Heung-Wo había pescado un resfriado.

Lo que Jimin temía había pasado, su cachorro siempre se ponía mal.

Llevaba a su bebé envuelto en una mantilla, se dirigía a enfermería. Su bebé lloraba.

— Tranquilo amor, ya estarás bien.

Consoló.

Llegó al lugar y este tenía a varios omegas y sus cachorros.

Una omega se acercó a él.

— ¿Que tiene tu cachorro? – preguntó amable.

— Tiene dolor de cuerpo y tiene fiebre.–

— Está bien. La enfermera Olivia los atenderá.–

Jimin asintió, solo esperaba que la enfermera lo atendiera rápido, ver a su cachorro llorar le ponía muy mal. En esos momentos deseaba tener algún poder y quitarle los dolores a su hijo o simplemente el prefería sentir todos esos malestares.

— Adelante – la misma omega llegó.

Jimin recordaba el camino, de seguro le darían el mismo tratamiento a su hijo.

Llegó al lugar y la Omega que los iba a atender estaba escribiendo unas cosas, levantó su rostro al escuchar como la puerta era abierta.

Esta le miró de abajo hacia arriba.

— ¿Eres la omega que nos va a atender?...

— Si.

Dijo simple ella.

— Ponlo en la camilla. Vamos a suministrarle unos medicamentos por intravenosa.

Jimin asintió.

Ella se acercó. Su bebé al ver la aguja lloró más.

Jimin trato de calmarlo. Este no quería dar su manita.

— Papi...

— Tranquilo bebé, será rápido.

Jimin tomo la manita del niño.
La omega no había dicho más palabras, se acercó a ellos.

Tomo la mano del menor para nada delicado, Jimin se dio cuenta de eso pero prefirió pasarlo.

Su hijo no dejaba de llorar.

La omega no encontraba la vena del pequeño y ha iban dos intentos fallidos.
.

— Me d-duele... – lloró.

Jimin no sabía que hacer, no sabía si la omega lo hacía con alguna malicia, por qué las venas de su hijo si eran visibles por su tono de piel.

— Ya basta –

Jimin paro a la mujer.

— Estoy haciendo mi trabajo– dijo ella despreocupada.

— Pues lo está haciendo mal. – la mujer se levantó y lo miro enojada.

— Entonces vete de aquí si no te gusta. No te creas con el derecho de mandar solo por andar detrás del alfa Jeon.

— ¿Que?... Yo no ando detrás de nadie.– se defendió.

— Si claro. Tú no vales nada aquí omega, por qué alguien como tú no merece estar al lado de alguien como es el alfa Jeon.

— ¿Alguien como yo?.

Jimin empezaba a entender el por qué de las malas miradas de la omega.

— por supuesto. Alguien insinificanté, alguien que no tiene nada.

Dijo con veneno en sus palabras.

Jimin tomo a su cachorro y salió del cuarto.