5. Nostalgia

Decir que volvería a tocar el piano de nuevo, sería la mentira más grande que podría decir.

Ahora mismo ya lo dejé para siempre.

Aunque muy en el fondo no quería dejarlo.

Pues el piano formaba parte de mi.

De camino a clases, cargaba mi mochila negra, mientras coqueteaba con Tiffany.

-Hoy te esperaré en mi casa -dijo ella y le di un último beso y toqueteo.

-Bien -susurre en su oído.

Antes de llegar al salón, miré el salón de música sintiendo nostalgia.

[...]

Una vez adentro en el salón, llegó la profesora de Educación Física. 

-Buenos días muchachos -saludó la profesora Avilés-. Salgan a la cancha y den tres vueltas para calentar.

Sin más, me levanté de mi pupitre y salí al patio.

Esta vez no fui con Logan, Jocelyn, Mike y Alec. Ellos se habían burlado de mi gusto y dijeron que era estúpido.

Aunque sus opiniones no me importaban, de cierto modo me calaban.

Trotando con Kyle, me intenté mostrar risueña pero mi sonrisa no es genuina.

No es espontánea.

Es forzada.

Posteriormente terminamos de correr y la profesora nos puso de actividad jugar Voleibol.

-Las chicas formen equipos de seis -anuncio la profesora.

A lo lejos, ví como Logan y Mike me señalaron.

Fruncí los labios y miré hacia su dirección con un malestar.

-Allison, ¿te gustaría formar equipo conmigo? -me preguntó Dashton, quién había salido de la nada.

-Está bien. -respondí.

Seguido de eso, nos formamos para empezar el partido. Pero aún seguía decaída por lo otro.

Estaba sumergida en mis pensamientos, hasta que Dashton habló:

-¿Está todo bien? -me preguntó.

¿Acaso lo había notado?

-Sí, todo bien -le respondí-. Ya va a empezar el partido.

-Sí... -le oí decir.

El partido comenzó y Dashton se puso a mi lado. La miré de reojo por unos instantes y después ví como la pelota impactó en su nariz. 

-¡¿Melanie, estás bien?! -le pregunté preocupada.

-¡Ay, me duele! -expreso Dashton.

-¡Ay, dios mío! ¡Pero mira nada más cómo estás! -exclamó la profesora-. ¡Llevénla a la enfermería! ¡Rápido!

-Yo la llevo -me ofrecí. -¿Puedes levantarte?

-No lo sé... -contestó Dashton.

-Déjame cargarte -pronuncié un segundo después. Me agaché y Melanie Dashton se subió a mi espalda.

Es muy liviana.

-¿Estás bien? -le pregunté con preocupación. 

-Sí... Solo me duele la nariz -respondió. 

-Tranquila, ya vamos a llegar a la enfermería.

-Gracias por ayudarme.

-Es lo menos que puedo hacer -refute.

Posteriormente llegamos a la enfermería y la baje con delicadeza de mi espalda. Le serví de soporte y entramos a la enfermería.

-¿Qué sucedió? -preguntó la enfermera.

-Se golpeó la nariz mientras jugábamos voleibol -contesté.

-Ya veo. Siéntate allá nena -le dijo la enfermera señalando un asiento.

-Está bien, gracias -dijo y se sentó en el asiento posterior.

-Fue un golpe bastante fuerte -dijo la enferma-. ¿Qué tanto te duele?

-Demasiado...

-Pasame esas pastillas -me habló la enfermera y le pase las pastillas-. Son para aliviar el dolor. Cómprale una botella de agua en la cafetería. No tengo una a la mano.

-Ya vuelvo -respondí.

Salí deprisa de la enfermería para ir a comprar una botella a la cafetería. Y cuando llegue, la pague y regresé lo más rápido posible a la enfermería. 

-Aquí está el agua -dije cuando llegué. Me acerqué a Dashton y le abrí la botella de agua.

-Esto debería ayudar -dijo la enfermera dandole una pastilla.

Melanie se colocó la pastilla en la lengua y se tomó el agua.

-¡Ay, ay! ¡Me duele! -dijo Dashton. Me sentí preocupada un instante por ella.

-¡Melly! -dijo Lucía y yo miré hacia la puerta. Alado de Lucía, venía Camila, la otra mejor amiga de Melanie Dashton.

-¡Melly! ¡Estábamos preocupadas! -habló Camila.

-Chicas...

-¿Cómo estás? -preguntó Lucía.

-Mantengan su distancia -comentó la enfermera-. Necesito que se mantengan alejadas chicas.

-Pues disculpe, pero es nuestra amiga y tenemos que saber cómo está -dijo Lucía.

-No puedo trabajar y ponerle la férula si se ponen enfrente de ella -exclamó la enfermera.

-Está bien -habló Lucía.

Seguido de eso, la enfermera le puso una férula a Dashton en su nariz y agregó: -Con eso bastará, vuelve a la salida por otra pastilla.

-Gracias -comentó Dashton. 

[...]

Eran las 11:30 AM.

Ya era hora del recreo.

Preocupada por Dashton, le compré un refresco y la busque en la cafetería.

-Hey, Melanie, toma -dije dándole el refresco-. Tal vez esto te pueda hacer sentir mejor.

-Gracias -respondió sonriendo.

-Adiós, qué te recuperes pronto -dije y me fui.

-Adiós y gracias.

De poco a poco me iba encariñando con Melanie sin saberlo.

---------------------------------------------------

NOTAS DE LA AUTORA: Holis, ¿cómo están? Espero que bien. <3

Estoy encantada con todos ustedes por los votos y los comentarios que recibe mi historia. Por eso me gustaría preguntarles, qué piensan con respecto a esta historia. ¿Les gusta? ¿Cuál versión prefieren más? ¿La de Melanie o la de Allison? Espero sus respuestas. ❤️

Besos desde México. <3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top