Nara Belos: Hoy ya estoy cumpliendo 7 años, y quiero convertirme en un caballero como como mis padres, pero dudo mucho que me lo permitan... por el simple hecho de que estoy mal de la cabeza, es decir, que estoy loco y puedo hacerle daño a alguien inocente... y yo no quiero daño a alguien que es inocente de todo mal.

Saga: Belos... pis, Belos... mi pedacito de cielo, feliz cumpleaños –le llamé a susurros, ya que no quisiera asustara antes de despertar-.

Belos: ¿Qué?... ¡¿Mami?! ¿qué pasó? ¿qué haces aquí? –me preguntó curioso y nervioso, por mis llamados-.

Saga: Nada mi cielo, solo... -le dije mientras saqué detrás de mi espalda un regalo especial para mi pequeño pedacito de cielo- feliz cumpleaños, mi pequeño Belos –completé al ver su enorme sonrisa por la sorpresa que le di-.

Belos: ¡¿Un regalo... para Belos?! ¡muchas gracias mamita? –me contestó con una imborrable sonrisa en su tierno rostro-.

Saga: Y ¿No lo vas a abrir? -pregunté curiosos- Ese regalo es de tú papá, así que yo no sé qué te ha dado este año –dije sonriendo, puesto que mi regalo está debajo de la cama de Belos-.

Belo: -Lo vi abrir esa enorme caja colorida y de allí sacó un balón de fútbol, y su sonrisa era más grande que antes- que linda pelota, pero... ¿dónde está papá? Para que Belos le agradezca por el bello regalo que le dio –dijo buscando con la mirada a su padre-.

Saga: Papá está en la Casa del Patriarca, está un poco ocupado, pero ¿si quieres podemos ir a llevarle su desayuno? –le pregunté mientras él me conducía a la cocina-.

Belos: ¡Siii! ¡vamos mami, vamos! ¡que Belos le tiene que agradecer a papá por el obsequio! –me contestó emocionado mientras me halaba la manga de la túnica-.

Saga: Ya voy hijo... pero primero... tienes que comer y lego tomar tus medicinas, que mira que Carly y yo no hemos comido, y luego iremos con tú padre ¿entiendes? –le expliqué mientras le mostraba lo que Carly preparó para desayunar-.

Belos: Ok mami... -contestó un poco desanimado-. Mira, ¿esa no es tu comida favorita? –le señalé su plato de comida-.

Belos: Son... ¡¿Panqueques, Huevos Fritos y Pan Tostado con jugo de Fresa?! ¡los favoritos de Belos! –dijo mientras corría a abrazar a Carly- ¡Muchas gracias Carly!

Carly: De nada Belos, es lo menos que puedo hacer por un niño tan educado y muy buen portado como tú –le contestó feliz mientras le correspondía el abrazo-.

Narra Saga: Luego de eso, todos nos sentamos a comer, Belos estaba disfrutando su desayuno... pocos momentos después, todos terminamos de comer, Belos se tomó sus medicamentos y lo llevé a su cuarto y le dije...

Saga: Belos, revisa bajo tú cama... -le dije mientras le buscaba su más linda ropita para que se cambiara-.

Belos: Sí mami –contestó revisando hasta sacar la caja de su regalo-. ¡Otro regalo para Belos! –dijo corriendo a mis brazos- ¡muchas gracias mami! ¿Y este debe ser tuyo? –me preguntó señalándome la cajita colorida y pequeña-.

Narra Saga: Eso fue algo que apenas pude comprar anoche para él, sé que es algo pequeño... pero sé que le gustará de todas formas. Dentro de esa cajita hay un Dije con dos niños abrazados que representan la constelación de Géminis, ya que nació un 26 de mayo.

Belos: -Lo vi abrir la cajita de mi regalo- ¡Qué lindo es mami! –me dijo sonriendo-.

Saga: ¿Te gusta? –le pregunté curioso-.

Belos: ¡Es perfecto mamá! ¡me encanta mucho! Gracias –respondió al abrazarme sonriente-. ¿me ayudas a ponérmelo –me preguntó sacando el dije de su cajita-.

Saga: Claro mi pedacito de cielo, haber... agarra tú cabello en una cola y échatelo hacia adelante –le pedí mientras soltaba la cadenita para luego enganchársela-.

Belos: ¿Y cómo se ve? –me preguntó mostrando una sonrisita en la cual dejaba ver una hilera de dientes enormes-.

Saga: Hermoso –contesté casi llorando al ver a mi pequeño Belos ser tan feliz a pesar de su condición médica-.

Belos: ¿Mami, por qué estás llorando? –me preguntó triste al verme así-.

Saga: Por nada Belos... por nada, feliz cumpleaños mi amor –le dije limpiándome las lágrimas que caían de mi rostro-.

Narra Saga: Cuando llegamos a la Casa del Patriarca, Belos corrió a abrazar al Maestro Shion quien le deseó un feliz cumpleaños, luego de agradecerle, Belos corrió hacia su papá quién lo cargó en brazos y lo abrazó y le dio un besito en la mejillita.

Aioros: Hola campeón, ya con 7 años eres el hombrecito de la casa cuando yo no estoy... y ¿recibiste mi regalo? –le preguntó contento-.

Belos: Mami ya me lo dio, y me gustó mucho... gracias papito –le agradeció abrazándolo-.

Aioros: De nada mi niño –le contestó bajándolo y de la nada le ve el dije que le di-. ¿Y ese lindo collar? ¿quién te lo regaló, tú tío Kanon supongo? –dijo curioso-.

Belos: Nop... mamá fue quien me lo dio, lo escondió debajo de mi cama –le respondió moviéndose de un lado a otro en el mismo lugar con sus manos detrás de la espalda-.

Aioros: Bueno, es muy lindo ese regalo de tu madre –le contestó mirándome a los ojos-.

Belos: Sí, y es la representación del signo Géminis –contestó sonriendo pícaramente-.

Saga y Aioros: Feliz cumpleaños Belos –dijimos ambos al abrazarlo fuertemente-.

Belos: Gracias –contestó sonriente abrazándonos igual-.

Narra Aioros: Ver a mi hijo tan feliz... me hace feliz, ya que sé que por sus enfermedades puede que en algún punto de su vida pues, será infeliz a causa de eso. Pero sé que algún día Belos se enamorará de alguien que lo ame... no por lástimas o por aprovecharse de él, sino que se enamorará de él por ser quién es... un niño tierno y amable que siempre estará allí para quien más lo necesite.

Narradora: Ese día por la noche Belos les preguntó a sus padres si podía entrenar como Caballero de Athena, y sus padres de hecho si lo aceptaron, siempre y cuando no hiciera de lado sus estudios. Belos emocionado acepto y sus padres le dijeron que empezaría sus entrenamientos con su tío Kanon a primera hora del día siguiente.

Capítulo 9: Me Hacen Bullying en la Escuela por mis Enfermedades

Narra Belos: Ya han pasado 2 semanas desde mi cumpleaños y de la nada el Director Alex decide cambiar a algunos estudiantes de otros dos salones más mi salón a un salón nuevo con un profesor recién llegado. Entre los seleccionados de mi salón estaba yo... cuando nos llevaron al otro salón quise conocer a mis posibles nuevos compañeros.

Pero lo único que recibí de ellos fueron miradas llenas de celos y odio. Y para peor, en toda la mañana se la pasaron molestándome e insultándome y, por miedo pues... mi personalidad de niño pequeño salió a la luz y fue allí cuando todo empeoró más que antes.

Después de la primera hora, salí al receso y me senté en mi lugar secreto favorito para hacer lo que más me gusta en este mundo... el Valet, cosa que se ve muy poco en los hombres griegos, eso lo saqué de mi mamá y de mi tío, puesto que ellos les encanta mucho ese tipo de bailes. Pero cundo bailaba empecé a escuchar burlas y mofas hacia mi persona, eran los chicos de mi nuevo salón de clases.

Héctor: Ja ja ja ja ¡pero que tonto y ridículo es Belos, se cree que es una niña mimada y delicada! Ja ja ja ja –se burlaban de mí diciendo esas cosas malas-.

Kira: Que idiota eres, ¿acaso no sabes que ese tipo de bailes son solo para las niñas y mujeres?... ¿si te crees tanto como la niña que eres, por qué no te conviertes en una? Y aparte de niña estás loco–seguían los insultos y las burlas-.

Belos: -Me fui corriendo de allí, pero me detuvieron y me tiraron al suelo- por favor, dejen a Belos en paz, él no les ha hecho nada malo –les supliqué nerviosamente-.

Caren: Ah no, primero nos divertiremos contigo un rato –me dijo mientras me comenzaba a golpear-.

Belos: Por favor, dejen a Belos en paz, a él no le gusta la violencia. Él no quiere hacerles daño, entonces ¡¿Por qué ustedes le hacen daño a Belos?! –grité suplicando que no siguieran golpeándome-.

Héctor y Milo: ¡Pelea, pelea, pelea, pelea! –gritaban esos dos chicos mientras Caren y Kira me seguían golpeando, hasta que me quedé inconsciente al haberme golpeado Caren en el estómago-.

Caren: Eso es lo que se merecen personas como tú –dijo yéndose con los demás-.

Narra Belos: Aunque no lo crean, cuando a mí me salieron los dientes que... son como los de una piraña, afilados con los cuales puedo herir a alguien, pero nunca he hecho eso... hasta aquél día después del incidente.

Repitiéndose la misma escena de la vez pasada...

Caren: ¡Vamos Kira, pégale! –gritaba su compañera-.

Belos: ¡Por favor, suéltame! –supliqué casi sin aliento al ser ahorcado-. Suéltame o te muerdo niña idiota –le amenacé-.

Caren: ¡¿Cómo me dijiste?! –pregunta enfadada y me golpea en el ojo izquierdo- para que me resp... ¡Haaaaaa! Gritó cuando la mordí para que me soltara-.

Héctor: Caren, ¡¿Caren estas bien?! –le preguntó asustado al ver que la hice sangrar-.

Caren: Ese demente me mordió, ¡haa! Me duele... me duele mucho –dijo levantándose del suelo haciendo presión en la herida-.

Belos: Y-yo... B-Belos lo siente mucho, Belos no quiso... -tartamudeé asustado con mi otra personalidad a flor de piel-.

Milo: Y eso es lo que lamentarás... -se abalanza sobre mí i comienza a golpearme y veo que Héctor se va por unos momentos y buscó unas cuerdas y una máscara de correas para cubrir mi boca-.

Narra Belos: Esos chicos me amarraron a un árbol y luego me colaron la máscara de plata y de correas marrón oscuro de cuero qu sujetaron a mi cabeza para que no las soltara.

Luego de eso ellos se fueron al salón y me dejaron allí solo, cuando terminaron las clases pasaron unas 3 o 4 horas, el Director se enteró que le hice a Kira y llegaron con los de ella y con mis adres que cuando me vieron así... se preocuparon y mi mamá comenzó a llorar por ver en las condiciones en las que me dejaron Kira y sus amigos.

Director Alex: Belos, ¡¿Por qué mordiste a Caren?! –le preguntó molesto mientras me regañaba sin compasión de mi condición física-.

Belos: ¡Belos solo se trataba de defender de los abusos de Kira, Caren, Héctor y Milo! ¡Caren estaba ahorcando a Belos, casi se muere Belos por falta de oxígeno... y todo por culpa de Caren! –respondió molesto y llorando sin quitarse la máscara de la cara-.

Saga: ¡Belos! –dije llorando por ver a mi hijo sufriendo de esa manera-.

Déjame quitarte esa máscara mi hijito –le dije mientras intentaba aflojar las correas, pero la niña herida me lo impidió-.

Caren: Un niño loco como él se merece ser tratado como los animales... sin un bozal, no se le puede dar confianza alguna... además así, se parece al Caballero dorado Deuteros de Géminis

¡Ja ja ja ja ja! –me dijo riéndose a carcajadas como si mi hijo algo sin valor físico o emocional-.

Saga: ¡Mira chiquilla mimada...! –le comencé a decir lo que se merecía hasta que sus padres la defendían por sus palabras-.

Mamá de Caren: ¡¿Cómo se atreve a levantarle la voz a mi hija?! –me reclamó-.

Saga: Porque le voy a decir lo que se merece, y ustedes tan malos padres que son, que le permiten a su hija que trate a mi hijo así... ¡tal vez mi hijo tiene enfermedades de nacimiento, pero mi hijo no es un animal para que lo trates como se te de la regalada gana, él no le hacho daño a nadie para que me lo trates así y los otros tres niños también, te doy dos opciones...! ¡¿O dejas de molestar a mi hijo o te las veras conmigo?! ¡¿Te ha quedado claro?! –le hable claro a esa aprovechada-.

Aioros: Saga –dijo sorprendido y asustado por cómo le hablé a la niña y a sus padres quienes se quedaron callados-.

Papá de Caren: ¡Y que se dice que usted es como un Dios Bondadoso en la tierra, y viene aquí decirle a mi hija que hacer... como si fuera hija suya! ¡yo nunca le permito a nadie que hable así de mi pequeña Caren! –secundo el padre de esa diablilla-.

Saga: ¡Pues deje...! –me interrumpieron-.

Aioros: Somos dos entonces, porque Belos es primer hijo y tal vez sea el único que tenga, y yo estoy de acuerdo con mi esposo... es algo inhumano que traten a mi hijo como una "BESTIA" poniéndole un "BOZAL" –contestó tratando de mantener la calma, pero su enojo era demasiado-. Saga... mejor cambiemos de escuela a Belos, porque ya veo que ni siquiera el directivo se encarga de hacer algo con niños tan problemáticos y mal portados como ellos. Ven aquí Belos... vamos a casa y arreglemos todo para que comiences clases en un mejor centro educativo –añadió cargando a nuestro hijo en brazos y nos retirábamos-.

Belos: Pro papi... -le dijo un poco triste y apenado por lo sucedido-.

Narra Saga: Al llegar a casa le traté de quitar a Belos la máscara que le colocaron esos malvados niños, y en su lugar no se la dejó quitar. Me dijo que lo dejara solo, así que salí de su habitación.

Me sentía como una mala madre, al permitir que mi hijo estudiara en una escuela en vez de pagarle a alguien que le diera clases particulares o pedirle al Patriarca que lo educara... comencé a hablar con mi esposo y de la nada rompí en llanto, los demás caballeros dorados junto con Athena y el Patriarca se enteraron de lo sucedido. Y fueron a la Casa de Géminis para hablar con nosotros.

Me terminé desahogando con todos ellos y en eso mi pedacito de cielo, salió de su habitación... para calmarme y al final funcionó. Porque ya me sentía mejor conmigo mismo.

Narra Kanon: Al ver a mi hermano mayor en ese estado fue... muy triste y preocupante.

Pero cuando Belos llegó Saga se calmó y ya no lloraba como... como si se hubiera privado, yo digo que Belos a pesar de sus enfermedades, en su interior tiene algo que lo hace especial, como algún don divino que los Dioses Olímpicos le otorgaron antes de nacer, porque cuando algo malo le pasa a alguien, él hace un milagro sin saber que lo hizo, y la vida de esa persona vuelve totalmente a la normalidad.

Belos: Mami... mejor prefiero, quedarme con esto puesto... para no hacerle daño a alguien más, como pasó hoy me dijo mientras me abrazaba para seguir consolándome-.

Saga: Pero Belos... tú solo te defendías, eso no se le considera hacerle daño a alguien porque querías hacerlo sin motivo alguno –le contesté aun con lágrimas en mis ojos-. Tú no eres una mal persona mi cielo... tú eres la mejor persona que hemos conocido, incluso mejor que yo, tú eres como un ángel caído del cielo, porque tú piensas en el bienestar de los demás antes que en el tuyo –le añadí-.

Belos:Gracias mamita, Muuuua *beso en la mejilla* te quiero mucho –contestó con susojos cerraditos y, a pesar de que no se notaba por la máscara, estabasonriendo-.