Un gemido ahogado se escapó de los labios de la chica de ojos color ____. Era ya la quinta vez que hacían el amor esa noche.

-Lo de dejarme invalida te lo estas tomando muy en serio- sonrió, una sonrisa también se asomó por los labios del azabache, que la tenía en manos
-Hmp...Solo disfruta- sus labios se unieron una vez más, en aquella oscura y cálida noche.

~A la mañana siguiente~

Dos personalidades caminaban sin rumbo alguno. Ella había aceptado acompañarlo en su viaje, el, por su parte, se aseguraba de que su amada se encontrara bien.

El cielo no tenia pinta de que quisiera llover, en lo más mínimo. Los fuentes rayos del sol, los habían obligado a tener que taparse de alguna manera.

Ambos ojos se cruzaron, una vez más, y un suspiro salió de los labios de la chica, sus mejillas se enrojecieron debido a que había recordado los sucesos de la noche anterior. La noche en la que se había entregado por primera vez a su amado.

-Veo que he tocado la parte más sensible de ti, ___- musito con una sonrisa el azabache, mientras buscaba su mano para tomarla, y de paso, acariciarla
-...- su mano quedó atrapada entre la del contrario, sintió como aquel pulgar acariciaba en círculos sus nudillos- Creo que es por el contrario, has estado más amable hoy que todos los días, y eso es extraño...Puesto que siempre eres frío- una sonrisa que indicaba orgullo se formó en los labios de aquel alto hombre
-Un día al año que me endulce no hace la diferencia- una carcajada salió de los rojos y algo hinchados labios de la chica
-Odias lo dulce- dijo
-Lo se- otra sonrisa orgullosa y otro suave contacto de su pulgar con los nudillos de la chica.