En la mitad del bosque se encontraban Jack y su tío Gabriel, ambos esperaban a Lucifer.

—¿Estas seguro que vendrá? —pregunto el nefelim.

—Claro que lo hará, Lucifer no dejará de pasar esta oportunidad.

—Pero puede pensar que es un trampa

—Acaso no lo es, será mejor que cierres la boca niño.

Las ramas de los árboles empezaron a moverse.

—Hola—se escucho.

Tío y sobrino miraron a todos lados para saber de dónde provenía aquella voz.

—Buuu—Ese grito hizo saltar a los chicos—. Ja, ja, ja. Son tan patéticos.

—Mira quien lo dice—le dijo Gabriel a su hermano—. Hola, Lucy.

—Gabriel—observó a su hermano, luego pasó su vista al chico—. Vaya, así que tu eres…

—El hijo de Castiel —dijo el chico mientras lo mirada desafiante.

—¿Disculpa?

—Lo que oyó, mi padre es Castiel, no usted.

—Auchh —Se llevo su mano al pecho fingiendo dolor—. Eso dolió—dijo para luego reír—. Seguro la tonta de madre tuvo que ver.

—Te equivocas, ella no hizo nada, yo fui quien elegí—El Nefelim arrugó su frente, estaba molesto.

—¡Ey! —Llamo Gabriel—; tranquilo niño—pidió el arcángel al chico—. Recuerda nuestro plan.

—Lo siento—Se disculpó—. Solo que ese idi…

—¡Silencio! —grito Gabriel—. Ese idiota, va arruinar todo—pensó —. Bien Luci, aquí está tu hijo, ¿dónde está Cas?

—Primero dame al chico y te diré dónde está Castiel.

—Eres un verdadero fastidio, ok. Jack ve con tu padre.

—Que no es mi padre.

—Tú solo obedece y recuerda lo que quedamos.

El chico comenzó a caminar en dirección a Lucifer, de verdad que lucia molesto, pero se repetía así mismo:

<<Esto es por Cas>>

El ángel caído al tener a su hijo delante de él sonrió.

—Ahora si, voy a poder cumplir mis planes—Lo dijo sonriendo.

—Ya tienes a tu hijo, ¿dónde está Cas? —exigió Gabriel.

—Ah, si. Bueno el esta aquí, justo a tu espalda.

—¿Qué…? —El arcángel no pudo terminar de hablar pues sintió un golpe en la cabeza y perdió la conciencia.

—Bien hecho Cassi, ahora vamos.

—¿Cas?, ¿Pero por qué? No, tu no…

—Lo siento hijo, pero es por tu bien—dijo mientras veía el cuerpo del chico caer.

—Señor, ¿qué hacemos con Gabriel? —le consulto Cas a Lucifer.

—Déjalo ahí, ya vendrán por él, vamos.

Ambos desaparecieron y con ellos Jack.

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—¿Seguro que no se dará cuenta de la suplantación?

—Según Gabriel, no—dijo Magnus—; aunque la verdad dudo que ese plan funcione.

—Pero si tu ayudaste con el hechizo.

—Izzy querida, una cosa es apoyar y otra muy diferente en crer que ese plan funcione.

—¿Entonces por que no dijiste nada? —Ese era Sam, quien estaba parado en la puerta de la cocina—. Sabias que era peligroso, aún así ayudaste y ahora sales con esto, que hipócrita.

—Al menos yo hice mi parte, no como otros—El brujo se defendió—. ¿Qué hiciste tú?, ¿Acaso no te encerraste en tu cuarto?
Tanto Magnus como Sam se miraban con desprecio.

—Chicos, no es momento de esas cosas, se supone que somos un equipo—Simón trato de hacer el ambiente más amigable—. Recuerden que tenemos que esperar a Gabriel y Alec.

En eso la voz de Alec se hizo presente.

—¡Ey! ¡Vengan, ahora!

Todos se hicieron presentes en la sala. Alec sostenía al arcángel que seguía inconsciente. Sam con temor se acercó, empezó a buscar los signos vitales, pero no los encontró; un fuerte nudo le presionó el pecho, era tan doloroso que se le hacia difícil de llorar.

—Ja, ja, ja.. ¿me extrañaste?—Sam casi se cae por atrás—. Amor, tu expresión  es épica, me gustaría grabarte para que vieras.

—Eso no es gracioso Gabriel, casi haces que me muera del susto—Sam tenia sus manos en el pecho—. Por poco me produces un infarto, eres un idiota.

—No me digas así.

Los shadowhunters solo observaban la escena, se les hacía divertida. Jace se acerco a su parabatai.

—Entonces si funcionó el plan por lo visto.—Alec asintio—¿Estas bien?
—No, estoy algo confundido.—contesto. Jace al ver la expresión de su hermano lo tomó del brazo y se lo llevó aún costado.

—¿Qué sucede?

—Es Castiel. Logre verlo, pero no parecía él.

—¿Huh? No te entiendo, explícate.

—Esta diferente, no parecía él; ¿sabes? Llamo a Lucifer señor.

—Puede ser que haya llegado a un acuerdo con ese tipo, recuerda que piensa que es Jack el que se presentó.

—No lo sé, Lucifer tuvo la oportunidad de matar a Gabriel si lo quisiera, pero en cambio lo dejo vivo—El cazador se quedó un momento callado, luego de unos segundos continuó hablando—. El sabia que estaba ahí…

—Eso es imposible, tenías el glamour y aparte el hechizo de esa bruja y Magnus.

—Jace, habíamos de un príncipe del infierno, no de un demonio.

—Debemos dar aviso.

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—Entonces es con este libro que logras hacer tus hechizos—Magnus tenia en sus manos el libro de los condenados.

—Sí—Rowena intentó quitarle el libro, sin éxito alguno—. Ese libro no es juguete.

—Yo tambien tengo un libro, aunque el mío es brillante.

—¿Y donde está?

—En mi mundo.

—Si este plan funciona podrán regresar sin problemas.

—Claro que lo hará, Alec y compañía nunca se rinden.

—Eso me suena muy Winchester—Apareció Crowley, tenía en su mano una copa de whisky—. Esos tipos son… ummm, no se como decirlo; así. Idiotas.

—Pienso que desear salvar tu mundo y a los seres que amas no es estupido, como dices. Yo daría mi vida por Alec sin dudarlo.

—Es por eso que tu padre hace lo que hace.

—¿Explicate?

—Es obvio, Asmodeos se vale del sentimiento que tienes para hacer sus maldades.

El brujo estaba molesto por aquellas palabras y Crowley parecía disfrutar de eso.

—Si odias a los Winchester, ¿Por qué trabajas con ellos?

—Eso te lo puedo contestar yo—Levanto la mano la bruja—. Es sencillo, por alguna extraña razón, ellos siempre ganan. Es como una especie divina. Claro que tienen sus perdidas, pero se salen con la suyas.

—Entonces me estas diciendo que se ofrecen al mejor postor ¿es lo que me quieren decir?

—Tu mismo te has respondido, querido.

Para Magnus fue suficiente escuchar a ese par; no pasó mucho para que se fuera, no sin antes hacer de las suyas.

<<Espero que no te importe que haya tomado este libro>> se hablo así mismo.

En las manos del gran brujo se encontraba el libro de los condenados.

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—Creo que Sam tenía razón, esto fue una mala idea—murmuraba Dean mientras intentaba liberarse de las cadenas.

El plan ideado por Gabriel consistía en que Dean se hiciera pasar por Jack y así sacarle la vuelta a Lucifer; según el truquero iba ser perfecto, ya que el angel caído no tocaría a su hijo, claro no por ahora. Además que Dean estaba de acuerdo por el hecho que podía estar cerca de Cas y tal vez liberarlo.

Seguía en su intento de zafarse de las cadenas, cuando la puerta de la celda se abrió, y el ángel se hizo presente. El rubio se alegró al ver a su amigo.

—¡Cas! —exclamó alegre—. Que bueno verte, por favor ayúdame, por cierto soy Dean.

—¿Dean? ¿No eres Jack? —Su tono era de enojo.

El cazador estaba confundido, tragó en seco; muchas cosas pasaban por su mente.

—¿Cas?

—¿Uhm?—Puso su cabeza a un lado y luego río—. No soy Cas, bueno si, pero una versión mejorada.

—¿Qué? No entiendo, ¿dónde está Castiel? ¿Qué le hicieron?
—¿Eres ciego?, no ves que estoy aquí—Se pone frente al cazador—. Lucifer me mejoró, me hizo más fuerte.

—No… ese no eres tú, ¡Reacciona! —Dean quería tocar a Castiel, pero las cadenas le impedían.—¡Cas! ¡Cas!—Lágrimas empezaron a caer por las mejillas de Dean al mismo tiempo que el hechizo se desvanecía.

—Llegaste tarde, cazador. El Castiel que conocías ya no existe—dijo mientras sacaba su espada—. ¿Sabes? El pobre de tu “amigo" —Haciendo comillas en la palabra amigo—; gritaba tu nombre, pero no estuviste para ayudarlo.

—Hijo de pe…—No termino de hablar ya que sintió un golpe en el estómago.

—La próxima vez que quieras faltarme al respeto no será un golpe, te meteré mi espada en lo más profundo de tus entrañas.—Le dijo en el oído.—. Ahora iré con mi señor para avisarle de su engaño y créeme no va estar feliz—se alejo. Cuando ya estaba por salir se giró para ver al cazador.—Adiós—se despidió.

—¡Cas!—grito para detenerlo, pero el ángel ya se había ido—. Lo siento—las lagrimas se hicieron otra vez presente.

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—¡Señora! ¡Señora! —gritaba el joven cazador, quien corría por el pasillo del Gard. Hasta que finalmente encontró a quien buscaba—. Señora…—Se encontraba agitado—, tengo un…mensaje, es urgente—Le tenido un pequeño papel.

La consul la recibió, al leerlo sus ojos se abrieron de la sorpresa.

—Esto es imposible…Debe ser una broma, ¿cómo obtuviste esto?

—Un demonio… —El cazador trataba de calmarse—. Estaba haciendo mi guardia y de pronto un ser apareció, no fue difícil reconocer su verdadera apariencia, no dijo nada solo me dio y desapareció. Vine corriendo cuando leí la nota.

—Busca a todos los alto mandos del consejo, diles que es urgente y otra cosa…—Se acerco al muchacho—, ni una sola palabra.

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—Señor, ya hice lo que me solicitó.

—Muy bien, puedes irte—Lucifer le hizo una seña para que se vaya.

En ese momento que el demonio se iba, apareció Castiel en escena; hizo una pequeña reverencia con la cabeza.

—Señor creo que tenemos un pequeño problema, ese no…

—Se lo que me quieres decir, que al que tenemos no es mi hijo, sino al rubio ese, Dean Winchester—Castiel se sorprendió—. No pongas esa cara, lo supe todo el tiempo.

—Pero entonces, ¿Por qué traerlo?

—Porque así tengo acceso a Sam, recuerda que es mi recipiente y el hará todo por salvar a su hermano.

—Entiendo, entonces su objetivo ahora es tener el cuerpo de ese cazador, pero su hijo, ¿qué tiene pensado hacer con él?

—Mi hijo está incluido en el paquete y tú puso su mano en el hombro del ángel —, me vas ayudar.

—Haré lo que usted me ordene. Por cierto señor, ¿qué haremos con los shadowhunters?

—No te preocupes por ellos, ya moví mis fichas—dijo mostrando una sonrisa.

Lo que desconocía Castiel es que se venía una gran batalla y la vida de Dean y de todos corrían riesgo.

Aquí les dejo otro capítulo de la historia, ahora con este solo quedan 3 capítulos.

He decidido que dejaré de actualizar mis otras historias para darle prioridad a esta, además que falta poco para el final. Otra cosa es que esta semana publicaré los capítulos que faltantes, si señores, esta semana será el final de este fanfic.

Hice este edit, ya que tiene ver con mi historia, es destiel el video. Espero les guste.