Capítulo 4
2017, Italia
¿Cómo podía estar tan encaprichada por un par de ojos marrones?
No dejaba de pensar en él, aunque solo hayan pasado algunos días desde nuestro encuentro en la cafetería, no podía dejar de reproducir en mi cabeza su expresión y especialmente su sonrisa.
¿Estaba obsesionada?, ligeramente. Tal vez era un capricho que debía saciar, una simple curiosidad en donde necesitaba cruzar algunas palabras más para satisfacer completamente ese deseo de verlo. No quería parecer una loca o acosadora en el peor de los casos, pero su mirada en este momento lograba que en mi cara se dibujara una tímida sonrisa.
—¿Hay algo malo con tu bebida? —preguntó, hoy llevaba una gorra diferente, sino me equivocaba era el logo de la Scuderia Ferrari.
—Pedí un café bombón. —Lo había pedido para llevar porque no tenía tanta valentía para sentarme en una de las sillas del restaurante—. Pero el café expresso está ligeramente raro.
Había mentido descaradamente, el café estaba genial, simplemente no pude resistirme a la tentación de hablar con él. Tal vez había sido una estúpida idea creer que criticar los productos del lugar donde trabajaba era un buen tema de conversación, habría sido mejor preguntar por algún lugar turístico para conocer.
—Déjame ver. —Tomó mi bebida y agarró una cuchara de un pequeño tarro ubicado en la barra. Él hizo una mueca al probar y tiró la bebida a la basura.
—¡Espera! —intenté agárralo, pero era demasiado tarde.
—Pensé que tu madre era la persona quisquillosa. —Se dio vuelta la gorra y pasó atrás de la barra, ¿acaso él me prepararía la bebida esta vez?
—Solo era una recomendación para que tuvieras en cuenta —respondí con rapidez—, creo que el café que usan es el problema. No era necesario tirar a la basura la bebida.
¿Seguir criticando era bueno o malo?
—Nuestro café es importado desde Colombia.
Sí, no era bueno meterse con los productos. La idea de una conversación no estaba surgiendo adecuadamente, parecía que cada palabra que salía de mi boca empeoraba más la situación. Creo que inclinarse por el tema de los lugares turísticos hubiese sido mejor.
—No fue mi intención decir nada malo, estaba rico... simplemente...—Él inclinó la cabeza mientras trataba de entenderme—. Creo que tal vez fue un error de mi parte decir ese comentario... lo que trato de explicar...
Leonardo sonrió, una verdadera sonrisa, divertido ante mi tartamudeo. Después soltó una risa contagiosa, él reía por diversión y en mi caso era por los nervios de seguir haciendo el ridículo. Normalmente no me sucedía esto porque hablar con las personas no era una dificultad para mí, pero él lograba desequilibrarme con solo mirarme.
—No te burles —traté de pedir clemencia.
—No lo hago Liang, me resulta divertida la situación.
Él recordaba mi nombre, eso resultaba inesperado. Era halagador, magnifico, mágico. Ya estaba en un espacio de delirio místico por la conversación con este hombre, estaba perdiendo la batalla y dejándome un poco en ridículo.
—Creo que me iré —señalé la puerta, dentro de algunos minutos serían las seis y la cafetería se llenaría debido al horario, prefería irme antes de transformarme en una distracción.
—Espera solo un momento —me dedicó otra sonrisa y se fue hacia la cocina, la puerta seguía moviéndose por algunos segundos más después de que él desapareció.
Mientras esperaba a que Leonardo regresara, mis pensamientos se revolvían. Había logrado arrancarle una sonrisa, aunque fuera a costa de mis propios nervios y torpeza. A pesar de que había considerado irme para no ser una distracción, algo en su expresión me hizo quedarme.
Finalmente, Leonardo regresó de la cocina con una taza de café en la mano. La apoyó delicadamente en la barra frente a mí.
—Aquí tienes, un café bombón como lo pediste. Espero que lo disfrutes. En la cocina, tenemos una máquina más antigua que, en mi opinión, hace un café mejor que esta nueva —indicó la máquina de café que se encontraba detrás de él.
Tomé la taza y agradecí con una sonrisa, esta vez sin los nervios anteriores.
—Gracias, Leonardo. Aprecio mucho que te hayas tomado la molestia de hacerlo de nuevo.
Él asintió con amabilidad.
—No fue ningún problema, Liang. Queremos que nuestros clientes estén satisfechos.
Nuestra conversación empezó a fluir de manera más natural, y comenzamos a hablar de otros temas. Descubrimos que teníamos algunos intereses en común, como la pasión por los viajes y la música. Leonardo resultó ser una persona fácil con la cual hablar, y sus ojos marrones brillaban con cada palabra que decía.
El tiempo pasó volando, y pronto me di cuenta de que era mucho más tarde de lo que había planeado. La cafetería estaba llena de clientes, y la atmósfera se había vuelto animada.
—Debería irme, antes de que cause más problemas —bromeé, señalando la cantidad de clientes que esperaban sus pedidos.
Leonardo asintió, pero su mirada sugería que no quería que me fuera. Cuando finalmente estuve lista para marcharme, sus ojos marrones me siguieron hasta la puerta, y una sensación cálida se instaló en mi pecho. Sabía que esta no sería la última vez que lo vería.
Filadelfia, 2028
Los paparazzi lo tenían todo; cada antigua foto que me relacionaba con Leonardo estaba en internet, y lo mismo ocurría con Lucca. Habían descubierto todo en tan solo dos días. No podía evitar leer en las redes sociales las distintas noticias, comentarios y especulaciones. La pregunta más recurrente en las redes era: ¿Quién fue Liang en la vida de Leonardo?
Él fue el amor de mi vida, mientras que yo fui simplemente una conquista más para añadir a su lista.
—No puedo creer que esto me esté sucediendo. He sido una buena chica. Cumplí con mi parte del trato y, aun así, esto no funciona —expresé con frustración.
—Tranquila —respondió Tao—, la situación se calmará.
—No, no lo hará. Estamos hablando de Leonardo, una figura destacada en el mundo del deporte. Todo el mundo quiere saber de él.
—No necesitas repetirlo constantemente.
Tomé un sorbo de vino, no quedaba mucho en mi copa y la apreté con fuerza en mi mano. Maldito desgraciado, había logrado mantener todo bajo control y no pudo ser lo suficientemente sensato al elegir con quién acostarse.
—Quiero estrangularlo con mis propias manos.
—Y yo a ti por haberte enamorado de ese hombre —Tao habló—, y también a él por seguir siendo un estúpido.
—Hablemos en voz baja —murmuré, mirando discretamente hacia las escaleras—, no quiero que Lucca escuche nuestra conversación. Tiene suficiente con la escuela.
Los rumores se habían propagado como una plaga por todo el mundo y habían llegado a oídos de los compañeros de Lucca. Afortunadamente, la escuela había logrado mantener la situación bajo control. Pagaba una gran suma de dinero para que mi hijo asistiera a esa institución, lo mínimo que podrían ofrecerme era implementar un protocolo adecuado, por suerte era aplicado con regularidad. En la escuela asistían hijos de figuras importantes como empresarios, deportistas, famosos.
—¿Cómo puedo resolver esta situación?
—No necesitas hacerlo, ellos cometieron el error y se encargarán de solucionarlo.
—¿Cómo?
Tomé el control remoto del televisor y lo encendí. Sintonicé el canal deportivo y me di cuenta de que no estaban hablando de Leonardo, sino de un jugador de béisbol y las nuevas oportunidades en diferentes equipos. Sabía que en un canal deportivo no se ocuparían de chismes sin sentido, y eso era precisamente lo que necesitaba en ese momento: noticias que no tuvieran nada que ver con Leonardo.
—Jonathan tiene un nuevo equipo, ¡qué sorpresa! —exclamó mi hermano mientras se acomodaba en el sofá.
—No tengo ni idea de quién es —murmuré—, pero espero que le vaya bien.
—Es uno de los mejores beisbolistas —mi hermano suspiró como si estuviera totalmente enamorado de ese deportista.
—En las últimas noticias del programa, Marcus Collins se halla actualmente en el principado de Mónaco, donde se encuentra culminando su tratamiento médico. Según las declaraciones de su representante, los progresos que está experimentando son sumamente alentadores. La comunidad deportiva aguarda con impaciencia el regreso del destacado nadador a las competiciones en un futuro cercano.
—Me alegra saber que está bien —dijo mi hermano, y yo asentí.
Marcus fue nuestro pilar en la empresa, sigue siéndolo, pero su mundo se desmoronó con la lesión y se retiró como si estuviera en un período de descanso indefinido. Me ponía contenta saber que había encontrado a alguien que le brindara apoyo, ya que era bastante selectivo en ese sentido. Desvié mi mirada del televisor cuando mi celular vibró.
Requerimos tu presencia en Italia con carácter de urgencia para abordar este asunto de manera presencial.
Coloqué la copa vacía en la pequeña mesa y me dejé caer en el sofá, con una sensación abrumadora de derrota. Era evidente que no podrían resolver este asunto; la noticia se había convertido en un escándalo de gran interés, dominando la conversación en la televisión y las redes sociales. Era imposible ignorarlo.
Traté de humedecer mis labios mientras me distraía con la lengua. El mensaje que había recibido claramente provenía del equipo de Leonardo, y lo más probable era que fuera de Thiago, su representante.
—Quiere una reunión en Italia. —Leí el mensaje en voz alta.
—¿Qué? —Mi hermano giró la cabeza rápidamente—. Sea lo que sea que quieran discutir, podríamos hacerlo por llamada o videollamada. No deberíamos arriesgarnos.
—¿Qué debería responder? —Le pasé el celular para que viera el mensaje.
—Permíteme pensar en ello. Necesitamos mantener una postura neutral.
Mis ojos se quedaron fijos en la pared blanca por un momento; tenía que concentrarme y dejar atrás la creciente frustración. Sin embargo, la rabia seguía acumulándose en mi interior a medida que pasaba el tiempo. Volví a centrar mi atención en mi hermano y vi cómo tecleaba algo en mi celular antes de entregármelo con una sonrisa en el rostro.
Agradezco mucho la invitación y la importancia de este asunto, pero lamentablemente no puedo comprometerme a viajar a Italia en este momento. Mi disponibilidad y circunstancias personales no lo permiten. Estaré encantada de colaborar de manera remota o por otros medios para abordar este asunto de la mejor manera posible.
—No van a creer que escribí eso —murmuré.
—Lo sé —mi hermano se levantó del sillón dirigiéndose a la cocina—, probablemente hubieras escrito algo demasiado comprometedor y con insultos de por medio.
Fue un intento de hacerme reír, lo sabía, conocía a mi hermano lo suficiente para poder identificarlo. Quería aminorar la situación, una situación que todos en la familia sabíamos que algún día explotaría.
—Voy a ver a Lucca.
Me puse de pie desde el sofá y ascendí las escaleras, mis pies descalzos apenas hacían ruido en comparación con los tacones. Abriendo la puerta blanca, encontré a Lucca, durmiendo en una posición bastante peculiar, estirado en la cama.
—Parece que nos encontramos ante secretos interesantes en la vida de uno de los tenistas más icónicos de todos los tiempos.
—No podemos evitar preguntarnos qué se esconde detrás de este secreto, especialmente teniendo en cuenta que tiene un hijo que nunca mencionó públicamente.
—Y no olvidemos su matrimonio, una relación que se mantuvo bajo llave y que, según parece, no funcionó en absoluto. Ese intento de una vida familiar feliz resultó ser un completo fracaso.
Con manos temblorosas, traté de encontrar el botón para apagar la televisión. Antes de finalmente conseguirlo, cambié el canal al de deportes; al menos ahí, sabía que no estarían discutiendo sobre Leonardo, o al menos no profundizarían en los rumores.
Mi celular vibró de repente, y sin perder tiempo, saqué el celular de mi bolsillo trasero. Era un mensaje de Thiago, así que lo abrí con curiosidad.
Es obligatorio, debemos hacer un control de daños.
El mensaje era claro, aunque no estaba del todo segura de su significado. La insistencia en reunirnos en persona me desconcertaba, cuando podríamos resolverlo fácilmente con una videollamada, pero después de ese mensaje otro entró.
Leonardo quiere verte para hablar sobre Lucca.
Si tuviera que destacar algo distintivo de Liang, serían sus zapatos. En el banner que muestra su nombre, vemos los zapatos que lleva en escenas específicas a lo largo del capítulo. Esto está diseñado para brindar una referencia visual y espero que sea de ayuda. Agradezco mucho los votos y los comentarios.
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