Las cosas de alguna manera han avanzado. Pero me temo que estos sentimientos que me confunden y comienzan a disperarse, no irán a más.

Ella es solo mi amiga.

Justo después de que se terminará la ultima clase del día, fui al salón de música para descargar todos mis sentimientos.

Por unos instantes recordé lo que me dijo Paúl.

¿Será posible?

Es decir...

¿Es posible enamorarse cuando tu corazón está roto?

Mis expectativas no son altas.

Tal vez lo estoy pensando demasiado.

[...]

-¡¿Puedes tocar la canción de "No se va?" -lo último que me faltaba era que apareciera Ivonne...

-Ya terminé de tocar el piano -respondí poniendo la manta negra en el piano.

Hasta que ví a Melanie mirarme sonrojada mientras sujetaba su mochila.

Sonreí.

-Quizás pueda volver a tocar... -dije y volví a destapar mi piano.

Presioné las teclas de mi piano y comencé a cantar: -Algo en ti quiere volver... Y algo en mi te va a encontrar...

Mientras cantaba cerré los ojos, para dejarme llevar por completo.

-Tu recuerdo no se va... No se va.

-Cantas precioso -dijo Ivonne fascinada.

-Gracias -respondí sin decir más. 

-¡Allison! -pronunció mi nombre Melanie mientras se acercaba-. ¡Disculpa la demora! ¡Lucía me ocupo! ¿Puedo escucharte otra vez...?

-Claro -dije esbozando una sonrisa. Posteriormente agregué: -Tú eres mi bala perdida... Quédate otra vez... Que mi corazón no olvida... Amor así no se olvida... Y no se va.

-A-Allison, ¿podemos salir hoy juntas? -habló Ivonne tímidamente.

-No creo poder -respondí.

-Ándale -insistió.

-No puedo Ivonne -repuse.

-Está bien...

[...]

Ya en mi casa, me encontraba viendo mi celular con desinterés, hasta que llame a Carla.

-¿Bueno? -respondió ella.

-Carla, ¿podemos vernos?

-Sí -dijo ella.

-Nos vemos en mi casa.

Así que me metí a duchar un momento después, y cuando salí me puse un abrigo café y unos jeans rasgados azules con mis botas cafés.

Llame a Carla, y la subí a mi auto.

-Me encantas tanto -dijo ella.

-Puedo hacer que lo hagas más... -respondí muy cerca de sus labios.

-Muéstrame...

Dicho eso bese a Carla.

Ambas cerramos los ojos y nos dejamos llevar.

-¿Puedo saber para que me llamaste? -dijo Carla una vez nos separamos.

-Necesitaba ver a alguien... -respondí. La verdadera razón era para descubrir porque estaba tan confundida.

-Ya veo.

No dije más.

Solo encendí el auto y nos lleve a una librería reconocida en México.

-¿Qué vas a comprar? -me preguntó.

-Un libro -contesté-. Ya vengo.

Me baje del auto y fui hasta la librería a comprar lo que es (mi vida prácticamente) un libro de Cazadores De Sombras.

Pero la vida nos tiene sorpresas.

Sorpresas muy bonitas.

Pues de repente, Melanie apareció y me saludó.

-H-Hola -me saludo nerviosa, ante eso yo la salude con la mano y con una sonrisa de lado.

-¡Qué coincidencia! -hablé mirándolas con sorpresa a ambas. -Estoy buscando cazadores de sombras. ¿Y ustedes?

-Vení, acá está -me indicó Camila, asi que me acerque y en cuanto ví el libro, solté un grito de fangirl.

-¡Lo he estado buscando por meses! Y todo este tiempo estuvo aquí... -dije mientras tomaba el libro en mis manos y lo alzaba hacia el cielo.

-¿Sos fan de cazadores de sombras? -me preguntó Camila.

-¡Amo cazadores de sombras! -exclamé.

Posteriormente, nos pusimos a conversar sobre Cazadores De Sombras. Mientras Melanie nos miraba con una boba sonrisa.

-Agrégame a Whatsapp Camila, Melanie tiene mi número, que te lo pase -dije.

-Vale -dijo Melanie.

Un segundo después, mi celular comenzó a vibrar. Era una llamada. Saqué mi iPhone y contesté la llamada. Afuera se encontraba Carla esperándome.

-Me tengo que ir -comenté repentinamente-. Hasta luego.

Salí del establecimiento, y bese a Carla en el estacionamiento.

No lo sabía, pero algo estaba cambiando dentro de mi.