Capítulo 17


En algún lugar de la cuidad de Londres un hombre de traje y gabardina beach, que estaba parado en la puerta de un local de comida rápida a los pocos minutos se ve a un joven salir con dos bolsas llenas quien se acercó al hombre de traje.

— Castiel, ya vámonos — el joven comenzó a caminar —. Lo siento adentro si que se tomaron su tiempo.

— No hay problema, estoy acostumbrado a eso, mi.. mi mejor amigo Dean solía ir a esas clases de lugares — A su mente vino los ojos verdes del cazador.

Ambos siguieron su recorrido hasta llegar al hotel donde se habían alojado hace hace tres semanas; solicitaron en recepción las llaves y prosiguieron a subir las escaleras, casi todo el mundo utilizaba el ascensor pero ellos no era una forma de no llamar la atención. Además que su habitación estaba en un piso donde no había más que dos huéspedes aparte de ellos dos. Llegaron a la puerta de su habitación el cazador de sombras quito el bloqueo que había puesto para proceder abrir la puerta, el primero en entrar fue Raf que al ver que todo está seguro dejo pasar a su amigo.

Raf era un joven cazador de 24 años, cabello castaño, ojos verdes, era muy intrépido pero sobre todo algo que lo caracterizaba es que ponía a todos en primer lugar antes que él parecía un ángel guardián. Castiel se sentía muy a gusto con él ya que tenían muchas cosas en común entre los cuales es que ambos están dispuestos a dar todo por el bien de sus personas amadas; según lo que le contó a Castiel el cazador tiene una hermana menor que esta en la academia aunque Cas desconoce que es eso, pero lo más seguro que con su traición ella este corriendo peligro cosa que preocupa a Raf.

Después de escapar del bosque de la ciudad  de Idris, el joven cazador de sombras llevó consigo al angel llegando así a Londres país originario del Raf, pensó en pedir ayuda al instituto de Londres pero Castiel le dijo que no pues lo más seguro es que lo volverían atrapar y esta vez no tendría escapatoria por ello tuvieron que buscar un hotel donde quedarse, gracias al dinero mundano que poseía el cazador de sombras estaban logrando sobrevivir estas semanas.

Tres semanas en que Castiel todos los días esperaba que Sam y Dean... Sobre todo Dean, cruzara aquella puerta y le dijera que había venido a rescate; como añoraba ver a sus amigos no es que con Raf la pasara mal pero el no era familia aunque sonara mal decirlo todavía no había conexión, pero si que estaba agradecido por todo el apoyo desinteresado que hacia por ayudarlo. Como el tiempo transcurría rápido llego la noche era hora de la cena y como sabia ya la rutina debían ir a comprar, pero en esta ocasión según el cazador había conseguido un lugar tranquilo para comer; así es hoy iban a cenar fuera, salieron de hotel, claro que tomaron todas sus medidas de seguridad pero aún así no se dieron cuenta que alguien los estaba siguiendo.

Llegaron al pequeño restaurante, donde el nefelim hizo el pedido; la cena consistía en hamburguesas su refresco y una tajada de torta de chocolate, Castiel observaba como su compañero disfrutaba su cena le hizo recordar a Dean ya que esbozaba casi la misma sonrisa pero algo que llamaba su atención era la pequeña vela que decoraba el trozo de torta, espero que Raf terminara de comer para preguntar pero la pregunta nunca llegó ya que su acompañante tendió sus manos delante de él; Castiel no entendía que debía hacer solo miraba entre las manos de Raf y el rostro de que tenía una expresión de como estuviera esperando algo...

— Es enserio, Castiel — bajo sus manos en modo de resignación —. Veo con tristeza que este año no tendré regalo tampoco — dijo con una sonrisa triste.

— ¿Regalo? No entiendo porque yo debería darte un regalo, lo que me dijo Dean es que solo se da cuando cumples años y ... — el Ángel miró la torta la vela y se dio cuenta del gorro colorido que tenía Raf sobre su cabeza a la vez que recordó la conversación de hace unos días "no te olvides que el viernes es mi cumpleaños, espero un regalo" miro de nuevo a su amigo, ahora el se sentía culpable por olvidarse de ese detalle — . Lo siento mucho, me olvidé pero podría...

— No hace falta que hagas nada, solo puedes sostener la torta mientras yo soplo la vela.

Castiel hizo lo que le pidió el cazador, al cabo de poco Raf disfrutaba de su pedazo de torta y para no sentirse mal el angel de gabardina pago la cuenta claro eso lo que le dijo al cazador pero en realidad no pago pues no tenía dinero, pero como le había enseñado Dean el detalle es el que contaba.

Así pasó la noche de celebración para ambos ahora debían estar en guardia; Raf sentía que algo no andaba bien así que dio una señal para que Castiel sacara su arma ni bien hizo eso, un grupo de cuatro cazadores aparecieron frente a ellos con sus armas en manos el joven cazador por impulso coloco al angel detrás de él.

— Esther, el dato era correcto, nuestro pequeño amigo traidor esta aquí — el cazador pasaba su serafín de mano en mano con una sonrisa retorcida.

— Si, creo que ganamos la apuesta pero para hacerlo oficial debemos llevar a ese par al instituto — señaló con su espada a Raf y Castiel —. Yo junto a Cloe nos encargamos del traidor, tu y Jheremy vayan por el angelito por cierto no olvides ponerle las esposas de plata.

El grupo de cazadores se dividió en dos, si había escuchado bien le tocaba pelear con más mujeres y a Castiel le tocaba los dos chicos que no tenían bonita expresión, así que Raf le susurro a su acompañante...

— Castiel, ten cuidado. Por nada del mundo bajes la guardia, por la ropa que llevan son del escuadrón especial — Se conocía que de todos los cazadores se escogían a los mejores para armar escuadrones especiales que servían a la clave y este grupo eran uno de ellos.

Castiel oyó lo que le dijo su amigo —. Sabes no soy tan débil, mi familia me enseñó a pelear — Recordó los entrenamientos que Dean le había dado —.Pero gracias por los avisos, ya se que puedo esperar.

Raf se alejó de Cas su vista estaba puesta en las dos cazadores que activaban cada una sus runas de agilidad y fuerza el proseguío hacer lo mismo; por el otro lado el angel de gabardina miraba a sus dos contrincantes Castiel sabia que esas marcas o runas como los llamaban ellos era lo que les daba la habilidad de pelear, al mirar como se movían los dos supo que eran como Jace y Alec y así era, los dos cazadores eran parabatais, solo fue un pequeño parpadeo y la pelea comenzó nuestro querido angel recibió el primer golpe pero no le afectó en nada. Raf por su parte no tenía dificultades con sus atacantes, pues ellas atacaban de una en una, era mucho más fácil.

— Creo que será fácil para mí acabar con ustedes dos — Dijo mientras tiraba a la rubia al suelo, mostrando una sonrisa socarrona.

— No te enseñaron a no dar la espalda a tus enemigos, pequeño — Raf escucho esa voz al voltear sintió un golpe que le termino tumbando al suelo.

— ¡Ouch! — se quejó sujetándose la rodilla pero eso no terminaría ahí.

Pues la peliroja que le dio el golpe iba por más, así que comenzó arrastrarse mientras se apoyaba con sus brazos, Raf miró de reojo pudo ver a su amigo en problemas también eso le llenó de más valor puso todo su fuerza en su piernas y empujó a su atacante al suelo que cayó encima de su amiga, se puso rápido de pie y fue al auxilio del angel quien estaba pegado en la pared apunto de recibir un puñal de la espada de su atacante pero logró interceptar el ataque. Su pierna seguía doliendo pero logró estar firme, Castiel no se quedó de brazos cruzados el estiro su mano y lanzo al suelo a los hombres, las cazadoras vieron caer a sus amigos se llenaron de furia no dudaron en atacar pero ahora eran uno contra uno para Cas fue cosa fácil acabar con su oponente lo mismo para Raf.

Pero los cazadores no duraron en suelo mucho tiempo, Raf sacó su otra espada esta vez iba ir enserio según el todo había sido un simple calentamiento ahora se venía lo mejor no pasó mucho para que ambos mandos chocarán armas otra vez. Lo que desconocían el nuevo par de amigos que no era el único grupo detrás de ellos pues de los tejados salieron dos más, ahora la pelea se ponía tres contra uno.

— ¿Qué pasa, Raf? No me digas que tienes miedo — la peliroja le hablo de manera burlesca, pero el cazador no se iba quedar callado.

— Ja ja ja .. No me hagas reír, querida. Yo jamás tendría miedo de ustedes — contesto esbozando una sonrisa. Castiel se le quedó mirando, esa forma de hablar era muy parecida a Dean sin darse cuenta el también sonrió.

— Creo que no estás viendo bien la situación, tu y ese Ángel están en desventaja — dijo uno de los recién llegados —. Y otra cosa más..

— ¿Qué?

— Se te olvidó contar — apunto con su espada, Cas y Raf giraron pero era tarde unas esposas ya tenían capturado al ojiazul mientras que otro daba un golpe en el estómago al joven cazador, que cayó de rodillas al suelo.

En eso el cazador que había puesto la esposa en la mano de Castiel lo tomó del cuello de la camisa y lo pegó en al pared colocando su brazo en el cuello de su prisionero; Cas no pudo hacer nada pues esa esposa de plata le bloqueaba sus poderes, su captor pidió a su colega que terminara el trabajo, ahora no solo era una mano si no ambas.

— Listo señor, tenemos al angel en nuestro poder — aviso por radio el cazador, por el altavoz se podía oír la voz detrás del comunicador.

— Bien, deben traerlo vivo ya que la Consul Jia así lo desea, pero si causa muchos problemas no duden en acabar con el.

— Esta bien señor ¿qué hacemos con el traidor?.

— No recibí órdenes, pero esta operación es secreta no podemos tener testigos.

— Como usted diga señor, cambio y fuera — corto la comunicación. —. Ya escucharon al director Prim no quiere testigos.

La peliroja sujeto de los cabellos a Raf quien gritó por fuerte agarre, no fue solo eso con su mano libre sujeto con una soga las manos del joven mientras la rubia apuntaba el cuello de este con su espada.

— Esto es por los golpes — la de nombre Cloe dejo de apuntar con su espada para comenzar a repartir patadas en las costillas de Raf, quien gritaba y lloraba de dolor.

Castiel quien miraba la escena quería ayudar pero sus captores no permitían que el se moviera, en su mente solo repetía < resiste, no te rindas >.

— Creo que es suficiente Cloe, acaba de una buena vez con el estorbo ese — Castiel al escuchar la orden peleó para zafarse del agarre pero un puño en su estómago le hizo quedar quieto.

La rubia paró de dar golpes para finalmente coger la misma arma de Raf .

— Quien iba a decir que terminarías muerto por tu propia arma, estupido — Raf quien no mostraba una pisca de miedo le termino escupiendo en el rostro de su atacante, quien gritó furiosa haciendo un berrinche cosa que le sacó una sonrisa al joven cazador — Te vas a morir, maldito perro.

La cazadora empuñó la espada justo cuando la iba a clavar en el cuerpo de Raf algo se lo impidió, cuando posó su vista a la espada pudo ver un látigo enredado en el arma.

— Dejame decirte que eres muy lenta, además de muy habladora — Isabel estaba parada con una mano en su cintura — Esta noche nadie va morir, claro esta si ustedes quieren ser los muertos. La pelinegra jalo su látigo haciendo caer a Cloe.

Metros más aya el cazador que tenía retenido a Castiel cayo al suelo al levantar su vista tenia en su frente un arma apuntándole.

— Te metiste con el angel equivocado — Dean  sin dejar de apuntar al cazador miro a Castiel y le pregunto —. ¿Estas bien? — Cas solo asintió —. Ok, me alegra oír eso, perdón pero nos costó hallar tu ubicación.

El rubio le mostró una sonrisa el cual fue correspondido por su amigo pero la expresión de Castiel cambió — ¡Dean! ¡Cuidado! — grito pero como su amigo no se movió lo suficientemente rápido el mismo lo empujo con su cuerpo cayendo al suelo ambos.

El ataque no terminó ahí, pues su agresor buscaba introducir su espada en ambos pero Dean no venía solo, su hermano menor apareció en escena dando un golpe en la cabeza al atacante de su hermano, cuando lo envió al suelo le tiró una patada para que no pueda levantarse; Sam se apresuró en ir con su hermano le ayudó a ponerlo de pie, a la vez que lo hizo con Cas y no dudo en darle un pequeño pero fuerte abrazo.

— Es bueno verte bien, Cas — dijo el menor mientras lo abrazaba, el angel le regalo una pequeña sonrisa.

— A mi también me da gusto verlo a ambos, los extrañé, chicos — Castiel miraba con dulzura a sus amigos.

— Pueden dejar el reencuentro para después tenemos muchos problemas aquí — hablo Jace, quien se encontraba en medio de una pelea.

— El rubio tiene razón, Dean. Debemos ayudar — dijo Sam.

— Ya lo sé — Dean miro a Cas — Después hablaremos, ahora tenemos trabajo que hacer — recogió su arma del suelo y aprovechó para darle de golpes al que le quiso atacar.

Sam se dio cuenta de las esposas en las manos de Castiel.

— ¿Puedes quitarte esas esposas? — el angel negó —. Ok no te preocupes, ya encontraremos la forma de liberté de ellas.

— Si, deben hacer eso. No puedo utilizar mis poderes con esta cosa puesta.

— Entonces eres un bebé con su gabardina puesta — se metió Dean. Quien se ganó una mala mirada de su hermano ni hablar de Cas.

— Dean.. No empieces con tus comentarios sin gracia.

— El que no tiene gracia es Castiel, Sam — el mencionado rodo los ojos.

— Si tengo mi gracia, solo que esta bloqueada, Dean. — Se defendió Cas.

— ¿Enserio se van a poner a pelear en esta  situación? — Pregunto Alec quien tiraba una de sus fechas al cazador con quien peleaba Jace —. Esto es serio chicos, dejen esas tonterías para después.

— Mi garbancito tiene razón, recuerden que el portal no va durar para siempre — esta vez fue Magnus quien habló —. Solo tenemos algunos minutos.

— Los Winchester siempre son así, pierden tu tiempo en hablarles — Dean le dio una mala mirada al demonio.

— ¡Tu no te metas, Crowley! — le grito Dean.

— Por favor chicos, Magnus se va debilitar y si eso sucede Alec se va enojar — Clary se acercó a los cazadores, tomando las manos de Castiel —. Es bueno verte angel — la cazadora tomó un gancho de su cabello y lo utilizó como lleve logrando abrir las esposas.

Castiel quedó libre, Clary aprovechó para darle un abrazo pero Dean los separo dando un gruñido, la peliroja se puso a reír, pero recordó que estaban en una situación muy seria.

— Tenemos que darnos prisa — dijo para luego alejarse e ir con su parabatai.

Simón observaba la pelea de su esposa con la rubia, no dejaba de pensar en lo maravillosa que era su mujer si que se había sacado la lotería con ella aunque Isabel decía que era lo contrario que era ella la que había dado en el blanco; tanto se perdió en mirar a su candente esposa que no vio a la peliroja venir contra el pero su querida parabatai llego a tiempo.

— Vaya.. muchas gracias, Clary.

— Debes estar más atento, parece que recién haz salido de la academia.

— Lo siento, ¿necesitas ayuda?

— Tu que crees — la cazadora le rodo los ojos para luego mirar fijamente a su oponente.

Era gran batalla, claro que Alec y compañía tenían ventaja numérica pero aquel escuadrón de expertos daba pelea; el grupo solo necesitaba distraerlos para que puedan irse ya se agotaba el tiempo, el reloj estaba en contra pero la distracción llegó con una bomba de humo, lanzada por Crowley todos se juntaron en un mismo lugar, protegiendo a Castiel a todo momento pero no todo iba a salir color de rosas. Raf seguía en el piso mal herido y claro que Cas no lo iba a dejar en ese estado, no después de deberle tanto.

Así que Cas se teletransporto a lado de Raf para curar las heridas que este tenía, Dean al darse cuenta que Castiel no estaba a su lado comenzó a gritar el nombre del angel, el rubio se quería acercar pero su hermano no le dejó asegurando que Castiel sabia lo que hacía. Magnus que estaba reteniendo el portal para evitar que este se cierre dijo que ya había llegado a su límite y que si querían salir ya, debían hacerlo ahora mismo, el mayor de los Winchester al escuchar el aviso volvió a gritar a su amigo que ayudaba a caminar a su compañero. El humo que salió de la bomba era tóxico para los nefelim así que Alec llamó a su grupo para salir ya mismo pero no se iban ir ilesos, pues una daga voló hasta la espalda de Clary, quien gritó de dolor que casi le hace caer al suelo Jace con ayuda de Simón atravesaron el portal lo mismo hizo Isabel con Alec ahora solo faltaba los Winchester que no podían ingresar sin Castiel sobre todo Dean, el rubio no quería dejar en ningún momento al ojiazul.

Cas estaba apunto de llegar con Dean pero un grito que provenía de sus amigos le hizo voltear pudo ver una sombra ir contra el, pero el golpe nunca llegó al contrario sintió un peso sobre su cuerpo para luego oír un disparo, cuando salió de todo el asombro se dio cuenta que en la espalda de Raf había una daga incrustada y que este ya no respiraba, Dean llegó a su lado al comprobar que estaba bien lo llevo arrastrando hacia el portal que estaba apunto de cerrarse y que con las justas lograron cruzar.

Cuando llegaron vieron todo el grupo muy alterados sobre todo Jace, pues la esposa del cazador había resultado herida y Magnus intentaba curarla.

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