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La Búsqueda

Los días se hicieron interminables y las noches insoportable. La noche caía cuando Draco exhausto y descorazonado estaba sentado en la sala de la mansión Malfoy, estaba demacrado y oscuras ojeras ensombrecían sus ojos vacios y tristes, lucia abatido, tenía su ropa sucia y su cabello despeinado como resultado de las extensas búsquedas. No había dormido en días y se negaba a comer, estaba sumamente delgado y desmejorado, no se sentía con ánimos de nada.

Su madre lo vigilaba en silencio los pocos instantes que llegaba después de un largo día de búsqueda a la mansión, le partía el corazón verlo de esa manera, incluso ella misma estaba preocupada por el paradero de Granger, porque sabía lo mucho que la amaba su hijo y no resistía seguirlo viendo de esa manera, como si fuera un fantasma sin voluntad y sin ganas de vivir.

Parada en el umbral de la sala lo observaba sin molestarle, ya en otras ocasiones había tratado de consolarle, pero todo era inútil, sin Hermione no había nada que lo animara. Los primeros días había  llorado desesperado hasta quedarse dormido, pero parecía que ya se había quedado sin lágrimas para derramar, ahora solo su mirada estaba perdida y llena de preocupación y dolor.

Sin saber que más hacer fue a la cocina y le pidió a uno de los elfos que le preparara un tentempié para ver si comía algo su hijo.

Narcisa entro a la sala con la charola en las manos y la puso frente a Draco, que parecia que nose daba cuenta de que su madre estaba frente a el.

-Vamos Draco como algo. -Le suplico su madre sentándose a su lado.

-No tengo hambre.  -Contesto en un susurro.

-Tienes que comer si no vas a enfermar.

-No me importa.

-Si no lo haces por ti Draco, hazlo por ella, por Hermione. -Hasta escuchar esas palabras puso atención en el rostro de su madre que se veía afligida y preocupada.

Sin contestar tomo los cubiertos y se llevo a la boca un pedazo de carne, que mastico con lentitud y trago con esfuerzo, dio un sorbo al vaso con jugo y partió con lentitud otro trozo de carne, así lo hizo hasta terminar la comida, mientras su madre lo observaba.

-Gracias. -Dijo el rubio después de terminar.

-Por nada Hijo, deberías y a ducharte y dormir un poco, mañana regresan al colegio.

Malfoy no contesto, solo le dio un beso en la frente a su madre y con lentitud salió de la sala ha su habitación.

Preparo el agua de la bañera y se mentido buscando relajarse un poco, pero no podía hacerlo, sentía una gran angustia, desnudo en el agua abrazo con fuerza sus piernas y comenzó a llorar como un niño pequeño, sollozaba lleno de miedo, temeroso de no encontrarla con vida, temiendo no volver a ver sus ojos caramelo y su sonrisa.

Desesperado pasaba sus manos entre sus cabellos y los jalaba con fuerza, mientras seguía llorando y sentía como se desgarraba su alma. Duro mucho tiempo ahí llorando, el agua estaba ya fría, pero parecía que no lo sentía o simplemente no le importaba.

Estas eras las peores vacaciones navideñas que habían tenido, porque aun considerando la navidad que pasaron Harry y Hermione buscando los Horrocules, al menos habían estado los dos juntos.

Los Granger, los Weasley y Harry no estaban mucho mejor que Draco, pero trataban de ser fuertes y mantener la esperanza, se aferraban a creer que Hermione seguía viva, necesitaban creerlo para poder seguir adelante.

Todos los días desde que desapareció la habían buscado sin descanso, desde que salía el sol, hasta que se ocultaba, en ocasiones incluso en la noche hasta muy entraba la madrugada la buscaban.

Los aurores formaron grupos de búsqueda a los que se integraron todos los amigos de Hermione, incluso los amigos de Draco, Pansy, Zabini y Nott.

Los alumnos regresaron a sus casas a pasar las fiestas navideñas y el fin de año con sus familias, pero todos estaba preocupados difícilmente podrían estar felices sin saber que le había ocurrido a Granger, a la valiente chica de Gryffindor, a la gran bruja que formaba parte del trió de oro y que ahora simplemente había desaparecido.

Marcus paso esas fechas en casa de los Weasley para ayudar en las búsquedas, solo Amber se había ido a su casa. Ella también pretendía quedarse, pero se notaba todo el tiempo pálida, distraída, como si lo sucedido con Granger le afectara más que a los demás, incluso lucia  enferma, por lo que su hermano prefirió que Amber descansara en casa de sus padres.

Las investigaciones por parte del ministerio habían resuelto que ningún hechizo salió de la varita de Hermione cuando fue atacada, sin embargo la sangre encontrada si pertenecía a ella, y por lo que se pudo determinar recibió dos hechizos fuerte en su contra, al parecer la atacaron por la espalda, por eso su capa estaba desgarrada. Perdió mucha sangre, pero no lo suficiente para morir, por eso se aferraban a la esperanza de encontrarla con vida.

Draco no había conciliado el sueño, se paso toda la noche observando el anillo en su mano, el símbolo de la promesa de amor que había hecho con Hermione. Se lo quito un momento para leer la inscripción que tenia por dentro.

-"Nuestro amor es Eterno" H y D. -Leyó en voz alta. Se lo coloco de nuevo en su dedo y lo acaricio varias veces como si quisiera con ello tocarla. -Te voy a encontrar Hermione, te juro que te voy a encontrar.

El rubio se cambio con rapidez y preparo sus cosas para volver al colegio, dispuesto a mover cada piedra y árbol del bosque prohibido para encontrar a su novia.

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Todos los alumnos regresaban de las vacaciones, el ambiente en el colegio seguía triste, los rumores no se hacían esperar, había quienes decían que habían sido secuestradas por mortíferos, pero no muchos apoyaban esta versión.

-¿Cómo estás? -Le pregunto Ginny con cuidado a Draco cuando se lo encontró en la estación de Hogsmeade.

-¿Cómo quieres que este Weasley? -Le contesto con sequedad. La pelirroja agacho la cabeza y comenzó a sollozar por la respuesta, ella también se sentía mal y al ver lo que había provocado se arrepintió.

-Perdón Ginny… es que yo… -Trato de disculparse Draco pero la pelirroja no lo dejo hablara y se abrazo a él.

-Yo también la extraño mucho. -Le dijo aun sollozando la pelirroja sin soltarlo.

Harry y Ron estaba a solo unos pasos y para sorpresa de Draco, ambos chicos se unieron al abrazo. Sin importar sus diferencias los cuatro querían a Hermione y estaban destrozados sin ella, se sentían perdidos e incompletos sin la castaña.

Los Gryffindor habían comprobado cuando amaba Malfoy a su amiga, y cuando había cambiado el rubio. Y si ellos estaban mal, Draco estaba mucho peor.

Cuando al fin llegaron al colegio otra mala noticia los esperaba.

Amber Turpie nunca llego a casa de sus padres a pasar las navidades, ellos pensaron que se había quedado junto con su hermano Marcus, y a su ves  el chico creía que se encontraba con sus padres.

Esta noticia conmociono de nuevo a todo el colegio, la directora McGonagall estaba sumamente afectada por los acontecimientos, ya no solo eran dos las Gryffindor desaparecidas, ahora también era una de Slytherin.

Por lo ocurrido se suspendieron las clases por una semana para proteger mejor el castillo, muchos de los alumnos por solicitud de sus padres había regresado a sus casas hasta que se averiguara sobre las misteriosas desapariciones.

Solo a algunos alumnos de séptimo se les permitía ayudar  en las búsquedas, entre ellos Harry, Ron, Ginny, Luna, Neville, Marcus, Pansy, Zabini, Nott y Malfoy.

El miércoles de esa misma semana la búsqueda dio por fin resultados Nott llegaba con una chica inconsciente en brazos al castillo, la había encontrado en una cueva dentro del bosque prohibido.

Estaba en muy malas condiciones, no tenía heridas visibles, pero no reaccionaba, Madame Phomfrey pidió a la directora  que de inmediato la trasladaran a San Mugdo.

Al enterarse de que habían encontrado a una de las chicas, Draco corrió esperanzado a la enfermería y cayo decepcionado en una silla cercana al descubrir que la chica que habían encontrado era Lavender Brown.

La directora traslado a la chica inconsciente al hospital, no lograban hacerla reaccionar. En la sala de espera estaba varios Gryffindor y Draco, que esperaban que reaccionara para preguntarle sobre el paradero de Hermione, con la esperanza de que supiera algo de ella.

Un medimago llego en ese momento.

-Los familiares de la Señorita Lavender Brown. -Pregunto con seriedad

-Sus padres aun no llegan, pero esta a mi cargo en estos momento. -Contesto con formalidad McGonnagall

-Correcto. -contesto el Medimago tomando un poco de aire para explicar la condición de la chica.

-¿Cómo esta la señorita Brown? -Pregunto angustiada la Directora.

-Esta estable, pero sigue inconsciente, por el momento no podemos hacer nada, no tiene heridas físicas pero su mente fue borrada y hasta que no despierte no sabremos si tendrá algún daño permanente. Esta anémica como si no hubiera comido bien en semanas, fuera de eso no tiene ningún tipo de herida o signos de tortura, se le están administrando pociones para que mejore su estado anémico.

La directora suspiro un poco aliviada de saber que al menso estaba estable, pero no dejaba de sentir angustia por las otras dos chicas que seguían desaparecidas. Harry, Ron y Draco se sintieron decepcionados por la noticia, se alegraban de que estuviera dentro de lo posible bien, pero tenían la esperanza que ella les pudiera decir algo sobre sus secuestradores.

Draco regreso de inmediato al colegio, seguido de los chicos para continuar con la búsqueda, necesitaban saber donde había encontrado Nott a Lavender, para ver si no había algún rastro de Hermione.