El sudor caía sobre sus frentes, sus respiraciones agitadas por el sobre esfuerzo, la adrenalina corriendo por sus venas por cada movimiento que se ejecutaba con increíble precisión, no era más que una sincronía que jamás pensaron que podrían crear. Menos uno.

Él siempre había deseado que ese único momento en donde él y aquel de sonrisa tan contagiosa podían estar tan sumidos en un mismo ritmo, compartiendo un respirar de momento, un mismo cansancio, una misma devoción, una pasión que nunca creyó poseer y que sobre todo otra persona la sintiera tanto como él.

No sabía desde cuando esos sentimientos habían crecido a ese punto donde sólo quería verlo, estar cerca de él, ser la razón de su sonrisa, ser más que un compañero, un amigo, un hermano.

No conseguía recordarlo, sólo recordaba las continuas noches pensando en él, esas noches en donde se desvelaba por no poder creer en sus propios sentimientos hacia su compañero de trabajo, de vida y con una amistad genuina. ¿Cómo decirte a ti mismo que amas a alguien de tu mismo género?

Cuando en tu país es una osadía imperdonable, sin embargo, ahí estaban ellos con sus cuerpos bañados en sudor.

Respirando entrecortadamente, con una pasión desbordante llena de emociones que en sueños pensaron tener alguna vez, estaban cerca de terminar. El entumecimiento y el ritmo les decía eso, entregando todo de sí mismos dieron un último movimiento que les llevaría a la completa satisfacción.

Sólo un poco más, estaban a segundos de que acabaran, lo lograrían, lograrían tener esa agradable sensación que siempre que estaban juntos la sentían, un movimiento acompañado de un jadeo fue realizado para finalizar todo.

-¡Muchas gracias!

-¡Los amamos!

Un cúmulo de gritos le siguieron a esas palabras resonando en el lugar.

BTS bajó del escenario luego de su última canción sumado con un mini discurso de despedida, estaban agotados física y mentalmente, llevaban dando presentaciones y grabaciones para su canal de youtube sin descanso.

Ya comenzaban a deteriorarse, si no tenían vacaciones pronto los colapsos se harían más presentes pero no quitaba el hecho que a pesar de todo se sentían afortunados por haber realizado tantos logros, con el apoyo de sus fans claro, las frustraciones, alegrías, molestias, en fin, muchas emociones se mezclaban por múltiples razones.

Para el miembro más joven se sumaban junto con las hormonas que difícilmente puede controlar, vio caminar campante a la razón de sus constantes disturbios hormonales, siempre creyó que él era genial, incluso, más que él.

Levantó la comisura de sus labios en una media sonrisa que reflejaba tantas cosas que nadie sabía, bajó la mirada soltando un suspiro. Sintió un brazo rodearle los hombros.

-¡Por fin terminamos! ¡Eh Kookie!- volvió a sonreír en respuesta. - ¡ahora a descansar!

-Eh... Tae aún tenemos otra presentación jajaja- dijo JiMin.

-¡¿Qué?! Ohhh- decía entre pucheros.

-Jajaja ¿a poco pensabas que habíamos terminado?- preguntó NamJoon.

-Yo creí que sí...

-Tranquilo, sólo les falta esa y descansaran por esta noche- comentó uno de los managers.

- Wuuu- festejaron los seis mayores, el más joven se mantuvo en silencio sumido en sus pensamientos. Entre saltos, gritos y bromas, uno de ellos se dio cuenta de eso.

-¿Estás bien JungKookie?- dos managers, un coreógrafo, siete estilistas, cinco asistentes, cinco miembros, todos ellos estaban cerca ¡¿y justo ÉL debía preguntarle!?

Fijó su vista directamente a los ojos contrarios viendo la preocupación siendo reflejada en ellos, al verlos un fragmento del pasado llegó a su mente en un micro segundo.

~Flash back~

Los latidos de su acelerado corazón no soportaron ser testigo de la escena que se manifestaba delante de él, sabía de las relaciones que conllevaban sus compañeros pero no la de él.

No la de la persona que llevaba arrebatándole suspiros desde que lo conoció y del que creyó que quizás tendría una chance de conquistarlo por ser el único en no decir "tengo NOVIA" o "me gusta una CHICA".

Lo que veía era el desfile mortal del cadáver de todos sus sueños siendo aplastados por un snorlax colosal, luego de ser maldecido por Orochimaru antes de morir para después que un titán lo estuviese devorando con ganas...

Mala referencia, pero no había forma de describir semejante patada ninja a sus sentimientos, por un momento, se cortó su respiración, su cuerpo dejó de responderle y repentinamente comenzó a temblar mientras continuaba viendo cómo ella le sonríe, lo toca y lo besa con el amor que nunca podría darle jamás al comprender que él era heterosexual.... NO se fijaría en él.

NO tendría una oportunidad para enamorarlo.

NO sabría de lo que sentía.

NO sería la razón de su sonrisa.

NO lo amaría.

Una lágrima se deslizó por su mejilla con la tristeza de la cruda realidad, esa que te despierta de tus mejores fantasías, que te hacen creer que hay esperanza y posibilidades, que todo es posible.

Acababan de darle otra cachetada de lo que había sabido siempre pero que se negó a entender, en el fondo lo sabía, siempre lo supo, él había confesado que tuvo novia en el pasado y que hubieron idols femeninas que le gustaban, pero nunca lo decía estando serio o avergonzado sólo lo decía como al pasar sin darle real importancia.

¿Cómo tomar en serio sus palabras si él no hablaba seriamente? Porque era algo con lo que se debería hablar con seriedad, ¿no?

Él, en cambio, decía que su tipo ideal era IU, porque había algunos aspectos de ella que le recordaban a él, la dulce sonrisa, esa inocencia con la que a veces hacía o decía algo y cuando cantaban sus voces eran tan tenues....

Tan suaves que le calmaban de una manera impresionante, aunque no se sintiera estresado, hacían que se relajase hasta el punto de querer dormir con una sonrisa, para tener ensueños de conejitos y ositos aún cuando él ya es adulto.

Sí, todo eso él le producía.

Ahora sólo queda el amargo sabor de sus lágrimas en la lengua, sin darse cuenta, había abierto un poco la boca de la sorpresa dejando adentrarse varias gotas.

No pudo seguir observando eso, cerró fuertemente los párpados, queriendo desaparecer, deseando borrar esa escena de su mente con todas sus fuerzas.

No podía, no conseguía olvidar como ella rozaba sus labios, los besaba y envolvía sus esqueléticos brazos sobre su cuello para seguramente intensificar esa acción.

Cuando por fin logró recomponerse y mover su pecho inhalando mucho aire supo que podría salir corriendo y así lo hizo, salió con desesperación de allí sin pensar a donde sólo corriendo lejos de ellos, lejos de la feliz pareja, lejos de la realidad, lejos de la ilusión hecha pedazos...

~End flash back~

Parpadeó.

Nuevamente estaba consciente, fuera del lugar en el cual escapaba últimamente para aparentar que todo estaba perfectamente, cuando realmente no podía ser peor su estado.

Fingía de maravilla, no obstante, de vez en cuando se perdía en lo más profundo de sus cavilaciones, tratando por milésima vez en el día de sonreír aunque no era difícil estando él en frente.

-Si hyung estoy bien- sonrió con honestidad. Él tan sólo se conformó con eso, correspondiendo su gesto y volviendo a mirar hacia al frente.

Lo vio darse la vuelta reanudando una conversación con otro miembro, casi podía palpar cada sensación de cada vez que estuvieron juntos, jugando, haciendo bromas o fingiendo ser una "pareja" frente a cámaras, ese era el único modo en que podrían serlo. Sólo frente a cámaras.

Suspiró nuevamente.

El amor es la belleza que se inunda de tristezas y al final siempre se va... ¿Con que sí?

La verdad no había reflexionado sobre eso y menos con tanto por hacer, al fin y al cabo tenían una vida con placeres unidas a desdichas que a pesar de ser opuestas iban unidas por un lazo que sabrá Dios porqué.

Si hubiera habido alguien que le hubiese dicho un breve momento en que terminaría enamorándose de su amigo, se habría reído en la cara de esa persona.

Pero ahora cuando ya está sucediendo eso quería decirle a esa misma persona que lo golpeara por idiota.

Constantemente se preguntaba si alcanzaría a dejar atrás las horas de llanto, felicidad y celos por los que pasó, para seguir con su vida, tal vez sí o tal vez no.

Nadie sabe lo que depara el destino, eso es un hecho.

Y Jeon JungKook no sabe lo que le espera tras este día....