TRECE

Hoy lo hemos hecho en la cama, porque yo me encontraba en casa, pero algunas veces no podemos esperar llegar hasta aquí, y buscamos donde sea que estemos, un lugar apartado de las miradas indiscretas —porque eso sí, podemos darnos demostraciones de cariño en público, pero jamás permitiría que otros ojos vieran la perfecta desnudez de mi novio. Eso solo puedo hacerlo yo— allí nos besamos y acariciamos. Algunas veces, incluso, llegamos a hacer el amor en los baños de los restaurantes, en un callejón silencioso y oscuro, en el auto, apoyados bajo un árbol frondoso en algún parque, una sala de cine (ya es una tradición) o hasta un armario, en los sets de grabación, cuando estoy trabajando y el me visita. Es tanto el deseo y tan pocas las ganas de contenernos de disfrutar el uno del otro, que nuestros cuerpos se juntan y ya no hay marcha atrás. Nuestras pollas se rozan y se pierden en caricias íntimas y se humedecen con el contacto del otro. Disfruto apoyarlo contra una pared e introducirme en su interior, mientras le sujeto el trasero y él mueve las caderas en un movimiento circular que me enloquece...

—Voy a correrme —gime— Ahhh Jungkook, me corro~ —grita canturreando.

Y lo logra pocos segundos después. Se corre entre nuestros cuerpos y consigue que yo también lo haga. Mi carga caliente lo llena por completo.

Todo está en su interior.

Así es siempre, en pocos minutos logramos disfrutar como poca gente disfruta. Mi cuerpo mojado por mi sudor y el suyo, se arquean por el placer que estamos compartiendo, que nos hemos regalado, hasta que explotamos en un orgasmo salvaje y conjunto que nos ha dejado exhaustos y felizmente cansados.

Cuando recupero el aliento por fin puedo preguntarle.

—¿Has cenado, cariño?

—No. Manipulé un poco a Papá y me le escapé. —sí, por cierto, son tan unidos que Jimin llama a mi padre, Papá— le dije que mi novio estaba desesperado porque llegara a casa y que si no lo hacía seguramente lo dejaría sin descendencia.

—Hiciste bien. ¿Quieres que prepare algo de comer? tampoco he comido nada.

—Lo hago yo, no te preocupes.

Poco después cuando entro a la cocina, la cena ya está servida sobre la encimera.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ


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