Un Accidente
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Un Accidente
Indudablemente estaba de excelente humor, después de despertarse en los brazos de Draco, las clases del día se fueron rápidamente y Hermione no podía estar más feliz. Sentí una paz indescriptible y una tranquilidad abrazadora que la hicieron sentir capaz de hacer cualquier cosa incluso comerse el mundo.
Demasiado tarde se dio cuenta de su error, cuando ya se encontraba arriba de una escoba a varios metros de altura, con su corazón palpitar tan fuerte que lo sentía casi salir por la garganta, sus manos sudorosas se aferraban con fuerza al palo de la escoba, sentía su rostro entumecido y frio signo de que debía haber perdido todo el color de sus mejillas, su cabello suelto se ondeaba con el viento, mientras se preguntaba una y otra vez que demonios hacia ella volando en escoba cuando tenía miedo a las alturas.
Si la perfecta Hermione Granger que se había enfrentado contra los Mortifagos, la que vio a la cara a la muerte en la búsqueda de los Horrocules, enfrentando en sus años de escuela fuerzas oscuras, Trolls, Basiliscos, Dementores, hombres lobo, Acromantulas, Dragones y un sinfín de peligros incluyendo que se enfrento al lado de Harry a nada más y nada menos que el innombrable. La mejor bruja de los últimos tiempos, la valiente Gryffindor paradójicamente tenía un miedo indescriptible a las alturas.
Entonces que hacia ella ahí arriba, aferrada a una escoba con tal fuerza que se hacia un poco de daño al sostenerla con tanto ímpetu.
La respuesta era simple, Amber le había convencido de dar una vuelta en escoba y cuando les comento a los chicos se entusiasmaron tanto que no pudo negarse. Todos jugaban Quidditch esa tarde después de clases de manera despreocupada, mientras ella temblorosa solo se mantenía sobrevolando la cancha maldiciendo por lo bajo por su tontería.
Harry, Ginny y Hermione eran un equipo, mientras Marcus, Amber y Ron eran el equipo rival, Luna se unió al primer equipo debido a que Hermione no se movía mucho, ni siquiera soltaba el mango de la escoba. Como era de esperarse y considerando que Harry y la pelirroja eran diestros en el juego compensaron la falta de experiencia de Hermione y Luna. Por otro lado Amber y Marcus jugaban bien y Ron hacia alarde de su estilo al jugar.
Pero a pesar de todo era un juego muy parejo, Hermione rogaba que no se le acercaran mucho porque tenía miedo de caer, se había quedado de cómo guardiana pero cada que veía venir la Quaffle cerraba los ojos y se cubría como podía el rostro con una mano.
-Cálmate Hermy. -Trataban de tranquilizarla, ella solo sonreía sin ganas tratando de hacerse de un valor que en ese momento no encontraba en ningún lado.
Marcus vigilaba a Amber, sabía que tenía algo entre manos y no deseaba darle la oportunidad de lastimar a Hermione por su insensatez.
Pero lo inevitable pasó, incluso Amber no tuvo nada que ver, aunque ese había sido su plan inicial, Hermione temblaba tanto y se sentía tan insegura que no reacciono a tiempo y tratando de desviar la Quaffle, una fuerte ráfaga de viento la hizo perder el control y termino cayendo estrepitosamente sobre el campo.
Sus amigos no pudieron ayudarle cuando reaccionaron ella se impactaba ya contra el césped haciendo un fuerte ruido, un crujido los hizo estremecer y a toda velocidad se acercaron para ayudarla. Amber sonría maliciosamente a sus espaldas mientras se acercaba al lugar donde estaba tendida Hermione tan pálida como la cera y con una expresión dolor reflejada en su rostro, algunas lagrimas escapaban de sus pupilas a pesar de tratar de evitarlo. Al parecer se había fracturado un tobillo al caer.
Ron y Harry rápidamente la levantaron para llevarla a la enfermería, seguidos de cerca por Ginny, Luna, Amber y un angustiado Marcus.
En efecto, Hermione se había fracturado el tobillo, tenia fuertes golpes en la espalda, pero nada severo, pero tendría que pasar la noche en la enfermería hasta que madame Pomfrey lo considerara conveniente. Con una poción que sabia a horrible le reparo el hueso, pero aun así necesitaba descansar.
Se quedaron un rato haciéndole compañía hasta que la emfermera les pidio que salieran para que descansara.
-Nos vemos mañana. -Dijo Harry
-Descansa. -Dijo a la vez los demás.
Hermione tomo a Ginny de la mano y le hizo una señal que ella entendió y se quedo al final.
-Ahora los alcanzo. -Dijo a los demás y se acerco a Hermione con rapidez.
-Necesito que me ayudes Ginny. -Suplico Hermione con los ojos lloroso.
-Claro que necesitas.
-Hoy vería a Malfoy al lado del lago, por obvias razones no podre ir, puedes hacer una nota y enviársela.
-Espero a que la escribas.
-No, es que conoce mi letra, no puedo escribirla yo. Solo dile que no podre ir hoy, no quiero que piense que lo deje plantado. Por favor Ginny. -Suplico a su amiga
La pelirroja no estaba muy convencida, no le gustaba del todo que su amiga se siguiera viendo con Malfoy, y mas aun que no le dijera su verdadera personalidad, algo le decía que no iba a terminar bien ese asunto. Pero a pesar de eso no pudo negarse a la petición de su amiga.
-Está bien. -Acepto al fin la pelirroja.
-Gracias.
-Por nada. Nos vemos mañana. -Se despidió la pelirroja dejando un poco mas tranquila a Hermione.
Lo que no sabían ninguna de las dos es que Amber conocía su secreto. El día que le conto a Ginny su secreto y toda la historia de cómo ayudo a Malfoy en el callejón y de sus entrevistas nocturnas, la chica Turpie escucho todo desde el baño, Hermione había tenido la precaución de poner un hechizo a la puerta para que no las escucharan pero se había olvidado de la puerta del baño que compartía con Amber.
Amber era hábil trazo un plan sabiendo que ese viernes se volverían a ver, por lo que sus intenciones habían sido lastimar un poco a Hermione para que no se pudiera presentar y ella poder tomar su lugar. Agradecía la suerte que tenia al menos asi su hermano no se enojaría con ella, todo fue un afortunado accidente.
La chica Turpie pensaba presentarse delante de Malfoy y decirle que ella era la chica que lo había ayudado en el callejón Diagon, después de eso sería todo más fácil, convencería a Draco y sabía que Hermione no se atrevería a contradecirla con tal de no quedar en evidencia.
Cuando hablaban dentro de la enfermería, se había quedado pegada a la puerta escuchando como le pedía que avisara al rubio que no se presentaría ese día.
No le fue difícil interceptar la nota, con un hechizo confundió a la lechuza del colegio que había mandado Ginny a entregar el recado y lo quemo al instante para no dejar evidencia.
Marcus estaba preocupado, no sabía hasta que punto su hermana había provocado el percance que sufrió Hermione, se negaba a creer que su hermana sería capaz de causar daño con tal de salirse con la suya.
Amber sigilosamente entro a la habitación de Hermione y tomo su capa escarlata, la guardo en su mochila y salió de ahí con cuidado para no ser vista.
La hora se aproximaba ya era demasiado tarde para detener las cosas, Amber estaba ya usurpando el lugar de Hermione, sentada bajo el árbol a la orilla del lago negro, esperaba que pronto llegara Draco, el rubio que había robado su corazón desde que lo vio por primera vez en el gran comedor con su porte distinguido y esos hermosos ojos grises.
Y en efecto alguien salía del castillo en ese momento y caminaba rumbo aquel apartado lugar al lado del lago con aire resuelto.
En la enfermería Hermione no podía dormir, algo la inquietaba, sabía que Ginny había mandado una nota para avisarle a Draco que no iría a su encuentro, pero había algo que no la dejaba tranquila, era una presión en el pecho que le hacía saber que algo andaba mal ¿Pero qué? Se preguntaba con un poco de desesperación.
No podía levantarse de la cama tenía su pie vendado y entablillado para facilitar que el hueso se acomodara de manera correcta, aun le dolía la espalda y cada que trataba de acomodarse le molestaba un poco.
La puerta de la enfermería se abrió con sigilo para no hacer ruido no quería ser descubierto y que la enfermera lo sacara del lugar, quería saber que la chica está bien, confirmar que pronto saldría de ese lugar y estaría perfecta, su primera intención fue solo asomarse y no entrar pero al verla recostada no pudo evitar el impulso de acercarse.
-¿Cómo estás? -Pregunto acercándose con cautela
-Molida. -Contesto con una sonrisa y al tratar de enderezarse se quejo un poco.
Se acerco con rapidez para ayudarle y le acomodo la almohada, después se sentó en una silla a lado de su cama.
En la orilla de lago Amber se encontraba nerviosa refugiada en el anonimato que le proporcionaba la capa, sudaban sus manos un poco debido al nerviosismo y pasaba saliva con dificultad por la resequedad en la garganta, ya había hecho el hechizo para cambiar su voz.
Escucho como alguien se acercaba y su cuerpo se tenso pero no quiso moverse, esperaría a que se sentara a su lado, como había dicho Hermione que hacía, debía seguir paso a paso cada detalle para que no la descubriera.
En efecto el chico llego y se sentó al otro lado del árbol, recargando su espalda en el tronco, Amber nerviosa no se movió, sabía que lo único que la separaba de Draco era ese árbol y que pronto haría que el rubio terminara rendido a sus pies, después de todo pensaría que era ella su salvadora, la chica de la que se había enamorado sin conocerla. Ella seria por fin la dueña de su corazón y haría que se alejara definitivamente de Hermione.
-Creo que ya es tiempo de que me conozcas. -Dijo a penas en un susurro y bajando la capucha de la capa se giro para quedar frente al chico que la miro anonadado.
-¿Tú?
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