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La baraja de cartas
Estaba sentado esperando a su padre en uno de los hoteles del papá de Jin.
—¿Esperaste mucho, mi niño?
Jimin volteó y se levantó para abrazar a su padre.
—Te extrañé—dijo cortando el abrazo—. Ya pedí la comida—informó al mismo tiempo que ambos tomaban asiento.
—¿El viaje fue cansado?
—Demasiado. Terminé molido por las horas sentado pero valió la pena, llegué a tiempo para la fiesta de Yeji.
El mesero llegó colocando los platillos sobre la mesa y comenzaron a comer.
A lo lejos los demás comensales conversaban en voz baja de los Park, cosas positivas ya que nunca estaban metidos en problemas o escándalos, además, se caracterizaban por ayudar en lo que podían.
Pero sin duda lo que más les asombraba a los extrajeron que no les conocían, era el parecido entre
Jiyong y Jimin.
—They are brothers?—preguntó en un murmuró la rubia de la mesa de alado a su acompañante.
—I hope so—le respondió el hombre peli rojo.
Jiyong y Jimin se miraron cómplices y siguieron comiendo, no era ni la primera ni la última vez que les confundían como hermanos.
Salieron del hotel rumbo a la empresa, Jimin ya tenía su puesto como asistente del presidente, o sea, de su padre. Así podía inmiscuirse en los asuntos importantes y ganaba experiencia hasta que se posicionará como vicepresidente general de todas las empresas.
Entró a su oficina y revisó en su ordenador los pendientes que tenía, le gustaba ser muy organizado con su trabajo y vida en general.
—¿Esta es una empresa extrajera?—se preguntó a si mismo mirando detenidamente la información frente a la pantalla—. No recuerdo ninguna empresa con este nombre.
Revisó en los registros de aquella empresa y efectivamente era una extranjera que se estaba expandiendo en Seúl.
Bien, Jimin trabajaría en uno de los planos para GalMin. Empresa estadounidense de galerías de artes, el presidente de tal cadena de franquicias era mitad estadounidense y mitad coreando así que tenía sentido el querer asentarse en uno de sus lugares de origen.
Sin más, dio clic en la aplicación de diseño.
Estuvo trabajando en ello hasta las cinco de la tarde, era domingo pero tenía la oportunidad avanzar por lo menos la primera parte del proyecto.
El sonido de una llamada interrumpió su concentración.
—¿Ya estás arreglándote? ¿Quieres que vaya a tu casa?—preguntó Yeji desde la otra línea del celular.
—Estoy saliendo de la empresa, estaba adelantando unas cosas—le informó apagando el ordenador y abriendo la puerta de la habitación para salir del lugar—. Bien, recuerda que tienes que estar en mi casa a las ocho de la noche.
—Entiendo—dijo alargando la palabra y entrando al elevador.
Luego de conducir por unos cuantos minutos llegó a su casa. Tomó una ducha rápida e hizo la segunda parte de la grandiosa idea de Taehyung.
Luego, acomodó todo lo que usaría en la cama y comenzó colocándose la lencería de encaje color blanca, según Jin iba a resaltar con su cuerpo pero vamos, nadie le iba a ver con aquella prenda, y por ello, solo se limitó a colocar la parte inferior.
Después, siguió con la falda estilo colegiala a cuadros de color azul y gris; la top blanca, los arneses en sus piernas, al final se pondría los tacones. Maquilló su rostro, base, polvos, arqueó sus pestañas para luego ponerle máscara, hizo un leve delineado nada extravagante de color negro, cepilló y colocó gel de cejas, por último, tinta labial rojo que hacía resaltar más sus carnosos y afelpados labios.
Llegó el momento de colocarse la peluca, era una larga que le llegaba hasta los glúteos y de color rubio cenizo. La acomodó lo más que pudo para que se viese natural, se puso los tacones de plataforma mediana y agarró una cartera pequeña que Yeji le había prestado para la ocasión.
Se miró al espejo por última vez antes de salir de casa.
Sonrió de lado al analizarse de pies a cabeza.
Bien podría hacerse pasar como una chica de verdad.
A simple vista lo era.
Ahora solo tenía que conducir hasta la casa de su mejor amiga con esos tacones.
—¡Mierda, Jimin!—maldijo Taehyung al mirar a su amigo—. Haces que dude de mi homosexualidad—le escaneó de arriba hacia abajo.
Jimin le pegó con la cartera. De algo tenía que servir.
—¡Jimin! ¡Jimin!—Yeji apareció gritando su nombre y silbó al llegar—. Te ves hermosa, muy bonita, bella, preciosa—comenzó a abrazarle.
La casa era medianamente grande así que Jimin apenas pudo escuchar los halagos de Yeji por la música y el bullicio de las personas dentro.
—Tengo que admitir que si me veo bien—le dio la razón a Yeji y a Taehyung—, pero, ¿sabes el martirio que fue manejar con lo que ya tú sabes en mi?
—No te quejes y disfrútalo—se unió a la conversación Jin quien estaba acompañado de Namjoon.
Namjoon era un hombre con porte y presencia. Hombros anchos como los de Jin, ojos gatunos, alto de estatura y su piel tintaba de canela.
—Hola, chicos—les saludó el moreno—. Jin me ha comentado mucho de ti—se dirigió a Taehyung—. Y de ti también—sonrió de lado al ver a Jimin.
Mentira, sabía de Jimin hombre no de Jimin mujer, no podría reconocerle para nada y solo fingió saber de ella.
—Como sea—rió bajito Jin sin aclarar nada—. Vamos adentro, la verdadera fiesta nos llama.
Todos se adelantaron y Jimin se sujetó del brazo de Yeji para caminar.
—Primera y última que acepto una idea tan descabellada—se quejó afianzando el agarre.
—Entiendo—no le dio importancia a la queja del rubio—. Solo sujétate más o puedes caer en la piscina.
En una de las esquinas de la gran sala había un Dj reproduciendo la música, las personas ya estaban bailando y las luces parpadeaban al compás de la música.
—¿Quién es la famosa Yeji?—preguntó Jungkook.
Hoseok ojeó el área en busca de ella.
—Oh—soltó—. Allá—señaló discretamente con su dedo índice—. Es la peli negra que está bailando con la de cabello largo.
—Se ven muy cercanas—se unió a la conversación Yoongi luego de beber su vaso de cerveza.
—No lo creo, solo sé que sus mejores amigos son hombres, Jin que es el noviecito de Namjoon, Taehyung que es aquel—le señaló discretamente—, y Jimin pero no le veo, solo sé que es rubio.
—Bien, andando. Tienes que presentarme a tu futuro esposa—dijo Jungkook empujando a Hoseok y a Yoongi.
Yeji haló del brazo de Jimin al percatarse que un grupo de personas se acerca a ellos, esa fue una evidente señal de que uno de aquellos hombres era Hoseok.
—Yeji, estás muy guapa—alagó el azabache al llegar.
—Gracias, Hobi—contestó ella entre avergonzada y coqueta.
Ambos grupos de amigos se saludaron sin presentarse oficialmente ya que tenían toda la noche para ir conociéndose. Tomaron asiento una de las mesas redondas que había y comenzaron a conversar.
Namjoon invitó a Jin a bailar y fueron directo a la pista de baile.
—Así es como se mueven las caderas—Jimin le susurró a Taehyung y el asentó con la cabeza.
Jin estaba bailando sensualmente, provocando a Namjoon.
—Mira las manos de Namjoon—dijo Taehyung y Jimin rió bajito.
Jin les había contado que Namjoon era su hombre ideal y que poco a poco se estaba e empezando a enamorar de él.
Todavía no eran novios pero al parecer estaban a un paso de ello.
—Hobi—rió Yeji de quien saqué qué.
—Voy por unos tragos—informó Taehyung levantándose.
Él no quería ver a su amiga encima de las piernas del azabache.
—Yo te acompaño—le dijo Jungkook y Taehyung asentó con la cabeza.
Bien, Taehyung era el único con el que podía establecer una conversación y ahora se había marchado, tenía sus razones. Yeji y Hoseok estaban muy acaramelados y eso cada vez ponía más y más incómodo a Jimin.
Eso sin mencionar que el peli negro de ojos gatunos y mirada penetrante le miraba cada dos segundos de reojo.
Se acomodó en su lugar y movió su cuerpo al ritmo de la música intentando ignorar a los novios melosos.
Sintió que su celular vibró y no supo a qué Dios rézale y agradecerle.
Buscó en su cartela el bendito aparato y le señaló el celular al peli negro que era el único que le prestaba atención.
Se levantó y caminó como pudo con esos tacones hasta el pasillo que daba a la cocina.
—¿Papá?—preguntó al contestar la llamada. Evidentemente era su padre ya que vió quien era antes de contestar pero no sabía por qué le estaba llamando un domingo por la noche.
—Jimin, perdón por llamar a estas horas, sé que estás en la fiesta de Yeji pero era para informarte que mañana te necesito a las ocho en punto de la mañana en la compañía.
—Eh, está bien. Allá estaré—respondió caminando jugando con una fruta que decoraba la isla de la cocina—. ¿Algo más?—preguntó meneando la cabeza de un lado a otro por la música.
—Solo ven arreglado como siempre, nada más. Divierte. Te amo y cuídate.
—Entendido, descansa. También te amo papá—terminó de hablar y colgó la llamada.
Jimin ni loco regresaría a la sala así que siguió caminando hasta llegar al patio donde sabía que había una mesa, a simple vista no se notaba ya que un árbol le cubría; así que era el lugar perfecto para que nadie le molestase.
Los tacones empezaban a hacerle doler los pies.
Pasó por la piscina y por poco se le cae la quijada al suelo cuando vio a Taehyung y Jungkook dentro de ella y comiéndose la boca.
Soltando risitas y apoyándose de la pared de vidrio caminó con cuidado sin hacer ruido para no interrumpirles.
Tomó asiento en la silla y apoyó su cabeza en la base de la mesa, soltó un fuerte suspiro y cerró los ojos por unos segundos.
Estaba a punto de enderezarse para escribir en su libreta hasta que...
—¡Hey!—una voz llamó su atención.
—Mierda—maldijo enderezándose de inmediato y llevando una mano a su pecho—. Oh, eres tú—dijo al mirar al peli negro.
—No quería asustarte—dijo tomando asiento frente a él, Jimin asentó con la cabeza y colocó la cartera sobre la base de la mesa—.Yo me preguntaba...
Oh, no, no, no.
El hombre frente a Jimin por poco emanaba ser heterosexual hasta por los poros.
Serio, rostro bonito, pálido, quizás unos centímetros más alto que él, peli negro, ojos rasgados como los de un gato y mierda, su vestimenta hacía verle jodidamente caliente.
Todo vestido de negro, chaqueta, camisa, pantalones y botines.
—Espera—le interrumpió llevando una mano hacia al frente.
Iba a aclarar aquel malentendido de inmediato.
Él peli negro sexy frente a él pensaba que él era ella.
—¿Qué sucede?—preguntó cruzándose los brazos.
Jimin aclaró la voz y relamió sus labios listo para hablar.
—Yo no soy esta—se apuntó—, yo soy Jimin.
—Lo se, eres un él.
—Sé qué es difícil de procesar, sé que luzco linda y si, hasta yo mismo por poco caigo de nalgas al mirarme vestido así pero, espera—Jimin pensó que él peli negro no le iba a entender.
—Al principio pensé que estabas incomodo con lo que vistes pero después analicé tu rostro, te parecías demasiado a la foto que Hoseok me había mostrado de Yeji y que causalmente un rubio salía con ella—le sonrió de lado—. Mucho gusto, Yoongi—extendió la mano.
—Oh—soltó Jimin asentando con la cabeza—, bien, me alegro que no me hayas confundo. Cuando llegué algunos hombres se me acercaron pensando que era mujer, fue estresante. O sea, luzco como mujer pero solo es por una maldita ¿apuesta? No se como llamarle—finalizó y extendió la mano juntándola con la contraria—. Jimin—se presentó formalmente.
Unos gemidos se escucharon, Jimin abrió la boca en grande y Yoongi alzó la ceja.
—¿Fueron gemidos?—preguntó Yoongi.
Jimin asentó con la cabeza y apartó unas ramas del árbol para que Yoongi mirase la piscina.
Taehyung apoyaba sus manos en la esquina de la piscina mientras Jungkook le besaba por detrás.
Inmediatamente volvieron escucharse los gemidos y Jimin volvió a dejar las ramas del árbol en su lugar.
—Al parecer nuestros amigos congenian muy bien—dijo riendo.
—Así parece—concordó.
—Bien, es mejor que vayamos adentro—dijo agarrando la cartera, no planeaba quedarse a escuchar las maldiciones que soltaría Taehyung—. No quiero ser espectador.
Yoongi rió dejando ver sus encías y le siguió.
Jimin por poco cae al suelo pero fue agarrado de la un cintura por Yoongi quien también le acomodó los mechones que cubrían su rostro.
—¿Te ayudo?—preguntó y Jimin asentó con la cabeza.
Tuvieron que ir por el camino que no daba a la piscina para no interrumpir a sus amigos, entraron por la tercera puerta de la casa y vieron a Hoseok y Yeji besándose como si no hubiera un mañana.
—La cumpleañera la está pasando de puta madre.
—Y al parecer los invitados también—dijo Yoongi apuntando con la mirada a Namjoon y Jin.
Ellos también estaban besándose.
—Hola guapa, ¿quieres bailar?—preguntó un chico alto de cabello castaño.
Jimin volteó para mirarle y le regaló una sonrisa fingida.
—Lo siento, mi novio es celoso—peinó su largo cabello e hizo que Yoongi diera la vuelta y le sujetara de la cintura—. ¿Verdad, cariño?—le preguntó esperando que le siguiese la mentira.
—Solo aléjate y no vuelvas a mirar a mi chica—bramó con seriedad.
—Oh, lo siento. Pensé que venía sola—dijo para perderse entre la multitud.
—Gracias—le agradeció acomodarse la falda.
—De nada, bien. Creo que es mejor que me vaya mañana tengo cosas que hacer y...
De pronto, llegó Hoseok caminando con dificultad.
—¡Hey! Yoongi. Mi amigo el más homosexual—le regaló una sonrisa, las mejillas de Hoseok se encontraban rojas—. ¿Qué haces con esta señorita?—le preguntó esperando una respuesta pero de inmediato volvió a hablar, esta vez dirigiéndose a Jimin—. El chico es gay, es el más gay que conozco.
Yoongi rodó los ojos.
—Basta, ya nos quedó claro que soy gay.
Jimin rió llevando la mano al rostro.
—Yo también soy gay, Hoseok hyung—le dijo Jimin acomodando la cartera en su hombro.
—¿Entonces todos somos gays?—preguntó sin comprender—. Soy gay, soy gay—afirmó alzando las manos.
Yoongi y Jimin se carcajearon.
—No se qué se metió pero por lo general cuando se emborracha suele parecer una estatua con sueño.
—¡Hobi! ¡Hobi!—le llamó Yeji—. Oh, Hobi. Aquí estás—le sujetó del brazo—. Jimin si quieres puedes quedarte a dormir en casa, no se dónde se metió Taehyung y necesito llevar a Hobi a la cama.
—Mi hermosa Yeji. ¿No es hermosa? Claro que lo es—la abrazó melosamente Hoseok.
Yeji se despidió y llevó a un borracho Hoseok escaleras arriba.
Yoongi y Jimin se sumergieron en un silencio, ninguno sabía que decir.
¿Acaso se iban a felicitar por ser gays?
—¡Hey ustedes! Los novios, vengan acá que nos faltan personas para el juego—dijo una rubia, Lisa.
Ellos negaron con las manos pero fueron arrastramos por la chica.
—Es fácil. Solo tienen que atinarle al vaso, si no lo hacen obtienen un castigo— Hari explicó lo básico de juego.
—La primera en jugar será tu novia—Jihyo atrajo a Jimin para que quedase enfrente de la mesa con una fila enorme de vasos rojos y le dio una pelotita color amarilla—. Tienes que tirarla a la última de la fila de la derecha. ¿Lista?
Un gran grupo de personas rodeaba la mesa ateneos esperando los movimientos de Jimin.
Él miró a Yoongi antes de tirar la pelota y este asentó con la cabeza, el cúmulo de personas chilló al ver la actitud de la supuesta pareja de novios.
Jimin lanzó la pelota lo más cerca del objetivo pero en vez de caer en la última fila de la derecha cayó en la penúltima.
Los gritos y bullicio de los demás hicieron eco en la sala.
Jimin se maldijo internamente.
—Bien, te tocó castigo—Lisa le extendió una baraja de tarjetas para que escogiese una—. Adelante—Jimin tomó la de en medio—. Léela en voz alta, chica.
—Beso candente con uno de los presentes—Jimin terminó de leer la tarjeta y negó con la cabeza.
Las chicas volvieron a chillar y los hombres miraban atentos a Yoongi.
—Eres el novio. ¿Qué esperas?—Hari empujó a Yoongi cerca de Jimin.
Jimin le miró con vergüenza y sus cachetes pitaban de carmesí, tragó saliva y asentó con la cabeza.
En pocas horas aquellas expresiones ya se habían convertido un sí sin palabras.
Con el consentimiento de Jimin.
Yoongi le atrajo hacia él pegado ambos ambos cuerpos y haciendo que sus miembros se rocen. Colocó una mano en la cintura y con la otra sobó el cachete de Jimin.
Unió sus labios levemente sin gesticular movimientos pero Jimin comenzó a abrir la boca dándole acceso a que siguiese con el beso.
Así que, copiando la acción intensificó el beso.
Ladeó la cabeza para tener mejor accesibilidad a los pomposos y rijosos labios de Jimin. Él abrió aún más la boca para meter su lengua y juntarla con la de Yoongi.
¡Carajo! Yoongi besaba tan bien.
Sus lenguas formaban una danza perfecta.
Jimin sin serrarse movió una de sus manos hasta tocar la mano de Yoongi que sujetaba su cintura e hizo que poco a poco la bajase hasta que tocara sus glúteos y luego enredó sus manos por detrás del cuello del quien le estaba comentó tan bien la boca.
Jimin jadeó en medio del beso cuando la mano de Yoongi masajó tan delicadamente sus glúteos, aquello le hizo apegarse más al cuerpo de él y pudo corroborar que se encontraba duro.
Sonrió en medio del beso y antes de separarse mordió el labio inferior de Yoongi.
Estaban agitados por la falta de aire, además, se habían perdido en su mundo que olvidaron a las personas frente a ellos.
—¡Eso si fue algo jodidamente candente!—bramó con viveza Lisa.
Ellos solo se miraron y sonrieron cómplices.
🔻
¿Qué sucede después? 👀
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