Capítulo 18
—Magnus ¿estás seguro que va despertar? - Jace sujetaba la mano de su esposa mientras miraba al brujo.
—Si, ella lo hará, es una fuerte guerrera— el brujo sonrió.
—Hermano, creo que te haría bien dormir algunas horas - le aconsejo Alec.
—No, no podría dejar a Clary sola - dirigió su mirada a la peliroja.
—Ella no estará sola, yo me quedaré con ella, tu ve a descansar - le hablo Simón -. Recuerda que es mi parabatai, nunca la dejaría sola menos en estos momentos.
—Esta bien, niño rata, solo será un tiempo, pero me avisas si pasa algo —el ex diurno asintió. Jace beso la mano y frente de su, se acercó al oído de su esposa—. Volveré pronto —susurro.
El rubio de ojos dorados se retiró, pasó por el lado de su parabatai a quien sonrió para luego dejar el lugar.
Magnus se dio cuenta que su novio no se sentía bien y le tomó la mano, el ojiazul volteó a verlo para que después de unos segundos besarlo. Atrás quedaron esos días en que Alexander esperaba que estuvieran solos para demostrar sus afectos hacia el brujo; la primera vez que le besó en público fue en una cena familiar, desde ahí lo siguió asiendo casi siempre.
—Puedo sentir el dolor de Jace, soy su parabatai y se que esta situación le duele mucho — hablo Alec.
—Claro que es normal que este triste. Yo también estaría igual que el, si es que algo malo te llegara a pasar.
Alec no pudo evitar reír ante el comentario de su novio, a quien volvió a besar. Pero tuvieron que separarse a escucharse pasos.
—Chicos debemos encontrar una solución para todo esto —hizo su ingreso Isabel, quien no tenía un buen semblante.
— ¿A qué te refieres hermana?.
—Pues esto —señaló a todos—. No podemos seguir así, somos considerados traidores nuestras cabezas tienen precio y Clary a pagado el precio — le echo una mirada rápida a la peliroja para luego mirar a su hermano.
—En eso tienes razón linda —todos miraron a Dean quien venía junto a su hermano —. No solo son ustedes, también estamos nosotros sin olvidar que casi matan a Cas y a su amiga.
— ¿Piensas que nosotros buscamos que todo esto, pasara?, déjame decirte que estás equivocado — dijo algo molesta la cazadora.
— Lo sentimos, mi hermano no se supo expresar - como siempre Sam trataba de mantener la calma -. Solo que nosotros ya queremos regresar a nuestro mundo.
—Eso lo sabemos pero ahora es algo complicado, aquí las cosas están muy pesadas — Magnus se puso delante de su novio.
— Pero algo debemos hacer no podemos quedarnos sin hacer nada — la voz de Castiel se hizo presente, Dean se le quedó viendo con algo de enojo.
— ¿Se puede saber donde demonios estabas? Te busqué por todas partes, pero no pude ubicarte.
— Dean...
— No, no ahora Sam. Casi nos matan por buscarlo y el desaparece, así por así — hablo enojado el rubio.
— Solo me fui unas horas, Dean — el angel no comprendía porque su amigo estaba tan enojado por eso —. Pero si tanto te molesto ir por mi, no lo hubieras hecho. No recuerdo haberte pedido que me salves.
Dean se puso frente a Cas; si las miradas mataran ya habría dos cuerpos tirados en el suelo.
Sam que estaba en medio de los dos intervino.
—Ok chicos, basta. Todos estamos muy alterados por todo todo lo sucedido — Sam colocó su brazo en medio —.Debemos tranquilizarnos y esto va para todos.
El peli largo miro a todos los presentes en la sala.
—Eso cazador, tienes que decirle a ellos — la de cabello azabache señaló con el dedo a Dean y Cas —. Porque nosotros estamos muy tranquilos, enserio que son como niños.
— Ok — alzo sus manos en modo de rendición —. Voy a relajarme, no me debe importar que estamos en problemas. Me quedaré aquí, pondré mis piernas sobre la mesa y veré una película, hasta tal vez vaya a un bar a beber — hablo con ironía.
Sam rodo los ojos al igual que el resto.
—Dean...— regaño Cas —. Esa actitud tuya no ayuda en nada, pero antes de disculparme con el grupo responderé a tu pregunta, yo estaba en la biblioteca, leía algunos libros.
— ¿Libros?
— Si, pensé que podía encontrar algo que nos saque de aquí, pero no pude hallar nada.
— Espera, ¿utilizaste tu cerebro para leer libros? — el ojiazul asintió —. Sabes lo que creo, que deberías hacer los mismo antes de meter la pata, como lo haces en nuestro mundo.
Eso fue un golpe bajo para Cas, que agachó la cabeza y retrocedió algunos pasos.
— Creo que lastimaste sus sentimientos.
Dean miró a su hermano.
— Me vale, todavía no olvido que se haya liado con Crowley.
Sam no soporto más la actitud de su hermano; se acerco a el, le tomo del brazo y lo jalo hasta el otro lado de la sala; ahí comenzaría el segundo round de la pelea.
Pasado un largo tiempo de la acalorada discusión, Dean y Sam regresaron a la sala, el rubio se veía más tranquilo pero igual nadie dijo nada. Isabel se fue a lado de su esposo quien no dejaba de velar por su mejor amiga unos metros más alejados de ellos Alec y su novio, hablaban de una posibilidad de mandar a los Winchester a su dimensión así podrían deshacerse de un problema. No es que Alec les consideraba a los viajantes un problema, pero con ellos en el mundo de las sombras se complicaba más las cosas, el brujo pensaba lo mismo, pero su libro de viajes dimensionales estaba en su loft y sin el no podía hacer nada.
Sam al ver que el ambiente se había vuelto algo incómodo llamo al equipo para ir al otro salón, pues debían hablar solo entre ellos, así cada uno al llegar al pequeño salón tomaron asiento; por la expresión de que tenía Dean este seguía molesto. En la conversación se tenía se plantearon ideas para regresar a su mundo,pero por más ideas que se daban no llegaron a nada en concreto. Rowena no tenía la suficiente fuerza para hacer el portal además se suponía que el otro brujo iba ayudar pero resulta que no podía porque no tenía su libro. Crowley propuso que se abriese una grieta esas de las cueles le llevaban a los universos alternos y que así viajaran hasta llegar al suyo, pero hacer aquellos viajes era muy arriesgado así que Sam dijo que no, por lo que tenían que seguir buscando soluciones.
Castiel por su parte se mantuvo en silencio no dijo nada dejo que los otros decidieran que es lo que se iba ser, ni siquiera miraba al grupo, aun las palabras de Dean retumbaba en su mente; no solo ello, sino que las imágenes de Raf muriendo delante de él lo perseguía, otra vez había dejado morir alguien cercano. Cada vez creía en las palabras que le había dicho el rubio, el estaba maldito; Sam no podía negar que el cazador le había ayudado mucho, la expresión del ángel era de tristeza y Dean lo notó así que se alejo del grupo y se puso a lado de su amigo.
- ¿Estas bien? - le pregunto, Castiel asintió y sonrió de lado. Los que ha vivido junto a su amigo le daba la seguridad de saber que no se hallaba bien -. No mientas, sabes muy bien que no me gustan las mentiras.
- Lo siento.. - se disculpó -. Solo pensaba un poco.
- Vamos Cas, yo cuando pienso no tengo una expresión de tristeza en mi rostro, solo dime ¿qué te pasa? - insistió en saber el cazador.
- Raf - menciono -. Estoy pensando en el, dio su vida por defenderme.
- Umm.. Así que eso te ocurre. ¿Te sientes culpable? - Cas agacho la cabeza asintiendo.
- Pero Cas tu no tuviste la culpa, más bien fue la decisión de el de dar su vida tu no tuviste que ver.
- El dijo que yo le gustaba - Dean se quedó boquiabierto, no podía pronunciar palabra alguna. Castiel siguió hablando -. Siento que los sentimientos que decía tenerme lo llevaron a esa decisión.
Dean seguía sin poder hablar, como es posible que un desconocido haya tenido más valor que el en confesarse con Castiel. El lleva meses ni por decir años intentando hacerlo y lo peor aún no saber bajo qué circunstancias había pasado aquel suceso, pero ya no podía hacer nada lo único que esperaba es que el angel no hubiera aceptado esos sentimientos porque si no el sufriría mucho, tanto como sufre ahora.
Dean se aclaro la garganta y hablo.
- Ya te dije una vez, cada uno toma las decisiones de su vida. Raf tomó la suya, quiso salvarte no debes sentirte culpable o mal por ello.
Castiel levanto la cabeza con una sonrisa le dio las gracias a Dean.
- Acabo de recordar algo - le dijo.
- ¿Qué cosa?
- Que no te he dado las gracias por venir por mi - Dean sonrió ante lo dicho por su amigo, pero no era todo lo que iba a escuchar en ese momento -. Te extrañé mucho, Dean.
El rubio se quede mirándolo nuevamente.
— Yo igual. No sabes la falta que nos hiciste, mejor dicho la falta de me hiciste - ambos se abrazaron.
Pero la escena fue interrumpida por el hermano del rubio.
— Perdón por interrumpir, pero creo que encontré algo — el par de amigos se separaron —. Como dije, creo tener una posible solución.
—¿Tienes? —se escuchó decir a la bruja, que se ponía a lado del peli largo
— Lo siento, tenemos una posible solución.
Dean y Cas compartieron mirada.
— ¿Cuál? — pregunto el rubio, a lo que su hermano respondió.
— El angel Raziel.
*****
Había pasado un par de horas, de las cuales los Winchester habían leído una pila de libros pero ellos no solo eran los únicos; sus aliados también lo habían hecho. Según lo que sabían del tal Raziel era muy poco, ya que en los libros de historia de los nefelim solo mencionan que es considerado una deidad ya que el fue su creador y cuando lo invocaban el cumplía un deseo, que podía ser cualquier cosas, era llamado "el deseo".
Dean vio eso como una oportunidad de poder salir de ahí, pero solo había un pequeño impedimento, no eran nefelim. Otra vez sentir la decepción de poner hacer nada; el rubio no quería depender de nadie más, para el era algo muy humillante solicitar ayuda de otros cazadores, para no terminar gritando decidió hablar.
— Como son las cosas en este lugar, mientras que en nuestro mundo, los ángeles nos buscan a nosotros en este lugar hay que buscarlos.
—No olvides las cosas que nos piden — Sam dejo su libro en la mesa, se llevo su mano a los ojos ya que estaba cansado todo por las horas de lectura que había tenido.
— Quien diría que vería el día en que los famosos Winchester, no sabrían que hacer.
— Crowley, por favor no comiences — le regaño Castiel.
— Yo solo digo la verdad, alitas. No digas que no lo notas; sabes muy bien de lo que hablo.
Cas miro a sus amigos y estos tenían los rostros desencajados, no solo eso, tenían ojeras aunque eso no era una novedad siempre la tenían; pero esta vez era más notorias. Comenzaba a odiarse a sí mismo de no hacer nada para ayudar.
En ese preciso momento el Gran brujo pasaba por su lado el angel no dudó pararse frente a Magnus, quien le quedó mirando.
—¿Se te ofrece algo, Castiel? —pregunto el brujo.
—Si— contestó Cas.
Mientras que el resto del equipo miraba la escena sorprendidos por el accionar del ángel.
—Entonces Cas, ¿en qué te puedo ayudar?
—Quiero la ubicación de los tres instrumentos mortales.
—Lo siento pero no puedo decirte dónde están.
—¿Y eso por qué? —Intervino el rubio—. A que se debe todo ese misterio.
—No es ningún misterio Dean, solo que no puedo hablarles de esos objectos.
—¿Estas seguro? —Fue el demonio quien hablo esta vez —. Por que según estos libros tu sabes su ubicación.
—Ya les dije chicos... no puedo decir nada, mis labios están sellados de verdad lo siento.
Diciendo eso último, el brujo tomó distancia del angel quien no lo dejaba de mirar. De un momento a otro los ojos de Cas empezaron a brillar no solo eso la casa completa comenzó a moverse.
—¿Cas?
Pero Castiel no hizo caso a la voz de su amigo y no solo eso sino que se transportó frente al brujo que se quedó sorprendido ante el echo, pero las cosas iban a empeorar cuando el alado sujeto del cuello a Magnus levantadolo del suelo.
—Será mejor que hables ya me cansé de jugar.
Tanto como los Winchester como los otros se quedaron boquiabiertos por lo que ocurría, pues nadie esperaba esa reacción. Tanto así que nadie se dio cuenta de la llegada de Alec que al ver a su novio en las manos del angel no dudó en atacar, pero fue arrojado al suelo.
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