Cap 12 El Juego del Siglo Seigaku y Jyoyo ....aliados


Bueno como les dije ayer aqui les dejo el cap12





Capitulo 12

El juego del siglo.

Seigaku y Jyoyo… aliados.

Ambas primas se miraron con complicidad y echaron a reírse. Mientras sus pobres novios, sentían que todo les daba vueltas, y vueltas, y vueltas…

-¡ECHIZEN! ¡QUE ASCO!

-¡JOVEN! ¡EN MI CARRO, NO!

Y Sakuno por primera vez… grito.

-¡POR AMOR DE DIOS! ¡CALLENSE!

Las cosas estaban resultando… Muy divertidas.

-Diablos, nunca voy a volver a ser el mismo. –Kyosuke salió de la ducha con un pants, Ryoma estaba en la cocina "disfrutando" de su leche. -¿Cómo puedes comer?

-Descubrí, que se me pasan las nauseas con la leche… -Le extendió un bote.

-Gracias… -Le dio un enorme sorbo y la quemazón, junto el malestar se extinguió. -¡Vaya! Si sirve.

-Whiz…

Koji, venía acompañado del carioca. El cual, se veía enfermo.

-Tomate, esto Rodrigo. –El pelirrojo le dio un vaso del líquido.

-¡¿Estas zafado de la cabeza? Mi estomago no retiene ni los medicamentos… -Miro con desconfianza la bebida.

-Lo sé, estoy igual que tu. –Alzo su bote. –Mira… me calmó todo.

-De acuerdo…

Dicho y hecho, los inquilinos de esa casa se mejoraron.

Ring, ring.

-Casa de la familia Echizen. –Kyosuke que era el más cercano al teléfono contestó. –Un momento. Es Oishi. –Ryoma se levanto a regañadientes a contestar.

-Hai. –Escucho, y escucho. –Hai, vamos para allá. Les prestó yo unas, mi padre tiene unas de reserva… Hai, nos vemos.

Los tres futbolistas esperaron a que les informara, que tenían que hacer.

-Prepárense, vamos a salir…

Se cayeron al suelo, el escueto chiquillo, los dejo ahí, mientras iba a buscar… quien sabe que cosas.

-¿En verdad?

-Si, la abuela me lo acaba de decir… -Sakuno se ponía a prisa un conjunto deportivo. –Corre, o nos dejan.

-¿Mis chicos van a jugar tenis? –Mikki no salía del asombro. -¡No, esto tengo que verlo!

-Pues apúrate, porque Kaori y la abuela ya están listas.

En una velocidad inesperada, las primas se vistieron y salieron a alcanzar a las otras mujeres.

-A todo esto… ¿Dónde está Karin?

Tsujiwaki busco con la mirada a la chica.

-Ella sabía de los partidos, así que se levanto temprano y fue con Mori a arreglar todo.

Sumire le contesto sin dejar de conducir su auto.

-¿Cree que con un "curso rápido" mis jugadores estén listo para participar? –Kaori iba leyendo un libro de reglas.

-Tezuka se comprometió a enseñarles, y eso es garantía de que aprenderán.

-El capitán Kunimitsu es de los mejores, no se preocupe. –Sakuno le infundo ánimos a la nutrióloga. –No creo que sean unos retardados, como para no entender… -Mikki y Kaori bajaron la vista. -¿O sí?

-Bueno… a ellos lo único que les interesa es el soccer…

-Como a los de Seigaku el tenis… -La anciana casi le rogo a Dios que se apiadara de ella y su evento. -¿Por qué presiento que será igual o peor que la primera vez que estos se vieron?

-Ahora que lo mencionas…

Y las apuestas corrieron, los comentarios sarcásticos estuvieron a la orden y la diversión apenas empieza…

-¿Jugar contra Fudomine y Hyotei? –Kawamura atendió a sus amigos que estaban en el restaurante de su padre. –Bueno, no exactamente nosotros, si no… ellos.

-Mejor vamonos a la escuela. -Oishi empezò a recoger sus cosas. -Porque esto, se pondrà feo.

Los futbolistas estaban enfrascados en una "clase didáctica" a pizarrón con Tezuka e Inui. Los pobres alumnos de Akanegaoka, tenían sendos remolinos en los ojos y una cara de aturdimiento total.

-Eso quiere decir que si dan fuera de esa línea, el punto es para el contrario. –Kunimitsu casi podía sentir la felicitación de su sensei por tan buen trabajo con esos jóvenes. -¿Alguna duda?

Unos grillitos sonaron, y no se alzo ni una mano.

-Perfecto. Con esto acabamos.

-No creo que le hayan entendido ni una sola palabra. –Momo siguió engullendo el sushi que tenía en su plato.

-Whiz…

-Yo no quiero jugar. –Rodrigo veia como bicho raro la raqueta que tenía en las manos. –No tengo tanta coordinación con mis manos.

-Es como porterear, pero más fácil porque alargas la extensión de tu brazo con la raqueta. –Sakai parecía contento. –Yo lo intento.

-No, tú no puedes… sigues lastimado… y ni que fueras mago para que de un día a otro sanes. –Kamata le diò un coscorrón.

-Ryoma y Momo, entren a la cancha. Un partido a 5 puntos. –Ambos hicieron lo mandado por su capitán. –Esto es una exhibición. Boleen chicos.

¡Que va! Ya parecía que esos dos iban a desaprovechar una oportunidad para desempolvarse. Jugaron como siempre, hicieron sus tiros especiales.

-¡Wow! –Kyosuke se talló sus ojos. -¿No se les hace que es demasiado fantasioso? Me siento como película de bajo presupuesto con efectos especiales baratos.

Sonaron grillitos alrededor, hasta los jugadores pararon.

-Saben una cosa, ahora que lo pienso… -Eiji se rascaba en donde tenía la curita. –Muchas de nuestras habilidades desafían las leyes físicas del planeta.

Todos siguieron razonando… y razonando.

-¡DEBE DE SER EL AGUA!

Todos tiraron sus botellas de agua al pasto (hay que cuidarla… xD) Tezuka sentía como una venita le palpitaba.

-Es un manga y un anime. –Los jóvenes lo miraron. – ¡Claro que hay fantasía! Kishimoto-sama nos creó.

Fuji vestido de conejito (como me gusta! *o*) levantó una cartulina.

DISCLAIMER: ESTO NO LE PERTENECE A VIRIDIANA. KISHIMOTO ES EL UNICO DUEÑO. LO HACE SIN FINES DE LUCRO. .

Los de Jyoyo se quedaron quietecitos, como si lo que les pasaba a los tenistas fuera contagioso y se les fuera a pegar.

-¿Ya entrenaron? –Sakuno, todavía convaleciente, estaba entrando en las canchas. –Atobe-san ya llegó con su equipo.

La observaron disimuladamente, la castaña tenía puesta una falda igual de justa que la anterior, pero un poco más corta. Con el pretexto de ser falda short. Esta vez portaba una blusa tipo polo. Mikki la había vuelto a vestir.

-¿Acaso quieres que al papel milimétrico le dé un patatús, o qué? –Kyosuke tomó de la mano a su novia, muy sutilmente.

-Solo es para que aprecie lo linda que es Sakuno. –Y sintió los penetrantes ojos azules verla. -¿Y ahora? ¿Tengo monos en la cara?

-¿Desde cuándo usas vestido? –Se le acercó. -¿Y tan cortos?

-No es corto. –Y en realidad estaba más abajo que la falda de su prima. Obviamente era una especie de vestido deportivo, varias tenistas los usaban. -¿No te gusta? Es de Sakuno.

-Ya decía yo, que por eso está corto. –Le mando una mirada matadora a Yuuya.

-Exagerado.

-Estamos fritos. –Rodrigo se cruzó de brazos. –No tenemos ni una sola idea de cómo se juega esto.

-¿No les sirvieron mis clases? –Tezuka se estaba preguntando donde fue que se perdieron.

-Ni modo. Tendrán que jugar así. –Alumnos de Seigaku y de otras escuelas fueron llegando a las gradas. –Limpien las canchas. Esto ya no tarda en empezar.

Obedecieron a la novia de Ryoma, mientras pensaban… Como derrotar a la Hyotei.

Había cosas en juego, y por eso, no estaban dispuestos a perder sin dar una buena batalla… o ganar la guerra.

FLASH BACK

-Atobe, ¿a que debo tu visita? –Tezuka lo recibió en la sala de su casa.

-Quiero hacer un trato contigo.

-¿Un trato?

-Kunimitsu… -Sako iba a entrar cuando se dio cuenta que estaba acompañado. –Oh, lo lamento, pensé que estabas cortando tus bonsáis. –Hizo una reverencia y dio un paso atrás.

-No, no te vayas. Te incumbe a ti también.

Los dos capitanes sabían que no podía salir nada bueno de esta conversación.

-Ya que lo que los trajo hasta aquí, fue la Muestra… ¿Por qué no jugamos unos partidos?

-¿Jugamos? ¿Quiénes? –El castaño, al punto.

-Jyoyo y Seigaku versus Hyotei y Fudomine.

-Tachibana… ¿está de acuerdo? –Debía de haber una trampa.

-Si, al parecer está molesto con tus muchachos. –Keigo le quería quitar importancia. –Ibu murmuraba algo de: alcohol, adolescentes imprudentes, pijamada, rubiecito y no sé qué cosas.

Sako empezó a reírse nervioso, era por su culpa.

-Ya veo. –Se subió las gafas. –Juguemos.

-Ah, ah, ah. –El de Hyotei levantó un dedo. –Vamos a hacerlo más interesante, y como ya aceptaste no te puedes retractar.

-Sabía que había truco. –Murmuró en voz baja.

Sako alzó los hombros, no podía decir nada, no lo conocía.

-Si mi grupo gana… ustedes irán en el verano a un campamento en las montañas. –Eso podían aceptarlo, eran vacaciones así que… no habría problema. –Es un campamento al que va tu jugador Inui… es uno especializado en investigación de jugos naturales.

Los ojos de los capitanes se abrieron con fijeza. ¿Jugos "naturales"? ¡Y un cuerno!

-Serán ustedes los "conejillos de indias". –Lo fulminaron. –Bueno, bueno, quien pierda lo será. Y la otra sanción será hacer una tabla gimnastica… en leotardo… al final de la muestra. En la clausura.

Se estaban jugando su orgullo, su reputación… ¡Y hasta la vida! Miren que con esos juguitos…

-Tendremos que hablarlo con nuestros entrenadores.

-Pero si ya aceptaste, Tezuka. –Se levantó despacio y casi parecía un integrante de la Yakuza. –Es un trato nos vemos.

-Te acompaño.

-No es necesario, conozco la salida.

Sako y Kunimitsu se miraron.

-Tenemos que ganar, si o si.

-Definitivamente.

FIN FLASH BACK

-NO hay forma. –Ryoma fue golpeado por sus sempais. –Duele, y es la verdad.

-¡Lo tengo! –Sako se sentía iluminado por los Dioses. -Nosotros jugaremos… y lo más seguro es que perdamos. Pero si quieren rescatar su orgullo... ¿Por qué no lo retan a un juego de soccer? Dudo que alguno de los equipos tengan una noción de cómo jugarlo.

-No es mala idea. Jyoyo contra Hyotei en tenis. Seigaku contra Fudomine en soccer. –Oishi sonrió. –Es una buena oportunidad.

-Así lo haremos. ¡Espíritu de Akanegaoka! ¡Luchemos! –Kyosuke levantó su brazo.

-¡Si!

Como dirían por ahí…. Mucho ruido y pocas nueces.

La victoria de Hyotei fue absoluta y arrolladora.

Los pobres futbolistas no habían podido anotar siquiera un punto. Aunque sí lograron darles unos buenos golpes a los presumidos.

Y ahí estaba el evento más importante… No, en serio, así lo vocearon por Seigaku.

-RECUERDEN COMPAÑEROS, HOY HABRA UN JUEGO DE FUTBOL SOCCER. NUESTRO AMADOS, IDOLATRADOS, GUAPISIMOS, ADORABLES…

Una voz lejana al micrófono interrumpió.

-Ya entendimos que los tenistas son lo mejor. –Una molesta voz de hombre era clara y concisa. –Pero tenemos el tiempo contado, es radio y el tiempo al aire cuesta dinero.

-¿Dinero? ¡Es el sonido estudiantil!

Todos los que escuchaban se quedaron quietos, ¿que carajos pasaba? ¿Acaso la contaminación ya les había atrofiado las neuronas? ¿Cómo es que todos estaban locos? ¿Por qué la autora estaba haciendo tantas preguntas sin sentido?

Bah, preguntas sin respuesta… Volviendo a la historia.

-Solo tengan estas sencillas opciones en mente. – Kyosuke palmeaba a sus nuevos amigos. -Los defensas… DEFIENDEN. Los delanteros, anotan los goles…

-¡Y el portero, porterea! ¿NO? –Eiji iba a ser el encargado del arco. –Ese soy yo, ni una pelota entrara a la red.

-Vaya, Eiji está metido en su papel. –Oishi estaba ajustándose los tenis de tacos.

-Creo que esa plática motivacional con Sakai le ayudó. –Inui pasaba rápidamente su pluma por la hoja de datos. –Me pregunto, ¿de qué hablaron?

-Ni la menor idea, se lo llevó a solas. –Kawamura, era la defensa.

Nuestro pelirrojo amigo, recordaba atentamente la palabras de de su "sensei".

La imagen se pone difusa y como si un charco de agua sucia; ejem, perdón de agua de manantial fuera pantalla aparecieron ellos dos.

-Kikumaru-kun, con tu habilidad y destreza física… ¡Eres el personaje ideal para este puesto!

-¿En serio? –El joven lo dudaba.

-Aparte de todo, tienes una belleza comparable con la mía. Yo siempre soy acosado por mis fans al final de los partidos. –Como que la idea empezaba a sonar interesante. – Sobre todo si hago un papel excepcional, me llevan toda clase de regalos. Tú no puedes ser la excepción, he oído que siempre te llenan de peluches y cosas así, ¿no?

-Eso es cierto.

-Imagínate a tus fans, ¿Cómo reaccionaran cuando vean tu varonil aspecto?

La fotografía de varias chicas portando carteles con la imagen de un Eiji vestido de militar, Tan varonil y valiente.

-¡Nyah! ¡Me agrada la idea!

-Entonces… -Un brillo de gánster iluminó los ojos violetas. –Sigue al pie de la letra mis consejos.

Y así, el neko… estaba totalmente adentrado en su papel.

Sakuno se fue acercando a su novio, hasta que logró taparle los ojos. –Con que, defensa, ¿eh?

-Whiz, después del partido pasado… decidieron que no servía para eso de los touch downs. –A Sakuno le escurrió una gotita por la nuca. –Déjame ver, que no sé cómo se ponen estas cosas.

-Se llaman espinilleras. –Hizo lo pedido y se agachó a ayudarle. –Mira, se acomodan así… luego la ajustas y subes las calcetas. –Sonrió orgullosa de su acción, pero la mirada de su novio estaba cubierta por su flequillo. -¿Ryoma-kun?

-Hazme un favor. –Respiraba dificultosamente. –Nunca vuelvas a dejar que esa loca prima tuya te vista.

-¿Nani? –Parpadeaba confusa. Si, Sakuno había madurado, pero de muchas maneras; aun era inocente.

-Y no vuelvas a agacharte mientras tengas puesta esa cosa. –Señaló la falda. -¡Y USTEDES QUE VEN? Vayan a ver la…

Una oportuna voz interrumpió los improperios que Ryoma les iba a decir a toda la bola de babosos que estaban atentos a las piernas de la linda castaña.

-¡Ryoma! –Kyosuke agitaba los brazos para llamar su atención. –Kamata quiere hablar contigo.

-Ven aquí. –La jaló de la mano y la sentó en el banquillo de las reservas. –Te quedas aquí.

-Pero no puedo, esto es para… -La escena era observaba por Jyoyo y Seigaku.

-Whiz, eres la asistente del entrenador y punto. –Un aura negra lo envolvía.

-¿Mi asistente? –Kyosuke frunció los labios. –Venga, enano… no es para tanto.

-Whiz.

-Demo, ¿Qué hice mal? –Sakai se sentó con ella.

-Nada, solo ser condenadamente linda.

Todos rieron, y ella se sonrojó. Su novio había sufrido un ataque más, de celos.

-Supongo que seré el aguador. –Koji sacó una cubeta con varias bolsitas llenas de agua. –Cuando menos estaré en primera fila.

-Tan sencillo como eso. –Kamata había terminado de hablar con Inui, Kawamura y Ryoma, los defensas.

-Ya, entonces si les quiero quitar el balón… "Llego" al balón, no al cuerpo del jugador.

Ryoma estaba atento, pero aun así; ese soccer…era el deporte de los idiotas. ¿Dónde veían que era mejor el tenis? ¡Bah! Gente inculta.

-¡Exacto! Creo que están listos.

Poco a poco fueron acomodándose, Fudomine estaba serio. A excepción de Ibu, que era el portero y divagaba acerca de lo extraño que era verles las espaldas a sus compañeros, y que raro era esperar a que alguien fuera a él, cuando lo mejor era salir todos a atacar… etcétera.

-¡Y así arranca un partido que será, por mucho el más esperado de esta muestra! –Un narrador se oía fuerte y claro por los altavoces.

-Muy bien, chicos. –Murakami iba a ser el árbitro. –No porque nos hayan recibido bien, hare concesiones. Quiero un juego limpio… tanto como se pueda. Quiero ver soccer en la cancha… no cosas fantasiosas. –Tezuka y Tachibana solo alzaron las cejas. –Bueno, bueno, creo que entendieron mi punto.

-Por ser los visitantes, ustedes sacan.

-¿No lo dejamos a cara o cruz?

-Cosas de los organizadores. –Murakami se ajustó el short y los tenis. -¿Listos? –Sonó el pitazo. -¡A jugar!

Rápidamente Kippei le diò el balón a Kamio, que ocupó de toda su velocidad para pasar a Tezuka, pero Momo, que era un centro le quitó el balón… y Seigaku contraatacó.

-¡Vaya! –Sumire no podía ocultar su sorpresa. - ¿En qué momento lograron entender el deporte?

-Ni idea. –Mikki seguía cada jugada con una emoción que la desbordaba. -¡Eso, Echizen!

Y es que, nuestro tenista predilecto, había logrado evitar una jugada de riesgo bloqueando un pase. La mandó hasta el otro extremo de la cancha donde Fuji la recibió… por cierto, no había defensa.

-¡GOL! –Sakuno saltó de la banca y diò brinquitos con Sakai. -¡Si, eso chicos!

-¡Si! –Kyosuke aplaudió a sus amigos. -¡Vamos por mas!

-¡Maldición! –Keigo botó lejos su bebida. -¡Vamos, Fudomine! ¡NO PUEDEN DEJARSE VENCER!

-¡VENGA, FUDOMINE! –Oshitari aun tenía una bolsa de hielo en su cara, donde "casualmente" el tipejo pelos de zanahoria le había mandado tremendo pelotazo.

Un pobre Ryoma dejó de reírse, cuando sus ojos viajaron hasta su novia. ¡Diablos! ¿Era legal que las jóvenes usaran a esa altura la falda?

-O 'chibi es celoso. –La voz de Eiji no hizo más que caldear sus ánimos. –Pero te alegrará saber que Sakunito siempre ha tenido ojos, solo para ti.

El aludido apenas si miró a su sempai. ¿En serio? ¿Desde cuándo Sakuno lo veía con ojos de amor? ¿Por qué no se había dado cuenta? Es más, ¿Por qué no le habían dicho nada?

-¡Cuidado!

Tarde, el bendito balón se había estampado en la cara del peli verde.

-¡Ryoma! –Kawamura llegó hasta el. -¿Estas bien?

No respondió siguió con los ojos cerrados.

-¡Echizen! –Tezuka corrió hasta su jugador. -¿No se ha movido?

-¡Ryoma! –Momo fue a ver a su mejor amigo. -¡¿Te dolió el golpe?

Todos, y digo absolutamente todos… incluyendo gradas… lo alcanzaron a escuchar. Digo, con tremendo grito.

-No, que va… -Kamio volvió a pensar una vez más, como la hermosa Ann se enamoró de un estúpido como Momoshiro. –Está tomando el sol.

-¿De veras?

Todos cayeron al piso.

-Hacen mucho ruido. –Poco a poco los orbes dorados se fueron abriendo. -¿Es normal que me cruja la nariz? –Se la sobó y un extraño ruido salía de ella.

-Fzzz, no la tienes rota. –Kaidoh, que ya era experto en esa clase de lesiones lo revisó. –O ya estarías sangrando.

-¿Puedes seguir? –Murakami también lo revisó.

-Si, estoy bien. –Cada quien volvió a su lugar y por fin despejaron la vista para Sakuno lo mirara. Pudio ver como respiraba con tranquilidad y le sonreía desde lejos. –Desde ahora, concéntrate en el juego, Ryoma. –Se reprendió a sí mismo.

Kyosuke sumó 2+2 y se diò cuenta que distraía a Ryoma. Así que buscó en su maleta, y dio gracias a Mikki por siempre recordarle llevar un pants extra. –Ne, Sakuno. –La joven volteó a verlo. –Ponte esto.

-¿Por qué? NO creo que sea necesario que me vaya a cambiar.

-Créeme, por la salud mental de tu enano novio, hazlo.

-¡Ese tonto le quitó la diversión! –Mikki alcanzó a observar lo que sucedía en la banca.

-Logró hacer que se cambiara. –Ann reía bajito, junto con Karin. –Me debes dinero.

-Ese tonto. –Mikki sacó unos billetes.

-¿Sigues con eso de las apuestas? –Kaori negó con la cabeza. –Empiezo a creer que tienes un problema.

-Para nada, es que cuando estoy con Saku irremediablemente me da por hacerlo.

-Estas niñas son tremendas cuando están juntas. ¡No! –Sumire y las demás vieron como Fudomine empataba en encuentro.

-¡SI! –Los tenistas de la Fudomine celebraron el gol. – ¡UNO MÀS! ¡UNO MÁS!

-¡Y ESTO SE PONE INTERESANTE! EL EQUIPO VISITANTE HA LOGRADO ANOTAR A NUESTRO JUGADORES. ¿QUE HARAN? ¿DEFENDERAN? ¿ATACARAN?

-¡Diantres! –Kanou se jalaba los pelos. -¡Vamos, ataquen! ¡No se desanimen!

-¡Vamos chicos! ¡Hemos salido de peores situaciones! –Eiji se reanimó, aun después de que le habían metido gol. -¡Nyah! ¡Apenas ayer sobrevivimos a ser zombis!

Y entonces… como si fuera un rayo de esperanza. Se dieron cuenta que tenía razón. Habían sobrevivido a un partido a muerte, a una pijamada, a la borrachera, a la cruda, a un castigo "tipo campo de concentración", al floripondio de su capitán ¡Y AL HORRIBLE JUGO DE INUI!

Esto, sin duda alguna; era pan comido.

-Whiz, no se ustedes. –Ryoma golpeó con la punta de los tacos el césped. –Pero ni loco para irme a ese campamento del terror.

-Ni yo. –Takashi se unió.

-Pero si no es tan malo. –Las miradas penetrantes de sus compañeros, hicieron guardar silencio a Inui. –Ok… me uno.

-¡NI loco para consumir esas porquerías! –El oji violeta avanzó hacia la defensa contraria. -¡Mamushi!

-Fzzz… -Eso se podía tomar como: "Yo también odio esos jugos, lo siento, sempai". -¡Fuji-san!

-No puedo ir en contra de mi equipo. –Los ojos azules intimidaron a los jugadores contrarios. -¡Tezuka, es tu turno!

-Esto es por el equipo y por Seigaku.

Un tiro efectivo, se curveó un poco… ¡GOL!

Los de Jyoyo se quedaron en sus asientos, una clase de deja vu se apoderó de ellos.

-No se ustedes, pero siento como si ya hubiera vivido esto. –Rodrigo se rascaba la mejilla intentando recordar de donde.

-No, no eres el único. –Sako, intentaba recordar en donde había visto eso.

-¿Alguna serie de televisión? –Kiba empezó a adivinar.

-¿Un anime? –Muroi empezaba a recordar algo. –Un anime de futbol, algo así como corazón, ¿Corazón ardiente? ¿Corazón hambriento?

-¡Lo tengo! –Esaka se paró. -¡CAPITAN TSUBASA!

-¡Claro! De ahí, lo hemos visto. –Ichikawa asintió como si fuera verdad.

¿Y ustedes que opinan lectoras? ¿De ahí lo vieron? Se los dejo a su imaginación.

Volvamos a la narración.

Y la lluvia hizo aparición, porque el clima sabia como darle intensidad a los fics; digo, a los partidos cruciales.

El lodo, las barridas y lo intenso del partido se podía sentir a cada minuto. Estaba corriendo el minuto 44 del segundo tiempo, con un minuto adicional. El marcador 3-2, a favor de Seigaku.

-Vamos, chicos, vamos.

Sakuno había distinguido al director del plantel y varias personas más del consejo. Estaba consciente que la atención estaba en ese partido, que solo era una fachada para que el director se regodeara de sus equipos deportivos.

Ryoma estaba dando todo su esfuerzo, había bloqueado varios pases, entradas certeras y concisas, habían adornado su desempeño.

No podía pedir nada más.

-¡Tezuka, no te conformes! –Kyosuke estaba empapado, pero poco le importaba. Estaba metido en el partido hasta la medula. Es como si estuviera en la cancha también. -¡Así no se ganan los juegos! ¡Debes de dar el todo por el todo! ¡HASTA EL FINAL!

-Tiene razón.

Kunimitsu debía buscar más, no podía conformarse. Podían anotar otro gol.

El problema radicaba en que la Fudomine estaba presionándolos, no les dejaban espacios libres para dar pases.

-¡Eso, enano! ¡Corre, corre!

La voz de Kanou lo despejó. Solo había una persona a la que le dirían enano.

-¡No lo estropees, Echizen! –Tezuka dio media vuelta, como nadie se lo esperaba, pudo acertar el pase al más joven de su equipo. -¡Con todo!

NO podía fallar, no. Sus amigos lo matarían. Quería un triunfo, donde el sabor fuera total. El cabeza de naranja se lo había explicado.

-Whiz, ¿entonces no da lo mismo ganar como sea?

-¡Claro que no! Eso de comerse el tiempo, solo para no dar oportunidades a gol, es una mala forma de ganar.

-¿Pero, no es mejor?

-¿Un triunfo seguro? Si, lo es. Pero así no se juega el verdadero soccer. Es dar el todo por el todo, hasta el final. Es, seguir luchando aunque tenga el otro equipo una ventaja. Aunque falten 5 segundos de partido, nunca debes darte por vencido.

Las palabras que le había dicho la noche anterior, le movieron algo. Eran muy parecidos, por sus equipos, por sus amigos, por la afición… Lo daban el todo por el todo.

Así, se jugaban los deportes. Y la vida misma.

-¡MADA MADA DANE!

Aprovechando un área despejada del arco, apuntó en esa dirección…

-¡Tu puedes, papel milimétrico!

-¡Vamos, Ryoma! –Las voces de sus amigos retumbaban aun, a través de la intensa lluvia.

-¡Tira, Ryoma-kun! –La vocecilla de esa niña de largas trenzas, le infundió algo cálido.

Se resbaló con el lodo, pudo ver la cara de angustia de la molesta Tsujiwaki; no podía rendirse, el no era así.

-¡Entra estúpido balón!

Logró impulsarse… y anotar.

-¡GOOOOOOOOOL! –El narrador casi se queda sin voz por el grito. – ¡Y con ese pitazo el partido ha llegado a su fin! No cabe duda hemos presenciado un juego que retumbará por años en esta escuela.

-¡Lo logramos!

Emocionados, los jóvenes de Jyoyo corrieron a felicitar a sus nuevos amigos.

-¡Lo lograron!

Mikki y las demás mujeres también fueron a su encuentro, aunque la primera se desvió la banca.

-¡Ganaron! –Un contento Kyosuke la recibió en sus brazos. –NO puedo creerlo, ganaron.

-Ni yo, ese cachorro miniatura se lució al final. –La estrujó entre sus potentes brazos. –Fue asombroso.

-Felicidades, entrenador. –Mikki le besó con ganas, mientras un flash los alumbraba.

-Hey, y eso que aun no empieza el torneo en casa. –Le susurró en los labios.

-Entonces hay que ver como celebraremos cuando ganen.

La emoción estaba a flor de piel. Sakuno desde lejos veia con orgullo a los tenistas, ahora convertidos en los hinchados ganadores de un partido de soccer.

Poco a poco viò con Ryoma se apartaba de los estrangulantes brazos de sus sempais. Aun enlodado, sudado y mojado, era el chico más joven que ella había y habría de conocer en su vida.

-Felicidades.

-Whiz, insisto este es un deporte de salvajes. –Mientras intentaba quitarse un poco de lodo. –Me gusta más el tenis.

-Por eso, eres el príncipe. –Se acercó a él y lo abrazó. –Además, te ves mejor de blanco.

-Y tu, luces mejor en un pants.

La rodeó por la cintura, y sus ojos fueron a la pareja de al lado, que estaba montando semejante show con la loca de Tsujiwaki enredada en la cintura del pollito de tianguis.

-Exhibicionistas. –Murmuró bajito, pero no lo suficiente, porque su novia lo escuchó.

-Yo que pensaba besarte. –Le esparció besitos por las mejillas.

-Hump.

Girò su cabeza para poder besarla. A ellos también los habían fotografiado, pero poco les importò, el chiste era disfrutar el momento…

… que les sabia a gloria.

Nos vemos la proxima
AZUNAYUKI20(SENI)

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