -Luna por cierto no los pude presentar formalmente, el es Marcus, ella es mi amiga Luna. -Se dirigió a ambos chicos quienes se miraban sin acercarse mucho, después la rubia dio un pequeño paso y saludo con la mano a Marcus, que la miraba en forma rara. -Bueno los dejo, tengo que ir con Ginny, me pidió que le prestara un libro y no selo he llevado, solo queríamos comprobar que estuvieras bien. -Dijo refiriéndose más a Marcus.

La castaña se despidió y los dejos a los dos en ese pasillo. Marcus la vio alejarse por otro pasillo.

-Así que te gusta Hermione. -Afirmo la rubia

-¿Qué?  -Pregunto sorprendido el chico.

-Que te gusta Mione, se te nota por como la miras. -volvió a afirmar con seguridad, mientras Marcus se ponía rojo por las declaraciones de la rubia. -Deberías hablarle de tus sentimientos.

-Yo no… -Solo  atino a decir eso Marcus.

-Supongo que le dirás cuando te sientas listo. -Le interrumpió Luna. -Nos vemos después Marcus, un gusto conocerte. -Dijo la rubia y se alejo dando pequeños saltitos dejando confundido al muchacho y sin darle tiempo de contestar.

Marcus pensaba que Luna en verdad era rara, pero lo que más le sorprendía era la manera en que le hablaba y como se había dado cuenta que Hermione le gustaba.

*o*O*o*

Hermione estaba sentada en uno de los sillones de su sala común, estaba leyendo un libro frente a la chimenea, la cena había estado tranquila, solo las miradas asesinas que le mandaba Lavender le seguían incomodando un poco, pero se mantenía alejada de ella para evitar problemas. También pudo ver que Tom, estaba más tranquilo, se notaba solo un poco avergonzado cada que se topaba con su mirada, al menos sabia que las cosas se iban a calmar un poco entre él y Malfoy.

Malfoy en ese momento bajaba las escaleras y se sentaba también en uno de los sillones. La castaña metida en su lectura no lo habia notado hasta que le hablo.

-Gracias por ayudarme en la tarde. -Dijo el rubio mirando el fuego consumiéndose en la chimenea.

Hermione bajo su libro y miro fijamente al rubio, aun se notaba un poco ausente, pero al menos más animada con en días pasados.

-No tienes que agradecer. -Contesto simplemente. -Tom no es malo, solo está un poco confundido, necesita un tiempo para asimilar las cosas, la muerte de su padre esta aun muy reciente. Pero hiciste bien en no enfrentarlo.

-Aun así gracias Granger. -Dijo y se levanto del sillón para subir nuevamente a su habitación.

-Por nada Draco. -Contesto en un susurro la castaña, pero aun así la escucho el Rubio, sorprendido de que le llamara por su nombre, pero no se detuvo solo continuo subiendo los escalones de piedra.

Esa noche tuvo un sueño muy extraño Malfoy. Se encontraba sentado a la orilla del lago negro, recargando su espalda en el tronco del un árbol, era el mismo lugar donde había hablado con su desconocida, tenía la vista fija en el lago que se mantenía tan sereno que reflejaba la luna en sus aguas y repentinamente a su derecha también recargada en el árbol estaba Hermione y de la misma manera después aparecía su desconocida cubierta por su capa color escarlata a su izquierda, sin saber porque se sentía muy bien, tranquilo y feliz. Comenzaron a platicar los tres.

-¿Cómo te sientes? -Pregunto la desconocida

-Mucho mejor, feliz de estar aquí. -Contento con sinceridad el rubio.

-Fuiste hoy muy valiente, se nota que has cambiado Draco. -Dijo Hermione y tomo su mano.

Draco se sintió aun más feliz de sentir la suave y calidad mano de la castaña tomando su pálida mano.

-La prefieres a ella. -Le dijo con voz triste la desconocida y tomaba la otra mano del rubio.

El rubio no sabía que contestar, se sentía tan bien tenerlas a las dos que no sabia que hacer, ambas le transmitían confianza y paz.

-Tienes que elegir. -Decía en un susurro la castaña.

-¿Quién de las dos es más importante para ti? -Le cuestiono  la desconocida

Y tan repentinamente como llegaron ambas chicas se esfumaban dejándolo solo y con un gran dolor en el pecho. Draco les llamaba se paro asustado de donde estaba sentado y comenzó a correr buscándolas, les pedía que no se fuera, que no lo dejaran, pero nadie contestaba, sentía una gran angustia y un dolor que no podía explicar y que nunca había sentido, eso lo hizo despertar.

Se enderezo sobresaltado de su cama, sintiendo su corazón latir con fuerza, su garganta estaba seca y adolorida como si en verdad hubiera estado fritando, sudoroso estaba enredado en las sabanas, no entendía muy bien el sueño, se preguntaba porque había soñado con Hermione, de algún modo sabia que comenzaba a sentir algo muy fuerte por la desconocida, pero entonces porque Granger estaba también en su sueño, acompañándolo, porque había sentido aquella felicidad cuando tomo su mano, porque recordar su calidez le provocaba tantas cosas.

Se baño tratando de sacar esos pensamientos de su mente, ya arreglado abrió la puerta de su habitación para salir, y en ese momento también salía Hermione de la suya. Y la chica le sonrió de una manera tan sincera que lo hizo estremecer.

-Buen día Malfoy. -Dijo la chica y una radiante sonrisa ilumino su rostro.

-Buen día Granger. -Contesto un poco turbado el rubio, quizás se sentía así por haber soñado con ella, pero esa sonrisa, esa calidez que emanaba, nunca la había visto, o será mas bien que era la primera vez que la veía sin odio e indiferencia que notaba por fin lo que realmente transmitía esa castaña.

Iban a bajar al mismo tiempo, por lo que sus brazos se rosaron un instante.

-Perdón. -Dijo el rubio y le cedió el paso a Hermione, ese toque le hizo sentir una corriente eléctrica en todo su cuerpo.

-No hay problema. -Dijo la chica - Gracias. -Contesto la castaña por dejarla pasar y volvió a sonreír, dejando sin aliento a Draco.

Hermione bajo las escaleras y salió de la torre, dejando a Malfoy un poco confundido. Por que ese sueño lo estaba trastornando tanto.

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