Capitulo 007
Inazuma Eleven no es de mi propiedad, el anime pertenece a LEVEL-5, yo solo secuestro a sus personajes e historia por mera diversión.
·Una nueva Aventura T-2·
Épsilon actuaba de una manera muy distinta a Leezen y compañía. Ellos no iba de equipo en equipo sin un orden o propósito. Desarm había decidido solo atacar a los instituto más fuertes, y antes de ir dejar un balón como advertencia. Le tocaba al Secundaria Minun de Kyoto.
Ya habían abandonado el norte y volvían a la isla más grande. El ferri les dejo en la costa cuando ya estaba atardeciendo, por lo que decidieron parar a descansar y comprar algo en la pequeña tienda.Algunos tomaban galletas, otros patatas de bolsa y demás comida grasienta. En otros casos tomaban zumos o refrescos. Y en el caso de Jack y Tod se estaban llevado la tienda entera.
―Jajaja... al final le dolerá la tripa― ría nervioso Kazemaru a verles.
―El viaje es largo, es bueno tener galletas y esas cosas― le contestó el castaño cogiendo barios paquetes.
Por otro pasillo Ichinose junto a Domon buscaban unas baritas de cereales que ambos comían cuando eran pequeños. El más alto solo las buscaba para tener algo bueno que comer, pero el castaño la buscaba para entrabar conversación con Aki, encontrar una escusa para sentarse juntos y conversar tranquilos.
Fubuki caminaba entre los pasillos buscando algo. La verdad en ese momento no tenía mucha hambre, pero era mejor dar vueltas para ver que hay que quedarse quieto afuera solo. A entrar en uno e los pasillos encontró a Someoka cogiendo una caja de dulces con el dibujo de la serie "Princesa Mágica"una serie infantil enfocada para niñas.
―Ooh... no sabía que te gustaban esas cosas― se acercó por detrás del delantero hablando con su tono tranquilo―. Tranquilo, yo guardo tu secreto.
Aver al albino su rostro se torno rojo y de un golpe dejo el paquete en su lugar.
―N-n-no digas tonterías. Solo esta mirando que traía, nada más. Jum.
―Jajaja, venga, no hay nada malo en eso. Nadie lo esperaría de ti.
Someoka trataba de huir de Fubuki. Solo quería gomitas, solo eso, pero a hora no dejará de molestarle con lo mismo una y otra vez.
Rosen solo se encontraba de píe frente a un estante sin intención de coger nada. Solo miraba su móvil con la estúpida esperanza de recibir un mensaje o llamada. ¿A quien querría engañar? Borro su número, le engañó aquel día, nunca volverá y solo le ha tomado el pelo. Pero... no cuadra. ¿Por qué querría hacerle daño?
―Ey, ¿estas bien? Necesitas ayuda bajito.
La voz del peli-gris hizo que levantará la cabeza para verle. Soltó una leve risa a recordar que en clase siempre le decía lo mismo cuando le tocaba guardar algo en algún sitio alto.
―No, tranquilo, estoy bien gigante. ¿E Ichinose? Pensaba que estabas buscando algo con él.
―A saber, me di la vuelta un momento y ya no estaba.
―Ah...
Se quedaron ahí mirándose. Puede que lleven un tiempo sin hablar como al principio, pero todo lo sucedido no le ha dejado. Pero que mejor momento que este para demostrarle que esta con ella. No hace falta ser un genio para saber que la marcha e Goenji aun le esta afectando, no sabe que relación mantenían esos dos, pero debía de ser muy fuerte para que hasta hace solo unos días estuviera llevando dos chaquetas encima, y una claramente no era suya.
―¡Chicos! Id acabando. La entrenadora tiene algo que contarnos.
La voz de Aki hizo que la mayoría que solo estaban dando vueltas por hacer tiempo fueran a pagar. Rosen incluida se dio la vuelva para salir, pero un leve golpe en el hombro le hizo mirar a su espalda, Domon le había dando un suave puñetazo, no necesitaron palabras,ella entendió que estaba preocupado y que podía contar con él.
Una vez todos fuera la entrenadora les informo de lo sucedido en Kyoto.
―¿ Secundaria Minum?Jamas había hoy hablar de esa escuela.
―Puede que no hayan participado en el torneo de Fútbol Frontera ¿No chicas?― dijo Natsumi pensativa.
―El lema de Secundaria Minum es formar cuerpo y alma al unisono, y aunque su equipo de fútbol nunca ha ganado un partido de competición, todos dicen que si este equipo decidiese tomar partido en el torneo Frontera,no cabe la menor duda que serían candidatos a ganar el titulo.
Las afirmaciones de la entrenadora dejaron sorprendidos a todos. Un equipo tan fuerte escondido en Kyoto... Estaba claro que ellos tenían que ir a conocerles y ver de que están hecho esos jugadores. Ah y claro, detener a Épsilon y averiguar que quiere la Academia Alien.
El detective Onigawara se encontraba en la casa del primer ministro reunido. Después de todo, él es el único que ha entrabado conversación con los extraterrestres. Por no hablar de la repentina huida de Kageyama causada por uno de esos balones negros. Que tenía que ver una cosa con la otra. ¿Cómo podían estar entrelazados?
―Dígame Sr. primer ministro. ¿Qué le dijo esa gente? ¿Qué buscan en realidad en la tierra?
El primer ministro se mantuvo sereno mirando con seriedad al hombre frente a él. Con la misma tranquilidad de su semblante hablo:
―No puedo decirlo. Todavía no.
―Ya veo... no me queda de otra opción. Tendré que arrestar a la gente que le secuestro y preguntarselo directamente a ellos. Hasta que nos volvamos a ver.
Un viaje largo de carretera, pero al fin llegaron a Kyoto, donde todo estaba en calma, como si el ataque de Desarm nunca hubiera sucedido. Una vaya rodeaba en gran agujero que había formado el suelo, y listo, no hay nada más. Todos los estudiantes se encontraban tranquilos con sus tareas diarias como un día normal.
―Que despreocupados están por aquí.
―Es como si no le afectara el aviso de ataque.
―Bueno... a ver si encontramos el club de fútbol.
La voz de Fubuki hizo que todos voltearan a verle. Se encontraba junto a dos chicas hablando, por lo visto le daba indicaciones para llegar al club. Ambas se notaban muy felices por haber podido ayudar al albino.
―Muchas gracias a las dos.
―Si no tiene importancia.
―Ojala volvamos a vernos dentro de poco.
Loschicos miraban a Fubuki sin saber muy bien como sentirse. Solo habíanpuesto un píe en el instituto y Fubuki ya estaba rodeado de chicas.
Dentro del instituto que más parecía un templo. Un chico de estatura bajase encontraba sentado en el suelo con la espalda pegada en uno de los mástiles, bajo sus pies un trapo que movía de delante atas mientras protestaba por ser el único en tener que limpiar mientras todos sus compañero podían entrenar.
El crujir de la madera le alteró pensando que era uno de sus compañeros. Rápido dejo su postura para agarrar el trapo con las manos y comenzar a limpiar como es debido. A ver que no se acercaba nadie se acercó a una de las maderas en la pared para ver por el agujero de una. Menudo susto se había llevado.Mira que asustarle de esa manera los ganadores del Tornero Frontera. A reconocerle una sonrisa traviesa se dibujo en su cara mientras comenzaba a reír.
Endo y compañía se encontraban perdidos caminando por los largos pasillos, a cruzar una de las esquinas llegaron a ver al fondo la caceta que le dijeron aquellas chicas.
―Esta claro que si. ¡Venga chicos!
El capitán tan animado como siempre se lanzo corriendo para ir al club,pero algo andaba mal, sin previo aviso comenzó a resbalar y tras él todos sus compañeros que le siguieron sin pensar acabando todos en el suelo y uno encima de los otros.
―Aaah.... esto os pasa por no ir con cuidado― susurra Rosen tapándola mitad de su cara con la mano. Por una vez no era ella quien se caía.
Megane que quedó debajo de todos comenzaba a protestar porque supuestamente había escuchado un crujido. Haruna trataba de tranquilizarle, pero cuando Megane se pone así... es mejor darle la razón como a los locos. Toko Curiosa se acercó a la parte donde todos se habían resbalado, a pasar su mano por la madera pudo notar el brillo y chirrido que siempre queda cuando se echa cera al suelo.
―Jijiji, así aprenderéis―decía el pequeño chico de cabello puntiagudo y azul saliendo tras los matorrales―. A no daros tanto aires por haber ganado el torneo.
―¡Te vas a enterar de lo que es bueno!― protestó Toko echándose sobre la barandilla. En cuanto el chico comenzó a correr ella saltó para ir tras él pero en cuento toco el suelo una trampa se abrió haciendo que cayera dentro de un agujero.
Volvió acercarse para burlarse de ella enseñándole el culo moviéndose de un lado a otro.
―¿Quien demonio es ese?― dijo Kazemaru a no entender porque se comportaba de esa forma.
―¡Kogure!
Ese gritó hizo que el pequeño saliera corriendo del lugar. Uno de sus compañero le estaba buscando. Era el portero, un chico alto de pie morena que tenía un pañuelo naranja atado a la cabeza. Buscaba al chico molesto por haber dejado sus tareas pero a ver a los jugadores de Raimon no tardo en acercarse preocupado.
―¿Estas bien?
―Si, no ha sido nada― dijo la pelirosa con una sonrisa amable.
Crane posiciono su mano izquierda hacía arriba con los dedos pegado y golpeo su palma con el puño izquierdo haciendo un leve movimiento de torno pidiendo disculpa a todos por el comportamiento de su compañero.
―Lo siento mucho, habéis sido victima de las travesuras de un compañero de nuestro equipo.
―¿Nuestro equipo?
―Es que ese crío es...
Toko bajo la mirada viendo el balón de fútbol, momento en el que todos se alteraron a descubrir que ese chico pertenecía al club de fútbol.
―Si, se llama Kogure Yuya y es un chico muy problemático. Piensa que todos los que le rodea son sus enemigos. Por eso decidimos que sería mejor que primero controlara su genio antes de volver a los entrenamientos. Por eso ha vuelto a comenzar con el entrenamiento desde el principio. hemos tratado de explicar mil veces, pero Kugure cree que le estamos atormentando por gusto, por eso se ha propuesto vengarse con sus travesuras.
―Pero... ¿Por qué no es capaz de confiar en sus compañeros? Es queno lo entiendo.
Ante la pregunta de la peli-verde Crane le contó como de pequeño Kogure fue abandonado por sus padres, por eso desde ese momento es incapaz de confiar en nadie. La historia del pequeño toco la fibra de Haruna, veía una similitud entre su historia y la de ese chico.
―Ah.. pero ¿que podemos hacer por vosotros, chicos?―preguntó una vez que recordó que no sabía que estaban haciendo allí.
―A decir verdad nos hemos enterado que la Academia Alien a desafiado a esta escuela― tomo la voz Aquilina.
―¿Qué desafió? Aaaah, os referid a eso.
―Hemos pensado que podíamos venir a echaros una mano.
―Ya... comprendo... seguidme si sois tan amable.
La seriedad, y respeto con los que le estaba tratando extraño a los jugadores. Sin decir nada más comenzaron a seguir al chico del pañuelo al club. En su camino algo llamó la atención de Celia. Era Kogure que estaba lanzando los trapos con los pies para limpiar las bigas del techo, y aunque pueda parecer que no se limpiarían era todo lo contrario. El trapo recorría toda la biga y el pequeño corría tras ellos para volver a echarlos arriba y seguir con el trabajo. No solo la gerente se había dado cuenta de esto, sino que también la entrenadora.
Volviendo con los chicos todos se encontraban sentados en el suelo de madera frente a los jugadores del Minum. El capitán Tyke comprendía a lo que que se refería, pero no tenían intenciones de aceptar el duelo. Esto provocó la sorpresa de todos.
Su objetivo como jugadores de fútbol no era el enfrentamiento sino un entrenamiento para mantener el cuerpo y alma en pleno funcionamiento,afirmaban que cuando llegarán les explicaría su forma de ver las cosas y no tomarían enfrentamiento contra ellos pidiendo que se retiren.
―¿¡Eh!? ¿Pero es qué no nos habéis escuchado? Esa gente no es dela que se para a escuchar? ¿No lo entendéis?
―Presumo que esta hablando el rencor que llevas en tu interior. Cuando uno habla con el corazón vacío no hay nada que uno no pueda comprender― con estas palabras todos se pusieron en píe, y haciendo el mismo gesto que Crene a encontrarse se despidieron de ello marchándose a entrenar.
―¡Eh no! ¡Esperad!
Era inútil. Los jugadores del Secundaria Minum Tenían una fuerte convención a no mantener pelea contra otras personas. Era razonable comprenderles en otras sinsustancia, pero con la amenaza de Desarm negarse a pelear... es como si no le importara que su instituto pudiera acabar como muchos otros por todo Japón. Todos habían vuelto al recinto donde le han permitido acampar esa noche. Aki se encuentra dentro de la caravana curando a Megane, después de todo no ha sido nada preocupante, pero no podrá jugar en unos cuantos partidos. A Kurimatsu le sucedía lo mismo, el también estuvo debajo de todos, aunque él no se quejaba tanto como Megane. Natsumi y Haruna junto al Sr. Furukabu están a fuera preparando la comida, aunque la menor tiene la cabeza en otra parte. Y por otro lado algunos de los muchachos se encuentran junto a la caravana debatiendo que debían hacer.
―¿Y que quieres que hagamos? Porque tal y como se han puesto los del Minun.
―Esos no se han enterado de nada.
―No sirve de nada que le demos más vuelta― habló el capitán.―Chicos, ahora solo podemos hacer una cosa.
―Si, ¿y qué es?
―¿De verdad que preguntas, Ichinose?― bromeo Rosen mirando a Endo.
―Más entrenamientos, cierto― contestó Kazemaru.
―¡Claro! Pensad que nos enfrentamos a un equipo de primer rango, asi que necesitamos hacernos mas fuerte para jugar contra ellos.
―Si ya lo tenemos decidido busquemos un sitio donde entrenar.
―Yo conozco un sitio.
De nuevo la voz de Fubuki hizo que todos volverán a a verle. De nuevo estaba con otras dos chicas, las cuales le habían dicho que cerca del río había sitio para jugar al fútbol. De nuevo la misma conversación final de esta mañana, ellas sonrojadas y él diciéndoles de volverse a ver y sus compañeros sin muy bien que sentir a ver al chico con ambas chicas.
―Jaja.... ¿por qué siento un déjà vu?― reía nerviosa Rosen mirando al chico.
Había caído la noche y aunque la mayoría dormían tranquilos en sus sacos, Kido tuvo una extraña sensación por la que se levanto, asalir e la caravana encontró a su hermana pequeña sentada en el suelo. Con una voz dulce y tranquila le ofreció ir a dar un paseo.Ambos comenzaron con su paseo nocturno, Haruna inocente se agarró ala capa de su hermano según iban subiendo las escaleras, jugando con una brizna de hierva y hasta el momento más tranquilo a ver el paisaje tan bello. Acabaron en una parte del jardín con una piedra que Celia utilizó para sentarse.
―¿Es por ese chico?
―Eh... si... creo que comprendo muy bien como se siente...― contesto con la mirada gacha―. De pequeña sabia que papá y mamá habían muerto en un accidente de trafico. Lo sabía con la cabeza, pero...―se sumergió en su recuerdo, ambos de pequeño y ella llorando mientras pegaba a su hermano por querer que sus padres volvieran―.Dentro de mi sentía como si me hubieran abandonado. Si no te hubiera tenido a mi lado creo que me habría vuelto igual que ese chico.
―Eso no es verdad. Estas equivocada Haruna. Al contrarío que yo has ayudado al equipo y nunca te has dado por vencido. Eres más fuerte que yo.
A escuchar esas palabras tan amble de su hermano no pudo evitar sonreír con ternura.
―Qué, ¿volvemos ya?
―Yo me quedaré un poco más, tu puedes irte si quieres.
―Seguro que estarás... vale, entiendo. Vuelve pronto.
Sin cambiar más palabras Haruna se quedó ahí mirando el cielo despejado mientras su hermano volvía a la caravana, No había pasado ni cinco minuto que su hermano se marchó cuando escucho unos ruidos venir de la caceta de detrás, curiosa por los ruidos y luz que iba de un lado a otro se acercó para ver que pasaba. Al abrir la puerta se encontró que Kogure estaba preparando una de las suyas.
―Ah, pero si eres del Rimon no me des esos sustos.
―¿Se puede saber que estas haciendo?
―No es asunto tuyo.
Haruna se fijo en el suelo viendo unos baldes llenos de agua y algunos ya estaban colgados con un sistema de cuerdas. Era su venganza, eso por tenerle todo el día trabajando y no dejarle tocar el balón. Haruna quería explicarle que lo hacía por su bien. Miró de reojo a la chica, haciendo que su recuerdo más doloroso volviera a su mente.
―Ja, y voy yo y me lo creo jaja. Esto ya esta. Van acabar empapados hasta los huesos.
―Ya esta bien de una vez― pisó con fuerza el suelo mirando con seriedad al niño.
―¿Pero se puede saber que te pasa?
―Así que se trata de eso. Como no te dejan entrenarte un poco entonces te escondes para preparar estas cosas. Por eso precisamente no te dejan entrenar.
Por unos segundo se quedo impresionado por la fuera de la chica, pero enseguida salto. Ella no tenía ni idea, todos lo que se han reído de el acabaran pagan dolo.
―Entonces hazlo utilizando el fútbol.
Su conversación acabo picando al pequeño hasta hacer que aceptara un duelo de fútbol para demostrar de lo que era capaz sin utilizar sus sucias bromas. Ambos acabaron fuera en el terreno de juego junto al Sr. Furukabu, el sería el contrincante de Kogure. El duelo no fue delos más impresionante, era simple, si conseguida robarle el balón ganaba, pero nunca llegaba hacerlo, sus movimientos eran rápidos y constante, pero su técnica no era de la mejor por lo que cada vez que trataba de robarle el balón solo acababa con la cara en el suelo. Después de unas cuantas hora el Sr. Furukabu necesitaba descasar, pero lo más sorprendente era que ese chino no estaba nada cansado, incluso su velocidad no disminuyo ni un segundo. Era todo un caso. Celia miraba asombrada cada movimiento del menor, era cierto que no había disminuido en nada sus movimientos. Su asombro cambio a preocupación a notar la niebla morada que se colocaba a su alrededor. Era la hora. Épsilon había llegado.
La Secundaria Minum se encontraba en frete de Desarm y demás.
―Digáis lo que digáis la respuesta será siempre la misma. No pensamos enfrentarnos a vosotros.
―Peor para vosotros― con su voz profunda e intimidarte levanto el brazo sosteniendo el balón, una vez con el brazo totalmente estirado, Swarn el delantero de cabello blanco pateo con fuerza el balón haciendo que este impactara contra uno de los edificios comenzando con la destrucción.
Tyke no tuvo más remedio, no le quedaba más que comenzar el partido. No podían permitir que destruyeran su escuela. Todo estaba preparado para comenzar el juego, los jugadores de naranja pedían disculpa por dejarse llevar por la ira que recorría su cuerpo. El pitido dio comienzo al juego, y aunque todos los movimientos del Minum eran impresionante no eran rivales para Épsilon. Sus técnicas no valían de nada, su ataque tampoco y defensa caía uno tras otro. Todo esto dejo el marcador cero a quince y como dijo Desarm a comienzo del encuentro acabaron con ellos en seis minutos.
―La fuerza de Tormenta de Geminis no tiene ni punto de comparación con la suya.
Desarm volvió a levantar el balón para que uno de sus delanteros se encargarán del golpe final. Pero la voz de Endo hizo que se mantuviera quieto y le mirara.
―El partido aun no ha acabado. Ahora jugaréis contra nosotros.
―¡Pero capitán! Megane y Kurimatsu no pueden jugar― recordó Kabeyama.
―Entonces jugaremos con solo diez.
―¿Sólo con diez?― dijo alterada Rosen.
―Chicos, no podemos dejar que Épsilon se salga con la suya.
―No... si eso lo entiendo.... pero capitán...
―Si necesitamos uno más aquí esta― llamó la atención de todos decidida mientras señalaba a Kogure―. Kogure Yuya
―¿¡Ah!? Kogure―protestó Toko y no tardaron el resto en unirse.
―Después de todo es jugador de fútbol, ¿no?
―Pero si es un reserva, como nos irá si metemos a alguien así en el equipo―. Protestó Someoka
―Si acabara metiendo la pata perjudicaría al equipo.
―Creo que eso no pasará. Kogure puede hacerlo perfectamente.
Haruna confiaba ciegamente en las habilidades que acaba de verle al chico,pero él... no estaba nada convencido que pudiera enfrentarse a esos seres.
―Por favor Capitán.
―Esta bien Haruna― contesto con una sonrisa llevándose el grito de sorpresa de todos―. ¿Le parece bien entrenadora?
―Haced lo que queráis.
Haruna se giro para ver al pequeño con una sonrisa era su oportunidad. Pero Kogure sentía tanto miedo que no sabía que hacer o que decir. Su pequeño cuerpo temblaba como una gelatina. ¿Qué sería de Raimon para este partido?
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