¿Amigos?
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¿Amigos?
Malfoy caminaba de prisa, intentando idear alguna escusa para acompañarlos a Hogsmeade, pero no se le ocurría nada decente o creíble, que les diría, que de repente encontraba hermosa a Hermione y no toleraba verla al lado del Marcus, no encontraba la manera de no quedar en evidencia por su repentino interés por la chica.
Tampoco podía simplemente preguntarles si los podía acompañar, porque no era amigo de ninguno de los que seguramente irían a ese paseo, fácilmente Potter y Wealey se le echarían encima de tan solo sugerirlo.
Recurrir a Marcus, era aun mas descabellado considerando que estaba muy interesado en Hermione y que lo veía de alguna manera como un rival. Malfoy también era muy perspicaz había notado cuanto le molestaba a Turpie que se acercara demasiado a la chica, incluso en las clases de Defensa donde hacia pareja con ella, sentía su mirada vigilante.
Pensaba que quizás sería conveniente pedirle a Pansy, Bléiser y Theo que fueran a divertirse un rato al pueblo con él, para estar cerca del grupo de amigos de Hermione, pero tomando en cuenta que en los últimos días Amber siempre estaba con ellos, tampoco le pareció la mejor opción, no quería propiciar un encuentro con ella después del beso que se dieron.
No tuvo la oportunidad de decidir ya que algo bloqueo completamente su razonamiento, Granger estaba recargada en uno de las columnas del castillo, platicando con Luna y el odioso de Marcus.
Ella se veía hermosa, sonreía con naturalidad, moviendo su cabeza de un lado a otro divertida por algo que Turpie le contaba, su cabello se mecía cadenciosos, pequeños rayos de sol le daban directo en su rostro, haciendo que sus ojos caramelo lucían un brillo especial, de repente, un rubor surgió en sus mejillas y bajo la vista un poco apenada, cuando un chico de Hufflepuff paso a su lado y le dijo algo que el rubio no alcanzo a escuchar.
Hasta ese momento se dio cuenta que no era el único que admiraba embobado la chica, muchos eran los que estaban perdidos por la nueva imagen de la Gryffindor y eso le causo un gran malestar.
De repente se sintió tonto por esa actitud, que demonios le pasaba, desde cuando tenía tanto interés en Granger, se decía a si mismo que todo era por el sueño, por un estúpido sueño que no significaba nada, él estaba interesado en la desconocida, en aquella mujer que estaba cambiando su vida.
Y al recordarla pensó que lo mejor era ir a su lugar especial al lado de lago bajo un árbol en particular, en donde esperaba volver a platicar con su desconocida muy pronto.
Volvió a ver por unos minutos más a Granger, se había mantenido a unos metros de distancia para que no lo descubrieran, sentado en una banca cercana a la entrada, la contemplo con detenimiento, no pudo evitar recordar sus besos, muy especialmente el beso pasional y salvaje que se dieron en la torre de Premios anuales, por reflejo puso sus dedos sobre sus labios acariciándolos, recordando un hormigueo se apodero de sus delgados labios y se convirtió en un estremecimiento, como si una corriente eléctrica lo sacudiera.
Al fin sintió que después de todo la suerte le sonreía un poco, Amber había llegado a donde estaba su hermano con las dos chica, las saludo rápidamente antes de llevarse casi a rastras a su hermano y desaparecer por uno de los pasillo.
Por lo que sin perder tiempo se acerco a donde estaban las chicas solas, antes de que alguien más se acercara a decirle piropos a la ahora guapa y renovada Granger. Saludo con un movimiento de cabeza a Luna, quien le sonrió a manera de saludo y sin decir nada se fue dando pequeños brinquitos, Hermione vio extrañada la actitud de Luna, pero conociéndolo seguramente había visto o iba en busca de alguna de las criaturas magicas de las que le hablaba su padre.
-Granger. -Dijo al fin el rubio que traía las manos dentro de sus bolsas y la miraba de una manera que la turbaba.
-Te puedo ayudar en algo. -Pregunto extrañada la chica, no era muy común que fuera de clases se dirigiera a ella y menos que la mirara de esa manera.
-Si de hecho por eso te buscaba. -Dijo sin dejar de mirar los profundos ojos caramelo que se entraban un tanto desconfiados. El rubio rápidamente empezaba a hilar sus ideas para diseñar un plan para estar cerca de ella.
Hermione lo observaba evaluándolo, por un segundo cuando miro sus ojos grises se perdió en ellos, pero trato de mantenerse lucida por lo que aparto sus ojos del rostro del rubio que lucia sumamente bien con sus pantalones negros planchados perfectamente y una camisa azul que le hacía resaltar mas el peculiar color de sus ojos. -¿Entonces en que puedo ayudarte? -Pregunto lo más amablemente posible, aunque con algo de desconfianza, ya que si bien es cierto que ya no se lleva mal con el rubio, era algo realmente raro que le pidiera algún favor precisamente a ella.
-Necesitaba que me prestaras tu libro de Defensa, el mío se lo preste a Zabini y lo necesito para hacer la redacción que nos pidieron.
-No hay problema, ¿Pero lo necesitas ahora? Es que casi voy de salida al pueblo, solo espero que bajen los chicos para irnos.
-Si me urge un poco, voy atrasado y quería terminarlo lo antes posible.
Por uno de los pasillos se acercaba ya Harry tomado de la mano de Ginny y Ron a su lado. El pelirrojo iba un tanto incomodo aun no se acostumbraba que su hermanita y su mejor amigo fueran novios, pero igual y trataba de aceptarlo, por lo que trataba de no ver como se tomaban de la mano y se lanzaban mirabas enamoradas cada tanto tiempo, no podía negar que también sentía un poco de envidia al verlos tan felices cuando el se sentía tan solo y sin amor, pero que culpa tenían los demás de las estupideces que había conocido por su recién adquirida vanidad.
Antes de llegar a la entrada del castillo donde se suponía que ya los esperaban para ir todos juntos a pasear a Hogsmeade, Ron se paró en seco tan abruptamente que asusto un poco a Ginny que estaba a su lado, sin decir nada el pelirrojo palideció y abrió la boca tratando de hablar pero no pudo articular palabra alguna, solo atino a señalar son su mano algo que estaba a unos metros de ellos. Harry y Ginny vieron en la dirección que el pelirrojo señalaba, porque seguía tan pálido como el pan, con ojos como plato y la boca abierta pero aun no podía decir nada.
Ginny al momento se percato de lo que lo había impresionado tanto y no pudo evitar reír con ganas.
-Si esa que ves ahí es nada más y nada menos que Hermione Granger. -Dijo la pelirroja y Harry también veía a su amiga con asombro, pero mucho más controlado que Ron, que seguía sin poder dar crédito de lo que veía.
Ginny empujo ligeramente la espalda de su hermano para que saliera del aturdimiento y caminara hasta donde estaba Hermione platicando con alguien, en un inicio no sabían quién era ya uno de los pilares lo tapaba, pero en cuanto estuvieron a un lado de la chica, su sorpresa fue aún mayor.
Hermione platicaba animadamente o eso parecía con Draco Malfoy, la palidez que hasta entonces se adueñaba del rostro de Ron, desapareció al instante para tomar una tonalidad roja tan intensa como el color de su cabello, apretó con fuerza los puños y tenso la mandíbula de solo verlo, no lo toleraba, lo odiaba profundamente y mas desde que parecía comenzar una amistad con Hermione con su Hermione.
-Hola chicos -saludo la ahora chica de cabello chocolate a sus amigos en cuanto los vio a su lado.
-Hola Hermy, saludo Harry un tanto ofuscado por la presencia del rubio y Ginny solo sonrió levemente.
-¿Te ocurre algo Ron? -Le pregunto al pelirrojo que no había contestado el salido y que se mantenía tenso y a la defensiva.
-¿Qué haces con el? -pregunto el pelirrojo tratando de controlarse, mas no pudo evitar que su voz sonara autoritaria y dominante y mirar al rubio con profundo odio y desde, Malfoy por otro lado se mantuvo sereno imperturbable, sin embargo le sostenía la mirada sin intimidarse.
-¿Disculpa? -Dijo Hermione contrariada por la actitud de Weasley.
-Pregunte qué haces con este tipo. -Cada vez lucia mas enojado el pelirrojo, lo que no era bueno porque estaba comenzando a molestar a Hermione por su actitud posesiva. El chico al darse cuenta trato de relajarse. -Sabes que no es buena compañía, no debes de hacer amistad con él.
-Cálmate Ron. -Le pidió Harry al darse cuenta que habría problemas con Hermione si no lo detenía ahora.
-No te debo explicaciones Ron, pero te las voy a dar porque no quiero malos entendidos. Si quiero ser amiga de Malfoy ni tu ni nadie me lo va a impedir, se muy bien lo que hago y soy lo suficientemente grande para tomar mis propias decisiones. Te agradezco tu preocupación pero no es necesaria. -La chica hablo muy segura enfrentando los ojos azules del pelirrojo.
-Pero Malfoy es nuestro enemigo. -Replico Ron
-En eso te equivocas Ron, la guerra termino y al menos en lo que concierne a mí ya deje de tener enemigos. Yo ya cerré ese capítulo en mi vida, junto con todo lo que me daño para poder seguir adelante, deberías de hacer lo mismo. -Dijo con tanta seguridad la chica que hasta Harry reconoció la sabiduría de sus palabras.
Harry pensaba que si bien era cierto que en el pasado habían sido enemigos, ahora no tenia caso seguir con las rivalidades del pasado, sin embargo, Ron no pensaba lo mismo el odio y el resentimiento que tenía en contra del Slytherin seguía tan fuerte como el primer día que lo insulto a él y a su familia por ser los pobretones Weasley, o por los otras tantas palabras hiriente, burlas y humillaciones de las que fueron víctimas en el pasado.
Por eso Ron se sentía decepcionado y traicionado por Hermione, como tan fácil podía olvidar todo el daño que les había hecho, como podía simplemente hacer como si nada hubiera pasado, cuando incluso ella misma se atrevió a golpearlo por sus maldades.
-Es mejor que se adelante, más tarde los alcanzo, tengo algunas cosas que hacer. -Dijo Hermione dando por terminada la discusión, se despidió brevemente y se alejo junto con Malfoy que estaba encantado de que hubiera puesto al pelirrojo en su lugar.
Hermione lucía un poco triste por la pequeña discusión que había tenido con Ron, pero sabía que tenía razón, además el ya no tenía el derecho de celarla y menos con Malfoy que sabia estaba interesado en Amber y no en ella. Al pensar en eso no pudo evitar sentir una tristeza aun más grande y diferente.
-Lamento que discutieras con Weasley por mí, no fue mi intención buscarte problemas. -Dijo Malfoy mientras caminaba al lado de la chica hacia la sala de Premios anuales.
-No fue tu culpa asi que no te preocupes.
-¿Es verdad? -Pregunto el rubio
-¿Sobre que?
-Sobre que podrías llegar a ser mi amiga. -Hermione detuvo el paso al escuchar las palabras del rubio
-¿Acaso alguien como tu quisiera tener a una amigo de mi clase?
-No me contestes con otra pregunta Granger. -La chica frunció ligeramente el ceño y Draco sonrió por ese gesto.
-Puedo contestarte, pero creo que al final eso solo dependería de ti.
-¿De mi? -Pregunto intrigado. -¿Por qué?
-Porque de los dos, tu eres el único que tiene prejuicios por la sangre. Así que contéstate tu, ¿Podrías ser amigo de una sangre sucia como yo? -La chica evaluó su mirada y sonrió sin ganas porque el rubio se quedo mudo repentinamente. -Eso pensé -Dijo y siguió caminando, hasta la detuvo tomando su mano suavemente y haciéndola girar.
-A mi si me gustaría ser tu amigo ¿Y a ti? -Pregunto el rubio sin soltarla y ahora la que se quedo sin palabras fue Hermione. Draco la miraba con tristeza sabiendo de antemano que la respuesta seria negativa. -Tú podrías ser amiga de alguien como yo, la escoria, el traidor, peor que bazofia, la deshonra de la comunidad mágica, alguien con mi pasado, un ex mortifago cobarde que provoco la muerte de Director Albus Dumbledor. -Le pregunto sin dejar de mirarla fijamente y al no obtener respuesta se giro para alejarse, pero ahora fue Hermione quien no soltó su mano y la aprisiono con fuerza con las suyas.
-Yo también quiero ser tu amiga, y ya no eres tan malo como crees. -Dijo sonriente la chica que lo jalo para seguir caminando y suavemente soltó su mano.
-¿Entonces ya somos amigos?
-Si -Dijo simplemente Hermione sin voltear a verlo, temiendo lanzarse a sus brazos para consolarle, es que mientras hablaba vio el dolor y la tristeza reflejada en sus ojos, además de la culpa y el arrepentimiento cuando hablo del anciano Director, sintió la sinceridad de sus palabras y tuvo que contenerse para no terminar haciendo una locura.
El resto del camino hubo solo silencio, ninguno de los dos sabia que decir, ambos tenían las mejillas sonrojadas. Al llegar a la torre entraron y subieron las escaleras, la chica abrió su puerta y lo invito a pasar en lo que buscaba el libro.
Malfoy pensó que la habitación de Hermione era tan perfecta como ella misma, se notaba el lugar sumamente arreglado, todo en su ligar, sus libros acomodados en un pequeño librero y vaya que tenia muchos, al igual que el resto de sus cosas, la cama perfectamente tendida tenía una colcha con los colores de su casa, escarlata y oro, sobre su mesa de noche un libro con un separador que indicaba que estaba a punto de terminarlo, un pequeño escritorio al lado de una ventana grande donde todo estaba bien organizado, así que entre tanta perfección no le llevo más que uno segundo encontrar el libro que quería el rubio.
-Aquí está el libro.
-Gracias, tu habitación es bonita, a pesar de los colores. -Bromeo el rubio, Hermione frunció un poco el ceño pero le siguió el juego.
-Son colores mucho más bonitos y alegres que el verde y plateado.
-Pero menos elegantes. -Contraataco el rubio
-Querrás decir menos sombríos y carentes de gracias. -Dijo la chica y no pudo evitar reír, Draco contagiado por la chica también comenzó a reír.
-Bueno es mejor irnos ya, tengo que alcanzar a los chicos. -En ese momento la Gryffindor volteo hacia la puerta y se dio cuenta que al lado de esta colgada del perchero estaba su capa escarlata, del susto palideció y sintió que sus rodillas se doblaban, esto lo noto Malfoy por lo que ágilmente la tomo por la cintura para que no cayera.
-¿Estás bien? -Pregunto preocupado, sintiendo una agradable sensacional tenerla entre sus brazos.
-Si solo me maree un poco, pero estoy bien, puedes traerme un poco de agua del baño, es esa puerta de ahí. -Dijo señalando el lugar. Malfoy no lo pensó, rápidamente la sento en la cama para que no cayera y se metió en busca del agua. La chica aprovechando su ausencia y con su varita hizo un hechizo para cambiar de color la capa. Lo logro justo antes de que el rubio saliera apresurado con un vaso con agua.
-Gracias. -Dijo tomando el vaso con su mano temblorosa aun por el susto y bebió apenas unos pequeños tragos. -Ya estoy mejor
-Estás segura, ¿No quieres que te acompañe a la enfermería?
-No de verdad estoy bien gracias. -Y avergonzada por la cercanía del chico se levanto rápidamente lo que hizo que se mareara de nuevo y Draco la tomara en sus brazos.
-Con calma Granger, que por eso te mareas. -Le regaño el rubio sin soltarla, y así en sus brazos se dio cuenta que aquel aroma tan deliciosa de canela y manzana no era de la desconocida, sino de Hermione, no pudo evitar sonrojarse al encontrarse respirando con deleite el perfume de la chica.
Era indescriptible la sensación de tenerla en sus brazos, sentirla frágil y cálida, así también detectar la su suavidad de su piel, su lozanía, tener su rostro tan cerca y su aliento embriagador mezclándose con el suyo, el tenue color en sus mejillas y ese brillo especial es su ojos con sus pestañas largas que enmarcaban la cálida mirada y el contorno de sus formas era supremo, tener sus manos aferradas a su estrecha cintura y su cuerpo pegado al suyo hasta el punto de sentir su acelerada respiración.
Una pensamiento cruzo su mente en ese momento, seria así de agradable y reconfortante tener a su desconocida entre sus brazos, por un momento lo dudo, no podía existir algo mejor que tener a Hermione entre sus brazos. Pero luego pensó que su desconocida era especial, única, de algún modo debería ser mejor, tenía que serlo, o al menos se aferraba a eso.
-De verdad ya me siento mejor. -Dijo la avergonzada chica con las mejillas encendidas al darse cuenta que los varoniles brazos la seguían rodeando, ella no podía evitar sentir el fuerte pecho del chico, así como su exquisita esencia inundando sus sentido, procuraba no verlo fijamente porque si no se perdería en ellos y no se sentía capaz de alejarse si eso llegaba suceder.
Hermione trataba de pensar con claridad pero su mente parecía nublada, estar en sus brazos la estremecía, la sacudía de alguna manera, pero ella tenía que resistir a los encantos del Slytherin, lo intentaba, pero no era nada fácil, solo una voz llamándola la pudo regresar a la realidad.
-¿Hermione estas aquí? Luna te busca. -Le grito una vos desde la parte baja del la torres, misma que identifico como la voz de Amber, y eso la hizo recordar el beso que se dieron Malfoy y Amber y que ella misma presencio, eso la hizo sentir mal.
A Malfoy no le quedo más remedio que soltarla, mas cuando se dio cuenta que algo repentinamente ensombreció la alegre miraba de la chica.
-Estás segura que estas bien, otra vez te notas pálida.
-Estoy bien. -Forzó una sonrisa. -Tengo que irme nos vemos después. -Se despidió del rubio cuando ya bajaba las escaleras de piedra para ir a buscar a Luna. Malfoy un poco decepcionado al verla partir se encerró en su habitación.
En la sala se encontró con Amber.
-Gracias Amber, nos vemos luego. -Dijo la castaña mientras salía rápidamente de la torre.
-Adiós que te diviertas. -Le contesto tratando de esconder su enojo. Amber los había visto abrazados pero no considero conveniente verse descubierta, por lo que bajando las escaleras regreso a la sala para gritarle desde ahí. Luna en verdad buscaba a Granger, pero la chica Turpie no había ido a la torre para darle su recado, ella había ido porque sabía que estaban juntos y no iba a permitir que nada pasara entre ellos. Y aunque su hermano se hubiera negado a ayudarle para separarlos, sabía que tardo o temprano lo lograría, ya que sabía perfectamente que su hermano cada vez estaba más enamorado de Hermione.
Conocía las debilidades de su hermano y sabía cómo manejarlo, más temprano que tarde Marcus la ayudaría en sus planes. Además conocía a algunas personas más que no querrían que la relación Malfoy-Granger se diera, y que estuvieran más que dispuestas a ayudarle.
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Harry, Ginny y Ron caminaban por el pueblo, pasaron primero a saludar a George a su sucursal de Sortilegios Weasley. El que no estaba nada feliz era el pelirrojo que no podía dejar de pensar que en ese momento estaba Hermione con Malfoy.
Marcus, Luna y Hermione se fueron junto a Hogsmeade, por el camino no dejaban de mirar a Hermione y comentar a sus espaldas, algunos mas atrevidos se habían acercado para saludarla y decirle lo bien que se veía.
Marcus estaba hecho una furia a pesar de trataba de disimular, no dejaba de lanzar miradas de odio a todo aquel que veía a la chica con ojos de Lujuria y admiración. Luna como siempre caminaba en su mundo dando pequeños saltitos y tarareando una extraña canción lo que hizo reír a Hermione, cuando le pregunto por la letra de la canción.
-Es una canción de cuna Muggle.- Afirmo la rubia
-Y como la sabes si tus papas son Magos. -Pregunto Marcus
-Mi papa me la cantaba cuando niña. -Dijo con voz soñadora Luna
-Y como se llama. -Pregunto Hermione para ver si ella conocía la canción
Al final Hermione tuvo que contener la risa por la cara de espanto que puso Marcus al escuchar a la rubia asegurar que era una canción para infantes muggles que hablaba de arañas panteoneras y sapos venenosos que vendrán a comerte si no llegas pronto a dormir, o algo por el estilo que a Granger mas que parecerle tierna le ponía los pelos de punta.
-No la conozco Luna, Pero no estoy segura de que sea una canción muggle. -Dijo al final la chica con acto para no ofenderla
-Yo dudo que sea una canción real y que alguien la cante a un niño para dormir. -Comento incrédulo Marcus.
-Pues a mí me la cantaba mi papa y a mí me encantaba. -Dijo con tranquilidad la rubia a pesar de las muecas y las palabras un tanto duras de Marcus que se mostraba incrédulo por la manera de ser de la chica rubia.
-Pues a mí me parece muy original. -comento Hermione y le dio un codazo a Marcus para que no molestara mas a Luna.
-Gracias. -Dijo luna y sonrió emocionada. -Miren allá están los chicos.
-Vamos con ellos. -Pidió Hermione, no sin antes pensar que sería bueno que a Ron ya se le hubiera pasado el enojo, pero conociéndolo, lo más seguro era que no se le pasaría nada pronto, y menos cuando se enterara que en verdad ella y Malfoy habían aceptado ser amigos.
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