Capítulo 2: ¡Regresé al Santuario! Ahora diré la verdad
Narra Saga: llegué al Santuario cansado, así que me cambié de ropa y me metí en la ducha a bañarme, para ir de una vez a la Casa del Patriarca y reportarle al Maestro cómo salió la misión.
Shion: Y cuéntame Saga, ¿cómo salió la misión? –preguntó el patriarca al levantarse del trono y dirigirse hacia el caballero de géminis-.
Saga: La misión fue todo un éxito, y no hubo ningún caballero durante la misión –contestó-.
Shion: Eso me alegra, muy buen trabajo Saga –le dijo mientras se arrodillaba frente al geminiano-. Noto que estas muy diferente Saga, tú cosmo se siente muy nervioso y lleno de miedo, ¿acaso te pasa algo Saga? –añadió al apoyar su mano el hombro de su caballero-.
Saga: -¿Ahora qué hago? No le puedo decir al Maestro sobre mi embarazo (pensó)-.
Shion: ¿Esta en cinta Saga? –preguntó mientras tenía su mano en el vientre de Saga, al notar que se lo frotaba constante mente por temor de que supiera su secreto-.
Saga: ¡Ha! M-Maestro yo... -dijo tartamudeando del miedo y, de la nada comenzó a llorar al pensar que le podría hacer el Maestro como castigo-. Lo siento Maestro, yo me enteré fue... -es interrumpido-.
Shion: -Lo abraza feliz por la noticia- te felicito Saga, pero ahora quiero saber ¿Quién es el padre de esa criatura? –añadió-.
Saga: Aioros, él es el padre... ya que solo tuve sexo con él y con nadie más –contestó mientras se limpiaba las lágrimas-.
Shion: Bueno, si él es el padre... tienes que decirle esta noticia, por qué yo sé que tú y Aioros serán muy felices gracias a esa criaturita que viene en camino –sugirió-.
Saga: Sí –dijo temeroso de decirle a su amado sobre esta noticia-.
Narradora: Saga se despidió del Patriarca, y se dirigió al Templo que era reguardado por su Sr esposo, Aioros de Sagitario. Cuando llegó su pareja lo estaba esperando sentado en la sala, cosa que no le sorprendía a Saga, ya que en este caso Aioros no sabía que Saga había llegado.
Saga: -Caminando hacia él- hola cariño –le dice antes de robarle un largo y delicioso beso francés-.
Aioros: Te extrañé Saga, sin ti... me siento muy solo en este Templo tan grande y casi vacío. Pero tú sabes muy bien que, cuando estoy contigo, este lugar tan grande se siente como una casa humilde al escuchar tú vos y tus tiernas risas –le dice el español mientras le acariciaba la mejilla-.
Saga: Bueno... -le habla al tomar la mano de su amado y posarla en su vientre- si te siente solo en estos momentos pues... pronto no te sentirás solo porque... porque vamos a tener un bebé, y sé que cuando me toque salir, nuestro hijo o hija te hará mucha compañía mientras no esté –le dijo mientras en su mente daba vueltas la pesadilla que tuvo en el tren de camino a Siberia-.
Aioros: Vamos... ¡¿vamos a tener un bebé?! –dijo el peli marrón con na emoción y una felicidad que le inundaba por completo el corazón-. Ha Saga... no tengo palabras... para describir lo feliz que me hace sentir esta noticia –añadió mientras lo abrazaba-.
Saga: Aioros entonces tú... –es interrumpido-.
Aioros: Te amo Saga, y ahora no solo te amo a ti... sino que también amo a nuestro bebé –le dice sonrientemente- hola mi pequeño amorcito... veo que tú mamá supo cómo esconderte bien de mí, pero no te preocupes de nada, porque cuando nazcas... te cuidaré de todo lo malo y crecerás felizmente aquí con todos nosotros y sé qué harás muchos amigos –le habló a su bebé mientras le frotaba el vientre a su esposo-.
Saga: Aioros –susurró con una tierna-.
4 horas después...
Narra Aioros: Cuando salimos, los muchachos estaban reunidos con el Maestro Shion... como si esperaran a que alguien les echara un cuento sobre algo que sucedió en ese momento.
Shion: ¿Entonces...? –pregunto ansioso-.
Aioros: ¡Entonces qué... Maestro? –preguntó confundido-.
Shion: ¿No tienen alguna noticia en particular? –contestó con una pregunta-.
Aioros: En realidad... espera, ¡¿el Maestro ya lo sabe?! –dijo mientras que veía mi rostro burlón con el cuál supo que el Patriarca se enteró de mi embarazo-.
Saga: Yo no le dije de nada, tú sabes que él es como Shaka... sabe profundizar en la mente de los demás, es decir, que le puede leer la mente a uno como si fuera un libro abierto –contesté mientras me seguía riendo-.
Aldebarán: ¿De qué están hablando? Digan de una vez ¿Cuál es el Veta? –confundido-.
Saga: El veta es que... estoy em-bara-za-do, Aioros y yo tendremos un bebé –contesté mientras tenía mis brazos tras de la espalda-.
Todos: ¡¿Quééééé?! –contestaron todos a una misma voz-.
Aioros: Y mentira no es –habló el español entre risas-.
Saga: Solo miren con sus propios ojos –dijo mientras sacó la primera imagen del bebé-.
Afrodita: ¡Haaay qué lindooo! –comentó el Santo de la Casa de Piscis-. ¿Y para cuando va a nacer? –añadió curiosamente-.
Saga: En Rusia la Dra. me dijo quee... si estamos en el mes de agosto, entonces el bebé nacerá en-en en Mayo –contestó-.
Shion: Pues, los felicito mucho –añadió el patriarca antes de regresar al santuario-.
2 semanas y 3 horas después...
Aioros: Saga... Saga despierta –me dijo mientras me sacudía para que me levantara-.
Saga: Aioros... ¿qué sucede? –le pregunté mientras comencé a frotar mis ojos para tratar de mantenerlos abiertos-.
Aioros: ¿Ya despertaste? –preguntó insistente-.
Saga: Ahora sí lo estoy totalmente, ¿qué pasó? –volví a preguntar esta vez enojado-.
Aioros: Es que... hoy estas cumpliendo el primer mes de tú embarazo, y eso quiere decir que, que ahora nuestro bebé está cumpliendo su primer mes de vida –constó orgulloso de ese pequeño milagro de la vida-.
Narra Saga: Al escuchar la respuesta de mi Chiquiluquis, esa furia que tenía contra Aioros se fue puesto que lo que está diciendo es cierto... así que contra eso no tengo argumenta alguno en su contra.
Saga: -le sonreí tiernamente a mi Chiquiluquis al mismo tiempo que me frotaba el vientre- si... te amo cariño mío –le dije mientras acerqué su rostro al mío para darle un beso en la boca-.
Aioros: ¿Cuándo crees que el bebé se dejará ver? –me pregunto curioso-.
Saga: Osea, ¿Cuándo sepamos en la ecografía cuál es su sexo o... que se me comience a notar el embarazo? –respondí su pregunta con otra pregunta ya que me confundí-.
Aioros: No, no... me refería a ¿cuándo se te va anotar el embarazó? –me aclaró que a lo que se refería era a la segunda opción de mí pregunta-.
Saga: ¡Haaa! Con qué eso era... no pues, la Dra. me dijo que máximo el embarazo se comienza a notar al tercer mes de gestación, es decir, que lo vas a saber, cuando en el tercer mes me veas un pequeño bultito que será el bebé... que está creciendo dentro de mi vientre –le expliqué-.
Aioros: Ya quiero que nuestro hijo o hija nazca ya mismo –me dijo sonriente mientras me sobaba el vientre-.
Saga: Yo también, pero eso si... tendrás que ser más consiente conmigo... -le dije-.
Aioros: Consiente, ¿En qué sentido? –me preguntó con una mirada de confusión total-.
Saga: De que, tendrás que ayudarme aquí en casa durante el embarazo, y después del parto también. ¿ahora si comprendiste? –le explique la cuestión de la ayuda en casa-.
Aioros: Por su puesto mi cielo, yo te ayudaré lo más que pueda –me contestó mientras besaba mi mano-.
Saga: -Me acosté al regazo de mi español y acomodaba mi cara en su pecho antes de volverme a quedar dormido- gracias mi amor.
Aioros: De nada Saga... ¿Saga? –me mira a la cara y nota que me quedé dormido-. Que descansen... mis amores –dice eso al besarme en la frente y luego se queda igualmente dormido.
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