Piloto
En medio de las pacificas calles de Royal Woods. Medio kilómetro al sur de la Avenida Franklin.
Un poderoso destello eléctrico perturba la calma de la tarde. Preocupando a los vecinos del lugar que notaron el inusual resplandor en medio de la calle.
Enseguida varios rayos eléctricos se forman desde la misteriosa luz que aumenta de intensidad; los destellos eléctricos se descontrolan, saltan y queman lo que tengan cerca: los árboles en la acera, el césped de a la entrada de las casas, los postes eléctricos; enseguida la red eléctrica se sobrecarga en varias casas a la redonda. Por último, la tremenda cantidad de energía va en aumento y se expande, derrite el metal de los automóviles estacionados a su alrededor junto con el asfalto y todo lo que la esfera de fuego logra tocar. Dejando pasmada a toda la gente que observa desconcertada y aterrada aquel evento apocalíptico.
Pero tan rápido como la destrucción azotó el lugar. Esta desapareció.
Los árboles, el césped, los automóviles, el piso, todo se encuentra sin un rasguño tras un parpadeo. Lo único diferente, en medio de la caótica calle llena de fuego y escombros de hace un instante, es la presencia de una adolescente bastante curvilínea, aparentemente de 13 años de edad, quien antes no se encontraba ahí. Y pareció emerger del fenómeno que destruyó toda la calle. Claro, antes que todo regresara a la normalidad y los testigos empezaran a preguntarse qué demonios le puso el gobierno al agua ahora.
—Vamos, vamos. Conéctate...— murmura ansiosa la misteriosa muchacha. Luego restarle atención a su viaje en el tiempo y sacar lo que parece ser un celular del bolsillo de la chaqueta color violeta que trae puesta— Válgame Dios. Y yo creí que el globalnet de Teraflops era lento... ¿Megas? ¿En serio...? ¡Pobres personas del pasado!— la ansiedad de la muchacha se transforma en compasión por un instante mientras observaba a los desdichados a su alrededor; pero inmediatamente un sonido proveniente del misterioso aparato llama su atención.
— ¡Genial! Los satélites espías del gobierno son más veloces... Veamos... Vale. El virus te tía Lisa ya se esparce por la red... Y ahora lo importante... Debo ocultar los datos recientes, borrar esto de acá... yyyyy... Vamos, vamos. Por favor... por favooooor... si...Si...¡Si! ¡Si! ¡SIIII! ¡Lo logré! ¡HURAAAAA!— exclama victoriosa saltando de alegría, llamando la atención de los todavía confundidos vecinos del lugar.
Las personas apartan sus pensamientos confusos de la extraña alucinación ante el alboroto de alegría que arma la misteriosa muchacha, todavía de pie en medio de la calle. Entonces varios notan que nunca la habían visto antes, sobre todo los más jóvenes. Ningún muchacho olvidaría a una muchacha latina tan atractiva; de piel trigueña; largo cabello suelto color ébano; cuerpo atlético y curvilíneo en crecimiento; un rostro hermoso con ojos deslumbrantes e hipnóticos; pero lo más importante, sonrisa cautivadora que pone en trance a los desprevenidos observadores.
La muchacha termina su festejo y por fin nota que es el centro de las miradas perdidas de varios muchachos. Entonces observa preocupada sus ropas en espera de encontrarlas en llamas; un posible suceso secundario de cuidado que le indicaron; pero no tiene nada fuera de lo usual. Los tenis blancos que trae puestos están bien; no le gusta traer medias, así que en sus piernas no existe nada inflamable hasta llegar a un corto pantaloncillo jean, el cual palmea en las posaderas para asegurarse, ya que no puede ver en esa área. Recoge su cabello sin encontrar nada. Finalmente la chaqueta violeta es inspeccionada con recelo luego de sacársela y dejar expuesto el top corto, color celeste, que trae debajo y resalta su bello cuerpo. Pero la muchacha no encuentra nada extraño y las miradas sobre ella son incluso más todavía.
—Que raros son el pasado... — murmura recelosa mientras se coloca de nuevo la chaqueta y regresa la atención al aparato y a su misión actual, por la cual viajó en el tiempo— ¡Está hecho! Con esto Tía Lisa podrá ocultar la energía de Papá y nadie más meterá las narices. Todo está preparado. Ahora debo llegar a casa y ejecutar el plan para que Mamá llegue esta misma noche. Un poco de este afrodisiaco y no dejaran de fornicar en una semana, entonces la anomalía será historia— declara victoriosa mientras saca una botella de píldoras del otro bolsillo de la chaqueta.
Sin perder más tiempo, la chica empieza a correr a un lugar del pueblo que conoce bastante bien.
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Mientras tanto, en la casa Loud.
El reloj indica que pasaron cinco minutos de las seis de la tarde.
La luz del sol comienza a opacarse en el exterior, pero todavía ilumina el animado festejo que se lleva a cabo en el interior de la residencia número 1216 de la Avenida Franklin. Con gran alegría dos familias brindan la próxima unión en matrimonio de sus respectivos miembros; Lori Loud y Roberto Alejandro Martinez-Millan Luis Santiago Junior, o simplemente Bobby para los amigos. Bubuosito para su amorcito y futura esposa.
Al ser novios desde los 17 y ahora con 23, la pareja rebosa de amor; aunque este noviazgo no se libró de ciertos tropiezos incomodos. Pero estos 6 años de compromiso entre los jóvenes permitieron fortalecer lazos y que tanto la familia Casagrande como la familia Loud se conocieran perfectamente; desbordaran en regocijo ante la inminente unión de ambas familias y festejaran a lo grande.
Esos 6 años también cambiaron la casa Loud. Lola ocupó para ella sola el cuarto de Lori y Leni en cuanto tuvo la oportunidad. Lana aprovechó el espacio libre para adoptar mascotas mucho más extravagantes y enormes. Lucy ensombreció su habitación en cuanto su compañera se marchó a la universidad. Lisa y Lily continúan como compañeras de cuarto, pero la genio castaña se ausenta bastante asistiendo a un laboratorio secreto del gobierno.
Las 5 hermanas mayores restantes viven fuera de casa; en apartamentos junto a su pareja, como es el caso de Lori y Luna; o en dormitorios de la universidad, como es el caso de Luan y Lynn. Aunque siempre tienen el antiguo cuarto de Luna y Luan, el cual sirve de habitación de huéspedes cuando alguna viene de visita. Esta fue idea de Lincoln, quien se mantiene feliz y apretujado en el interior de su armario de blancos improvisado. Pero ahora con las cinco de visita, las desafortunadas que no encuentran asilo con Lucy o no temen a ser devoradas por las mascotas de Lana, deben apretujarse en literas o sacos de dormir para pasar la noche.
Volviendo al caso, muchos personajes estaban presentes en esa fiesta, especialmente al punto de reaccion del futuro desastre: Lincoln Loud.
El joven, ahora casi adulto, de 17 años se encontraba caminando hacia la puerta para atender la llamada del timbre. Lincoln aunque seguía usando una ropa similar a la que llevaba desde niño, en apariencia física un poco mas... diferente.
Abrió la puerta la puerta para encontrarse con su mejor amigo de la vida y hermano del alma, Clyde.
—... ¿También me alegra verte? — es la única respuesta que se le ocurre al muchacho moreno de 17 años de edad, quien también sufrió cambios tanto favorables como desfavorables en estos 6 años, aunque este seguía igual de negro, feo y beta como siempre lo ha sido. Además de lidiar con sus propios problemas emocionales.
—Hola Clyde... Y bien que llegaste, ya me preocupaba que no aparecieras el día de hoy.— comenta con burla mientras se separa de su mejor amigo.
—Pero que dices... Jamás me perdería una fiesta de Lo-Lo-Lori... Los McBride somos gente de principios. —proclama con evidente nerviosismo.
—Hace tres horas que la fiesta comenzó... —puntualiza Lincoln mostrando una sonrisa burlona —Espero que no hayas estado "ocupado" planeando una forma de separar a Lori y a Bobby. Conociendo perfectamente que se casan en una semana—
La noticia de la boda de Lori es algo que Clyde todavía no supera, a pesar que lo anunciaron hace semanas.
—Bueno. Si tú no pudiste planear nada y aún así conquistaste a muchas, yo no tengo ninguna posibilidad de que con uno pueda con el mío¿verdad? — murmura resentido el muchacho moreno al sentir el veneno del recuerdo de lo ocurrido en el pasado quemando sus venas.
—¿Dijiste algo? — Lincoln no pudo oír a su amigo, pero tuvo un mal presentimiento que reafirmó el plan de seguirlo en toda la fiesta para evitar que hiciera alguna estupidez.
—No, no. Ja, ja, ja. No dije nada. Hace mucho que superé mi enamoramiento con Lori y estoy seguro que Bobby la hará... fe-fe-feliz... Peeeeero, ¿Cómo andas hoy, amigo?—pregunto, notando un poco al albino medio tenso por algo.
—Oh, nada. Solo tratando de disfrutar de todo aquí.—Se excusó Lincoln, pero la verdadera causa de porque se comportaba medio extraño era porque algo desconocido le provocaba sentimientos... tentadores. Algo que podía estar por venir en cualquier momento. —¿Qué me cuentas de ti, Clyde?
Clyde era todo un caso.
En esos 6 años, con Lori lejos, el muchacho moreno mostró interés en otras chicas; así que quizás sólo sufría de una recaída y superaría todo cuando la boda concluyera. Sin embargo, Lincoln todavía no está seguro de las intenciones de Clyde, pero le daría el beneficio de la duda.
—...Y esas son las razones por las que Lo-Lori ya no me interesa más. En lugar de eso hoy vine a probar suerte con sus amigas, o las amigas de Leni, o la prima de Bobby; y no olvidemos a Stella y a Sid, la amiga de Ronnie Anne. ¡El mundo es un campo lleno de bellas flores a nuestra disposición amigo mío! — Clyde terminó su monologo ensayado sin percatarse que Lincoln apenas si le prestó atención— Y hablando de Ronnie Anne ¿Aclaraste las cosas con ella?— lanza aquella pregunta sin malicia y sin segundas intenciones, pero si con mucho interés en aquella noticia. Esto trae de vuelta a su amigo a tierra firme.
—¿Cuántas veces debo repetirlo? No, Clyde. No he aclarado nada. Porque no hay nada que aclarar.— responde Lincoln de mala gana al tener ese amargo recuerdo de vuelta en la cabeza.
—¡Vamos hermano! ¡Estás privándote de algo bueno en tu vida únicamente por testarudo!
—Deja de fastidiar, McBride.
—Ya no podrás evitarla. La próxima semana formará parte de tu familia.
—Ella es... sólo mi amiga, Clyde. —responde. Pero durante aquel instante de duda, Lincoln se vio perdido recordando la suavidad de la piel desnuda de Ronnie Anne y su exquisito aroma.
—Al final se cansará. Siempre pasa, Lincoln. Lo sabes —con ese último comentario Clyde logra perturbar a su amigo como planeó. — Ahora, si me disculpas. Iré a compartir mi encanto con las señoritas... Pero sería de mala educación no dar mis felicitaciones a los futuros esposos antes...— murmura lo último con un brillo preocupante en los ojos y una sonrisa malévola mientras se adentra en la fiesta.
Lincoln dio un largo suspiro de fastidio antes de dirigirse a la cocina por una gaseosa. El recuerdo del fracaso ocurrido con Ronnie Anne, y las palabras de Clyde; terminaron por traerle a la cabeza todos los momentos vergonzosos que sucedieron en su amplio catálogo de fracasos románticos a lo largo de su corta vida.
Esto deprimió al muchacho peliblanco al punto de preguntarse porque su mejor amigo le haría eso... A menos... que buscara deshacerse de él... para ir con Lori... ¡Y lo logró!.
— ¡Hijo de...!
Sin perder otro instante y sin ver su camino, el muchacho peliblanco sale disparado a la fiesta en busca de su infame amigo. Pero la pequeña distracción de su búsqueda fue suficiente para hacerlo tomar la ruta equivocada y terminar frente a la muchacha latina que estuvo evitando toda la fiesta, y quizás llevaba evitándola desde hace un par de años.
Alrededor de Ronnie Anne se encuentran Lynn, CJ, Stella y Liam; oyendo animadamente las anécdotas de la familia Casagrande.
—Entonces llegué hasta Bobby y le dije: "¡¿Pendejo que hiciste?!" Créanme, lo pregunté bastante impresionada porque no causó ningún destrozo en el apartamento, ni una huella. "Es un unicornio mágico, hermanita. Lo rescaté de unos malvados cazadores. Lori siempre quiso uno de regalo" Pero yo le dije: "Baboso pero con un maldito caballo lo aceptaba, pero no que metieras la moto dentro de la casa!", pero él responde: "Pero es que se sentía como en Misión Imposible" esa fue su repuesta y ahí noté que estaba completamente borracho...
— ¡Nini! Te dije que no contaras esa historia...— reclamó Bobby avergonzado luego de bajar por la escaleras.
El grupo no pudo evitar reírse del rostro avergonzado del muchacho Santiago.
— Lo siento, Bobby. Pero es costumbre molestar al novio antes de la boda. Y todavía no llego a la mejor parte; cuando Mamá apareció con el resto de la familia y notaron las tazas favoritas de la abuela rotas, las cuales creíste eran huevos de unicornio. Entonces en mi mente solo surgió una cosa: "En ese momento, Bobby sintió el verdadero terror"—relato Ronnie Anne.
Ante eso todos menos Bobby se parten de la risa por lo que le había pasado al pobre latino, el cual solo se limitó a bajar la mirada en señal de molestia y vergüenza aún más grande que antes.
—Dios, pero que patético jajaja.—Lynn no evito reírse de la desgracia del latino.
—Yo creí que habría dicho otra cosa o que simplemente se escaparía.—comento Stella entre risas.
—Y no éstas del todo equivocada, ya que este se quería saltar por la ventana "con estilo" solo para recibir un sartenazo a cambio—dijo Ronnie Anne para después reírse para mayor molestia de Bobby.
Lincoln aprovechó la nueva ronda de carcajadas para despertar de la animada plática de la muchacha latina, su voz siempre lo hipnotizaba. De inmediato empieza a caminar, alejándose de las risas del grupo y los reclamos de Bobby, para salir al patio trasero antes que lo notaran e intentaran incluirlo en la conversación. Era obvio que Bobby no encontró a Clyde escaleras arriba, así que debía buscar en otra parte.
Sin embargo, una parte de Lincoln peleó para quedarse; no sólo por Ronnie Anne, su amiga de 17 años con un cuerpo favorecido por la herencia latina; sino también por Stella, igualmente de 17 años y atributos notables en su bello cuerpo; Reír y bromear como antes, en lugar de los silencios incomodos que llenan sus conversaciones ahora.
La tentación le ganaba.
Pero no es era momento para pensar en ello. Encontrar a Clyde y evitar que haga una locura es lo más importante. Al salir al exterior y poner un pie en el césped del patio trasero, Lincoln fue asaltado por las risas de un tumulto formado por la mayoría de los invitados, quienes graban con sus celulares y se divierten con la vergüenza ajena de quien sea que esté en el centro de todo.
—¡Clyde! ¡No lo hagas! —el muchacho peliblanco se abre camino entre la multitud temiendo lo peor, pero al llegar lo que ve es a otro de sus amigos, a un Casagrande y a Luna, cantando.
—De la sierra, morena. Cielito lindo, vienen bajando... — Luna, guitarra en mano, dirige a sus acompañantes tocando la melodía mientras entonan la conocida canción.
—Un par de ojitos negros, cielito lindo. De contrabando... — continua Carl con la canción, casi gritando y bastante desafinado.
— Ay, ay, ay, ay. Canta y no llores. Porque cantando se alegran. Cielito lindo, los corazones...— finalmente Rusty remata animadamente con el coro, y para sorpresa de muchos lo hace bastante bien.
La música continua con el trio cantando mientras los espectadores siguen riendo, grabando y uniéndose en voz baja; pero a leguas se nota que ese improvisado grupo musical bebió demasiado ponche alterado; y los vasos vacíos en el piso alrededor de los cantantes dan prueba de ello.
—¡Hola, Lincoln! — Sam olvida por un momento el bochorno que le hace pasar su novia en cuanto nota al muchacho peliblanco. No puede evitar que una gran alegría inunde su voz e ilumine su rostro, debido al gran aprecio que le tiene.— ¿Disfrutas de la fiesta cómo yo?
—Hola, Sam. Veo que no soy el único con problemas. —menciona observando a su hermana cantante.
—No será un problema hasta que Luna intente desvestirse para su público. —comenta carcajeando ante el sonrojo y nerviosismo que aquellas palabras le provocan a Lincoln.
—Je, je, je. Que graciosa, Sam. Pero dime ¿No viste a Clyde pasar por aquí?— Lincoln ahora observa a Carl, un niño de 12 años totalmente ebrio; pero los padres del muchacho Casagrande se encuentran entre los espectadores, así que puede decir que ese problema está controlado.
—Sí. Ahí está.— Sam señala al muchacho moreno que se encuentra desmayado en el piso— Llegó bastante agitado, bebió un trago de ponche y se desplomó— informa sonriente.
—Gracias a Dios.—comenta Lincoln con gran alivio al ver a su amigo tirado en el suelo. — ...Es que la boda de Lori lo tiene alterado y temía que hiciera una locura— intenta explicarse ante la rubia de mechón azul.
— No te preocupes, Lincoln. Sé perfectamente que te preocupas por Clyde. —comenta con risa risueña— Eres un buen hombre, atractivo y considerado... A-A diferencia de Lola, que la vi merodeando por allá.— menciona nerviosa luego de darse cuenta.
El nombre de la princesa Loud capta la atención de Lincoln y le recuerda el problema que debe resolver con Leni; y ahora que el sol está escondido por completo aquello necesita convertirse en prioridad, por esa razón le restó importancia al nerviosismo de la novia de su hermana rockera.
—Recordé que también debo hablar con ella. Gracias, Sam.— el muchacho peliblanco se despide y camina en la dirección indicada sin notar que la mirada nerviosa de la rubia de mechón azul no deja de seguirlo.
Pero Sam no es la única que observa con interés a Lincoln, aunque no de la misma forma. Entre los padres y familiares de los novios que continúan brindando por todo; María Santiago no le quita el ojo de encima al muchacho de cabello blanco mientras este se mueve entre la multitud para acercarse a charlar con una de sus hermanas.
Alguien que para ella, era el futuro yerno perfecto para su hija.
—¿Por qué tanto interés en mí hijo? — pregunta Rita cautelosa, observando con una ceja alzada a la mujer enfermera.
—¡Cómo crees! —se defiende María al entender la insinuación de Rita. Aunque si él tuviera 10 años más y yo 20 años menos. Bueno...—Dijo pensativamente, en forma de broma, aunque no podía controlar bien sus palabras por el "ponche" que había tomado. Luego hablo nuevamente. —¡No fue en serio! —se defiende nuevamente; esta vez contra las miradas de Lynn Padre, su hermano Carlos y su cuñada Frida; quienes quedaron helados ante el comentario anterior— Tan sólo pensaba en que es el momento perfecto para que mi hija y Lincoln formalicen su relación. Ya saben, una segunda boda dentro de algunos años—
— Bueno. Si se trata de eso, yo creo...— las palabras de Lynn Padre no son escuchadas.
— ¡JA! Pides milagros, María. A ese muchacho le faltan huevos para atreverse a tener novia.— Frida, igual de pasada de "ponches" que su cuñada, suelta aquella frase burlona al recordar la reacción del muchacho al ser descubierto en la habitación de su sobrina hace un par de años.
— Cielo, definitivamente no es el momento...— el comentario de Carlos no es tomado en cuenta.
— Puede que tengas razón, Frida. Pero siempre fue obvio, desde niños, que Lincoln y Ronnie Anne tienen chispa; además mi hija puede enderezar a ese muchacho y convertirlo en todo un hombre.—comenta orgullosa del linaje Casagrande que corre por sus venas.
— María, no creo que debas decir esas cosas...— nuevamente las palabras de Carlos no son tomadas en cuenta.
—¿Disculpen? —Rita también hace mucho que sobrepasó la cantidad consumible de "ponche" sugerida, por ello el recelo contra María se transformó en furia contra ambas mujeres Casagrande, tras oír aquellos comentarios. —Es mi hijo de quien hablan. Y para que lo sepan, él está rodeado de mujeres; tiene a cientos de chicas de donde escoger novia.— declara orgullosa al pensar en todas las amigas y compañeras de clase de su hijo, sin mencionar a las amigas y compañeras de clase de sus hijas que también muestran interés en el muchacho peliblanco. — Lo de Ronnie Anne es agua pasada. Si ella no supo valorarlo, no vendrán a echarle la culpa a Lincoln—
— Rita, mi amor. Deberías calmarte...— la petición de Lynn Padre ni siquiera fue tomada en cuenta.
— Mi hija es superior a cualquier niñata que esté rondando a Lincoln. Ellos terminaran juntos. Recuerden mis palabras.— declara María con total seguridad.
— Les digo que es imposible. Ese muchacho es demasiado cobarde, siempre saldrá corriendo por la ventana en lugar de enfrentar los problemas de pareja. La prueba: aún continúa soltero ¿no?— comenta Frida de manera burlona.
— Si Lincoln quisiera conseguiría novia en un santiamén y mucho más. De hecho, con sólo pedirlo ellas aceptarían casarse con él. Estoy segura.— comenta Rita petulante, decidida a no perder.
— De acuerdo. Bebieron demasiado, no piensan clarame.../ ¿Por qué no hacemos una pausa hasta que...?— dijeron Carlos y Lynn Padre a la vez para tratar de imponerse y detener una posible pelea, pero fueron reducidos de inmediato por la mirada furibunda de sus respectivas esposas. —Lo siento, cariño.—se disculparon al mismo tiempo—.
Ambos hombres de familia se miraron mutuamente y suspiraron derrotados. —Mujeres.
— A ver, a ver. Rita Loud ¿Eso fue un reto? Porque creo que oí salir esas palabras de tu boca.— saltó María retando a la madre de 10 hijas.
— Cuando quieras.— respondió Rita encarando a la enfermera. — ¿Cuánto dinero quieres perder?—
— Yo también entro en la apuesta.— se pronunció Frida.— Y gracias al muchacho estarán pagándome por el resto de la vida.— carcajeó victoriosa.
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Viernes - 19:23 – Patio delantero de la Casa Loud
—¿Pero qué está ocurriendo aquí? —es la pregunta que hace la misteriosa viajera del tiempo, de pie frente a la casa donde tendrá lugar su niñez, dentro de 10 años —No es posible que tía Lisa cometiera un error. Es la fecha indicada...— se encuentra intrigada por la extravagante fiesta que tiene lugar en la casa, ya que el manifiesto de actividades que le entregó su tía Lisa en el futuro, y le hizo casi memorizar, no tiene ningún registro de ese evento.
Nuestra heroína inmediatamente saca el celular del bolsillo de su chaqueta color violeta para confirmar.
—Esto no está bien. ¡No está nada bien! Debo revisar... Aquí está. Es lo que tía Lisa anotó de esta semana:
-Miércoles: "Explosión en la casa por compuesto volátil. Prueba 1 para creación de catalizador energizante en la mantequilla de maní. Fracaso. Las mascotas de unidad fraternal, Lana, muestran indicios del inicio de su ciclo reproductivo e ingresaron al cuarto de unidad fraterna, Lola, destrozando varios de sus vestidos. Tomar precaución para el laboratorio. Fin del registro".
-Jueves: "Prueba 2" Bla, bla, bla. "Fracaso. Visita inesperada de Cristina a unidad fraternal, Lincoln. Unidad fraterna, Lucy, mostró una actitud más macabra de lo usual. Fin del registro".
-Viernes: "Intrusos en la casa. Pruebas suspendidas. Los compañeros de estudio de unidad fraterna, Lily, resultan en extremo molestos. En especial el sujeto denominado "Karim", quien siempre trae muestras de Bellis Perennis, Taraxacum, Anthemis tinctoria y otras Asteráceas, como ofrendas a mi persona. Muestra actitud nerviosa y pulso acelerado cuando trata de entablar conversación con mi persona. Realmente es muy molesto, sobre todo cuando su sintomología parece contagiarme y pierdo la noción del tiempo... Es de noche, ya pase la hora de dormir y todavía no puedo concentrarme ¡Te maldigo, Karim!. Fin del registro"
—¡Ahh! ¡Que tierno! Tío Karim comenzó a enamorar a tía Lisa desde tan corta edad... ¡Despierta, mujer! No es momento para esto —se recrimina nuestra heroína, luego de abofetearse a sí misma, para concentrarse y releer aquella parte con detalle —Esto es...Esto debería estar ocurriendo exactamente ahora. Una inocente visita de los compañeros de clase de tía Lily, no esta... fiesta... —exclama preocupada, observando la casa Loud —No lo entiendo. La casa tampoco tiene rastro de ninguna explosión y toda la familia está reunida aquí... Los cálculos me trajeron a la fecha indicada... Pero hasta una genio puede cometer errores. Ella misma lo dijo—revisa el calendario en internet en su celular, ver aquel aparato le recuerda que todos cuentan con ella y le permite recuperar la calma —Tranquila. No es momento de entrar en pánico —logra calmarse —Tía Lisa dijo que algunas cosas podían cambiar al viajar por el tiempo. Eso debió ocurrir —se dice a sí misma para recobrar valor —Veamos que más pudo cambiar esta semana...
-Sábado: "Hoy recibimos la visita habitual del resto de unidades fraternas mayores, por lo tanto las pruebas se suspenden nuevamente. Unidad fraterna, Lori, continúa desconsolada por el próximo aniversario de su ruptura romántica con el sujeto conocido como "Bubuosito". Unidad fraterna, Leni, no deja de hablar de las ropas que diseña en su Boutique y de su compromiso matrimonial; sin embargo, muestra tacto para no jactarse de lo último en presencia de Lori, ya que se trata de su antigua rival. Unidad fraterna, Luna, por otro lado, no ayuda mucho al llegar con su esposa Sam y negarse a reprimir sus expresiones bucales de afecto. Unidad fraterna, Luan, aprendió hace mucho a limitar sus bromas, pero la tristeza de Lori la orilla a regresar a su antigua forma de ser. Su vida romántica, sin embargo, no muestra cambios y continúa siendo novia del sujeto denominado "Benny". Por último, unidad fraterna, Lynn, acaparó, como siempre, la atención de unidad fraterna, Lincoln, para usarlo como saco de golpeo en la práctica de varias disciplinas atléticas. Su vida romántica continúa siendo nula. Ninguna de las unidades fraternas mayores se quedó a pasar la noche en esta ocasión y no llegaron visitas inesperadas. Me encuentro exhausta. Fin del registro"
-Domingo: "Prueba 3" Bla, bla, bla. "Éxito. El catalizador muestra decoloración color purpura, pero no significa un problema. Catalizador colocado exitosamente en carnada: montón de sándwiches de mantequilla de maní y jalea. Pruebas inician con unidad fraterna masculina y su confiable apetito voraz; aunque mantengo dudas del motivo para que comiera las 15 unidades él sólo ¿Podría haber descubierto mi trampa? Ninguna intromisión o interrupción en la casa este día, pero las cámaras de seguridad mostraron a la muchacha denominada, Stella, rondando la casa un par de veces. Fin del registro"
-Lunes: "Resultado de prueba de catalizador energizante muestra efectos secundarios remunerables. Recordatorio: Adquirir lo antes posible patente de compuesto purpura que actúa como Super Viagra y Afrodisiaco al mismo tiempo, posible nombre: "Pastilla milagrosa purpura". Unidad fraterna, Lincoln, ocasionó un gran alboroto en su recinto escolar y regresó temprano de la escuela, procedió a encadenarse en el sótano como medida de precaución, hasta que los efectos del catalizador desaparezcan por completo y dejen de mostrar reacción en su área púbica. Me impresiona su fuerza de voluntad y determinación para no aparearse con todas las mujeres fértiles en su escuela. Sin embargo, no fue del todo cierto, por su culpa hoy me encuentro castigada. Unidades parentales, conocidas como Mamá y Papá, entraron a mi habitación para reportar que, ciertamente, unidad fraterna, Lincoln, asaltó a unas cuantas compañeras de su clase, pero afortunadamente los padres de dichas compañeras decidieron no presentar cargos. Me advirtieron jamás hacer experimentos "como ese" nuevamente. Fin del registro"
Un momento —la viajera del tiempo apartó la vista de la pantalla para sacar el frasco que guardaba en el otro bolsillo de su chaqueta—¿Fue en este tiempo que tía Lisa descubrió estas patillas afrodisiacas? —pregunta confundida, pasando la vista en círculo del frasco a la casa y de vuelta al celular, preocupada y pensativa, por varios minutos —Todo cambió. ¿Qué debo hacer? ¿Las píldoras todavía funcionan? ¿Debería probarlas...? Todavía sigo aquí, no estoy desapareciendo, así que la misión continúa en pie. Pero si las píldoras ya no funcionan ¿Cómo podré hacer que Mamá y Papá pasen la noche juntos? —la desesperación comienza a apoderarse de nuestra heroína.
—¡¿QUEEEE?!
Afortunadamente aquel grito que vino desde el interior de la casa logra hacerla reaccionar y concentrarse.
—¡No! ¡Cálmate, Loud! Todavía tienes oportunidad. Por fortuna la única persona que puede responder mis dudas se encuentra en casa— se dice a sí misma, totalmente convencida de cumplir su misión y salvar a sus padres, así como a todo el mundo, del inminente cataclismo que está por llegar.
Con paso seguro, la misteriosa muchacha ingresa, sigilosa a través de la puerta principal, al interior de la casa. La sala es igual a como ella lo recuerda, con la excepción de algunos muebles que cambiarán dentro de algunos años para ser reemplazados, como le contó su padre en anécdotas, debido a los destrozos que él y sus hermanas causarán luego. Sin embargo, otros muebles continuaban inalterables, igual que en su memoria, como el reloj de la sala, el cual marca las 19:40 en ese momento.
Aquel momento de nostalgia, y darse cuenta que tardó casi 20 minutos en entrar a la casa, provocó que la misteriosa muchacha del futuro fuera descubierta por alguien que entró por la puerta tras ella.
—¿Quién eres niña? Hip... Te me haces conocida.— dijo Carl luego de cerrar la puerta, intentando mantenerse de pie mientras hace una pausa para buscar más de aquel delicioso ponche.
Nuestra heroína contuvo la enorme grosería que estuvo a punto de gritar, por muy poco. Aquel era su tío Carl, pero no se trataba del adulto bromista que siempre intentaba asustarla; esta vez era simplemente un niño que no la conocía y se escabulló tras ella. Un niño que se encontraba sin lugar a dudas... ebrio.
—¡Tío Carl! ¿Cómo se te ocurre embriagarte a esa edad? —recriminó al muchacho frente suyo sin poder contenerse, pero lo único que logró fue generar desconfianza en su familiar.
—¿Tío? ¿Yo? Hip... Estás confundida, niña. Apenas tengo 12... Hip. 12 Gaseosas... ¡Son 18$, por favor! Nada de bebidas gratis. Lo siento, sólo me interesan mujeres mayores. Hip— proclama entusiasta, olvidando de lo que hablaba en un principio. Le da una nueva mirada a la misteriosa muchacha que se parece bastante a Ronnie Anne, pero cuyo rostro sin duda parece más característico de los Loud. Sin embargo, en su estado, la identidad de la muchacha deja de importarle y el deseo por tener más de aquel ponche aumenta de intensidad. Tras encogerse de hombros, Carl renueva la búsqueda de aquel maravilloso elixir.
Nuestra heroína, nuevamente, se contiene de exclamar molesta que es mayor que Carl en ese momento y él debe hacerle caso a ella. Pero en ese momento llegan Lily y Carlitos, jugando inocentemente, para recordarle que su misión es pasar de incognito.
La pequeña Loud y el pequeño Casagrande detuvieron su juego para prestarle atención a la misteriosa muchacha que se mostraba bastante nerviosa. A lo cual, la misteriosa viajera del tiempo solo pudo sonreír y saludar mecánicamente al par de infantes que serían sus tíos favoritos en el futuro; afortunadamente los pequeños saludaron y sonrieron en respuesta y reanudaron sus juegos.
—Te toqué. Ahora tú las traes —anunció victorioso Carlitos, aprovechando la oportunidad, antes de salir corriendo para continuar con el juego.
—Oye. No es justo —reclamó Lily, embravecida, pero feliz, siguiendo a su amigo y compañero de juegos.
Con los pequeños de regreso en su juego, nuestra heroína concentró su atención en Carl, a quien ayudó a encontrar el camino al comedor, ya que el paso tambaleante de su infante tío lo llevó a dar un par de vueltas al sofá de la sala desde que Lily y Carlitos aparecieron.
—Sigue recto por aquí tí... Carl —indicó mientras observa preocupada el andar tambaleante de su tío. —Cielos. Y yo creí que fue tía Lola quien lo volvió alcohólico. —comenta nuestra heroína, oculta en el punto ciego del comedor, entre el pasaje y la ventana.
Justo en ese momento Lola Loud ingresa en el comedor, con su porte elegante e imponente, siguiendo el rastro de Carl, sosteniendo un vaso de ponche en la mano y una sonrisa maliciosa en el rostro. Su mirada se dirige inmediatamente a la cocina, donde pudo identificar a su presa; por lo cual no se dio cuenta de la presencia de la misteriosa muchacha detrás, quien entró en pánico por la repentina aparición y el susto, y evitó gritar por tercera vez.
—Válgame el cielo. Así que es cierto, si dices su nombre la invocas...— murmuró apenas, luego de calmarse y respirar precavida en cuanto Lola desapareció de vista —Nunca conocí a tía Lucy, pero por lo que Mamá me contó, no puede ser más aterradora que tía Lola —comenta pensativa, pero resuelta a retomar la misión en serio. Sin perder otro instante dirige su camino escaleras arriba, en dirección al cuarto de la mujer que le dará las respuestas que necesita; aunque se trate de una niña de 10 años en esa época.
Pero claro está, como es costumbre en una familia tan numerosa, al llegar al final de las escaleras y dar vuelta a la derecha, nuestra heroína chocó con otra persona. Nada más y nada menos que su padre de 17 años en esa época: Lincoln Loud.
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Viernes - 19:23 – Habitación de Lori y Leni. A.K.A. Nuevo Palacio de Lola Loud
La música de la fiesta, y las exclamaciones de un trio de mujeres haciendo una apuesta, retumba en los cristales de la ventana, en el interior de la habitación que Lola gentilmente le "prestó" a su hermana mayor; para que pudiera usarlo de cuartel general, hablar con sus amigos cercanos y ultimar detalles de la boda. A pesar que ese cuarto le perteneció a Lori en primer lugar.
El novio y sus amigos se retiraron en cuanto estos terminaron de dar las felicitaciones y regresaron a continuar disfrutando de la fiesta. El lugar se encuentra menos abarrotado, ocupado únicamente por mujeres.
Lori se encuentra sentada en medio de la cama de altos pilares rosas y cortinas colgantes de similar color, propio de la personalidad de la princesa Loud, así como la pintura en las paredes; realmente no es su estilo, pero la primogénita de la familia Loud siente que su niña interna salta de alegría. A su alrededor se encuentran sus mejores amigas: Becky, Whitney, Dana y Beatrix; quienes cuchichean emocionadas y elogian a la futura esposa. Carol Pingrey, amiga cercana y dama de honor, se encuentra de pie, recostada en la pared junto a la ventana, luciendo un tanto incomoda. En medio del cuarto, Leni y Carlota, también damas de honor, dan vueltas alrededor de un maniquí que sirve de modelo para el vestido de la novia. Leni camina con aire profesional mientras examina muestras de telas que trajo de su Boutique. Carlota ayuda mostrándole revistas y fotos a la segunda hermana Loud, acerca del maquillaje y peinado que resaltará mejor la belleza natural de Lori en la ceremonia. Ambas mujeres, completamente concentradas en dar los toques finales al vestido.
—¡Estoy realmente agradecida, chicas! ¡Me hace tan feliz que hagan tiempo para compartir este maravilloso momento conmigo!—agradece Lori, completamente emocionada, con un par de lágrimas de dicha asomándose en los ojos.
—¡Lori, que dulce eres! —agradece Leni a su hermana mayor.
—Ni lo menciones, querida. Eres parte de la familia —responde Carlota, también poniéndose emotiva.
—Desde luego. Jamás nos perderíamos tu boda, Lori.—chilla Beatrix, emocionada a más no poder.
—Ni pensarlo —secunda Whitney.
—¡Ay, amiga! ¡Ya me hiciste llorar...! —dice Dana, antes de estallar en llanto y cubrirse el rostro, debido al recuerdo de los momentos en que ayudó a la feliz pareja, quienes ahora terminarán casándose.
—¡A mí también! —Leni se une al llanto y abraza a su hermana mayor. No tarda ni un segundo antes que Lori, Whitney, Beatrix y Carlota estallen en lágrimas, y junto a Dana, se unan al abrazo.
—Sólo recuerden controlarse el día de la boda —habla Becky con fuerza para hacerse notar, además de controlar sus emociones para no terminar en llanto igual que todas. Pero de todas formas se une al abrazo de grupo, que dura varios minutos—Además ¿Quién no estaría feliz de compartir este maravilloso día contigo? ¿Verdad, Carol? —lanza la pregunta a la única mujer de la habitación que se mantiene alejada y luce incomoda ¿o celosa? de aquella muestra de afecto.
Carol frunce el ceño y le lanza una mirada de advertencia a Becky. Ambas mujeres no dejan de observarse de manera intimidante, debido a la confusión romántica que existe entre ellas y tiene que ver con miembros de la familia Loud.
—Vamos, Carol. Sabes que no es enserio —explica Lori de prisa, para evitar que sus amigas inicien una pelea. La razón de ello, según ella cree, que eligiera a Carol como dama de honor en lugar de Becky. —Ahora eres mi dama de honor, pero algún día tendrás la dicha de casarte con el "hombre" de tus sueños... —
—Claro, Lori. ¡Restriégame tus logros en la cara! —explota Carol finalmente, luego que las palabras de Lori tocaran aquel nervio sensible y la hicieran sentirse frustrada por no haber ideado todavía una buena excusa para dejar de ser dama de honor —Y tú, Becky, deja de ser tan infantil.—le reclama molesta a la muchacha pelirroja. Carol conoce perfectamente que el enfado de su amiga tiene que ver con el muchacho peliblanco, pero aclarar las cosas significaría revelar con quien fue que pasó realmente aquellas noches en su apartamento. No puede hacerlo, aunque signifique librar a Lincoln de un grave problema.
—¡¿Yo soy la infantil?! —Becky se pone de pie para encarar a Carol y sacarle por fin una respuesta, se lo debe. Y el corto tiempo que le queda antes de ir a vivir a Rusia la tiene frustrada e irritada. La imagen del recuerdo cuando fue de visita todavía le hierve la sangre: Lincoln vistiéndose apresuradamente mientras sale del apartamento de Carol; exactamente un par de días luego que le confesara a su supuesta "amiga", que estaba enamorada del muchacho peliblanco. Y hasta ahora se niega a explicarle lo que realmente sucedió.
—Ya, ya, chichas. No peleen —dice Leni mientras se interpone entre sus amigas, logrando que ambas recuperen la compostura y noten el ambiente tenso que crearon —Ambas son amigas y deben llevarse bien —pronuncia aquellas palabras con su característica inocencia y alegría.
Eso calmó a ambas chicas, pero no se pudieron evitarse seguir dando mal de ojos mutuamente. Todo por una lucha por un albino.
Sin dejar de sonreír, Leni se acerca a Carol, la abraza por la cintura, y antes de que pueda reaccionar, le planta un beso en los labios.
Esta acción no sólo deja a impactada a Carol, sino también al resto de mujeres en la habitación durante los segundos que pasan sin que nadie se atreva a respirar.
Carol no pudo hacer nada para evitar el beso, realmente no quiso hacer nada para evitarlo; Leni siempre fue tan pura e inocente, que le atemorizaba preguntarle si las noche de pasión que pasaron juntas significaron algo más que amistad. Pero ahora tenía su respuesta ¿o estaba malinterpretando las cosas? De todas formas aquella situación era culpa de Lori, desde que le pidió de favor cuidar a Leni cuando ingresó a la misma universidad que ella.
—Lo siento, mi cielo. Pero no te preocupes, te amo y seremos felices cuando nos casemos —son las simples palabras de Leni, dichas con un sonrisa radiante a una confundida Carol.
—¡¿QUEEEE?!— gritan todas sorprendidas, en especial Becky.
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Viernes – 19:23 – Patio trasero de la Casa Loud
Lincoln se encontraba un poco molesto mientras conversa con Lola.
—Creí que lo dijiste en broma, Lola. ¿Pero esto? ¿Enserio embriagaste a medio mundo para acceder a Carl y así enterarte de secretos vergonzosos de los Casagrande? ¿Y luego qué? ¿Usaras esos secretos para chantajearlos? —explota molesto y enfurecido contra su hermana menor, más que nada preocupado por Ronnie Anne.
—Sólo si no me dejan opción —es la respuesta apenas audible que Lola da, mientras sonríe con malicia —Pero no sé de qué hablas, Linky —la princesa Loud adopta un semblante da falsa inocencia— Yo estoy aquí, relajándome y disfrutando inocentemente de una de las bromas de Luan —explica mientras su sonrisa siniestra muestra todo lo contrario. —¡Solo mírala, riéndose como siempre.
Apuntó hacia donde estaba Luan, quien estaba reunido con Sid Chang, Benny CJ y Zach.
—Y entonces le dije: ¿Y porque no vendo en la Deep Web? jajaja ¿entienden?—Todos se rieron del chiste de Luan a excepción de Zach, quien no entendió el chiste.
—Eso es estuvo buena, no veo como alguien no se ríe.—Opino Sid mientras se reía a carcajadas.
—Pues yo no le entendí nada.—Comentó Zach.
—La Deep Web, la Deep Web
—¡Es lo que no entiendo! ¿Desde cuándo contaste el chiste siquiera?
—Ay amiguito, necesitas entender mas mi humor...
Lincoln suspiro cansadamente mientras vio eso detiene su reproche al recordar que debe pedirle un favor a la princesa, y hacerla enfadar sólo elevará el costo.
—Se que le pagaste por hacer, y me encargaré de ella más tarde. Así que espero que el "ponche" se haya agotado y no cause más problemas, ¿No es así?—Lola simplemente se encoge de hombros en respuesta— Tomaré eso como un sí. Ahora, necesito pedirte un favor. —dice aquellas palabras, sintiendo como parece hundirse en una trampa con cada sílaba.
—Así que quieres hacer un trato... —Lola se relame de gusto ante esa increíble oportunidad —Te escucho. — sin poder evitar que su sonrisa se ensanche, Lola aguarda que Lincoln haga su petición.
— *Suspiro* Te agradecería si tengo tu protección por si algo pasa. —pronuncia con pesadumbre y esperanza. Incluso se preguntó internamente porque sugirió eso, pero la sensación extraña le estaba haciéndole tomar esa decisión.
—¿Sólo eso? —pregunta Lola, casi decepcionada. —Bueno, al menos no pides otra cosa que reunirá más esfuerzo, así que acepto.
—¿Y qué va a costarme? —pregunta Lincoln con cierto temor.
—Ya hablaremos de eso con calma. No te preocupes —dice Lola simplemente, mientras extiende la mano para sellar el trato. Lincoln duda un segundo, pero al final alza la mano derrotado para estrechar la mano de Lola. —Trato hecho. Ahora si me disculpas, debo ir a... atender otros asuntos. Tú deberías llevar a Clyde a otro lugar para que no lo pisoteen —explica Lola, antes de dirigirse a la mesa de ponche, servirse un vaso y tirar el resto sobre el césped.
Lincoln finalmente recordó a su amigo desmayado en el césped ¿o quizás lo dejo ahí en venganza por los problemas que le causó? De cualquier modo, un solo vaso de ponche alterado fue suficiente para noquearlo y evitar que hiciera un numerito frente a toda la familia, sin duda recordaría esa estrategia para posibles problemas en el futuro. Ahora debía llevarlo, como dijo Lola, a un lugar seguro de la fiesta y sus hermanas para que descansara; el único lugar que se le ocurría al muchacho peliblanco era su propia habitación. Así que, gracias a su cuerpo atlético, Lincoln cargó a Clyde sin problemas sobre el hombro, para llevarlo adentro por la puerta trasera.
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Viernes – 19:40– Habitación de Lincoln
El muchacho Loud de 17 años, el único en la familia con cabello color blanco, terminó de colocar a Clyde en la cama para que descansara el resto de la fiesta. Resultó problemático evitar a sus amigos y sus preguntas, pero Lincoln logró subir las escaleras sin que lo siguieran. El único problema fue el grito que vino del cuarto de Lori, el cual lo asustó y estuvo a punto de dejar caer a su amigo por las escaleras. Ahora únicamente debía encargarse que Clyde no intentara nada más.
Para asegurarse de ello lo encerraría ahí mismo bajo llave. Resultaba conveniente que Lisa reforzara las paredes, puerta y la única ventana de su habitación, y le agregara cerrojos tecnológicos, hace apenas una semana ¿Acaso su hermana genio intuyó que lo necesitaría para eso? De cualquier forma, aquello resultaba ideal para mantener a Clyde lejos de problemas.
La puerta se cerró, el sonido del cerrojo asegurando la puerta fue lo último que se escuchó antes que el cuarto quedara en silencio. Las remodelaciones de Lisa también hacían la habitación a prueba de sonido.
Volvió a fuera de la habitación y procedió a caminar distraídamente, pensando en esa sensación que le ha recurrido todo su ser desde esta mañana.
Hasta que sintió que chocó contra algo.
—Lo... Lo siento, no te vi.—se disculpó Lincoln con la persona que acababa de chocar, una niña que le resultaba bastante familiar y completamente desconocida a la vez. Pero sin duda, la primera impresión que le dio fue que se trataba de Ronnie Anne, más joven y con el cabello suelto; al verla detenidamente resultó evidente que no era ella, de seguro un familiar y por alguna razón sentía que tenía su nombre en la punta de la lengua.
—Ah... Ah... —la viajera del tiempo entró en shock, pero gracias a su particular forma de ser, heredada de Lincoln, se abofeteo a sí misma para salir del trance —Eh...Es decir. Si. Estoy genial, Paaaaa... pa-pañero. Ejem. Compañero. Soy una prima de los Casagrande, por eso vine a esta fiesta. Esta fiesta que hacen para celebrar. Duh ¿verdad?. Eso ya lo sabes. En fin. So... Sólo buscaba el baño y me perdí. —logró dar aquella excusa.
—Está al final del pasillo —indicó Lincoln, señalando la dirección —¿Enserio te encuentras bien? —volvió a preguntar, preocupado de que esa muchacha también fuera víctima del ponche adulterado de Lola y Luan.
—¡Desde luego! ¡Seguro! Porque... ¿Acaso no parezco normal? —pregunta la chica, sonriendo de manera nerviosa mientras un tic en se apodera de su ojo derecho.
—Eres rara —se burla Lincoln, sin poder contenerse.
—¿Y de quien crees que es la culpa? ¿Hmm? —murmura molesta por aquel comentario.
—Lo lamento, no quise burlarme. En fin, es un placer conocerte y disfruta de la fiesta... La fiesta por la próxima boda de Lori y Bobby —se burla Lincoln nuevamente, mientras baja por las escaleras, algo en aquella muchacha le da la sensación de poder tomarse esa libertad.
—¿Boda...? ¿Tío Bobby va a casarse... con... tía Lori? —pregunta la muchacha con un hilo de voz, totalmente atemorizada por aquel gran cambio en los sucesos del futuro. Pero casi inmediatamente una gran alegría reemplaza su inseguridad, debido a la noticia que sus familiares solteros y más gruñones en el futuro, encontrarían finalmente la felicidad, tal como siempre debió suceder —¡Eso es! ¡Woooooh! ¡Lo hice! —se felicita a sí misma y agita los brazos victoriosa —¡Ahora sólo debo ocuparme de Mamá y Papá! —exclama eufórica mientras se dirige al cuarto de Lisa; coloca su celular frente a la puerta e inmediatamente los sistemas de seguridad se apagan para abrirse sin problemas.
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Viernes – 19:45 – Habitación de Lisa y Lily
La puerta se abre completamente.
Al entrar en la habitación, nuestra heroína interrumpe a la científica de 10 años de edad, en medio de una de sus investigaciones.
—¡Oh, no! ¡Alguien interrumpe mí trabajo! ¿Quién eres, intruso? —pronuncia Lisa, dando vuelta y simulando sorpresa de manera poco creíble —¿Cómo burlaste mi sistema de seguridad? ¡Responde o te desintegraré con mi laser atómico! —termina de actuar, mientras señala de manera dramática a la muchacha que cierra la puerta.
—¿Te golpeaste la cabeza o algo así, tía Lisa? —pregunta nuestra heroína, luciendo decepcionada —De seguro me viste llegar con las cámaras de seguridad y sensores que tienes por toda la casa. No entiendo porque "actúas" sorprendida —comenta haciendo comillas con las manos —No tengo idea de que laser atómico hablas, pero desactivé todas tus defensas por si acaso —comenta mientras un escalofrío le recorre la espalda.
—¡El evento de interacción social en la residencia atrajo demasiados primates como para notar uno más! ¡Espera un segundo! ¿Acabas de llamarme "tía"? —intenta parecer aturdida por la noticia, pero la actuación no es lo suyo.
—Ya es suficiente, tía Lisa. No tengo tiempo para juegos. Mira aquí, por favor —la misteriosa muchacha levanta su celular, el cual es un avanzado aparato electrónico, inventado por la misma Lisa Loud en el futuro, e inmediatamente una luz azul desde la pantalla hace un escaneo de retinas a través de las gafas de Lisa. Finalmente, con un poderoso flash azul, una gran cantidad de información enviada desde el futuro ingresa directamente en el cerebro de Lisa Loud.
Un segundo después, nuestra heroína cae de rodillas, casi debilitada.
—Te excediste al darme toda esa información de golpe —comenta Lisa, actuando con normalidad, acercándose a la viajera del tiempo, dotada ahora de conocimientos y hechos de un posible futuro distante —Entiendo todo. Vienes del futuro, yo te envié. El dispositivo es bioeléctrico, conectado a tu ADN. Debió drenar bastante de tu energía corporal ¿Te encuentras bien unidad fraterna denominada como Laura? —pregunta preocupada y un tanto orgullosa.
—Estoy bien —responde Laura Loud, casi exhausta —Debía hacerlo. Tengo tantas preguntas...
Lisa suspiro ante la insistencia de la joven.
—Laura, esto sera largo, pero para hacerte un resumen inicial de todo esto: El destino del universo depende del Lincoln Loud de este tiempo.
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Viernes –20:05 – Sala de estar
Lincoln se encontraba viendo televisión. Y al poco tiempo le aburrió al no saber más que hacer.
Con varios de los invitados alcoholizados por ese ponche y queriendo evitar a varias chicas y amigas suyas, no podía hacer absolutamente nada.
Casi esperaba que-
—¡Hola, Lincoln!—Y Lucy aparecio de repente junto al lado del sofa, sobresaltandolo del susto. No importa cuantas veces lo haga y cuanto tiempo lo haya hecho; nadie se acostumbra a las apariciones sorpesa de Lucy, aún después de 6 años.
—¡Lucy, casi me das un infarto!—Exclamo Lincoln mientras puso una mano en su pecho. —¿Y que haces aqui?
—Vine a hablarte de algo.
—¿Y lo harás ahora o...?—Pregunto Lincoln lentamente, hasta la gótica se dispuso a responderle inmediatamente.
—Desde comenzó el dia... he sentido vibras, extrañas vibras.—Explico Lucy brevemente.
—¿Vibras? ¿Es algo relacionado a cosas oscuras y místicas que tanto estas metida?—Pregunto Lincoln con curiosidad.
—Podría ser... pero también relaciona contigo.
—¿Qué tengo que yo con todo esto?–Pregunto el peliblanco confundido, pero a la vez esa sensación que ha recibido desde hace poco volvió a aparecer.
—Solo escucha, Lincoln. El punto es de alguna forma eres el causante de que esas vibras aparecieran el dia de hoy.
—¿Yo? ¿Cómo siquiera...?
Pero Lucy lo interrumpió. —También alguien se coló a la casa, una niña de mi edad, no la reconocí para nada, pero no estaba ahí por estar en la fiesta. La vi subir a la escalaras.—Explico mas con detalle. —Pude haberla seguido, pero... sentí esa vibra de nuevo, y venia de esa niña. En cambio, tuve que venir a buscarte para decirte esto.
La descripción de alguien subiendo las escaleras le recordó a esa familiar de los Casagrandes con quien se topó.
—Lucy... ¿de que diablos estas hablando? No te estoy entiendo nada.—Y en serio no parecía hacerlo. Primero hablo sobre "vibras"(sea lo que sea a que quiera referirse) que el estaba causado y luego hablaba de una persona que se coló a la casa, que posiblemente era ese familia de Ronnie. Nada tenia sentido.
Lucy estuvo a punto de responder cuando vio a Ronnie acercarse a ellos. Y como si fuera una señal, pensó en irse.
—Creo que los dejare solos por ahora. Pero piensa en lo que te dije, Lincoln.
—¡Lucy esper-!
—Hola, patético.—La llamo Ronnie, haciendo que Lincoln volteara la mirada hacia Ronnie Anne por un momento y luego volver a donde estaba Lucy, pero había desaparecido. Tan típico de ella.
Y encima lo dejo con la persona que menos quería interactuar ahora.
—Hola, Ronnie—Respondio distraídamente.
—¿Qué haces aqui
—Bueno, no tengo nada que hacer y estoy algo aburrido.—Y confundido por lo que le habia ¿estaba estrechamente relacionado?
—Pues tendre que desaburrirte de alguna forma.
—Si, supongo...
Se formo un silencio entre ambos, se miraron con algo de incomodidad con los dos adolescentes pensando que decir el uno al otro.
—¿Y que tal te va?—Pregunto Lincoln casi sin pensar en algo mejor.
—Bien... bien...
Otro silencio.
—Yo...
Pero un ruido proveniente algún lugar de la casa y afuera se hizo presente. Y luego la voz de Lisa se hizo sonar.
—¡Atención todos, todos repórtense en la sala, repito todos repórtense en la sala!
—¿Y eso que fue?—Pregunto Ronnie.
—Lisa puso unos amplificadores detrás de las paredes hace tiempo como una forma de hacer "anuncios" en la casa. Generalmente los usamos para reuniones de hermanas u alguna otra cosa.—Le explico Lincoln.
—Eso es muy exagerado.
—Todas mis hermanas tienen sus exageraciones, creo que ya los has visto antes.—Le señalo ese detalle a Ronnie Anne, quien no pudo negar ese hecho.
Ambos se quedaron ahí hasta ver que las demas personas entre varios grupos llegaban a la sala, la mayoría bastante confundidos por el anuncio de Lisa.
Y finalmente llego esta ultimo acompañada de la "prima" de los Casagrandes. Lincoln incluso pudo notar mejor sus rasgos que antes, mostraba mucha más familiaridad con....
—Bien, ya que todos es tan aqui, me permito...
—¿Y quien invito a esta?—Pregunto Luna, interrumpiendo a Lisa, y aun en estado de ebriedad. Sam solo se pellizco la sien con vergüenza.
—Sabia que esto iba pasar.—Y la genio se dispuso a acercarse a Luna, saco una jeringa de su bata y se la inyecto en la pierna de la rockera.
—Ouch, ¿para que fue eso?—Se quejo Luna mientras sentía que la pesadez del "ponche" que tomó se disminuía dentro de ella.
—Eso te va bajar los efectos del alcohol en unos minutos, y si me disculpas, tengo un anuncio importante que dar a todos.—Lisa regreso a su puesto.
—Y bien, Lisa ¿para que nos hiciste venir aquí y queremos una buena explicación para hacernos parar la fiesta?—Le exigió la hija mayor de los Loud una explicación.
—Lori, quizás deberíamos dejarlas hablar por mientras. Digo, puede que nos vaya decir es algo importante... quiero creer.—Intento convencer a todos los presentes en la sala. La niña de pronto miro a Lincoln de forma agradecida.
—Gracias por el apoyo, papa.
—Si, de nada, yo... ¡Momento! ¡Papa!—Se conmociono tanto Lincoln con el resto de la gente presente por esas palabras.
—Todos lo presentes; Eso es lo que iba decir. Esta persona presente a mi lado es del futuro.—Declaro la joven científica Loud a todos mientras señalaba a la niña pelinegra.
—Es cierto lo que dice. Y específicamente, soy tu hija del futuro.—Y luego punto a Ronnie Ane —Y la de ella.
Se aclaro la garganta pasando desapercibida la reacción en shock de Ronnie. —Me llamo Laura Loud Santiago, vine aquí en mi misión de detener el colapso de todo el universo. Y tu eres el unico que evitar eso, papa.
Se formo un completo silencio en la sala despues de que Laura dijeran esas palabras. Nadie parecía querer hablar, ya sea porque seguían en shock por la revelación o porque simplemente no sabían que decir ante eso.
Y solo una persona se atrevió a romper el silencio.
—¡JA! ¡Les gane, perras! ¡Ahora denme todo su dinero!
+—+—+—+—+—+—
En el mismo momento y en otro lugar. A unas cuantas casa del hogar Loud, en medio de la calle, se empezaron a aparecer rayos de la nada para crear un portal parecido al que llego Laura. De ahi salió una chica de 15 años, alta, de cabello largo y pelirroja, llevaba puesto en la cabeza una ushanka(sombrero ruso) con un dibujo de un osito en medio, vestía un camisón rojo oscuro con una chaqueta negra puesta, pantalones verdes con rayas y unos tenis altos de color blanco.
—Я пришел в нужное место(Llegue al lugar correcto).—Hablo la adolescente en ruso mientras miro de frente para poder ubicar su entorno.
—No te preocupes, padre. Me encargare de unir a madre y a ti para poder resolver este maldito problema de una vez por todas.—Despues de decir eso camino hacia la calles de Royal en busca de cierto peliblanco que esta ahora metido en un problema gordo.
Y esta no seria la ultima en llegar, era es solo el comienzo de esta historia... que el quien escribe esto no continuara y deberá hacerlo otra persona.
Fin de Piloto.
Ok... ¿Qué es un piloto? Bueno en este caso, mis pilotos esta hecho para plasmar ideas que tengo y mostrarlas en un solo capítulo, y que esas ideas las tome cualquiera de ustedes para hacerlo una historia completa (si es que pueden claro).
Esta idea en general, está inspirada en otros fics de la misma temática de "Una lucha por ser una x apellido". Y esta vez le toca a Lincoln, y no meto Loudcest y por ende a los Sin Kids(o al menos, a los hijos de las hermanas) aquí no habría mucha lógica de porque se enamoran de Lincoln y varias son menores de edad, y qué hay gran cantidad de personajes femeninos que pueden usarse para estas cosas. Así que... mejor usemos a las demás.
Pero si soy sinceros, si ustedes quieren meterlo háganlo. Son los que tomarán la historia.
Una cosa más, avísenme por si quiere tomar la historia y hacer un fic basado en ello, claro?
¿Se entendió esta iniciativa de los pilotos?
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