Capítulo único
Inicio Historia: 08-02-2024
Termino Historia: 08-02-2024
Al cabo de reencontrarnos, Layne se enteró del hijo suyo, que yo esperaba, fruto de esas noches que estuvimos juntos y me besó con desesperación. Ese beso que tanto añoré y extrañé de él; nos abrazamos fuerte y él sin dejar de besarme, metió su lengua en mi boca y yo acaricié su enorme espalda. Mi enorme barriga rozaba con su abdomen, lo que a él le fascinó.
Acarició mi rostro y yo amé sentir su cálida mano en mi mejilla y se me llenaron los ojos de lágrimas; él me vio perdidamente enamorado y yo le sonreí emocionada. Lo amé con todo mi corazón y Layne acarició mi barriga y yo me derretí por completo.
Me observó fijo e intenso y tocando mi barriga, yo estaba embelesada por él, cuando de pronto sentí una fuerte patada y se me escapó un gemido del que Layne no tardó en preocuparse.
- ¿Qué pasa? ¿Estás bien, mi vida? - yo le sonreí.
-Es que está moviéndose - sus ojos brillaron.
- ¿Qué? - exclamó contento y yo contemplé las facciones de su rostro y más lo quise.
-Sí.
Me sonrió y me acechó con sus apasionados y profundos ojos celestes.
- ¿Puedo volver a tocarte? Es que quiero sentirlo - volví a sonreírle.
-Layne, es una niña.
- ¡¿Es una niña?!
-Sí.
-Oh mi vida, mi amor.
Me dijo más que feliz, y emocionado, y me abrazó con toda ternura y cariño, lo que hizo emocionarme aún más y él volvió a besarme.
-Mi amor - solo pude jadear y Layne calló mis labios con su largo e intenso beso y me susurró.
-Te amo.
-Y yo a ti, ahora y siempre.
Me vio todo intenso, y con locura, y movió con más cariño su mano en mi barriga, lo que más me derritió y nerviosa y feliz de que estuviera por fin conmigo y que supiera de nuestra bebe, tiré de su barba de chivato, tomada en una pequeña trenza y Layne río.
Sin dejar de acariciarme, sentí de repente otra patada, la que él también pudo sentir y yo le sonreí.
-Ahí está otra vez ¿La sientes mi amor? - sus ojos se llenaron de ternura.
-Sí. Es increíble sentir sus pataditas - me miró - esto es más de lo que pude imaginar.
-Mi Layne.
-Te amo - lo vi perdidamente. El corazón se me salió del pecho.
-Yo también te amo, mi Layne. Te amo desde el día en que te conocí.
Su corazón vibró de ternura y de amor y no se contuvo ni un instante más y volvió a besarme largamente, amándome como todo un loco.
Ambos besándonos, yo no quería que dejara de besarme y Layne lo advirtió, y besándome, me cargó en sus brazos. Yo le sonreí.
-No es necesario que me cargues así, o si no, te romperás la espalda - me sonrió con ternura.
-No, no me la romperé. Puedo ser muy delgado, pero tengo mucha fuerza y te seguiré cargando con gusto, todas las veces que se me antoje.
-Jejeje - me vio apasionado.
-Vamos a nuestro dormitorio.
Volví a sonreírle y Layne me llevó a la que había sido nuestra habitación durante tanto tiempo.
A la mañana siguiente...
Ambos dormidos en nuestra cama matrimonial, Layne me tenía aferrada a él, cuando de pronto abrió lentamente los ojos; advirtió que ya había amanecido y me vio que yo aún dormía completamente y el aliento se le entre cortó y vibró. Su corazón se le encendió de dulzura y de deseos y me observó perdidamente enamorado.
Recordó que por toda la emoción y adrenalina, de nuestro reencuentro, había olvidado sacarse el cintillo que aún traía puesto y no le importó. Siguió observándome mientras yo dormía.
A esas alturas por el peso de mi vientre debía dormir de lado, y Layne mirándome con detenimiento, vio a nuestra bebe y con ansias y anhelos, comenzó a acariciar mi barriga y me amó como todo un loco. Acariciaba y acariciaba toda mi barriga y me veía dormir con afán y amor.
-Te amo. Te amo tanto, niña mía - me susurró al oído, besó mi hombro y yo sentí una fuerte patada y solté un dulce gemido. Layne me miró.
-Shhh.
Sin despertar, sonreí y toqué su mano en mi barriga y él me contempló con regocijo. Yo me giré a verlo con destellos.
-Lo siento ¿Te desperté?
-No, tranquilo. Pensé que todo había sido un bonito sueño - rio dulcemente.
-No, niña mía. Estoy aquí contigo, y con nuestra hija, y ahora me quedaré con ustedes para siempre.
-Es lo que más quiero, Layne. No soportaría si tienes que irte de nuevo.
-No me iré. Está más que decidido - lo vi con emoción y él me acechó con sus profundos ojos celestes.
-Te vi dormir toda la noche. Quería cuidarte y cerciorarme de que estuvieses bien y cómoda.
-Pero amor mío. No era necesario que te quedaras despierto... - de repente, aquel insoportable dolor se hizo de nuevo presente, tal como esas últimas mañanas y se me escapó un fuerte gemido y me toqué el vientre con molestia.
Layne se alarmó.
- ¡¿Qué ocurre, mi vida?! ¡¿Qué te pasa?!
-... Me duele. La bebe se metió en una de mis costillas.
- ¿En una de tus costillas?
-Si... Lo ha hecho estas últimas mañanas cuando yo me despierto. Mete su manito o piecito en mis costillas y me lastima... Me duele mucho.
Le dije con los ojos cubiertos de lágrimas y Layne más preocupado y alarmado, quiso abrazarme y a mí se me salió un grito y me aferré a las sábanas. Era un dolor terrible y ya no pude más.
-Me duele mucho.
- Lo sé. Trata de recostarte de lado, niña mía.
-... No puedo, mi barriga está muy grande.
A él no le importó y me abrazó por la espalda. Sentí que aquello me reconfortó un poco y volví a sonreír. Layne me observó.
-Entonces trata de masajearte ¿Has intentado en sobarte donde te lastima?
-Sí, pero no hay caso... La ginecóloga me dijo que esto me estaba pasando porque ya entré al último trimestre, nuestra bebe se está acomodando.
- ¿Y si lo hago yo? - lo vi con mis mejillas empapadas. Me había puesto a llorar.
-...
-Déjame intentarlo a mí, hermosa.
-Ok... Tal vez a ti si te haga caso.
Le dije casi exhausta y Layne se acomodó tras de mí; volvió a colocar su mano en mi barriga y yo le sonreí y él también lo hizo.
-Indícame cual costilla te duele.
-Esta, mira - tomé su mano con cariño y la llevé justo a mi costilla derecha y abrí los ojos de dolor.
- ¡Ay!
-Shhh, tranquila. Haré todo lo que está a mi alcance para quitarte ese dolor - me jadeó y comenzó a sobarme suavemente la costilla, la que en cualquier momento se me haría añicos y mientras lo hacía, me miró perdidamente enamorado. Yo cerré los ojos, me recargué por completo en él y Layne le fascinó que yo lo hiciera.
-No digas nada y solo escucha mi voz, mi hermosa. Te amo, te amo demasiado, mi preciosa Stephanie - aquello me hizo estremecer y solté un corto y dulce gemido y él más me abrazó y volvió a hablarme al oído.
-Ya verás que muy pronto se te quitará ese dolor. Solo confía - sonreí.
-Sí, confió en ti.
-Te amo.
-Y yo te amo a ti.
-Muy pronto tendremos a esta linda princesita, que de seguro será tan preciosa como tú.
-Oh, mi vida.
-Es lo que más deseo. Cuidaré de ambas siempre.
-Lo sé. Creo en ti ¡Ay!
-Shhh - me susurró y yo cerré los ojos de nuevo con pesadez y él besó mi hombro y siguió sobando mi costilla.
De pronto, aquel horrendo dolor disminuyó y yo sonreí. Layne lo había logrado y todavía tocando mi costilla, yo tomé su mano y la coloqué en mi barriga. Él me sonrió apasionado.
- ¿Ya te sientes mejor?
-Sí y todo gracias a ti. Te amo.
-Y yo a ti.
Me susurró y comenzó a besarme sin parar, como tanto los dos nos deseábamos. Le hicimos cariño a nuestra bebe en mi barriga y los dos nos sonreímos perdidamente enamorados y volvimos a besarnos largamente.
FIN.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top