Capítulo Diecisiete


Capítulo diecisiete.

Maximiliano.


—Este lugar está hermoso —dice Allen caminando detrás de mí.

Detengo mi caminata y me doy el tiempo de ver el lugar. He venido tantas veces que supongo en algún punto comenzó a parecerme tan familiar que ignoré lo bonito que es. Podría ser reflexivo sobre esto, pero siento el tacto de su mano en la mía cuando la toma para que caminemos a la par.

O tal vez simplemente por qué quiere.

Doy un rápido vistazo a su mano y luego a su rostro, que aún refleja lo maravillada que se encuentra por el lugar, antes de aclararme la garganta y dirigirme hacia la anfitriona que me sonríe apenas me ve. Este es un lugar en el que BG.5 y yo hemos venido durante años, de hecho, durante el último año Ethan hizo una inversión de capital que de alguna forma lo ha hecho socio.

Es un lugar bastante pintoresco con una decoración antigua ambientada en los principios del silgo XX y la comida junto con sus tés, es bastante buena. Los dueños nos conocen lo suficiente para asegurarse de que nadie invada nuestra privacidad pese a que venimos pocas veces y mayormente por separado. Le sonrío a la anfitriona, Esme, una sobrina del matrimonio que es dueño de este negocio. Le hago saber que espero por Andrew cuando su mirada se concentra en Allen, en nuestras manos unidas y yo me remuevo porque esto es extraño, no voy por la vida tomando las manos de las mujeres incluso si me relaciono con ellos o al menos no en los últimos años.

—Ella es Allen —presento luego de unos raros segundos de silencio.

—De hecho soy Meredith —Me corrige Allen liberando mi mano y estrechando la de Esme.

Volteo a verla y vagamente creo recordar alguna vez escucharla decir que Allen es la forma en la que la llaman las personas cercanas o tal vez solo lo imaginé.

—Soy Esme —Responde la dueña de dicho nombre con una sonrisa algo incómoda que me tiene viendo alrededor—. ¿Para cuántos la mesa, Max?

—Seremos cuatro —respondo y asiento cuando me indica que la siga.

—Tenías tiempo sin venir, casi olvidábamos tu rostro —Se gira dándome una breve sonrisa—. Bueno, eso es mentira, tu rostro es imposible de borrar, eres inolvidable y estoy segura de que lo sabes.

— ¿Quién olvida a un hombre que se ve cómo él? —Se ríe Allen.

La veo por el rabillo del ojo y tiene una mirada bastante intensa sobre Esme que ignora sus palabras.

Llegamos a la que asignan cómo nuestra mesa y siendo honesto, podría haberla elegido por mí mismo porque solo hay un par ocupadas y por personas mayores, pero no lo comento mientras saco la silla para Allen y me siento a su lado.

— ¿Sabes lo que vas a pedir o necesitas que te traiga el menú? —Me pregunta Esme.

—Sé lo que pediré, pero trae el menú para Allen, por favor.

—No es necesario, Max pedirá por mí. Tomaré su recomendación porque los té no son muy lo mío —Su mano va a mi muslo y da un ligero apretón—. Escoge bien por mí.

—Eso es todo un reto —Sonrío antes de pedir dos tés y una ración de galletas variadas para compartir con Andrew y Leslie cuando lleguen—. Eso sería todo hasta que nuestros acompañantes lleguen.

—Bien. Vuelvo pronto. Le haré saber a mis tíos que Andrew y tú estarán aquí por si quieren pasar a saludar —Ve a Allen de forma breve antes de volver la vista a mí—. Tal vez luego podamos conversar.

—No creo, ya sabes cómo funciona la agenda, tengo trabajo con el que vivir al día —Le sonrío para suavizar el rechazo.

—Algún día, Max, algún día. Al menos ahora te veo sin la mirada clavada en el teléfono —Me guiña un ojo y se aleja.

Hablando de teléfono, saco uno de ellos para efectivamente darme cuenta de que tengo muchas notificaciones pendientes.

Algún día, Max, algún día —repite Allen intentando imitar nuestra entonación, de inmediato alzo la vista y enarco una ceja hacia ella.

— ¿Qué se supone que significa eso?

— ¿Desde cuándo le gustas a Esme? —Me mira con fijeza mientras cruza los brazos a la altura de su pecho—. Ese fue un coqueteo casi tan directo cómo el mío, solo que yo tengo más estilo.

— ¿Lo tienes?

—Lo tengo, si ese no fuese el caso no estarías aquí, en este momento, sonriéndome ni me habrías metido la lengua en la boca hace un rato —Hace una pausa breve—. Me ibas a dejar tocarte.

—Y aun quiero que lo hagas —No puedo evitar decir.

Su mano vuelve a mi muslo y de inmediato le tomo la muñeca, ella sonríe con complicidad.

—Pensé que dijiste que quería que te tocara —Se ríe—, pero volviendo al punto: le gustas y mucho, fue abiertamente grosera al ignorarme y cuando me veía era solo para hacer claro su punto sobre que estoy invadiendo el que cree que es su territorio.

»Me veía cómo una amenaza, no le agradó que me trajeras aquí —Libero su muñeca y deja la mano sobre la mesa—. ¿Cuál es la historia? Es bonita, parece estar en los treinta, tiene un trabajo sólido y está encantada por ti ¿Por qué no aceptarla?

—Porque no.

—Gran explicación, Maximiliano.

Me toma por sorpresa escucharla decir mi nombre completo, pero me recupero rápido, inclinándome hacia ella para que pueda escucharme hablar en voz baja:

— ¿Qué tan difícil es entender que estoy bien estando soltero? ¿Qué no me interesa ninguna relación y que estaba bien con mis encuentros casuales y discretos?

— ¿Estabas?

—Estaba, Allen.

—Bien.

—Qué contigo las cosas sean diferentes es otro asunto, es algo nuevo sucediéndome, pero antes de ti, no me importaba cuántas insinuaciones cayeran, siempre veía al frente y ahora: tú me haces verte.

Nos vemos con fijeza. No entiendo muy bien qué se supone que estamos haciendo y en mi cabeza todavía se repiten las razones por las que no debería caer, pero estoy tan cansado de resistirme, de correr y nunca detenerme.

—Aquí tienen el té —dice Esme con un tono de voz tenso, deslizando la bandeja en medio de nosotros, lo que nos hace incorporarnos.

Es un ataque bastante agresivo que fingimos no notar. Nos quedamos en silencio hasta que ella vuelve a retirarse.

— ¿Por qué no eres claro con ella? —pregunta Allen con un tono de voz tenso— ¿Te gusta tenerlas colgando de ti?

—Estás siendo antipática —comento dando una primera probada a mi té y sin voltear a verla—. ¿Quién te dijo que voy por la vida planeando dejar colgadas de mí a las personas?

—Si sigue ilusionada tal vez es porque no has sido lo suficiente claro con ella.

Dejo la taza de té sobre el pequeño plato y volteo a verla para darle mi atención. Tenía las palabras justas para responderle, pero detallo en su ceño fruncido, los ojos entrecerrados y la manera en la que se está mordiendo el labio inferior.

—Déjame ver si lo entiendo —digo atrayendo sus ojos hacia mí—. ¿Estás celosa y por eso actúas así? —Hago un ademán con la mano.

—No respondiste a mi pregunta.

¿Cuál pregunta? Ladeando el rostro a un lado rebobino sus palabras y llego a los planteamientos absurdos que hizo hace menos de dos minutos.

—No, Allen, no me gusta tenerlas colgando de mí. Hace un tiempo rechacé sus avances de forma educada, supongo que es persistente, pero sabe que no estoy abierto a una posibilidad entre nosotros.

—Uhmm... —Toma su taza de té—Por cómo lo vi y las miradas de muerte que recibí, las cosas no están muy claras, al menos para ella.

»Lo siento, pero por más que lo intente, no me gusta el té —dice tras probarlo—. ¿Habrá café? ¿O chocolate caliente?

— ¿Por qué no me dijiste que no te gustaba?

—Quería probar lo que eligieras para mí —Hace silencio de nuevo antes de desplegar una sonrisa— y tenía ganas de hacer eso frente ella cómo venganza a la forma grosera en la que está actuando conmigo.

—Pero no estás celosa —Me burlo.

—Nunca dije que no lo estuviese.

No respondo, lo que la hace sonreír viendo que su franqueza me ha tomado con la guardia baja. Decido distraerme comiendo una galleta y bebiendo otro poco de mi té, ella lo intenta nuevamente con el suyo.

—No lo bebas si no lo quieres, Allen.

— ¿Y si lo bebo de ti? —pregunta haciendo que me ahogue con el líquido caliente.

De inmediato está riendo y dando pequeñas palmadas en mi espalda, muy a mi pesar también termino riendo una vez dejo de toser. Cuando nuestras risas se van calmando, la veo meter una mano dentro de su bolso y sacar unos lentes de montura, debo de estar viéndola con desconcierto.

— ¿Y eso? —pregunto tomando otra galleta.

—Esto son lentes, Max —Ruedo los ojos y ella sonríe—. No estoy ciega, pero a veces se me cansa la vista o prefiero no forzarla demasiada. En realidad suelo usarlas las pocas veces que leo o para ver la televisión, pero sigo teniendo un poco de dolor de cabeza y los ojos irritados.

» ¿Me veo mayor o menor cuando las uso? —Se inclina hacia mí, lleva las manos debajo de su barbilla en una pose angelical.

Antes de darle cualquier respuesta, la detallo: los ojos marrones almendrados, las pocas pecas regadas en su nariz y pómulos, labios carnosos y cabello rizado rodeándole el rostro. Tiene una belleza única y sencilla que de alguna manera también resulta muy atrapante.

—Te ves... —Llevo mi vista de nuevo a la suya—Cómo...

— ¿Si?

Tomo de nuevo mi taza de té y rio por la manera en la que parece exasperada de que no prosiga con mis palabras.

—Cómo alguien qué...

—Habla —Me ordena.

— ¿Es esa una orden, señorita Lynch? —pregunto y su mirada baja de mis ojos a mi boca, hay un brillo repentino en su mirada.

¡Dios mío! Es que eres tan guapo y caliente. Literalmente solo estás respirando así de cerca y se me acelera el corazón. También me caliento.

Hay algo sobre Allen hablando en español que me tiene realmente intrigado e interesado. De alguna manera, cuando habla en español consigue sonar seductora y hay un cambio en su voz.

— ¿Qué se supone que has dicho? —pregunto.

—Nada, solo cantaba una canción de J Balvin —responde con la vista de anhelo hacia las galletas.

— ¿Vas a comer o solo las verás así?

—No lo sé.

—No estabas cantando —La acuso volviendo a lo que me dijo y ella se muerde el labio para no reír—. Decías algo de mí.

—No lo sabrás.

—Andrew sabe español, él podría traducirme —tomo una galleta y me la como.

—Decía que sufro del corazón en tu presencia —Dice—. Late de una forma rara en la que dice tu nombre ¿Eso es normal?

La veo durante unos segundos y aprieto los labios para no reírme, pero no logro contenerlo y ella se cubre el rostro con las manos.

—Eso fue terriblemente cursi.

—Fue cursi, pero halagador —digo todavía riendo y escuchando su propia risa mientras le quito las manos del rostro—. Max, Max, Max, Max ¿Es así como late?

— ¡Cállate! No sé en qué estaba pensando cuando te dije eso —Ríe viéndome tomar otra galleta—. Ha sido mi peor línea.

—Estuvo mala, pero fue encantadora.

—Cómo tú.

—Ahora, es línea estuvo mejor —Bromeo.

—Tengo más.

—Estoy seguro de que son muy creativas.

—Tan creativo cómo sumar y restar —Me guiña un ojo.

—Ahora estás siendo agresiva.

— ¿Quieres que vaya lento? Prometo no lastimarte —dice bajando la voz y dejando caer de forma sutil su mano en mi muslo.

— ¿Pasamos a las insinuaciones?

—De acuerdo, entonces saltemos directo al sexo.

—De acuerdo —concedo y mis palabras la toman tan de sorpresa que aleja su mano y sus ojos se abren.

— ¿Qué? —Me pregunta.

—Ah, ¿Creíste que no sabía jugar a esto? —Le sonrío—. Soy experto lidiando con la locura.

—No me ofende que me llames loca, en la locura está el sabor.

— ¿Qué sabor?

—Pruébame y lo sabrás —Es su respuesta y rio por lo bajo porque siempre parece tener una respuesta, me sonríe.

—Está bien, ganas esta ronda, Allen.

— ¡Buenas tardes! —Saluda la voz muy entusiasta de Andrew que me palmea el hombro desde atrás.

Una de mis responsabilidades, dolor de cabeza y orgullo acaba de hacer acto de presencia. Allen voltea a verlo con una sonrisa genuina mientras la veo alzar las manos en un gesto de ¡Sorpresa! Mientras les dice "bienvenidos", si Andrew o Leslie están sorprendidos por su recibimiento, no lo demuestran.

—Gracias, es un gusto conocerte finalmente, Meredith —asegura Andrew estrechándole la mano—. Harry me dijo que te había conocido de una manera peculiar...

—Andrew... —intento cortarlo, sospechando que él puede hacer esto más grande.

Verás, en promedio las personas pensarían que Andrew Derrick Wood es el BG.5 más tranquilo y ese es un error, lo catalogaría cómo el que más trabajo da porque nunca sabes que esperar hasta que ya lo hace y te quedas con la boca abierta de la sorpresa. Es impredecible, caótico, inesperado y demasiado inventor, constantemente juega con mi estabilidad mental y emocional.

—Y Dexter y Doug también supieron de ti de una manera especial —Prosigue sin importarle lo que yo pueda decir—. Me siento un poco ofendido de conocerte en una situación tan normal y no sorpresiva.

—Tranquilo, parece que somos un imán para situaciones complicadas, así que tú solo espera y te sorprenderemos —Ella le guiña un ojo y luego se enfoca en Leslie.

También veo a la ¿Novia? De Andrew. Quiero creer que Leslie es un poquito más sensata que él, que ella no me hará la vida difícil ni me ocasionará alertas de infartos, pero no sé si confiar, ella me da vibras escandalosas de ataques de corazón.

—Hola, te he visto en tendencia en Twitter, me dije: "¡Vaya! Debería ser modelo porque sale estupenda en fotos desprevenidas" —Le dice Allen— y también quise opinar que se veía desde lejos que tu nariz fue una bendición que te otorgó la genética.

Leslie le agradece mientras estrechan la mano en presentación y luego me saluda con una sonrisa que confirma mi teoría de que ella no es tranquila. A la vida no le bastaba con darme cinco hombres locos, también le dieron amores iguales de intensos. Siento que toda mi vida estaré a prueba de paciencia, cordura y sensatez con ellos. Le devuelvo la sonrisa y clavo la vista en Andrew que se siente junto a ella.

Me doy cuenta de que estoy tenso porque puede que Allen y yo estuviéramos haciendo lo que hacíamos, que hablara sobre tocarme y otras cosas, pero en presencia de Andrew me siento en pánico ya que solo una vez los hice parte de mi vida personal en relación a mujeres, siempre los separó de ello porque nunca son relaciones serias o duraderas, son esporádicas y en su mayoría sexuales. Ahora Andrew está aquí con su sonrisa insinuante y siento que podría comenzar a sudar porque no sé qué es esto, no sé qué estoy haciendo, no tengo control y el pánico de que él o alguno de BG.5 lo vuelva algo gigante antes de siquiera descubrir qué me pasa, me hace estresarme.

Estoy en silencio y moviendo una pierna debajo de la mesa mientras ellos hacen su pedido y solo cuando la mesera se va, Andrew lanza su primer ataque:

— ¿Pasan mucho tiempo juntos?

—No es lo que parece —contesto al mismo tiempo que Allen dice:

—Pasamos bastante tiempo juntos haciendo cosas inesperadas.

Si fuese posible, el corazón se me habría paralizado. Volteo a verla con sorpresa y ella sonríe, pero hay algo en su mirada que me hace removerme inquieto mientras golpea sus uñas contra la superficie de la mesa.

— ¿Sabían que Max tiene un lunar justo del lado izquierdo de la cadera? Parece una gota, es provocativa.

¿Qué está haciendo?

—No es así —interrumpo—. Bueno, el lunar es cierto, pero...

— ¿Estás diciendo que estoy mintiendo sobre tu lunar? —Pregunta ella entrecerrando los ojos—. Es como si te contradijera que dijeras que tengo un piercing en un pezón y que sabes en cuál.

Mientras Andrew tose para ocultar su risa y Leslie sonríe, yo estoy sudando y un poco preocupado sobre la forma en la que ella me mira y suelta cosas. Deja de verme mientras Leslie y ella hacen una leve mención obre piercings en pezones.

—Tú y yo tenemos que hablar, de verdad necesitamos hacerlo —Suelto sin pensarlo hacia Allen.

Su sonrisa se borra y esta vez, de verdad, no entiendo su mirada, pero me hace sentir...Culpable o mal, incluso arrepentido.

—No tienes que enojarte —dirige su atención a Andrew ahora—. Estoy bromeando. Max y yo hemos tenido una serie de malentendidos que siempre son atrapados, pero la verdad es que no estamos involucrados de esa manera.

»No tengo amigos en Londres y él ha sido lo suficiente amable para aguantarme —Le sonríe—, pero ni siquiera le gusto. Hay mucho que contar, pero solo porque es entretenido no porque esto sea una relación.

— ¿Qué no le gustas? —Andrew se ríe—. Por supuesto, no le gustas.

Los tés llegan a la mesa junto a otras galletas que se ven mejor a las que yo ordené. Estoy con la vista en el plato tratando de entender cómo me siento, cómo se siente Allen y qué podría decir o hacer Andrew. Estoy tenso y molesto conmigo mismo por estar actuando tan infantil, no es cómo si BG.5 tuviese control de mi vida o fuesen maliciosos, pero no puedo controlarme ni organizar mis pensamientos.

—Espera ¿Por qué no? Una galleta no puede hacer tanto daño —La escucho decir—. Gracias, Leslie.

Su voz me trae de regreso a la conversación y la encuentro con una galleta en la mano. Sin embargo, no la come, simplemente la ve ¡Y me canso de eso! No me importa que las personas no quieran comer galletas o no les guste, pero ver su deseo feroz y la manera en la que sufre o piensa demasiado en consecuencias que le han metido en la cabeza, acaba con mi paciencia. Pero tengo claro que debo ser más amable sobre ello, así que respiro hondo antes de proceder.

—No va a atacarte —Sonriendo tomo su mano en la mía y acerco la galleta a su boca—. No vas a arrepentirte —Le prometo.

—No me arrepentiré —dice ella con una pequeña sonrisa antes de abrir los labios—. Está muy buena.

—Las galletas de este lugar nunca decepcionan.

Hay una breve conexión entre nuestras miradas antes de que la risa de Andrew me haga retroceder y alejar la mano. Veo a la pareja frente a mí con sospecha, algo estarían hablando de mí o de nosotros.

Volteo a ver a Allen y desvía rápidamente la mirada ¿Son ideas mías o ella acaba de darme una mirada particularmente no muy amistosa? Casi pensaría que podría ser una de desilusión o algo muy parecido.

— ¿Para que querías que nos reuniéramos? No tengo mucho tiempo, tengo una reunión con la discografía y la agencia —decido hacerme con el control de este encuentro que me tiene tan nervioso, además estoy intrigado sobre la razón de urgencia de la llamada de Andrew.

—Me encantaría que salieras unos cinco minutos conmigo al pequeño salón de fumadores ¿Vienes? —pregunta Andrew poniéndose de pie.

Eso me desconcierta un poco porque repentinamente el ambiente se siente serio y no sé qué podría ser tan importante o de qué pueda querer hablar Andrew en privado, sin embargo, no tardo en seguirlo; me pregunto si piensa fumar, suele hacerlo únicamente cuando está de fiesta.

Atrás en la mesa quedaron Leslie y Allen y aunque me intriga demasiado lo que podrían estar hablando, por la postura tensa de Andrew y su expresión pensativa y contrariada, sé que esto es importante.

— ¿Qué sucede? —pregunto tras un breve silencio demasiado pesado.

Él deja ir una lenta respiración antes de conectar su mirada con la mía, se pasa una mano por el cabello y parece estar sopesando sus palabras, lo que me hace saber que estas tendrán bastante peso.

—Mis padres y yo lo sabemos —dice con voz demasiado suave.

—No lo entiendo.

—Cosas sobre Ally que tú tal vez supiste durante mucho tiempo.

De inmediato me tenso sintiendo la incomodidad de traer conmigo un secreto que no me corresponde y detalles de la vida de Allyson Wood que ella siempre prefirió guardarse para sí misma.

—Y no me mientas, Max, sé que lo sabes —Me detiene antes de que pueda hablar— y mis padres también. No es que tengamos pruebas de ello, pero eran muy amigos y puede que nosotros lo confundiéramos con algún tipo de romance, pero entiendo que haya sido amistad.

»Puedo entenderlo ¿De acuerdo? No es que ella nos debiera contar toda su vida y comprendo que eras su amigo, que tal vez sentía que podía decirte cosas que a nosotros no, pero papá no lo ve así, no ahora, el dolor lo ciega —Hace una pausa—. Él quiere hablar contigo, pero siento que es más para reclamarte y no creo que lo merezcas, Max, incluso si siento impotencia de que nunca me lo dijeras, sé que no es tu culpa.

—Evan tiene que estar odiándome —susurro, ni siquiera me molesto en negar que sé de lo qué habla.

Estoy tan cansando. A veces siento que debo vivir más la vida de los demás que la mía. Amo y amé a Ally de una forma pura, platónica y amistosa, pero en ocasiones resiento que sus secretos, sus martirios y preocupaciones se quedaran conmigo, que sean mi peso, es agotador y es simplemente demasiado saber que a raíz de ello Evan Wood sufre más y se encuentra molesto conmigo.

—Papá no te odia, es solo que su dolor no lo deja razonar cómo se debe.

— ¿Cómo...? ¿Cómo lo supieron?

—Investigador privado haciéndose cargo del caso.

— ¿Cómo es que no sabía de esto? No puedes ocultarme ese tipo de cosas.

—Es un tema delicado para mis padres —Se pasa una mano por el rostro—. La cosa es que ha sido muy fuerte recibir fotos y todo un informe de parte de la vida de Ally, cosas que desconocíamos.

» ¿Por qué no lo dijo? ¿Por qué no nos dijo que le gustaban las mujeres? ¿Es esa la razón por la que rompió su compromiso? Tengo tantas preguntas y ella no está para responderlas y lo odio.

—No tengo todas las respuestas, Andrew. Era su vida, no la mía.

Veo la manera en la que sus manos se cierran en puños antes de que tome profundas respiraciones. Amo a Andrew y a la familia Wood, pero no hay manera en la que tome o asuma responsabilidades que no me corresponden.

—Quiero conocer a mi hermana, quiero saber por qué ocultó esa parte de sí misma. Me duele no conocerla en su totalidad y mis padres lloran cuestionándose si la hicieron sentir parte de una familia intolerante que no la aceptaría y sabes que ellos, nosotros, jamás la habríamos condenado por a quién decidiera amar.

Me duele no poder darle todas las respuestas que desea y me duele tener que romper mucho del silencio que guardé por Ally, pero ella se ha ido y su familia se encuentra inestable, ellos solo quieren justicia y un cierre, ellos quieren conocerla. Puedo ver la manera en la que a Andrew le lastima esto y sé que Alana y Evan tienen que sentirse infinitamente peor.

Para mí es una encrucijada, respetar el silencio de Ally que descansa en paz o darle la oportunidad a su familia que no logra comprender la situación. Nunca quise verme envuelto en tal situación.

Pero tomo mi decisión que tal vez no es la correcta, que tal vez pueda ser considerada traición, pero es lo que elijo.

—No tengo todas las respuestas, Andrew —dejo una mano sobre su hombro—, pero puedo conversar con ustedes sobre ello.

»Le dije a Ally que respetaba su silencio y he sido leal sobre ello, pero aunque esto suene terriblemente mal, estoy cansado —suspiro—. Ya esto ha sido demasiado y si ustedes lo saben, lo mínimo que puedo hacer es compartir lo poco que sé, pero tengan por seguro que ella nunca pensó que la juzgarían, tenía problemas consigo misma, pero no con ustedes.

»Hablaré con Alana y con Evan ¿De acuerdo? Yo...Solo...Esta no fue mi decisión ni son mis elecciones, era su vida y cómo amigo todo lo que hice fue apoyarla, no creo que tenga que ser odiado por ello ni señalado. Sé que no hice nada incorrecto y no sabes lo difícil que ha sido para mí verlos llevar su duelo sin mencionarlo o hablar de ello.

—No te odiamos, Max, ni siquiera creo que papá lo haga. Sé que tus intenciones nunca han sido malas, ellos solo quieren entender y yo...No lo sé, esto es abrumador.

Asiento haciéndole saber que lo entiendo y tragando en seco porque odio estar en esta posición, no es que sea culpa de ellos o de Ally, tampoco es mía, pero odio esto.

—En la noche ¿De acuerdo? Iré a hablar con ellos y espero estés ahí.

—Ahí estaré —Me acerca y me da un abrazo—. Nunca te odiaría, Max, incluso si guardas secretos cómo este. Sé que nunca has tenido intención de lastimarnos y sé cuán leal eres, tampoco te juzgo por tu silencio y te agradezco que lo rompas para darnos al menos algo que nos haga entender mejor quién fue Ally. Odio sentir que no la conocí del todo, me mata.

—Ally fue la persona que conociste, solo tenía matices que eran parte de ella y que aún no quería mostrar al mundo, pero no mintió sobre quién era. Era genuina y los amaba de manera feroz, Andrew, nunca duden de ello.

—Gracias, no sabía que necesitara tanto esas palabras —susurra antes de liberarme.

Me da una sonrisa que no le llega a los ojos, tiene esa mirada nostálgica y de tristeza que no veía hace un par de meses, no es tan desgarradora cómo tras la muerte de Ally, pero de igual manera me abruma y lastima ver que todavía quedan rastros de ello. Constantemente me pregunto si al igual que yo, Andrew no ha sido capaz de llevar realmente su duelo.

Siento que cuando mamá murió simplemente continúe y que tengo atorado en el corazón la pérdida que aún no he vivido del todo, lo he reprimido y casi siento que Andrew ha hecho lo mismo sobre su hermana.

—Le haré saber a mis padres, no puedo prometerte que papá sea racional, pero nunca te haría daño —Me garantiza.

—Puedo con ello, Andrew y comprendo que Evan se encuentra en una situación de dolor indescriptible —asiento hacia la salida—. Estoy listo para hablar con ustedes de ello.

—No creo que alguna vez estemos preparados para esto, pero queremos saberlo.

Asiento porque la decisión ya ha sido tomada, me siento abrumado porque este día llegara, pero supongo que tenía que suceder.

—Ahora volvamos, han sido unos minutos bastante largos —Le pido, no queriendo seguir hablando de esto en este momento.

— ¿Mueres por volver con Meredith? —Me molesta y decido ignorarlo mientras caminamos de nuevo hacia ellas.

Excepto que en la mesa, con unas poquísimas galletas, solo se encuentra Leslie.

— ¿Y Allen? —Es lo primero que pregunto viendo alrededor, pero no la encuentro.

—Atendió una llamada y no ha vuelto —Me hace saber Leslie.

—Ahora vuelvo —Es todo lo que digo antes de salir a buscarla porque no cuenta con seguridad y por más que este sea un lugar discreto, podrían haber seguido a Andrew.

Pero no la consigo incluso camino un poco calle abajo y no hay rastros de ella, tampoco se encuentra la camioneta de su guardaespaldas. Sacando mi teléfono personal la llamo porque parece muy extraño que se fuese sin ningún tipo de explicación.

—No puedes molestarte...Tal vez algo sucedió —Me digo cuando no me responde—. No puedes molestarte, no te debe nada y pudo solo irse.

Asiento cómo si llegar a un acuerdo conmigo mismo, pero solo me estoy mintiendo ya que estoy desconcertado por su ausencia cuando regreso para reencontrarme de nuevo con Andrew y Leslie.

— ¿Y Meredith? —Me pregunta Andrew viendo detrás de mí mientras tomo asiento.

—Se fue y no sé por qué, antes de que lo preguntes —Hago una seña hacia Esme para que se acerque.

—Luces enfadado por ello —comenta Andrew viéndome con fijeza.

—No estoy enfadado —Me encojo de hombros, él continúa viéndome—. No lo estoy.

— ¿De verdad no te gusta, papi Max?

—Déjame tranquilo.

—Sí estás enfadado —concluye y no respondo.

—Ella dijo que eras una galleta —Me sorprenden las palabras de Leslie

— ¿Una galleta? —pregunto con desconcierto

—Sí, una galleta. Deberías descubrir que significa eso —Me sonríe—, podría tal vez gustarte esa explicación.

—Creo que Andrew y tú se hacen una idea muy equivocada.

Andrew ríe y toma una de las pocas galletas que Leslie dejó; frunzo el ceño hacia él que no deja de sonreír mientras me mira.

— ¿Qué te resulta tan gracioso? —Termino cayendo en su juego.

—Puedes mentirle a los otros tres monos incluso a Harry, pero soy Andrew y no soy así de lento —Pasa un brazo por los hombros de Leslie—. También tengo intuición y veo cosas.

— ¿Te estás escuchando? —pregunto—. "Veo cosas" ni siquiera diré cómo te escuchas diciendo eso.

—Estás frente a una pareja poderosa y sensata que no dio vueltas, son intuitivos y perciben lo que sucede. Nosotros no estamos equivocados, papi Max, tú quieres que lo estemos.

—Quizá estás siendo muy rudo —Le dice Leslie y enarco una ceja hacia ella.

—Maximiliano Greene aprecia la honestidad ¿Cierto, papi Max?

No le respondo, en lugar de ello veo a Esme acercarse con una sonrisa, su atención va a la silla de al lado en donde antes estuvo sentada Allen y no tarda en ocuparla. Yo quería pedir otro té y ahora esto se ha vuelto francamente incómodo.

—Oye, disculpa, no quiero sonar grosera, pero el asiento está ocupado —Le hace saber Leslie.

—La vi irse —responde Esme con tranquilidad— y solo será un minuto mientras tomo la orden de lo que sea que quiera Max.

—Otro té igual, por favor —digo de forma incómoda bajo la atenta mirada de Leslie y Andrew.

— ¿No quieres algo más?

—Estoy bien así, Esme, muchas gracias.

—Estamos bien así —dice Leslie—. Gracias, Esme.

Ella le da una sonrisa tensa, asiente y se pone de pie, me toca el hombro antes de retirarse. Leslie toma su té y da un sorbo manteniendo la vista en mí.

— ¿Qué pasa? —Le pregunto cuando los segundos pasan y sigue viéndome.

—Eres igual a Andrew, demasiado amable incluso cuando deben ser claros y decir: no, no estoy interesado, retrocede en tu ataque amoroso.

—Creo que me siento ofendido —dice Andrew.

—Sé que yo me siento ofendido —Les hago saber, pero ella solo le resta importancia con la mano y toma la última galleta.

—Recuérdalo, Max, eres una galleta, piénsalo bien.

De nuevo me quedo en silencio mientras tomo mis teléfonos laborales y los escucho hablar entre ellos de algún tema al que no le doy atención. Reviso cosas del trabajo, respondo correos y mensajes, pero finalmente tomo de nuevo mi teléfono personal y decido enviarle un mensaje a Allen.

Max: ¿Todo bien? Estoy algo preocupado de que te fueras de esa manera.

Me quedo con la vista en la pantalla esperando, pero no hay respuesta, el mensaje ni siquiera le llega, lo que me hace inquietarme. Poco después mi té llega y creo que Esme dice algo, pero no presto atención mientras veo el plato de galletas vacío y espero una respuesta que no llega.

Me enfoco en las galletas por las que Allen siempre se derrite. El constante deseo por comerlas siempre está ahí, su mirada de anhelo, pero las siente prohibidas. Les encantan, pero siempre parece tener una lucha antes de caer. Las llamó tentación, también sus favoritas y finalmente su debilidad.

Lo entiendo, no es que sea difícil de comprender cuando ella ha sido tan frontal y directa en todo lo que dice, casi sonrío.

— ¿Ella dijo eso? —pregunto y Leslie me mira sin comprender— ¿Qué yo era una galleta?

—Lo dijo, no tendría sentido que mintiera sobre ello.

—Lo entiendo.

—Nunca pensé que no lo hicieras, Max —responde encogiéndose de hombros.

Una galleta. La referencia más obvia de toda la historia de la humanidad. Veo de nuevo el mensaje que aún se marca cómo no recibido.

¿Retrocedimos o avanzamos? Por alguna razón su silencio me inquieta, porque las horas pasan y el mensaje no es recibido, no hay señales de ella.

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