escena 2- un alma pura

Escena 2 : un alma pura

Un viejo dicho dice que un simple amanecer, es lo mas bello que puede existir en este vago mundo, donde nos perdemos en relatos, rodeados de suspiros de desasosiegos.
Una sensación de calidez te abraza, rodea y acaricia, pero a la vez confunde y te pierde, simplemente es lo mejor del día a día, transeúnte inerte a la vela de tal belleza, que ante sus ojos se muestra.
Y asi da el inicio a un nuevo día, dejando los problemas del ayer atrás, permitiendo avanzar y trasformarlos en recuerdos, recuerdos que reviven su existencia cuándo la paz se ve alterada y que lo que te rodea no existe, cuando tu pasado te trasmite quien eras y en lo que te convertiste, bestia sagrada dejando aquellos
pequeños pasos, leves granos que  ahora dan un salto a lo mas alto de una roca.

El pequeño cachorro de pelaje blanco y patas negras, se encontraba aun lado de un arroyo junto a mamá, descansando y disfrutando de aquélla tarde bajo la sombra de mil y un árboles, que brindaban algo de sombra a los curiosos ocultos detrás de ellas.
Mamá se encontraba descansando aprovechando la pacífica y calida mañana, mientras el cachorro de patas negras se acercaba temeroso al borde del arroyo, la sed en su lengua tras un ardua tarea de custodiar a mamá de las bestia diminutas y voladoras, dejaron bastante exhausto al pequeño lobo.
El crujido de las ramas deltaban su postura de combate, caminando con cierta lentitud, buscando acercarse sin ser detectado a su presa, ansioso con beber del agua fria pero refrescante que ofrecía la madre naturaleza, diosa celestial guardiana de la vida y de las bestías de los mil y un ojos, que por las noches observan y aguardan.

Para mamá era tan sencillo, como solo se acercarse y beber con libertad, pero para el no. Sus intentos se veían frustrados por lo que fuera ello que encontraba sumerguido en la profundidad del arroyo, sus ojos de profunda oscuridad asustaban al cachorro el cual solo corria despavorido de vuelta con mamá.
Acurrucado buscaba refugió en sus patas, abriéndose paso en su calido pelaje helado, que transformaban la belleza pintada del lugar en una indecente oscuridad, que revelaba la vulnerabilidad en sus sentimientos. En el alma de los nobles, diferentes
bestias, dormidas y calladas, aguardan una razón inagotable para no mirar a los ojos de la bestia, a la que llamamos silencio.

Mamá se apartaba del pequeño el cual a llantos suplicaba su perdón, y exigía su retorno, ella lo ignoraba mientras se acercaba con lentitud a la cueva del monstruo, un pequeño quejido se escapaba del cachorro, observando a mamá, deteniéndose a los pies de lo desconocido, un primer llamado pedía al cachorro acompañarla a su lado, era ignorada, un segundo llamado mas efusivo asustaba al copo de nieve.

Sin inmutarse ella se acercaba y con su nariz empujaba al cachorro hasta el borde del agua, este se encontraba en un enfrentamiento contra aquello que era desconocido, una ardua lucha contra su opresor era enardecida con la idea de alejarse y huir pero mamá lo detuvo, ella acercaba su nariz al agua y bebe, mientras su cachorro se acarcaba poco a poco a pasos temerosos, y ahi estaba, sus
miradas se entrelazaban de una manera unica, su pelaje se endurecia mientras el pequeño se desmoronaba y tan solo temblaba ,el temor lo invadia, observando aquello que se olcutaba a simple vista, soltando gemidos de miedo. De repente en su cabeza sintió una pequeña presión, el pequeño observo a mamá por un instante, observando su mirada calida y aquellos ojos de un color marrón claro, mientras sus vistas se cruzaban con cariño, aquella sensación desaparecía lentamente de su pecho,
y sintio como todo el temor se desvanecia, en una forma tan agradable que dejaba un rastro a rosas, una calidez invadia su pecho.  Este giraba su cabeza para volver la vista otra vez en el agua, y allí estaba otra vez, miradas perdidas entre un lazo de fino azul, el pequeño se acerco con lentitud, el miedo en su alma se esfumo, el temblor que no permitia razonar se detuvo, y acercaba lentamente su nariz.

Dando una muestra más de una alma tan pura, tan valiente, e inocente, caminando con los ojos vendados, por lo desconocido, pero hasta para el guerrero mas valiente, lo que guarda
en su interior es una misterio, un reflejo muerto de un pasado doloroso, y un futuro incierto, el pequeño se encontraba a tan solo centimetro del
agua , y lo logro, este daba un salto exaltado hacia atras, para luego pasar a mirar a mama, y empezar a aullar, mientras volvia a beber y mama daba un gran aullido orgullosa de el.

El cachorro salto al agua empapando su pelaje casi por completo, aunque esto no le importaba, mientras sus saltos reflejaban aquello que dejo atras.
El dia transcurrio con normalidad, iluminado por la luz del sol, dando una muestra de la belleza tan fragil del bosque, un silencio tan hermoso de oìr, refugiado en la sombra de aquel viejo arbol, o una luna que cada noche nos permite bailar junto a ella una danza, envueltos bajo su luz de cristal y los aullidos sin fin dignos de  una luna llena, mostrandonos lo
diminutos que podemos llegar hacer.
El sueño consumio al pequeño al igual que a su madre, estos se recostaron a los pies de un viejo árbol, el cachorro se acurrucaba junto a su madre, cerrando sus ojos, dando asi el final a una tarde única.

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