En la Cueva
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En la Cueva
El haber encontrado a Lavender con vida aumentaba sus esperanzas, ese día la búsqueda había terminado de madrugada, todos estaba exhaustos, todo el día habían caminado buscando cualquier pista en el bosque.
Inspeccionaron con cuidado la cueva donde habían encontrado a Brown, pero no encontraron nada, pero por los vestigios que encontraron la chica se había arrastrado a ese lugar para protegerse, aunque no sabían exactamente de qué.
En el lugar no encontraron su varita, su estado delicado se debía a la deshidratación y a la falta de comida. La cueva era pequeña y húmeda, no era muy profunda y estaba oculta entre un par de arboles que dificultaban su visión.
Nott tuvo suerte de encontrarla, ya que habían sido varios los que habían pasado por el lugar sin lograr ver nada, fue solo que cansado se apoyo en uno de los arboles de la entrada de la cueva y escucho ruidos, pequeños gemidos y se dispuso a investigar.
Inconsciente Lavender se quejada, fueron los ruidos que escucho. La cargo con facilidad y corrió con ella hacia el castillo seguidos de Parkinson y Zabini que eran parte del mismo equipo de búsqueda.
Pero conforme el día se extingo no pudieron evitar que con él se extinguieran sus esperanzas.
Tuvieron que obligar a Draco que descansara, Marcus lo acompaño hasta su cuarto, aunque en esos momentos ni el mismo tenía ánimos, ni fuerzas para ayudar a Malfoy. La pérdida de su hermana lo tenía muy mal. Se culpaba por su desaparición, si hubiera sido más cuidadoso, si la hubiera protegido ella estaría a su lado.
Draco se dejo caer pesadamente enla cama sin cambiarse de ropa, y el chico Turpie se despidió desganado y salió, pensó en ir a descansar un rato, pero al ver el letrero en la puerta con el nombre de su hermana, sintió una gran necesitada de entrar ahí.
Giro el pomo de la puerta temeroso, al saber que ella no estaba ahí. La habita con estaba en penumbras, con su varita encendió un par de velas, todo estaba en su lugar como si ella siguiera ahí, abrió el pequeño guardarropa y todo estaba ordenado, su escritorio tenía una pequeña capa de polvo muestra de sus ausencia, con un movimiento de varita quito el polvo.
Se sentó en la orilla de la cama y tomo con suavidad la almohada de Amber, no pudo evitar llorar mientras la abrazaba, la extrañaba tanto, se preguntaba porque habían cambiado tanto las cosas entre ellos, si antes eran tan unidos, desde que perdieran su enlace, todo se había venido cuesta abajo, aun no entendía como había logrado romper ese unión carnal que habían tenido desde que nacieron, en estos momentos seria de gran ayuda poder tenerlo de nuevo.
Acomodo de nuevo la almohada en su lugar y al hacerlo tiro por descuido de la mesa de noche un libro que al caer se abrió. Lo levanto rápidamente observo la pasta del libro, no era ninguno que ocuparán en sus clases, era un tomo muy viejo de pasta obscura y hojas amarillas por el tiempo, se abrió justo en donde estaba guardada una foto.
En la foto se vea a Draco jugando Quidditch, la observo por un momento hasta que el encabezado de esa pagina llamo su atención, se leía en la parte superior de ese libro -Quebrantando la mente, desasiendo lazos.
Leer eso lo hizo comprender muchas cosas, leyó varias veces el hechizo descrito en esa página, palideció al darse cuenta lo que Amber había hecho para romper de manera definitiva ese enlace emocional y mental que los había unido.
Preocupado tomo el libro para llevárselo a la Directora McGonagall, presentía que algo referente a ese quebranto de enlace, era lo que había hecho cambiar tan radicalmente a su hermana.
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Lejos de ahí, en el corazón del bosque prohibido una muchacha comenzaba a abrir los ojos, estaba atada a una silla, su ropa estaba rasgada y sucia, había estado inconsciente, pero no sabía con certeza cuanto tiempo había estado así.
Abrió los ojos y parpadeo varias veces para tratar de enfocar su vista, tardo varios minutos en lograr que su ojos se acostumbraran a la penumbra que imperaba en el lugar, solo una antorcha iluminaba débilmente en un rincón.
Por lo que pudo ver estaban en el interior de una cueva, se escuchaba agua correr, probablemente era alguna de las muchas cuevas subterráneas del bosque prohibido, pensó.
Intento moverse pero al instante se arrepintió de siquiera haberlo intentado un fuerte dolor la paralizo, estaba herida y muy posiblemente con una pierna fracturada y quizás un par de costillas. El dolor que experimento era indescriptible, sintió que se desmayaría de nuevo, pero no fue así. Procuro no mover de nuevo de manera brusca hasta no saber en qué estado se encontraba.
Cuando su mente se aclaro un poco después del dolor intenso se dio cuenta que estaba sentada en una silla, sus muñecas estaba atadas por detrás del respaldo, sus piernas estaban también bien sujetas con cuerdas gruesas.
Se escucharon algunos ruidos, pasos, gente gritando su nombre. Intento contestar pero no salía ningún sonido de su boca. Estaba desesperada pedía ayuda sentía desgarrar su garganta, pero nada, ninguna palabra abandonaba su boca.
Lloraba de impotencia, de miedo, no sabía dónde estaba o quien la había llevado ahí, estaba aterrada, temblaba asustada y sienta frio y hambre.
-Al fin despistas. -Escucho una voz que le hablaba y de las sombras salió una figura negra encapuchada.
-Mortifagos. -Pensó la chica pero aun entonces no podía hablar.
-Eres una sangre sucia muy fuerte, pensé que no sobrevivirías, llevas varios días inconscientes. -Le dijo esa malvada voz que no conocía.
La chica comenzó a llorar con más fuerza sin poder evitarlo.
-Pero no eres lo suficientemente buena para tener tan altas pretensiones. Tus compañeras Brown y Turpie son mucho mejores que tu, al menos no lloran como si fueran bebes. -Se burlaba de la chica.
Cuando escucho esos recordó a Lavender, la había encontrado en los baños y la había escuchado pedir disculpas, hasta que un hechizo la golpeo en su espalda. Semiinconsciente había escuchado a alguien sollozar, al abrir los ojos ya estaba en el bosque prohibido y un encapuchado estaba apuntando con su barita a Brown.
Ella había tratado de ayudarla pero estaba atada, solo pudo ponerse frente a ella y recibir el impacto del hechizo, ahora que la había recordado volteaba a todos lados para ver si lograba verla, pero al parecer solo estaban ella y el mortifago.
-Tus amigas no están aquí. -Dijo el mortifago al darse cuenta que las buscaba.
La chica estaba furiosa, recordaba ya con claridad como la habían atacado por la espalda y como intento lastimar a Lavender, miro al encapuchado con odio. Eso le disgusto mucho al mortifago.
Se puso frente a ella y la abofeteo con fuerza. Nuevas lagrimas brotaron de los ojos de la chica, pero ahora eran de odio.
-Te crees mucho, pero eres patética, solo mírate. Eres escoria, pero no te preocupes te voy a ayudar un poco para que aflore tu insípida personalidad de sangre sucia, Granger.
La tomo por los cabellos y tiro con fuerza haciendo que hiciera hacia atrás su cabeza. Hermione se quejo del dolor en sus costillas y un hilo de sangre salía de su boca, como resultado de la bofetada.
Vio con terror como le acercaba unas tijeras al rostro y cerro con fuerza los ojos, esperaba que la matara, pero no fue así, no sería tan fácil quería hacerla sufrir, torturarla más hasta que rogara por su vida. Pensó la castaña al darse cuenta que le estaba cortando el pelo, mechones de cabello caía al piso, tiraba con fuerza de su cabello para después cortarlos sin miramiento.
-Ahora si te ves como lo que eres. BASURA -Dijo cuando hubo terminado, el antes hermoso cabello de la chica ahora estaba esparcido por el lodoso piso y la cabeza ya si cabello mostraba incluso algunos rasguños hechos con las tijeras, soltó una carcajada al verla de esa manera. -Pero habla, dime qué te parece tu nueva apariencia. -Le dijo sarcástico y con su varita conjuro un hechizo que permitió a Hermione hablar.
-¿Por qué me haces esto? -Pregunto con voz debilitada
-¿Por qué me haces esto? -Repitió el encapuchado burlándose. -Porque eso es lo que merece Hermione, por aspirar a algo que no mereces. Eres demasiada poca cosa para Draco Malfoy.
-Pero él me ama. -Dijo con seguridad
-Pero pronto morirás y ese amor morirá contigo.
-¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¿Dónde están Amber y Lavender?
-Muchas preguntas sabelotodo. Si fueras un poco de lo inteligente que dices ya lo sabrías. ¿Qué quien soy? No importa ¿Qué, que quiero? Es simple, quiero matarte y respecto a tus amigas, no se, posiblemente ya estén muertas.
-¡NO! -Grito desesperada Hermione.
-¡Cállate estúpida! -Le grito y volvió a abofetearla abriéndole el labio inferior que ya estaba muy hinchado desde el anterior golpe. -¿No me digas que te interesan? -Pregunto con sarcasmo.
-Por favor, Por favor déjalas, ellas no tienen nada que ver en esto. Me tienes a mí, mátame si quieres, me lo merezco por haberme enamorado de alguien prohibido, pero déjalas.
-Vaya aquí tienen a una Mártir, dispuesta a morir para salvar a sus compañeras. -Dijo de manera teatral y tomándola de la blusa la sacudió con fuerza haciendo que soltara un grito de dolor.
-Hipócrita, aparte de todo eres una falsa, quieres salvarlas cuando las aborreces, ahora que vas a morir deberías de ser sincera, confiesa que las odias, al igual que ellas te odia.
-Yo no las odio. -Contesto entre quejidos de dolor. -El mortifago la soltó
-Miente sangre sucia.
-No miento
-Eres una mustia, sabes que las odias. Lavender te robo el amor de Ronald Weasley y Amber trato de quitarte el amor de Malfoy.
-Pero no las odio. -Contesto la castaña, sintió como comenzaba a perder de nuevo el sentido a cauda del intenso dolor. -Juro que no las odio. Por favor mátame a mí, pero no te desquites con ellas que nada tienen que ver en esto. -Fue lo último que dijo antes desmayarse.
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