Capítulo 12
«Veloz... soy veloz».
Hina podía sentir la adrenalina recorriendo cada fibra de su pequeño cuerpo, el viento golpeando su rostro como si fuese un obstáculo más para llegar a su meta, el bullicio de las personas alrededor y el deseo de cruzar primero era franja en el suelo. Hina tenía todo para ganar, era el momento indicado y todo pintaba voltearse a su favor.
Pero su fantasía se detuvo cuando su carrito freno de forma abrupta, tirándola hacia adelante. Para su suerte, se pudo sostener y no caer al suelo, pero eso no podría detener el enojo y frustración que sintió.
—¡Papá! —le gritó, pero su padre estaba teniendo una intensa conversación con Sarada como para prestarle atención—. ¡Hey!
—Obviamente los Froot loops son mejor.
—Los cheerios lo son, incluso más saludables.
—Pues para Hina serán, pero yo me llevo estos para mí —volvió a tomar su caja colorida ante la mirada desafiante de Sarada.
—¡Paaaaapá! —Hina se removió en el carrito de compras, sino volteaba, estaba dispuesta a lanzarle lo primero que encontrara, pero para su importuno, si volteo.
—¿Qué pasó? Estoy en medio de algo importante.
—¿Por qué frenaste? Estaba a punto de ganar —se quejó, volviendo a sentarse en el carrito y tomando de mala ganas las cosas que le daba.
—¿Ganar qué? —Boruto volvió a empujar el carrito, la gente comenzaba a amontonarse en el pasillo.
—No lo entenderías —dijo, con la mirada perdida en el frente, un poco dramático para su padre.
—Bueno —él tomo una bocana de aire antes de continuar—, te has portado bien últimamente, vamos a ir al pasillo de los juguetes, ¿quieres...?
—¡Quiero eso! —gritó, y sin esperar, saltó fuera del carrito de compras para ir detrás del vendedor que llevaba ese oso amarillo.
—¡Hina!
—Todavía no está a la venta —el chico sostuvo con firmeza el oso.
—Pero yo lo quiero —con los ojos cristalinos, se negó a soltarlo.
Boruto solo rezaba con que no hiciera un berrinche como el de la ultima vez.
—Hina —Boruto tomó su mano, pero no cedía en soltarlo, así que mejor se dirigió al chico—, ¿Cuándo saldrá a la venta?
—No sabría decirle, es una edición especial y, de hecho, tampoco se el precio.
—No importa, mi papá es millonario, te pagará lo que sea —Hina volvió a insistir.
Boruto abrió la boca, sorprendido y cargó a su hija.
—No soy millonario, ¿Qué te pasa? —murmuró como regaño.
—Siempre tienes dinero —lo miró con inocencia.
—Por suerte si, pero no gastaré la fortuna en ese panda.
—Oso —corrigió Sarada, discretamente desde su lugar.
Boruto entrecerró los ojos al sentir ese vago recuerdo pasando por su cabeza y regresó a su hija, quien estaba a punto de soltarse a llorar.
—Podemos regresar mañana y...
—¿Y si se lo llevan? —sollozó—, es mío, yo lo quiero, ¡No podré vivir sin el!
—Es solo un peluche, te puedo comprar uno mas bonito.
—¡Yo quiero ese! —Jaló la pata del oso, casi llevándose consigo al chico que tenía claro que nunca querría tener hijos.
—Hina, basta.
—¡AHHH!
.
.
.
Hina entró al departamento de Sarada, con su oso en manos, e ignorando los regaños de su padre, lo primero que hizo fue correr hacia el gato que reposaba en medio de la alfombra de la sala.
—Señor ave, le presento a nuestro nuevo acompañante de té —Hina se sentó y le puso de frente el peluche. Tomando su patita, tocó la cabeza del gato que recién abría los ojos con pesadez—, yo digo que se llamará... ¡Pelusa!
Boruto estaba por regañarla, no solo porque le hizo un berrinche tremendo y golpeó al vendedor, sino, que se había salido con la suya, otra vez... pero la risa de Sarada acaparó su atención lo suficiente como para relajarse.
—Creo que ya se le paso el enojo —dijo ella, con una sonrisa.
—Así son las mujeres —suspiró.
—No todas —replicó, indignada.
—Cuando éramos niños el enojo se te pasaba rápido también —comentó, siguiéndola hacia la cocina para dejar las cosas en la barra.
—Tú lo has dicho, cuando éramos niños... —Sarada tomó las bolsas y comenzó a vaciarlas—, hace mucho tiempo.
—¿En serio? —él parecía interesado— ¿qué tanto has cambiado? Siempre hablamos de mí y Hina, ¿Qué hay de ti?
—No hay mucho que decir, lamento decepcionarte —se encogió de hombros algo apenada, pero es que era la verdad. Su vida había sido muy... común y corriente.
—¿No hay absolutamente nada interesante que recuerdes?
Boruto prestó atención al lugar, sin verse como un fisgón. Lo ultimo que haría era criticar, al contrario... se sentía un poco celoso de lo acogedor y lindo que era el hogar de Sarada ya que, a diferencia del suyo, si parecía un hogar y quizá Hina disfrutaba más estar aquí. Los colores y decoraciones... todo aportaba un poco para que luciera tan tranquilo y fresco, mientras que él, no podía deshacerse del apartamento de soltero que nunca está en casa.
—Mmmm pues, no salía mucho, mi carrera me consumía —Sarada abrió el grifo para lavarse las manos. Había pensando en algo, pero cuando sintió los pasos de Boruto detrás de ella, todo se esfumó en su cabeza.
—Elegiste una muy pesada —él se acercó a imitar su acción, no quería que ella cocinara sola. No tenia la menor idea de como hacer una pizza, pero... si podía programar, ¿por qué no?
—Si... a veces me arrepiento —confesó—. Lo siento, no te he ofrecido nada, ¿quieres algo de beber?
—Agua está bien —regresó a su taburete en la barra, dándole un poco de su espacio—. Creí que amabas la medicina.
—En realidad no, solo por el campo laboral, pero no es como si fuese el fin del mundo. Le tengo una especie de amor-odio —cerró el refrigerador con el codo y se acercó a él dándole un vaso para servirle—. Me refiero a que, siento que he desperdiciado muchos años en monotonía.
—Gracias —tomó el vaso, quería preguntarle mas cosas, pero no le dio oportunidad.
—Hina, ¿quieres jugo? —Sarada sacó un vaso más de la alacena, uno pequeño y de plástico, amarillo y de los que tenían una pipeta, que él recordara... no se lo había comprado.
—¡SI! —gritó, seguido de ello, sus pasos resonaron por el pasillo. Sarada llenó el vaso y le colocó la tapa para dárselo— ¡Gracias!
—Con cuidado —le dijo al verla regresar corriendo.
—Te subiré el sueldo por comprarle cosas a Hina.
Sarada volteo y negó de inmediato—. Me pagas suficiente, como si cuidara de tres niños. Además, solo es un vaso.
—También veo juguetes y varias cosas que a ti no te gustan y a Hina sí.
—Bueno... —se intentó defender, pero se sentía atrapada. Era un hecho que había adaptado su casa para hacer un lugar seguro y cómodo para Hina—, eres muy observador.
—Nah... solo es muy obvio —sonrió, dejando desarmada a Sarada por un momento—. ¿Y que te hubiese gustado hacer diferente entonces?
Sarada entendió que se refirió a lo que le dijo hace un momento y, a decir verdad, ni ella sabía que exactamente.
—Supongo que... disfrutar mas de mi juventud.
Boruto rio, esta vez dejando escapar una suave carcajada—. Eres joven todavía, pareces incluso de menos edad.
—No se si tomarlo como un cumplido —entrecerró los ojos.
—Pretendía serlo.
—Bueno —decidió tomarlo—. Me refería mas bien a tener mas experiencias y cosas que recordar.
—¿No salías con amigas? —Boruto quería preguntar más, quizá para olvidar que su vida estaba a punto de caerse a pedazos y, aunque se negara a admitirlo, si tenía curiosidad—, no lo sé, citas o algo por el estilo.
—Salía con Chou y unas compañeras más —Sarada tomó la bolsa de harina, era mejor hablar y mover las manos—, y lo otro pues... solo tuve dos citas, una fue a ciegas patrocinada por ChouChou.
—¿En serio? ¿Y qué tal? Yo siempre quise saber como era una.
—Terrible —rompió la bolsa, dándole una apariencia graciosa para él.
—¿Tan mal fue?
—Era narcisista.
Boruto soltó un silbido y le dio un trago a su vaso—. Esos son de lo peor. ¿Qué fue del otro?
—No estuvo mal, era un compañero de servicio social. Salimos por un año, pero no funcionó —Sarada esperaba alguna pregunta, pero Boruto solo la miraba atento, como sino supiera que decir—, éramos muy similares. Sonará cruel... pero me aburrió y fue mutuo, así que no me siento mal al respecto.
—Toda mi vida pensé que buscarías algo así —comentó, concentrándose de mas en el fondo de su vaso.
—Yo también, pero fue muy diferente a como lo imaginé —vertió la levadura en el recipiente con agua y le agregó de inmediato una cucharada de azúcar—. Era muy lindo y perfecto.
Boruto lo visualizó un momento, aunque era un poco incomodo para los recuerdos empolvados de su corazón. Se imaginaba al chico perfecto para Sarada, uno culto, inteligente y bien portado, un príncipe perfecto, algo que él nunca fue.
—Pero tanta perfección me agobió, es algo que nunca volvería a repetir —Sarada parecía un poco traumatizada, dándole gracia a Boruto—. ¿Y tú...? —se animó a preguntar.
—¿Yo qué? — peguntó, dubitativo.
—¿No has pensado en buscar algo de nuevo? —al instante se arrepintió al ver su rostro inexpresivo.
—Creo que lo que menos debería hacer en estos momentos es eso.
—Pero, alguna vez, si tu vida fuese un poco más tranquila.
Sarada no sabía en realidad porque lo preguntaba, ni mucho menos que recibiría con su respuesta, pero necesitaba saberlo.
—Pues, supongo que sí —Boruto desabotonó las muñequeras de su camisa y enrolló las mangas hasta los codos, si algo se le daba bien, era amasar—. La verdad es que, ya he olvidado como es estar con alguien, no se si solo me resigné o me acostumbré.
—Si has encontrado algo con lo que te sientas bien, quizá no crees encontrarlo de nuevo y por eso piensas de esa forma —Sarada alejó sus manos de la masa, sentía que sobraba y él parecía experto en revolverla.
—¿A qué te refieres? —Boruto se detuvo, levanta la mirada.
—¿Te has enamorado de verdad alguna vez? —se sintió valiente al atreverse a preguntar y al lograr no apartar el rostro, el azul potente lograba marearla, pero no era una sensación desagradable.
—Claro.
Él rompió el contacto, impidiendo que Sarada pueda comprobar si era sincero. Pero mas que por eso, Boruto se sentía avergonzado y temía que descubriera que se refería a ella.
—¿Cómo supiste que era de verdad? —se animó a preguntar con la esperanza de que la mirase de nuevo, pero no sucedió.
—Cuando ella se fue, me dolió mucho como para ser un simple amor pasajero.
Cuando Aly lo abandonó, le dolió mucho, pero no lo suficiente. Ahí supo la diferencia y se odió mas aun por eso.
A pesar de todo lo que esa mujer le hizo, el dolor que sintió su corazón, no rozó nada el de aquel día cuando ese avión partió y se quedó con las palabras en la boca y con un "que hubiese paso si" ... que lo atormentaba todas las noches.
«¿Qué hubiese paso si no hubiese sido tan cobarde contigo, Sarada?»
—¿En dónde pongo esto? —señaló la bola de masa, perfectamente integrada.
—Ahí por favor —señaló un contenedor—, tiene que reposar unos minutos.
Boruto rodeó la barra para dejarlo en el lugar señalado, se sintió un poco expuesto y nervioso, le gustaba tener cierta distancia con Sarada porque se conocía y... no quería ser un idiota.
—Se que es una pregunta estúpida, pero ¿Cómo te sientes? —podía sentir a Sarada caminando detrás de él, como si buscara algo.
—Agotado, no dormí mucho —se volvió a sentar, quedando a la altura de Sarada con ello.
—¿Necesitas algo?
—Cambiar de numero de teléfono, dirección y si es posible, de planeta.
Sarada rio con él, era como si intentara que las cosas no le afectaran, pero podía ver en sus ojos que tenía tanta presión encima.
—Pueden quedarse hoy, necesitas por lo menos, descansar bien esta noche para pensar bien que harás al respecto, no puedes estar así...
Boruto sabía que se refería a intentar aparentar que no le afectaba cuando si, y ciertamente, si quería un descanso. Quería fingir que mañana seria un día normal, pero su realidad era algo espantosa.
—Si, es lo mejor. Tampoco creo que Hina se quiera ir —y él tampoco.
Sarada lo miró dudosa y eso lo notó él. Era como si estuviese pensando algo detenidamente, y cuando menos lo espero, ella se acercó, despacio... como si esperara su aprobación, pero él se quedó en su lugar, expectante y con la curiosidad de que pasaba por sus ojos justo ahora.
Entonces, Sarada lo abrazó, de una forma sutil y tierna. Envolvió sus brazos alrededor de él, cubriéndolo con su calidez y dándole el abrazo más suave que jamás había recibido.
Boruto se detuvo un momento a disfrutar la sensación, a sentir su alrededor; el aroma que los cabellos y ropa de Sarada desprendían y la suavidad de sus manos que podía sentir incluso cuando lo tocaba sobre su ropa.
Sarada por su parte, quería brindarle un lugar seguro, uno donde se pudiese sentir protegido y que esa soledad que lo acompañaba, se borrara.
Pero sus buenas intenciones desaparecieron de su cabeza cuando sintió sus brazos envolver su cintura y su cabeza reposar en su hombro. Su aliento se cortó y sintió que su propio corazón se detuvo a presenciar aquello por un momento.
Movió las manos nerviosas, dejando que se deslizaran con mas libertad de sus hombros a su espalda. Sintiéndose arrepentida al instante, Sarada tragó hondo, tenía una idea de porque los nervios la atacaron de tal forma inesperada.
Ella fue la que se detuvo ahora a disfrutarlo, porque si, no podía negar aquello; era la primera vez que un hombre la abrazaba de esa manera y se sentía tan débil y con la consciencia siendo capaz de ceder.
Se permitió disfrutar del aroma de Boruto y se dio cuenta que, esa fragancia varonil combinada con su loción, lograba encenderle las mejillas.
Hina le dio un sorbo silencioso a su bebida desde la esquina de la cocina, observando detenidamente a su padre. Estaba segura que nunca lo había visto abrazar a alguien mas que no sea ella, pero él lucia feliz y relajado.
Sarada tenía razón, había cosas que no podía entender y no podía ayudar a su papá siempre, pero Sarada si, y eso le hacia estar mas tranquila.
Hina tomó su oso y regresó por el pasillo bebiendo las ultimas gotas de su refresco, ya le pediría a Sarada más después.
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Hola lectores preciosos y hermosos (●'◡'●)ノ♥
Nos estaremos leyendo seguido así que no hay mucho que decir en mi notitas jaja.
Nomás les recuerdo que los capítulos serán cortos, daré como 2 actualizaciones más de este fic y de Find Me y los pausaré como por dos semanas, esto ¿Por qué? Pues quiero y necesito terminar Boruto the Last, que está muy cerquita del final, y caperucita roja pues solo es el epílogo, eso veré sacarlo esta semana.
Una vez terminado The Last, me concentraré y daré prioridad a este que también no es largo, para que pueda quedarme solamente con Find Me, porque de ese si me faltan varios capítulos todavía y quiero dedicarme a avanzar lo más que pueda en mis vacaciones y si es posible, terminarlo (✿◠‿◠)
Nos leemos pronto, se cuidan y tomen awaaa ٩(˘◡˘)۶💛
Pd. Está historia si tendrá lemon, yo señalaré ese capítulo por si a alguien no le gusta leer ese tipo de contenido y no será demasiado influyente a la trama, así que no se perderían nada, bueno, solo la tensión explosiva de estos dos 👀
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