დ☃️🎀𝐓𝐫𝐞𝐜𝐞✿l ꙰❄️l ꙰
Los días habían sido muy fríos, tanto que Jimin no salía de su habitación, más bien nadie lo hacía. Una nueva semana estaba dando inicio ya.
La nieve caía y llenaba las carreteras.
Un alfa se encontraba en su casa, inquieto, su alfa estaba inquieto, aunque su parte humana también lo estaba.
Una semana, y ahora estaba empezando otra, y a causa del fuerte frío y nieve, no había podido ir al refugio, visitaba la mayoría de refugios, pero en su mayoría más los de omega, ya que la mayoría de niños estaban con sus padres o madres omegas.
Pero Jungkook jamás se había sentido con unas enormes ganas de ir a un refugio, con esa desesperación. Y el sabía bien quién causaba esas sensaciones. O más bien quienes.
Quería ver a Jimin, su alfa se lo pedía, Jungkook no podía estar tranquilo.
Necesitaba al menos tenerlo cerca.
Jungkook se reía en sus adentros, por qué jamás pensó que iba a estar de esa manera por un Omega, y es que el sabía bien de qué él y Jimin no eran destinados. Más sin embargo sus lobos tenían una gran conexión.
Para Jungkook era extraño y nuevo todo lo que estaba viviendo.
Él jamas espero encontrar a su destinado, no era creyente de eso.
Y ahora, mucho menos lo quería, por qué Park Jimin era lo que quería, lo que crearon para él.
Tal vez la diosa luna no los hizo destinados, pero Jungkook quería creer que Jimin había sido creado para el.
Sin importar el que.
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Esa semana paso en un abrir y cerrar de ojos, ahora el frío era menos, y los omegas salían, ya no permanecían encerrados en sus habitaciones, era más tolerante.
Los niños y niñas jugaban en la nieve muy bien abrigados.
Jimin miraba a su cachorro jugar con la pequeña de Isabella y el pequeño de George.
Los tres haciendo muñecos de nieve.
El refugio además de tener a los omega juntó a sus cachorros también tenían personal, de limpieza, para preparar la comida, tenían enfermeras qué se encargaban de revisar a los enfermos, en su mayoría todos eran omegas, los doctores eran betas.
Jimin durante su estadía allí había notado algo extraño, una de las enfermeras la cual era la jefa de todas, la que casualmente había lastimado a su hijo, no sabe si fue con alguna malicia, pero esta desde la fiesta de inauguración le mira un tanto extraño.
No sabe el por qué, pero tampoco quiere pensar mucho en eso, tal vez solo es su imaginación.
Su pequeño llegó a el corriendo.
— ¡Papi, papi, el alfa Jeon está aquí!
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