Cap. 8 Una loca y Un emo son del uno para el otro
Edgar
Luego del beso que me dio Colette, nos volvimos novios. Bueno, era de esperarse. De hecho, nuestra relación no ha cambiado mucho, seguimos siendo buenos amigos y confiamos el uno al otro.
- Edgar -llama mi atención Colette poniéndose frente a mí.
- Qué pasa? -le pregunté sonriendo.
- Mira! Una granada de Piper! -me mostró el objeto y abrí los ojos sorprendido.
- Te la dio? -ella negó con su cabeza.
- Me la rob.... Digo sí, ella me lo dio -alcé mi ceja sin creerle nada y ella suspiró- bueno... Sí, sí... La saqué a escondidas de su casa. Pero en serio la necesitaba.
- Para que?
- Pues para mi colección -dijo obvia.
- Hagamos algo, devuelves la granada y así... Piper no nos lastima... -dije nervioso.
- Hay... Qué aburrido eres... -volvió a guardar la granada- se lo voy a entregar después.
- Esa es mi chica, ahora vamos -salimos de la tienda de regalos y entregamos la granada. Decidimos pasar por el bar de Barley y ahí comimos.
- Oye Edgar... -volvió a hablarme.
- Qué?
- Me das un abrazo? -estiró sus brazos.
- Ahora no... Mejor en otro momento -saqué mi celular y entré a redes sociales.
- Edgar...
- Qué?
- Me das un beso? -me sonrojé y negué con mi cabeza.
- Ahora no... Después, ok? -ella asintió con un gruñido.
- Edgar... -suspiré agotado.
- Qué? -dije con desesperación.
- Te amo -abrí los ojos sonrojado y la miré.
- Yo también... -dije tapando mi boca con la mano. Ella me dedicó una sonrisa cálida y luego me dio un abrazo detrás de la espalda, debo admitir que sentí vergüenza a la vez que me agradaba. Raro, no?
La chica esa... M... Bibi, sí, ese era su nombre. Bibi se nos acercó y nos saludó diciendo:
- Qué hay, chicos? -nos sonrió de lado.
- Qué onda? -dije volviendo mi vista al celular. Colette me apretó más y reí un poco.
- Están saliendo? -preguntó Bibi.
- Sí! -exclamó Colette- Edgar y yo salimos!
- Ah... -dijo suspirando- es una pena...
- Pena? Por qué una pena? -preguntó dudosa Colette.
- Pues porque bueno... M... Olvídenlo, es algo absurdo -Colette me soltó y gruñó entre dientes.
- Si no tienes nada bueno que decir, no digas nada anciana -no aguanté reír ante lo último y al parecer, Bibi se molestó bastante.
- Bien, como quieras. Pero que te quede algo bien en claro Colette. Tú eres una enferma mental y Edgar es alguien muy diferente a ti, es normal -fruncí el ceño y la miré con desagrado.
- Puedes dejarnos comer en paz? -ella empezó a reír sarcástica.
- Como quieras, quédate con esta enferma -me guiñó el ojo y se fue.
- Qué le pasa? Ni tan siquiera nos saludó y buscó problema. Verdad Colette? -no me contestó- Colette?
-volví mi rostro y estaba apretando su libro con lágrimas en sus ojos- hay... No hagas caso a lo que ella dijo... No es cierto... -le iba a tomar la mano, pero ella la apartó. Sin decir nada, se levantó y salió corriendo del lugar.
En estos momentos, agradezco ser rápido porque le logré seguir el paso. Terminamos nuestra casa y ella acostó en la cama de mi habitación. Me senté a su lado y acaricié su cabello- todo lo que dijo es cierto... -murmuró.
- No... Por lo menos yo no lo creo -le aclaré, pero ella se sentó con su ceño fruncido y limpiando sus lágrimas.
- Es cierto, antes de que llegara a Brawl Stars tenía una familia, amigos... Una vida... -dijo casi en susurro lo último- pero de pronto, mi familia comenzó a tratarme como la oveja negra de nuestra casa. Todos mis amigos comenzaron a decirme que era muy extraña y empezaron a burlarse de las cosas que hacía. Decidí ignorar todas esas cosas... Y todo empezó porque amaba Brawl Stars... Quería ser parte de él... Según yo, todos me querrían y me aceptarían tal como soy, pero fue hasta peor. Porque los personajes a los que admiro piensan que soy una maniática...
- Tiene algo de malo serlo? -pregunté serio y ella me miró de reojo- eso es algo que te hace única y muy... Linda. No eres las única rara en relaidad, mira a todos aquí en Brawl Stars, Nita es una niña oso, Byron es un anciano malévolo que vende cosas raras, Shelly es una bandida que nunca entra a prisión porque nuestro amado comisario Colt la deja libre, crees que eso es normal? Un sheriff haría eso? -ella negó con su cabeza- o incluso yo, solo mírame. Soy un tipo que le gusta el parkour y pintarse las uñas. Te parece normal?
- Somos una pareja de raros -dijo soltando una risa.
- Ya lo sé... Pero a mí me gusta esta relación -me rasqué la cabeza sonrojado y mirando hacia otro lado.
- A mí también, Edgar... -recostó su cabeza en mis piernas- no quiero que te vuelvas a acercar a Bibi en toda tu vida -dijo con un tono molesto.
- Por qué? Porque te molestó o porque... Estás celosa? -se sonrojó y se levantó mirándome de frente.
- Tú me lo dijiste una vez... Yo te pertenezco, no? Pues ahora tú también me perteneces, me oíste? Y ya no hay vuelta atrás conmigo al decidir besarme por primera vez -se acercó más a mí y me dio un beso corto en los labios- seguro en querer continuar?
- Sí, definitivamente -sonreí y ella hizo lo mismo.
- Sabes... Por ti, yo me volvería una emo -agregó Colette y empecé a reír.
- Y yo me volvería en un fanático como tú -ella alzó su ceja pensativa.
- Un loco? -me encogí de hombros- supongo que sí... Un loco. Eres mi emo -me dio otro beso, pero ahora en la mejilla.
- Y tú eres mi loca -cerramos la conversación con un beso.
Colette es una loca, mi loca y maniática, y me pertenece... Es lo único que importa aquí.
Bueno, fin del capítulo, ya sé... Mucha melocidad xD pero bueno a mí me gusta así. Pero bien, esta historia tiene muchas cosas buenas y yo creo que debe de tener un poco más de drama :v así que prepárense para eso. Bye les mando un enorme beso y Kokoro ❤
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