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La Prueba

Amber tuvo que pasar un par de días en San Mungo, como consecuencia de una crisis nerviosa después del interrogatorio. Haber recordado lo ocurrido le afecto mucho, paso un día completo sedada para mantenerla tranquila, ya que apenas despertaba comenzaba a llorar de nuevo.

Ron no se aparto ni un minuto de su lado, cuando llegaba a despertar la protegía en sus brazos tratándola de reconfortar con un cálido abrazo. El pelirrojo nunca  fue muy expresivo, y seguía sin serlo, pero para Amber era suficientes sus acciones, la manera en que la miraba enamorado y afligido por verla sufrir tanto, la forma en que la estrechaba en sus brazos y tomaba su mano para darle fuerza, eso era invaluable.

Los padres de Amber estaban abatidos por todo lo ocurrido, les aterraba pensar lo que le esperaba a su hija en el juicio. Eran consientes de que cualquier maldición imperdonable era castigada con Azcabar, y considerando que  conjuro las tres en contra de Hermione Granger, el castigo sería sumamente severo.

Marcus caminaba al lado de Luna en los pasillos del Hospital.

-No te  preocupes Marcus, tu hermana esta bien.

-No estoy tan seguro de eso.

-Yo sí. -Dijo convencida y lo miro con sus enormes ojos azules, poniéndose frente a el para detener su paso. -Hermione despertara muy pronto y ayudara a Amber.

-Que te hace pensar que eso pasara, Hermione lleva inconsciente demasiado tiempo y no hay garantías que algún día llegue a despertar.

-Ella despertara, estos segura que estará en el juicio y apoyara a tu hermana.

-Quisiera tener la misma confianza. -dijo abatido Marcus y abrazo a Luna con suavidad.

Luna enredo sus manos en la cintura del chico y se quedaron así por algunos momentos, antes de entrar a la habitación de Amber.

Cuando entraron la chica ya estaba despierta, su aspecto no era muy bueno, pero al menos ya no lloraba. Ron tomaba su mano y la acariciaba.

-Hola Amber. -Saludo luna, acercándose a la chica la abrazo con fuerzas y susurro en su oído. -Todo estará bien.

Amber sonrió débilmente, agradecida por el apoyo de la novia de su hermano.

-Gracias. -contesto con voz débil

-Ya que veo que estas mejor, voy un momento a saludar a Hermione y Draco, regreso en un rato. -Les dijo y salió de la habitación para dirigirse con su amiga castaña.

Draco le leía un libro sentado a un lado de su cama, pero guardo silencio cuando entro Luna.

-Hola Draco.

-Hola Luna.

-¿Cómo estas Hermione? -Pregunto y se acerco por el otro costado de la cama para no mover al rubio. -Tienes que despertar ya, Amber necesita de ti. -Le dijo con voz suave y soñadora.

Draco sonrió divertido, Luna siempre hacia lo mismo le hacía preguntas a Hermione como si pudiera contestar y guardaba silencio esperando una respuesta antes de continuar con sus preguntas.

Ese día Hermione llevaba uno de los camisones que le regalo Narcisa, era largo en color blanco de tela vaporosa, con encaje en la parte alta y tirantes anchos, un listón de seda adornaba el frente del camisón.

-Te ves muy bonita. -Declaro Luna mientras acariciaba la tela del camisón. Draco suspiro.

-Si se ve realmente hermosa. -La rubia lo miro fijamente cuando hablo.

-Tienes que traerla de vuelta Draco, solo tú puedes. -Le dijo con una sonrisa tranquila antes de salir de nuevo con la puerta dando pequeños saltitos.

Draco pensó que esa chica seguía siendo la misma lunática de siempre, sin embargo, el ya no era el mismo chico arrogante de antes, y podía ver lo fascinante y autentica que era esa rubia, por lo que confiaba ciegamente en sus palabras, el traería de vuelta a Hermione al costo que fuera, sin importar el tiempo que se llevara.

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En primera plana del profeta se había presentado la historia completa del secuestro, pero como siempre era solo su versión. Se presentaba una imagen de Hermione en sus primeros años de escuela, seguida de una sinopsis de sus logros académicos, haciendo énfasis en la lucha contra el señor tenebroso. Detallaban sus supuestos romances con Harry Potter, Ronald Weasley y Viktor Krum, alimentando el morbo del mundo mágico.

Se hablaba del secuestro por parte de mortifagos que habían huido de la última guerra y buscaban venganza. Dando datos imprecisos e incluso improbables acerca del supuesto secuestro de Hermione, Lavender y Amber.

Algunos periodistas del mundo mágico habían estado merodeando en San Mungo, para tomarle fotos a la castaña, pero Draco se los  impidió. Por lo que al final del reportaje se mencionaba su relación sentimental con Malfoy, haciendo un recordatorio de sus oscuros antecedentes, incluso dando a entender que podría estar implicado de alguna manera con lo ocurrido.

A partir de la desaparición de las chicas el profeta había presentado una serie de artículos todos los días, se podía leer los encabezados que distaban en mucho de la realidad, solo intentaban crear interés y muchas de las veces resultaban absurdos.

"!Howard ya no es seguro¡"… "¿Donde está Hermione Granger?"… "El Mundo Mágico Consternado por la desaparición de un miembro del trió de oro"… "Mortifagos tras el secuestro"… "¿Qué hará el Gran Harry Potter al Respecto?" "Un Malfoy enamorado de una hija de Muggles"… "Draco Malfoy desquiciado por la desaparición de su Novia"… "Victor Krum se unirá a las búsquedas"… Se podía leer cada día desde que todo comenzó.

Los títulos iban cambiando, tornándose cada vez más escandalosos y haciendo conjeturas por demás estrafalarias, hablando de triángulos amorosos, enemigos mortales entre los amigos cercanos de la castaña, entre muchos otros disparates.

Cuando encontraron a Lavender, un poco de la atención se centro en la chica que no recordaba nada, sin embargo, lograba aumentar el escándalo de comentarios tan simples, como que la chica había sido la causante de que Hermione terminara su relación con Ron.

Los encabezados cambiaron cuando encontraron a Hermione y Amber. El suceso era el acontecimiento más importante que hubiera ocurrido después de la guerra.

Harry movió un poco sus influencias en el ministerio para que se protegiera la identidad de Amber Turpie, temiendo que hubiera represarías en su contra.

No fue sencillo, ya que el juicio se aria publico después del veredicto y el nombre de la chica saldría a relucir tarde o temprano, solo intentaban ganar tiempo.

Los amigos de Hermione trataban de no hacer mucho caso a los reportajes que se publicaban en el profeta, estaban por demás acostumbrados a que se publicaran verdades a medias e incluso mentiras que hacían pasar como ciertas con tal de tener mayores ventas.

Pero ese día en especial al leer la primera plana del periódico hizo que Draco lo rompiera en pedazo con furia.

"Mundo Mágico Resignado Hermione Granger no despertara"…

<El Ministerio de Magia a informado que el día de mañana se realizara el juicio  en contra de él o los secuestradores de Hermione Granger, Lavender Brown y Amber Turpie. Se ha mantenido el mayor hermetismo en las investigaciones realizadas por el Auror a cargo el Señor Rodolf Weber, a la fecha no se ha dado a conocer el móvil del secuestro, así como el numero y nombres de los involucrados en el hecho.

Se presume que las señoritas Brown y Turpie, se presentaran en el juicio para declarar sobre sus agresores, ambas jovencitas ya se encuentran completamente recuperadas del trago amargo que pasaron a manos de sus captores, sin embargo, se ha confirmado que Hermione Granger no se presentara debido a que sigue en coma, y según la información por parte de sus médicos en San Mugno no hay esperanza de que la chica despierte, después de tanto tiempo es improbable que esto ocurra, por lo que el Mundo Mágico está resignado a que un miembro del Trio de oro se perdió en la obscuridad y ya no despertara…

El juicio se llevara a cabo…. >

Fue lo último que leyó Draco antes de estrujar con fuerza el periódico para después romperlo en varios pedazos. Estaba realmente furioso, caminada a grandes zancadas de un lado a otro en la habitación de la castaña. El aun no se resignaba, Hermione tenía que despertar, el estaba convencido de que lo haría.

Después de que se hubo controlado se recostó a un lado de Hermione y comenzó a acariciar su cabello con delicadeza, sus rizos color caramelo comenzaban a formarse con mayor gracias, el cabello estaba más crecido y le llegaba por debajo de los hombros, Ginny todos los días se lo cepillaba y le ponía una loción especial invención de su Molly para que le creciera aun mas rápido.

Sentir el cabello sedoso y suave de la chica le reconfortaba y lo hizo tranquilizarse por completo, suspiro después de un rato de estarla observando, paso sus dedos por la mejilla, y como tantas veces ya había hecho memorizaba el rostro de la chica.

Su piel lucia un poco pálida, pero no dejaba su calidez y suavidad, sus pestañas largas y tupidas enmarcando  sus ojos cerrados, su rostro apacible y sereno, sus pequeñas pecas adornando su respingada nariz, podía recordar el bonito color rosado que adquirían sus mejillas cuando se apenaba, roso con la yema de su dedo sus labios y sonrió un poco al recordar también como mordía su labio inferior cuando intentaba concentrarse o cuando algo se le complicaba.  

Enterró su rostro en el cabello de Hermione y aspiro con fuerza para llenar sus pulmones de su aroma, no pudo evitar besarla de manera suave, presionando sus labios contra los de ella de manera tierna, solo un leve rose que lo elevaba al cielo, sin tan solo despertara y correspondiera sus besos, si tan solo abriera sus parpados para perderse en la calidez de sus ojos castaño, sin tan solo pudiera hacerla suya y demostrarle todo el amor que lleva contenido en su pecho, solo por ella.

Ese día llevaba un camisón de seda en color rosa pálido, un listón en el mismo color adornaba el escote y terminaba en un bonito moño al frente, la tela era suave al tacto, era largo, parecía mas un vestido que un camisón cualquiera, en la cabecera de la cama descansaba una ligera bata que complementaba el atuendo, era de tela trasparente, larga, vaporosa y se ataba al frente con un listón satinado en las mismas tonalidades rosa pastel.

Draco acaricio con su dedos desde el hombro hasta la muñeca de Hermione, deslizando lentamente sus dedos sobre la suavidad de la piel, hizo lo mismo en su cuello hasta el nacimiento de sus senos.

-Te amo y te deseo. -Le susurro en el oído, sintiendo como el calor se apoderaba de su cuerpo, tenía las mejillas sonrosadas y estaba excitado, no podía evitarlo al tenerla tan cerca, al estarla acariciando recordaba las veces que había sido suya, recordaba la entrega, tenia grabadas en sus piel las caricias que le regalo Hermione y sus besos.   

Hermione sentía cada caricia que le hacia Draco, ella también estaba acalorada, escucho con claridad las palabras de su novio, al igual que sintió su cálido aliento golpeando su rostro, tenía la sensación de que sus labios le hormigueaban deseando sus besos.

Quería abrir sus ojos para encontrarse con los profundos ojos grises de Draco, estirar sus manos para fundirse en un abrazo, quería que su boca despertara y decirle también cuanto lo ama, quería tantas cosas y se sentía frustrada de no poder lograr salir del letargo.

Draco se acomodo un poco y paso su brazo por debajo de Hermione para poderla abrazar mejor, la recargo en su pecho para seguir acariciando sus cabellos que se esparcían armoniosos sobre la almohada, la giro un poco para poder acariciar también su espalda, termino la chica de costado, acurrucada en el pecho fuerte del rubio.  

Ella podía escuchar el latido de su corazón con toda claridad, el golpeteo suave que se fue acelerando conforme seguía acariciando su cuerpo inmóvil. No eran caricias obscenas o morbosas, eran más bien tímidas, suaves, llenas de entrega, un suave deslizar, un reconocimiento de amantes.

Recorría con la punta de sus dedos la piel blanca de Hermione, sus hombros, su cuello, su espalda y su brazo, cada pedacito de piel que estaba a su alcance.

Como cuando un artista moldea una obra de arte con sumo cuidado va delineando cada curva, sin prisa, dándole alma a su escultura, proporcionándole esencia, definiendo cada contorno, cada detalle único e irrepetible. Haciendo cada movimiento consiente, recorriendo palmo a palmo una exquisita pieza que se ha descubierto.

Draco suspiro con fuerza y la atrajo más su cuerpo para sentir la calidez del cuerpo de la chica sobre su piel. Se quedo así por un momento, la noche había llegado ya, estaban en penumbras en aquella lujosa habitación del hospital.

Y así sintiéndola en sus brazos su voz sonó enronquecida y profunda al hablar.  

Despierto cada mañana esperando toparme con la calidez de tus ojos,

Y sufro al ver que sigues dormida…

A veces pienso que todo es un sueño y que tú no existes,

Pero me basta sentir la calidez en tu piel para saber que algo tan divino no puede ser un sueño…

Mis oídos anhelan escuchar tu armoniosa voz,

Y mi voz se niega a salir cuando recuerdo que sigues perdida en un sueño…

Soy egoísta quizás al desear que seas solo para mí,

Pero estoy dispuesto a entregarte mi vida solo a ti…

Soy afortunado al haberte encontrado,

Y no me alcanza la vida para recompensarte por haberme elegido…

Quizás soy un cobarde en verdad,

Porque me niego a seguir viviendo si tú no estás…

Quizás merezcas a alguien mejor que yo,

Pero te aseguro que nadie te puede amar más de lo que te amo yo…

Regresa a mí, estoy perdido sin tu guía, tu amor es la brújula que me mantiene en el camino…

Sin ti no soy nada…

Te extraño, te amo y aunque suene egocéntrico y narcisista, se que también me amas,

Así que despierta Hermione, por favor despierta te necesito…

Draco se enderezo un poco para ver su rostro sereno, sus ojos aun permanecías cerrados en su inconsciencia pero aun con la tenue luz que entraba por la ventana pudo ver que las mejillas de Hermione estaba enrojecidas. Esa era la prueba de la castaña lo escuchaba.